Queda clausurado este pantano. Otros puntos de vista aquí.
Un saludo
miércoles, diciembre 16, 2009
miércoles, junio 11, 2008
SÍ Y NO
Hola. Para el caso que nos ocupa, Obama es la izquierda. Lo es porque a) utiliza el mismo lenguaje que la izquierda europea. La izquierda y la derecha son, si me han seguido, lenguajes. Y porque en general, el Democratic Party es una suerte de izquierda europea ecuménica. Hasta el punto de que en 1936 presentó como candidato a Gobernador de California a un pollo de PCUSA. El aparato Demócrata se empleó, por cierto, a fondo. EL Presidente de los USA, demócrata entonces, hizo todo lo posible para boicotearle. A su vez, el Presi de los USA de entonces dió un tute a la socialdemocracia clásica a golpe de Keynes. Uf, me aburro. Otro parecido entre el partido demócrata y, pongamos IU: tiene cantidad de activistas que no se depilan y acaban las palabras con o/a.
Sobre el lenguaje común con la izquierda: una particularidad es la ausencia de la partícula NO. El partido demócrata / la izquierda, ha abandonado la posibilidad de describir la realidad utilizando la partícula NO. Habla en positivo. Y encuentra de mala educación decir NO. Los mensajes demócratas –centralizados en el sí, en el PODEMOS; palabro que no significa nada, hasta el punto de que es el lema de la Sele Española en la Eurocopa-, sólo utilizan el palabro NO conforme se alejan del epicentro direccional de la campaña/del discurso. Es curioso, pero el palabro NO, el lexema genérico de la izquierda, se lo ha quedado la nueva derecha. La única que dice NO. Y,, glups, por un tubo.
Meditaciones sobre la no utilización del NO. Sorprendentemente hay una cultura milenaria que también se niega a utilizar el NO. NO es una palabra baja, de mala educación, en China, una sociedad que, como todas, utiliza el concepto NO a tope, a menudo en la nuca. Cuando hablas con un chino, se debe de ser muy astuto para saber qué tipos de SÍ son el realidad NO. Más, ahora que caigo, cuando hablas con una china en un aftherhours. Si eres chino, en todo caso, te va la vida en diferenciar los SÍ-sí de los Sí-no. De hecho, a todo el mundo le va la vida en diferenciar los palabros Sí y NO.
Esta semana, verbigracia, el Parlamento Europeo ha aprobado la jornada laboral de chorrocientas horas. Contra la que mi abuelito hizo huelgas bajo epígrafe de NO. Es decir, el Parlamento ha dicho Sí. Nadie en el Parlamento Europeo pudo gestionar el NO.
Mañana, más cosas divertidas de una izquierda que no puede utilizar la negación.
Sobre el lenguaje común con la izquierda: una particularidad es la ausencia de la partícula NO. El partido demócrata / la izquierda, ha abandonado la posibilidad de describir la realidad utilizando la partícula NO. Habla en positivo. Y encuentra de mala educación decir NO. Los mensajes demócratas –centralizados en el sí, en el PODEMOS; palabro que no significa nada, hasta el punto de que es el lema de la Sele Española en la Eurocopa-, sólo utilizan el palabro NO conforme se alejan del epicentro direccional de la campaña/del discurso. Es curioso, pero el palabro NO, el lexema genérico de la izquierda, se lo ha quedado la nueva derecha. La única que dice NO. Y,, glups, por un tubo.
Meditaciones sobre la no utilización del NO. Sorprendentemente hay una cultura milenaria que también se niega a utilizar el NO. NO es una palabra baja, de mala educación, en China, una sociedad que, como todas, utiliza el concepto NO a tope, a menudo en la nuca. Cuando hablas con un chino, se debe de ser muy astuto para saber qué tipos de SÍ son el realidad NO. Más, ahora que caigo, cuando hablas con una china en un aftherhours. Si eres chino, en todo caso, te va la vida en diferenciar los SÍ-sí de los Sí-no. De hecho, a todo el mundo le va la vida en diferenciar los palabros Sí y NO.
Esta semana, verbigracia, el Parlamento Europeo ha aprobado la jornada laboral de chorrocientas horas. Contra la que mi abuelito hizo huelgas bajo epígrafe de NO. Es decir, el Parlamento ha dicho Sí. Nadie en el Parlamento Europeo pudo gestionar el NO.
Mañana, más cosas divertidas de una izquierda que no puede utilizar la negación.
lunes, junio 09, 2008
EL GÉNERO OBAMA
Al hilo de lo de ayer. Obama aporta en el lenguaje el patrimonio de la novedad. Eso no es necesariamente un patrimonio de la izquierda, snif. Es más, uno de los componentes de la nueva derecha es que se presenta a sí misma como novedad, y a las izquierdas como una cosa quica. Anyway. En todo caso, este post era para comentarles que Obama también aporta otro patrimonio inquietante en su pack comunicativo. Ahí va. Alehop. Silencio: aún no es Presi y ya es tratado como un Presi asesinado en Dallas. Glups.
LA NOVEDAD ES LA PRIMA CANIJA DEL CAMBIO
Hola. Les hablaba del lenguaje de la nueva derecha y que bla-bla-bla. Lenguaje que viene directamente, y sin pasar por la casilla de salida, de los USA. Hummm. Si el pack politically correct llegó de allá, y también llegaron de allá los primeros productos culturales de masas que tenían como epicentro mearse en lo politically correct sin que los mayores gritaran –no sé, Simpsoms, Family guy, etc-. Es posible pensar que de los USA vendrán también los grandes conjuros para escaquearse del lenguaje de la derecha. Lo que significa, snif, una nueva izquierda.
Yo qué sé. Lankoff. Explica cual es el lenguaje de la derecha. Y explica como enfrentarse a él en tiempo real en, pongamos, una tertulia. O un debate entre candidatos. Pero no ofrece un lenguaje nuevo a la izquierda. No lo hay. De hecho, las izquierdas no dicen nada. De hecho, tanto en los USA como en España, la izquierda utiliza los conceptos de la derecha. Es más, le caen chuzos de punta cuando intenta utilizar otro lenguaje. Recuerden la pasada legislatura ZP. Y como no se pudo crear lenguaje para tratar los temas ETA y Estatut de Catalunya. Es decir, los temas democracia, constitución, igualdad y solidaridad, debidamente formulados por la nueva derecha. EL lenguaje de la nueva derecha tiene trade-mark sobre la tira de conceptos, en fin.
Observando las primarias USA se ve un poco eso. Obama y Hillary no se separan un ápice del lenguaje republicano. Obama, es más, lo recrea. Lo reproduce tanto que consigue crear algo novedoso a través de la reiteración. Es decir, de la nada. Es posible, me digo, que su estructura del discurso –me falta experiencia para afirmarlo rotundamente-, sea la del sermón protestante. Ni idea. La única cosa nueva que he detecto, son dos. Cosa a) un lenguaje propio –que no nuevo; es más cristiano que izquierdista, por lo que oigo-, para hablar de la cobertura universal de Seguridad Social. Que no es universal, por cierto. Sólo afecta a los pollos que no pueden costearse seguridad privada. Y, tacha-tacha y b), el monopolio único sobre un único concepto. La novedad.
La novedad, contrariamente a lo que ocurría hace 100 años, no es necesariamente nueva. Ni buena. Ahora es, simplemente, un atributo. La sed de novedad igual conecta, por cables fosilizados, con la sed de cambio de antaño. En todo caso, Obama la detenta en solitario. Y, por lo que sea, la novedad inspira confianza. Existe la creencia, por lo visto, de que poseer novedad, no tener los huevos pelados de su rozamiento con la realidad política, es una suerte de pureza. Es una suerte de garantía de que el candidato poseedor de novedad, podrá hacer cosas que no se pueden hacer en política. No sé. Seguridad social, pirarse de Irak.
Humm. ZP, en la primera legislatura se piró de Irak en un plis-plas –“ese es el tipo de cosas que sólo se pueden hacer cuando no se tiene experiencia”, dijo el experimentado FG-. El otro día ley en la prensa que el Gobi ZP 0.2 ha tenido en sus primeros 100 días chorrocientas iniciativas de gobierno menos que en los 100 primeros días del Gobi ZP 0.1. Se responsabilizaba de ello a la crisis económica. Crisis económica que el Gobii ZP. 0.2. ha encarado con lenguaje –no es crisis, que es desaleración-, y con medidas extrañas a la cultura de la izquierda –devolución de unos cuantos dólares a los ciudadanos; una medida que, glups, ya aplicó hace un periquete Bush jr. Y que se confirmó un fracaso para paliar una crisis, pero no para ganar unas elecciones-.
Igual no es un gobierno bajo la crisis económica. Es un gobierno sin novedad.
Yo qué sé. Lankoff. Explica cual es el lenguaje de la derecha. Y explica como enfrentarse a él en tiempo real en, pongamos, una tertulia. O un debate entre candidatos. Pero no ofrece un lenguaje nuevo a la izquierda. No lo hay. De hecho, las izquierdas no dicen nada. De hecho, tanto en los USA como en España, la izquierda utiliza los conceptos de la derecha. Es más, le caen chuzos de punta cuando intenta utilizar otro lenguaje. Recuerden la pasada legislatura ZP. Y como no se pudo crear lenguaje para tratar los temas ETA y Estatut de Catalunya. Es decir, los temas democracia, constitución, igualdad y solidaridad, debidamente formulados por la nueva derecha. EL lenguaje de la nueva derecha tiene trade-mark sobre la tira de conceptos, en fin.
Observando las primarias USA se ve un poco eso. Obama y Hillary no se separan un ápice del lenguaje republicano. Obama, es más, lo recrea. Lo reproduce tanto que consigue crear algo novedoso a través de la reiteración. Es decir, de la nada. Es posible, me digo, que su estructura del discurso –me falta experiencia para afirmarlo rotundamente-, sea la del sermón protestante. Ni idea. La única cosa nueva que he detecto, son dos. Cosa a) un lenguaje propio –que no nuevo; es más cristiano que izquierdista, por lo que oigo-, para hablar de la cobertura universal de Seguridad Social. Que no es universal, por cierto. Sólo afecta a los pollos que no pueden costearse seguridad privada. Y, tacha-tacha y b), el monopolio único sobre un único concepto. La novedad.
La novedad, contrariamente a lo que ocurría hace 100 años, no es necesariamente nueva. Ni buena. Ahora es, simplemente, un atributo. La sed de novedad igual conecta, por cables fosilizados, con la sed de cambio de antaño. En todo caso, Obama la detenta en solitario. Y, por lo que sea, la novedad inspira confianza. Existe la creencia, por lo visto, de que poseer novedad, no tener los huevos pelados de su rozamiento con la realidad política, es una suerte de pureza. Es una suerte de garantía de que el candidato poseedor de novedad, podrá hacer cosas que no se pueden hacer en política. No sé. Seguridad social, pirarse de Irak.
Humm. ZP, en la primera legislatura se piró de Irak en un plis-plas –“ese es el tipo de cosas que sólo se pueden hacer cuando no se tiene experiencia”, dijo el experimentado FG-. El otro día ley en la prensa que el Gobi ZP 0.2 ha tenido en sus primeros 100 días chorrocientas iniciativas de gobierno menos que en los 100 primeros días del Gobi ZP 0.1. Se responsabilizaba de ello a la crisis económica. Crisis económica que el Gobii ZP. 0.2. ha encarado con lenguaje –no es crisis, que es desaleración-, y con medidas extrañas a la cultura de la izquierda –devolución de unos cuantos dólares a los ciudadanos; una medida que, glups, ya aplicó hace un periquete Bush jr. Y que se confirmó un fracaso para paliar una crisis, pero no para ganar unas elecciones-.
Igual no es un gobierno bajo la crisis económica. Es un gobierno sin novedad.
jueves, junio 05, 2008
EJERCICIOS DE LENGUA
Anónimo: las palabras no son importantes. Hasta el punto de que Júpiter, como recordará, se ríe de las promesas –es decir-, las palabras, de los amantes. No obstante, pruebe a decirle a su amante las palabras que le inspiran su mejor amiga. Será el primer satélite artificial de su pueblo.
Por lo demás, les iba a describir un fenómeno que, a su vez, describía lo que intento describir/me. Sucedió hace un par de días. Un programa en la tele. Si tienen 1:18:18, intenten mirarlo. En caso contrario, aquí va un resumen.
En el Canal 33 –la 2 de TV3-, hubo una mesa redonda con el tema del PP. La mesa tenía la rareza catalana de estar compuesta por miembros del complejo industrial-armamentístico del PP. Que tenían que hablar sobre las dos lecturas del PP ante una sociedad –la catalana, vamos-, en la que el PP no sólo no se come un kiki, sino que evitó la victoria del partido en las últimas elecciones. Y, posiblemente, en las próximas. Y en las próximas. Y en las próximas.
¿Qué se dijo en el programa? Da igual. Les explicaré cómo se dijo. Es decir, le explicaré las palabras utilizadas por los periodistas. Alehop.
-Un chico de la razón –muy ponderado-, explicó la situación a partir de una descripción objetiva. Exemplum: en el PP hay dos sectores personalistas. No hay debate ideológico. Un sector, en todo caso, pretende ganar las elecciones. Es decir, emitir un discurso que no ponga los pelos de punta en Catalunya. El otro, pues no. El sector que quiere cambiar el discurso quiere practicar lo que Aznar practicó en su primera legislatura. Ni más, ni menos.
-Un político catalán del PP. Ensayó el nuevo discurso. Habló de nación catalana, de nacionalismo catalán y español. Y situó al PP fuera de esos dos conceptos.
-Una chica de la Brunete marianista. Esta señora, en el aznarato, contribuyó a la banda sonora doverman. Publicó un libro en el que se unía ETA al PNV y a cualquier objeto volador que se alejara de la vulgata PP. EN alguna tertulia matinal la ví hasta hace poco defendiendo todo el pack de cosas indefendibles que se defendieron a capa y bazooka durante la pasada legislatura –el 11-M fueron los pitufos, etc-. Ahora iba de crear un nuevo discurso centrista, bla-bla-bla, etc. Esta señora fue el blanco de los periodistas del ala dura. A saber:
-Un señor de Libertad Digital. Habló abiertamente de derecha. Su lectura de los dos sectores del PP era esta: los buenos son los demócratas, los malos son los que quieren dar alas a los nacionalistas, etc. Si se impone el marianismo, no habrá diferencia entre PP y PSOE (sic).
-El do de pecho, y el exponente del nuevo discurso de la derecha, fue una señora, exizquierdista –como muchos comunicadores extroskistas del Republican PArty, por cierto- de Libertad Digital. Tesis: lo que le pasa al PP es lo que le pasa a España (sic). Por una parte están los que quieren dividir España (sic). Y por otra, los que defienden la igualdad de los ciudadanos, la libertad, la democracia (sic). EL congreso del PP será un ejercicio de manipulación (sic). EL PP no puede aspirar a ser un buen gestor exonómico(sic).Si quiere volver a pillar cacho debe ofrecer valores (sic), algo que la izquierda no sólo no tiene narices de decir, sino que es algo en lo que ya no cree, por lo que carece, snif, de las palabras para demostrarlo –aquí no hay sic, que es una explicación mía-. En el congreso se juega perder sus valores (sic).
Ah. Otros datos / interpretaciones:
a-Algunos invitados, todos del mismo partido, se insultaron y se interrumpieron, fieles a su libro de estilo. En lo que es una dinámica que funciona. A mí, que me deja al pario cualquier sector del PP, me dejaron más encendido que un mechero.
b-Todos, absolutamente todos –incluso uno que, de hecho, ejerce la política-, fueron presentados como periodistas. No obstante, salvo una excepción –el chico de la Razón-, todos se comportaron como políticos. Es decir, no utilizaron la hipotética disciplina periodística, sino la disciplina de partido. En este caso, la disciplina de sector de partido.
c-Los periodistas /políticos, en vez de explicar lo que pasaba, mostraron lo que pasaba. Quizás, son lo que pasa. ¿Qué es lo que pasa? Ellos. Es decir, nada. Es decir, alguien.
d-Lo que pasa. La argumentación del ala dura fue desarticulada en todo momento por el resto de sectores. De la misma manera que se podía desarticular las tesis conspirativas del 11-M, pero que no había manera de hacerlo. En el trance de ser desarticulados, a los profesionales de la conspiración les daba igual. Con un par. Seguían dale que te pego. Lo que invita a pensar que lo importante no son las argumentaciones. Es el monopolio de las palabras. El chico y la chica skin, por ejemplo, monopolizaron en todo momento las palabras ciudadanos, libertad, democracia, igualdad, etc.
e-Actualmente hay tres partidos con esa forma de trabajar y con el cultivo, en régimen exclusivista, de esas palabras–una parte notoria del PP, CIutadans y el partido de Rosa Díaz-. Quizás el PP no puede dejar de emitir ese discurso sin perder la hegemonía en él. No hay espacio para 3 derechas ideologizadas que utilizan las mismas palabras.
e-Hay mucho profesional de la utilización de esas palabras. Quizás no haya oportunidad de parar la maquina y hacerlos trabajar con otras palabras. Glups. Por otra parte, utilizar otras palabras no es garantía de éxito- Como dice Lakoff, cuando un partido utiliza las palabras de su enemigo, pierde.
f-Humm. El ala marianista depende de la argumentación, de la aceptación de su proyecto por parte de la Brunete. El ala estamows-trabanadow-en-ellow, no precisa lo primero. Y ya tiene lo segundo.
Por lo demás, les iba a describir un fenómeno que, a su vez, describía lo que intento describir/me. Sucedió hace un par de días. Un programa en la tele. Si tienen 1:18:18, intenten mirarlo. En caso contrario, aquí va un resumen.
En el Canal 33 –la 2 de TV3-, hubo una mesa redonda con el tema del PP. La mesa tenía la rareza catalana de estar compuesta por miembros del complejo industrial-armamentístico del PP. Que tenían que hablar sobre las dos lecturas del PP ante una sociedad –la catalana, vamos-, en la que el PP no sólo no se come un kiki, sino que evitó la victoria del partido en las últimas elecciones. Y, posiblemente, en las próximas. Y en las próximas. Y en las próximas.
¿Qué se dijo en el programa? Da igual. Les explicaré cómo se dijo. Es decir, le explicaré las palabras utilizadas por los periodistas. Alehop.
-Un chico de la razón –muy ponderado-, explicó la situación a partir de una descripción objetiva. Exemplum: en el PP hay dos sectores personalistas. No hay debate ideológico. Un sector, en todo caso, pretende ganar las elecciones. Es decir, emitir un discurso que no ponga los pelos de punta en Catalunya. El otro, pues no. El sector que quiere cambiar el discurso quiere practicar lo que Aznar practicó en su primera legislatura. Ni más, ni menos.
-Un político catalán del PP. Ensayó el nuevo discurso. Habló de nación catalana, de nacionalismo catalán y español. Y situó al PP fuera de esos dos conceptos.
-Una chica de la Brunete marianista. Esta señora, en el aznarato, contribuyó a la banda sonora doverman. Publicó un libro en el que se unía ETA al PNV y a cualquier objeto volador que se alejara de la vulgata PP. EN alguna tertulia matinal la ví hasta hace poco defendiendo todo el pack de cosas indefendibles que se defendieron a capa y bazooka durante la pasada legislatura –el 11-M fueron los pitufos, etc-. Ahora iba de crear un nuevo discurso centrista, bla-bla-bla, etc. Esta señora fue el blanco de los periodistas del ala dura. A saber:
-Un señor de Libertad Digital. Habló abiertamente de derecha. Su lectura de los dos sectores del PP era esta: los buenos son los demócratas, los malos son los que quieren dar alas a los nacionalistas, etc. Si se impone el marianismo, no habrá diferencia entre PP y PSOE (sic).
-El do de pecho, y el exponente del nuevo discurso de la derecha, fue una señora, exizquierdista –como muchos comunicadores extroskistas del Republican PArty, por cierto- de Libertad Digital. Tesis: lo que le pasa al PP es lo que le pasa a España (sic). Por una parte están los que quieren dividir España (sic). Y por otra, los que defienden la igualdad de los ciudadanos, la libertad, la democracia (sic). EL congreso del PP será un ejercicio de manipulación (sic). EL PP no puede aspirar a ser un buen gestor exonómico(sic).Si quiere volver a pillar cacho debe ofrecer valores (sic), algo que la izquierda no sólo no tiene narices de decir, sino que es algo en lo que ya no cree, por lo que carece, snif, de las palabras para demostrarlo –aquí no hay sic, que es una explicación mía-. En el congreso se juega perder sus valores (sic).
Ah. Otros datos / interpretaciones:
a-Algunos invitados, todos del mismo partido, se insultaron y se interrumpieron, fieles a su libro de estilo. En lo que es una dinámica que funciona. A mí, que me deja al pario cualquier sector del PP, me dejaron más encendido que un mechero.
b-Todos, absolutamente todos –incluso uno que, de hecho, ejerce la política-, fueron presentados como periodistas. No obstante, salvo una excepción –el chico de la Razón-, todos se comportaron como políticos. Es decir, no utilizaron la hipotética disciplina periodística, sino la disciplina de partido. En este caso, la disciplina de sector de partido.
c-Los periodistas /políticos, en vez de explicar lo que pasaba, mostraron lo que pasaba. Quizás, son lo que pasa. ¿Qué es lo que pasa? Ellos. Es decir, nada. Es decir, alguien.
d-Lo que pasa. La argumentación del ala dura fue desarticulada en todo momento por el resto de sectores. De la misma manera que se podía desarticular las tesis conspirativas del 11-M, pero que no había manera de hacerlo. En el trance de ser desarticulados, a los profesionales de la conspiración les daba igual. Con un par. Seguían dale que te pego. Lo que invita a pensar que lo importante no son las argumentaciones. Es el monopolio de las palabras. El chico y la chica skin, por ejemplo, monopolizaron en todo momento las palabras ciudadanos, libertad, democracia, igualdad, etc.
e-Actualmente hay tres partidos con esa forma de trabajar y con el cultivo, en régimen exclusivista, de esas palabras–una parte notoria del PP, CIutadans y el partido de Rosa Díaz-. Quizás el PP no puede dejar de emitir ese discurso sin perder la hegemonía en él. No hay espacio para 3 derechas ideologizadas que utilizan las mismas palabras.
e-Hay mucho profesional de la utilización de esas palabras. Quizás no haya oportunidad de parar la maquina y hacerlos trabajar con otras palabras. Glups. Por otra parte, utilizar otras palabras no es garantía de éxito- Como dice Lakoff, cuando un partido utiliza las palabras de su enemigo, pierde.
f-Humm. El ala marianista depende de la argumentación, de la aceptación de su proyecto por parte de la Brunete. El ala estamows-trabanadow-en-ellow, no precisa lo primero. Y ya tiene lo segundo.
martes, junio 03, 2008
PALABROTAS
Hola. El mundo, generalmente, no se acaba. Y el apocalipsis, como saben todos los niños y niñas, no existe. Existe lo mejor y lo peor. Y las palabras para describir la mejoría y el empeoramiento. El caso de la cosa, la madre del cordero, lo que les/me explico estos días, es que esas palabras, zas, han sido raptadas. O ni eso. Fueron abandonadas por sus papas y han sido acogidas y reeducadas por sus papas adoptivos. Que obviamente, pusieron a las palabras sus apellidos.
Verbigracia: las palabras libertad y democracia. Como todo el mundo sabe, son la pera. Es preferible pegar a mamá que a esas dos palabras. En 20 años en los USA, y en menos de 10 en España, han cambiado completamente de significado. Aluden a un sistema económico y a una lectura gore de la manera de fabricar política en él. Con libertad y democracia se ha invadido así Irak, sin utilizar ninguna de las palabras que, hasta hace un plis-plas, se utilizaban en el trance de ocupar un país. En España, con el pack libertad-democracia, y con palabras asociadas, como constitución, igualdad, solidaridad, no-nacionalismo, se han fabricado leyes extrañas, y se han emitido políticas absolutamente esencialistas, ultra-nacionalistas y excluyentes, por utilizar 3 sinónimos. La gestión de tales palabras ha sido tal que no ha habido oposición a las políticas fabricadas con ellas. O, al menos, no ha habido manera de cuestionar leyes y comportamientos amparados en los palabros libertad, democracia, constitución, igualdad, solidaridad y no-nacionalismo, sin que, aparentemente, la vecina te viera como un anti-todo eso.
Ayer, por cierto, observé un recital de todas esas palabras. Recital que, a su vez, ilustra lo que está pasando en el PP. Como ya les comenté el otro día, no está pasando nada. No es el apocalipsis. Es un aggionarmento de la nueva derecha, a su vez, una derecha aggionarta. Son cruces de palabras en el punto exacto en el que están naciendo las nuevas palabras y sus nuevos significados. Les cuento el cuento mañana.
Verbigracia: las palabras libertad y democracia. Como todo el mundo sabe, son la pera. Es preferible pegar a mamá que a esas dos palabras. En 20 años en los USA, y en menos de 10 en España, han cambiado completamente de significado. Aluden a un sistema económico y a una lectura gore de la manera de fabricar política en él. Con libertad y democracia se ha invadido así Irak, sin utilizar ninguna de las palabras que, hasta hace un plis-plas, se utilizaban en el trance de ocupar un país. En España, con el pack libertad-democracia, y con palabras asociadas, como constitución, igualdad, solidaridad, no-nacionalismo, se han fabricado leyes extrañas, y se han emitido políticas absolutamente esencialistas, ultra-nacionalistas y excluyentes, por utilizar 3 sinónimos. La gestión de tales palabras ha sido tal que no ha habido oposición a las políticas fabricadas con ellas. O, al menos, no ha habido manera de cuestionar leyes y comportamientos amparados en los palabros libertad, democracia, constitución, igualdad, solidaridad y no-nacionalismo, sin que, aparentemente, la vecina te viera como un anti-todo eso.
Ayer, por cierto, observé un recital de todas esas palabras. Recital que, a su vez, ilustra lo que está pasando en el PP. Como ya les comenté el otro día, no está pasando nada. No es el apocalipsis. Es un aggionarmento de la nueva derecha, a su vez, una derecha aggionarta. Son cruces de palabras en el punto exacto en el que están naciendo las nuevas palabras y sus nuevos significados. Les cuento el cuento mañana.
lunes, junio 02, 2008
QUE SE ME ACUMULA, ETC
Hola. Pues no. Lo que quiero decir cuando hablo del lenguaje de la izquierda y la derecha no son programas o ausencias de. Es, literalmente, lenguaje. En el lenguaje se está produciendo una revolución –de la derecha- descomunal. Posiblemente, esa revolución del lenguaje es el gran fenómeno de la época. Es posible que, en un plis, sea la época, a secas. Es más, la política –y he aquí un primer dibujo de la época-, por primera vez, ha sido absolutamente sustituida por el lenguaje. O lo que es lo mismo, es imposible, también por primera vez, analizar la política, en tanto es algo que no sucede. En su lugar sucede el lenguaje. Un lenguaje que no describe realidad y/o políticas. Un lenguaje nacido, precisamente, para no describir la realidad y las políticas.
Respecto a la izquierda, a su vez, su situación ante el lenguaje es la misma, me temo, que la que tuvo palabra la “rueda” antes del invento de la rueda. O, mejor, después del invento del “flumfulis”, objeto y palabras con el que en el siglo XXII se vino a sustituir la rueda. La izquierda no es que carezca de programa. O de ideología. Su problema es mayor. Carece de lenguaje. No puede decir rueda –o flumfuli-, porque desconoce la palabra. Las palabras igualdad, libertad, fraternidad –y todo el pack libertad-democracia-, por ejemplo, y gracias a la revolución del lenguaje de la derecha, han dejado de ser suyas. Cuando las utiliza, juega fuera de casa. Y está describiendo otro objeto. Utiliza palabras que no sabe lo que signfican, en tanto la derecha les ha chutado un nuevo significado.
En un diario, por ejemplo, lees el lenguaje de la política, no lo que sucede. Es más, son pocos los políticos que verbalizan la política más allá del lenguaje que la acota. Y, en la izquierda, pues menos. Son pocos los políticos, en fin, que saben que su trabajo no es importante, y que la política transcurre en otro sitio, que su trabajo consiste únicamente en utilizar un lenguaje sin contacto necesario con la realidad, pero sí con la coyuntura, esa cosa que en ocasiones se le parece tanto.
Foucault –la pera; lo he redescubierto con la escolarización de mi hijito; mi hijito ha sido escolarizado en un libro de Foucault, como todo el mundo esta mañana a primera hora; yo fue escolarizado en un libro de Dickens; otra época- describía, en ese sentido, la astucia del lenguaje. Es un pollo que no te lo acabas. Es un pollo clave para entender lo que está sucediendo en el lenguaje. Pero por biología –la pringó antes del do de pecho del lenguaje en la sociedad y en la política- no acota lo que sucede. Algo difícil, por otra parte. Para hablar de lo que sucede hay que utilizar otro lenguaje. Y otros medios donde no suceda ese lenguaje. Eso excluye la prensa, la tele, la radio. También Internet. Posiblemente, sólo puede existir en la literatura y en el ensayo. Algo difícil. Ese tipo de libros son setas sobre las que nadie puede hablar –no existe el lenguaje apropiado ni tan sólo para publicitarlos, imagínate reseñarlos-
Humm. Hablando de setas y de libros no publicitados. Me estoy comiendo un libro muy interesante en ese sentido –Irene Lozano: EL saqueo de la imaginación, Debate, 2008-, que formula lo que intentaba, desde la ausencia de reglas, formularme/les estos últimos días. Mírenselo. Es un compendio de las cosas acaecidas en el lenguaje.
Respecto a la izquierda, a su vez, su situación ante el lenguaje es la misma, me temo, que la que tuvo palabra la “rueda” antes del invento de la rueda. O, mejor, después del invento del “flumfulis”, objeto y palabras con el que en el siglo XXII se vino a sustituir la rueda. La izquierda no es que carezca de programa. O de ideología. Su problema es mayor. Carece de lenguaje. No puede decir rueda –o flumfuli-, porque desconoce la palabra. Las palabras igualdad, libertad, fraternidad –y todo el pack libertad-democracia-, por ejemplo, y gracias a la revolución del lenguaje de la derecha, han dejado de ser suyas. Cuando las utiliza, juega fuera de casa. Y está describiendo otro objeto. Utiliza palabras que no sabe lo que signfican, en tanto la derecha les ha chutado un nuevo significado.
En un diario, por ejemplo, lees el lenguaje de la política, no lo que sucede. Es más, son pocos los políticos que verbalizan la política más allá del lenguaje que la acota. Y, en la izquierda, pues menos. Son pocos los políticos, en fin, que saben que su trabajo no es importante, y que la política transcurre en otro sitio, que su trabajo consiste únicamente en utilizar un lenguaje sin contacto necesario con la realidad, pero sí con la coyuntura, esa cosa que en ocasiones se le parece tanto.
Foucault –la pera; lo he redescubierto con la escolarización de mi hijito; mi hijito ha sido escolarizado en un libro de Foucault, como todo el mundo esta mañana a primera hora; yo fue escolarizado en un libro de Dickens; otra época- describía, en ese sentido, la astucia del lenguaje. Es un pollo que no te lo acabas. Es un pollo clave para entender lo que está sucediendo en el lenguaje. Pero por biología –la pringó antes del do de pecho del lenguaje en la sociedad y en la política- no acota lo que sucede. Algo difícil, por otra parte. Para hablar de lo que sucede hay que utilizar otro lenguaje. Y otros medios donde no suceda ese lenguaje. Eso excluye la prensa, la tele, la radio. También Internet. Posiblemente, sólo puede existir en la literatura y en el ensayo. Algo difícil. Ese tipo de libros son setas sobre las que nadie puede hablar –no existe el lenguaje apropiado ni tan sólo para publicitarlos, imagínate reseñarlos-
Humm. Hablando de setas y de libros no publicitados. Me estoy comiendo un libro muy interesante en ese sentido –Irene Lozano: EL saqueo de la imaginación, Debate, 2008-, que formula lo que intentaba, desde la ausencia de reglas, formularme/les estos últimos días. Mírenselo. Es un compendio de las cosas acaecidas en el lenguaje.
miércoles, mayo 28, 2008
NADA. O LO QUE PASA ESTÁ DETRÁS DE LO QUE PASA. ES DECIR, DETRÁS DEL LENGUAJE
Si uno lee la prensa se llega a la conclusión de que está pasando algo. Algo: un partido difícil de explicar tiene dos sectores que están a la greña. Un sector es netamente conservador y yuyu, mientras que otro es chachi y centrista. Pero si uno no lee la prensa, sino la escucha, si uno escucha los lenguajes empleados en la discusión, descubrirá que, tal vez no está pasando nada. O muy poco. A saber:
a) El PP está discutiendo, simplemente, cual es el lenguaje que debe de utilizar en la oposición. Un sector cree que el mismo que utilizó cuando Aznar era oposición. Otro cree que el mismo que cuando Aznar era Gobierno.
b) El PP dispone de la maquinaria para trasladar –o imponer, o dejar calada- a la sociedad, una vez decida qué lenguaje utilizar.
c) El PP vive un enfrentamiento serio entre Madrid y periferia. Se trata, simplemente, de un enfrentamiento de competencias. La periferia dispone de su industria comunicativa. Y Madrid, esa cosa tan rara, que cada día se parece más a un Estado, pues también. Ambas industrias de la comunicación, por cierto, utilizan el mismo lenguaje. En la periferia –quizás por el factor cateto-, es incluso puntualmente más duro.
d) Todo este cacao no es, en todo caso, un gran pitote. Esta mañana a primera hora, el PP domina a la perfección el lenguaje. Y tiene capacidad para modularlo y practicarle cambios en un plis-plas. Es muy posible que el fin de esta crisis –en el caso de que gane Rajoy y se utilice el buen rollo y el tono moderado-, la izquierda se quedará sin lenguaje.
e) La izquierda, en lo que es la verdadera crisis en todo este lío, carece de lenguaje. Es más, con la derecha en la oposición, practica la misma política económica que cuando la derecha está en el poder. Salvo en sus barroquismos. Toma triunfo del lenguaje. Yo qué sé. Dos ejemplos. 1) Lo del minitrasvase –es decir, trasvase- del Ebro: es muy posible que no se haga. Si se hace, se tendrá que utilizar el mismo lenguaje que el PP para lo del PHN. La izquierda carece de la capacidad para crear un lenguaje incluso para este problema puntual. 2) Economía. Lo de devolver 400 euros a los ciudadanos fue, en su día, una idea de Bush. Cuando la puso en práctica, por cierto, resultó un fracaso económico. Pero un éxito de comunicación. Es decir, de lenguaje. Éxito que consiste, socorro, en plagiar una idea de la nueva derecha americana. Que el PP, en la oposición, tal vez no tuvo narices de poner sobre la mesa. Alguien hubieran dicho que era neocon.
f) Volverán, snif. Y con un lenguaje más efectivo. Ho hace falta que estén en el power para dominar el lenguaje. Dejen que se aclaren. No tardarán mucho.
a) El PP está discutiendo, simplemente, cual es el lenguaje que debe de utilizar en la oposición. Un sector cree que el mismo que utilizó cuando Aznar era oposición. Otro cree que el mismo que cuando Aznar era Gobierno.
b) El PP dispone de la maquinaria para trasladar –o imponer, o dejar calada- a la sociedad, una vez decida qué lenguaje utilizar.
c) El PP vive un enfrentamiento serio entre Madrid y periferia. Se trata, simplemente, de un enfrentamiento de competencias. La periferia dispone de su industria comunicativa. Y Madrid, esa cosa tan rara, que cada día se parece más a un Estado, pues también. Ambas industrias de la comunicación, por cierto, utilizan el mismo lenguaje. En la periferia –quizás por el factor cateto-, es incluso puntualmente más duro.
d) Todo este cacao no es, en todo caso, un gran pitote. Esta mañana a primera hora, el PP domina a la perfección el lenguaje. Y tiene capacidad para modularlo y practicarle cambios en un plis-plas. Es muy posible que el fin de esta crisis –en el caso de que gane Rajoy y se utilice el buen rollo y el tono moderado-, la izquierda se quedará sin lenguaje.
e) La izquierda, en lo que es la verdadera crisis en todo este lío, carece de lenguaje. Es más, con la derecha en la oposición, practica la misma política económica que cuando la derecha está en el poder. Salvo en sus barroquismos. Toma triunfo del lenguaje. Yo qué sé. Dos ejemplos. 1) Lo del minitrasvase –es decir, trasvase- del Ebro: es muy posible que no se haga. Si se hace, se tendrá que utilizar el mismo lenguaje que el PP para lo del PHN. La izquierda carece de la capacidad para crear un lenguaje incluso para este problema puntual. 2) Economía. Lo de devolver 400 euros a los ciudadanos fue, en su día, una idea de Bush. Cuando la puso en práctica, por cierto, resultó un fracaso económico. Pero un éxito de comunicación. Es decir, de lenguaje. Éxito que consiste, socorro, en plagiar una idea de la nueva derecha americana. Que el PP, en la oposición, tal vez no tuvo narices de poner sobre la mesa. Alguien hubieran dicho que era neocon.
f) Volverán, snif. Y con un lenguaje más efectivo. Ho hace falta que estén en el power para dominar el lenguaje. Dejen que se aclaren. No tardarán mucho.
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