Estábamos hablando de marketing. De lo que, deduzco, debería hablar de marketing. No obstante, hoy les hablaré de esto:
"¿Sabes lo que me gustaría ser? ¿Sabes lo que me gustaría ser de verdad si pudiera elegir? (...) Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura".
Es un fragmento bello y certero. Salinger, El guardián en el centeno, etc. Durante un tiempo intuí que ese fragmento sintetizaba mis anhelos personales. Posteriormente creí que eran mis anhelos profesionales. Luego empecé a comprender que dibujaba los anhelos, a secas, de todo el mundo. En la actualidad, me inclino a suponer que el fragmento –son frases pronunciadas, no lo olvidemos, por un niño, aunque fume y beba-, no describe a un guardián entre el centeno. Describe a un niño más en el centeno. El fragmento, pues, es muy posible que no hable de anhelos. Es concreto e infantil. Habla de lo que en realidad sucede. Estamos en el centeno. Sin guardia. Somos niños. Que fuman y beben. El fragmento podría ser una metáfora de la libertad. Pero hay un precipicio en ella. Es decir, igual es, precisamente una metáfora de la libertad y su dolor. Conforme me acerco al precipicio –los niños nunca se acercan al peligro en línea recta; lo hacemos dando círculos- voy intuyendo que ese es el sentido del fragmento. Y me parece más bello y certero.
Esta noche vienen los Reyes. Por unos segundos, mientras preparo su llegada, ejerceré de Guardian entre el centeno. Pasado mañana volveré a ser otro niño más, aunque fume y beba, en el centeno
sábado, enero 05, 2008
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1 comentario:
Salinger, toda una leyenda de la cual sólo nos llegan los rumores difundidos (y publicados) por sus mujeres: hija y ex-amantes, en la linea "jovencita anoréxica sometida al maltrato psicologico de un tipo maniático amante del salmón ahumado". Otras opciones personales/ de marketing, como se ve, más allá del ruidoso hijo-actor
P.D : el comentario era para el post de hoy, pero pude colgarlo en su sitio por problemas ¿técnicos?.
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