miércoles, junio 11, 2008

SÍ Y NO

Hola. Para el caso que nos ocupa, Obama es la izquierda. Lo es porque a) utiliza el mismo lenguaje que la izquierda europea. La izquierda y la derecha son, si me han seguido, lenguajes. Y porque en general, el Democratic Party es una suerte de izquierda europea ecuménica. Hasta el punto de que en 1936 presentó como candidato a Gobernador de California a un pollo de PCUSA. El aparato Demócrata se empleó, por cierto, a fondo. EL Presidente de los USA, demócrata entonces, hizo todo lo posible para boicotearle. A su vez, el Presi de los USA de entonces dió un tute a la socialdemocracia clásica a golpe de Keynes. Uf, me aburro. Otro parecido entre el partido demócrata y, pongamos IU: tiene cantidad de activistas que no se depilan y acaban las palabras con o/a.

Sobre el lenguaje común con la izquierda: una particularidad es la ausencia de la partícula NO. El partido demócrata / la izquierda, ha abandonado la posibilidad de describir la realidad utilizando la partícula NO. Habla en positivo. Y encuentra de mala educación decir NO. Los mensajes demócratas –centralizados en el sí, en el PODEMOS; palabro que no significa nada, hasta el punto de que es el lema de la Sele Española en la Eurocopa-, sólo utilizan el palabro NO conforme se alejan del epicentro direccional de la campaña/del discurso. Es curioso, pero el palabro NO, el lexema genérico de la izquierda, se lo ha quedado la nueva derecha. La única que dice NO. Y,, glups, por un tubo.

Meditaciones sobre la no utilización del NO. Sorprendentemente hay una cultura milenaria que también se niega a utilizar el NO. NO es una palabra baja, de mala educación, en China, una sociedad que, como todas, utiliza el concepto NO a tope, a menudo en la nuca. Cuando hablas con un chino, se debe de ser muy astuto para saber qué tipos de SÍ son el realidad NO. Más, ahora que caigo, cuando hablas con una china en un aftherhours. Si eres chino, en todo caso, te va la vida en diferenciar los SÍ-sí de los Sí-no. De hecho, a todo el mundo le va la vida en diferenciar los palabros Sí y NO.

Esta semana, verbigracia, el Parlamento Europeo ha aprobado la jornada laboral de chorrocientas horas. Contra la que mi abuelito hizo huelgas bajo epígrafe de NO. Es decir, el Parlamento ha dicho Sí. Nadie en el Parlamento Europeo pudo gestionar el NO.
Mañana, más cosas divertidas de una izquierda que no puede utilizar la negación.

lunes, junio 09, 2008

EL GÉNERO OBAMA

Al hilo de lo de ayer. Obama aporta en el lenguaje el patrimonio de la novedad. Eso no es necesariamente un patrimonio de la izquierda, snif. Es más, uno de los componentes de la nueva derecha es que se presenta a sí misma como novedad, y a las izquierdas como una cosa quica. Anyway. En todo caso, este post era para comentarles que Obama también aporta otro patrimonio inquietante en su pack comunicativo. Ahí va. Alehop. Silencio: aún no es Presi y ya es tratado como un Presi asesinado en Dallas. Glups.

LA NOVEDAD ES LA PRIMA CANIJA DEL CAMBIO

Hola. Les hablaba del lenguaje de la nueva derecha y que bla-bla-bla. Lenguaje que viene directamente, y sin pasar por la casilla de salida, de los USA. Hummm. Si el pack politically correct llegó de allá, y también llegaron de allá los primeros productos culturales de masas que tenían como epicentro mearse en lo politically correct sin que los mayores gritaran –no sé, Simpsoms, Family guy, etc-. Es posible pensar que de los USA vendrán también los grandes conjuros para escaquearse del lenguaje de la derecha. Lo que significa, snif, una nueva izquierda.

Yo qué sé. Lankoff. Explica cual es el lenguaje de la derecha. Y explica como enfrentarse a él en tiempo real en, pongamos, una tertulia. O un debate entre candidatos. Pero no ofrece un lenguaje nuevo a la izquierda. No lo hay. De hecho, las izquierdas no dicen nada. De hecho, tanto en los USA como en España, la izquierda utiliza los conceptos de la derecha. Es más, le caen chuzos de punta cuando intenta utilizar otro lenguaje. Recuerden la pasada legislatura ZP. Y como no se pudo crear lenguaje para tratar los temas ETA y Estatut de Catalunya. Es decir, los temas democracia, constitución, igualdad y solidaridad, debidamente formulados por la nueva derecha. EL lenguaje de la nueva derecha tiene trade-mark sobre la tira de conceptos, en fin.

Observando las primarias USA se ve un poco eso. Obama y Hillary no se separan un ápice del lenguaje republicano. Obama, es más, lo recrea. Lo reproduce tanto que consigue crear algo novedoso a través de la reiteración. Es decir, de la nada. Es posible, me digo, que su estructura del discurso –me falta experiencia para afirmarlo rotundamente-, sea la del sermón protestante. Ni idea. La única cosa nueva que he detecto, son dos. Cosa a) un lenguaje propio –que no nuevo; es más cristiano que izquierdista, por lo que oigo-, para hablar de la cobertura universal de Seguridad Social. Que no es universal, por cierto. Sólo afecta a los pollos que no pueden costearse seguridad privada. Y, tacha-tacha y b), el monopolio único sobre un único concepto. La novedad.

La novedad, contrariamente a lo que ocurría hace 100 años, no es necesariamente nueva. Ni buena. Ahora es, simplemente, un atributo. La sed de novedad igual conecta, por cables fosilizados, con la sed de cambio de antaño. En todo caso, Obama la detenta en solitario. Y, por lo que sea, la novedad inspira confianza. Existe la creencia, por lo visto, de que poseer novedad, no tener los huevos pelados de su rozamiento con la realidad política, es una suerte de pureza. Es una suerte de garantía de que el candidato poseedor de novedad, podrá hacer cosas que no se pueden hacer en política. No sé. Seguridad social, pirarse de Irak.

Humm. ZP, en la primera legislatura se piró de Irak en un plis-plas –“ese es el tipo de cosas que sólo se pueden hacer cuando no se tiene experiencia”, dijo el experimentado FG-. El otro día ley en la prensa que el Gobi ZP 0.2 ha tenido en sus primeros 100 días chorrocientas iniciativas de gobierno menos que en los 100 primeros días del Gobi ZP 0.1. Se responsabilizaba de ello a la crisis económica. Crisis económica que el Gobii ZP. 0.2. ha encarado con lenguaje –no es crisis, que es desaleración-, y con medidas extrañas a la cultura de la izquierda –devolución de unos cuantos dólares a los ciudadanos; una medida que, glups, ya aplicó hace un periquete Bush jr. Y que se confirmó un fracaso para paliar una crisis, pero no para ganar unas elecciones-.

Igual no es un gobierno bajo la crisis económica. Es un gobierno sin novedad.

jueves, junio 05, 2008

EJERCICIOS DE LENGUA

Anónimo: las palabras no son importantes. Hasta el punto de que Júpiter, como recordará, se ríe de las promesas –es decir-, las palabras, de los amantes. No obstante, pruebe a decirle a su amante las palabras que le inspiran su mejor amiga. Será el primer satélite artificial de su pueblo.

Por lo demás, les iba a describir un fenómeno que, a su vez, describía lo que intento describir/me. Sucedió hace un par de días. Un programa en la tele. Si tienen 1:18:18, intenten mirarlo. En caso contrario, aquí va un resumen.


En el Canal 33 –la 2 de TV3-, hubo una mesa redonda con el tema del PP. La mesa tenía la rareza catalana de estar compuesta por miembros del complejo industrial-armamentístico del PP. Que tenían que hablar sobre las dos lecturas del PP ante una sociedad –la catalana, vamos-, en la que el PP no sólo no se come un kiki, sino que evitó la victoria del partido en las últimas elecciones. Y, posiblemente, en las próximas. Y en las próximas. Y en las próximas.

¿Qué se dijo en el programa? Da igual. Les explicaré cómo se dijo. Es decir, le explicaré las palabras utilizadas por los periodistas. Alehop.

-Un chico de la razón –muy ponderado-, explicó la situación a partir de una descripción objetiva. Exemplum: en el PP hay dos sectores personalistas. No hay debate ideológico. Un sector, en todo caso, pretende ganar las elecciones. Es decir, emitir un discurso que no ponga los pelos de punta en Catalunya. El otro, pues no. El sector que quiere cambiar el discurso quiere practicar lo que Aznar practicó en su primera legislatura. Ni más, ni menos.

-Un político catalán del PP. Ensayó el nuevo discurso. Habló de nación catalana, de nacionalismo catalán y español. Y situó al PP fuera de esos dos conceptos.

-Una chica de la Brunete marianista. Esta señora, en el aznarato, contribuyó a la banda sonora doverman. Publicó un libro en el que se unía ETA al PNV y a cualquier objeto volador que se alejara de la vulgata PP. EN alguna tertulia matinal la ví hasta hace poco defendiendo todo el pack de cosas indefendibles que se defendieron a capa y bazooka durante la pasada legislatura –el 11-M fueron los pitufos, etc-. Ahora iba de crear un nuevo discurso centrista, bla-bla-bla, etc. Esta señora fue el blanco de los periodistas del ala dura. A saber:

-Un señor de Libertad Digital. Habló abiertamente de derecha. Su lectura de los dos sectores del PP era esta: los buenos son los demócratas, los malos son los que quieren dar alas a los nacionalistas, etc. Si se impone el marianismo, no habrá diferencia entre PP y PSOE (sic).

-El do de pecho, y el exponente del nuevo discurso de la derecha, fue una señora, exizquierdista –como muchos comunicadores extroskistas del Republican PArty, por cierto- de Libertad Digital. Tesis: lo que le pasa al PP es lo que le pasa a España (sic). Por una parte están los que quieren dividir España (sic). Y por otra, los que defienden la igualdad de los ciudadanos, la libertad, la democracia (sic). EL congreso del PP será un ejercicio de manipulación (sic). EL PP no puede aspirar a ser un buen gestor exonómico(sic).Si quiere volver a pillar cacho debe ofrecer valores (sic), algo que la izquierda no sólo no tiene narices de decir, sino que es algo en lo que ya no cree, por lo que carece, snif, de las palabras para demostrarlo –aquí no hay sic, que es una explicación mía-. En el congreso se juega perder sus valores (sic).

Ah. Otros datos / interpretaciones:

a-Algunos invitados, todos del mismo partido, se insultaron y se interrumpieron, fieles a su libro de estilo. En lo que es una dinámica que funciona. A mí, que me deja al pario cualquier sector del PP, me dejaron más encendido que un mechero.

b-Todos, absolutamente todos –incluso uno que, de hecho, ejerce la política-, fueron presentados como periodistas. No obstante, salvo una excepción –el chico de la Razón-, todos se comportaron como políticos. Es decir, no utilizaron la hipotética disciplina periodística, sino la disciplina de partido. En este caso, la disciplina de sector de partido.

c-Los periodistas /políticos, en vez de explicar lo que pasaba, mostraron lo que pasaba. Quizás, son lo que pasa. ¿Qué es lo que pasa? Ellos. Es decir, nada. Es decir, alguien.

d-Lo que pasa. La argumentación del ala dura fue desarticulada en todo momento por el resto de sectores. De la misma manera que se podía desarticular las tesis conspirativas del 11-M, pero que no había manera de hacerlo. En el trance de ser desarticulados, a los profesionales de la conspiración les daba igual. Con un par. Seguían dale que te pego. Lo que invita a pensar que lo importante no son las argumentaciones. Es el monopolio de las palabras. El chico y la chica skin, por ejemplo, monopolizaron en todo momento las palabras ciudadanos, libertad, democracia, igualdad, etc.

e-Actualmente hay tres partidos con esa forma de trabajar y con el cultivo, en régimen exclusivista, de esas palabras–una parte notoria del PP, CIutadans y el partido de Rosa Díaz-. Quizás el PP no puede dejar de emitir ese discurso sin perder la hegemonía en él. No hay espacio para 3 derechas ideologizadas que utilizan las mismas palabras.

e-Hay mucho profesional de la utilización de esas palabras. Quizás no haya oportunidad de parar la maquina y hacerlos trabajar con otras palabras. Glups. Por otra parte, utilizar otras palabras no es garantía de éxito- Como dice Lakoff, cuando un partido utiliza las palabras de su enemigo, pierde.

f-Humm. El ala marianista depende de la argumentación, de la aceptación de su proyecto por parte de la Brunete. El ala estamows-trabanadow-en-ellow, no precisa lo primero. Y ya tiene lo segundo.

martes, junio 03, 2008

PALABROTAS

Hola. El mundo, generalmente, no se acaba. Y el apocalipsis, como saben todos los niños y niñas, no existe. Existe lo mejor y lo peor. Y las palabras para describir la mejoría y el empeoramiento. El caso de la cosa, la madre del cordero, lo que les/me explico estos días, es que esas palabras, zas, han sido raptadas. O ni eso. Fueron abandonadas por sus papas y han sido acogidas y reeducadas por sus papas adoptivos. Que obviamente, pusieron a las palabras sus apellidos.

Verbigracia: las palabras libertad y democracia. Como todo el mundo sabe, son la pera. Es preferible pegar a mamá que a esas dos palabras. En 20 años en los USA, y en menos de 10 en España, han cambiado completamente de significado. Aluden a un sistema económico y a una lectura gore de la manera de fabricar política en él. Con libertad y democracia se ha invadido así Irak, sin utilizar ninguna de las palabras que, hasta hace un plis-plas, se utilizaban en el trance de ocupar un país. En España, con el pack libertad-democracia, y con palabras asociadas, como constitución, igualdad, solidaridad, no-nacionalismo, se han fabricado leyes extrañas, y se han emitido políticas absolutamente esencialistas, ultra-nacionalistas y excluyentes, por utilizar 3 sinónimos. La gestión de tales palabras ha sido tal que no ha habido oposición a las políticas fabricadas con ellas. O, al menos, no ha habido manera de cuestionar leyes y comportamientos amparados en los palabros libertad, democracia, constitución, igualdad, solidaridad y no-nacionalismo, sin que, aparentemente, la vecina te viera como un anti-todo eso.

Ayer, por cierto, observé un recital de todas esas palabras. Recital que, a su vez, ilustra lo que está pasando en el PP. Como ya les comenté el otro día, no está pasando nada. No es el apocalipsis. Es un aggionarmento de la nueva derecha, a su vez, una derecha aggionarta. Son cruces de palabras en el punto exacto en el que están naciendo las nuevas palabras y sus nuevos significados. Les cuento el cuento mañana.

lunes, junio 02, 2008

QUE SE ME ACUMULA, ETC

Hola. Pues no. Lo que quiero decir cuando hablo del lenguaje de la izquierda y la derecha no son programas o ausencias de. Es, literalmente, lenguaje. En el lenguaje se está produciendo una revolución –de la derecha- descomunal. Posiblemente, esa revolución del lenguaje es el gran fenómeno de la época. Es posible que, en un plis, sea la época, a secas. Es más, la política –y he aquí un primer dibujo de la época-, por primera vez, ha sido absolutamente sustituida por el lenguaje. O lo que es lo mismo, es imposible, también por primera vez, analizar la política, en tanto es algo que no sucede. En su lugar sucede el lenguaje. Un lenguaje que no describe realidad y/o políticas. Un lenguaje nacido, precisamente, para no describir la realidad y las políticas.

Respecto a la izquierda, a su vez, su situación ante el lenguaje es la misma, me temo, que la que tuvo palabra la “rueda” antes del invento de la rueda. O, mejor, después del invento del “flumfulis”, objeto y palabras con el que en el siglo XXII se vino a sustituir la rueda. La izquierda no es que carezca de programa. O de ideología. Su problema es mayor. Carece de lenguaje. No puede decir rueda –o flumfuli-, porque desconoce la palabra. Las palabras igualdad, libertad, fraternidad –y todo el pack libertad-democracia-, por ejemplo, y gracias a la revolución del lenguaje de la derecha, han dejado de ser suyas. Cuando las utiliza, juega fuera de casa. Y está describiendo otro objeto. Utiliza palabras que no sabe lo que signfican, en tanto la derecha les ha chutado un nuevo significado.

En un diario, por ejemplo, lees el lenguaje de la política, no lo que sucede. Es más, son pocos los políticos que verbalizan la política más allá del lenguaje que la acota. Y, en la izquierda, pues menos. Son pocos los políticos, en fin, que saben que su trabajo no es importante, y que la política transcurre en otro sitio, que su trabajo consiste únicamente en utilizar un lenguaje sin contacto necesario con la realidad, pero sí con la coyuntura, esa cosa que en ocasiones se le parece tanto.
Foucault –la pera; lo he redescubierto con la escolarización de mi hijito; mi hijito ha sido escolarizado en un libro de Foucault, como todo el mundo esta mañana a primera hora; yo fue escolarizado en un libro de Dickens; otra época- describía, en ese sentido, la astucia del lenguaje. Es un pollo que no te lo acabas. Es un pollo clave para entender lo que está sucediendo en el lenguaje. Pero por biología –la pringó antes del do de pecho del lenguaje en la sociedad y en la política- no acota lo que sucede. Algo difícil, por otra parte. Para hablar de lo que sucede hay que utilizar otro lenguaje. Y otros medios donde no suceda ese lenguaje. Eso excluye la prensa, la tele, la radio. También Internet. Posiblemente, sólo puede existir en la literatura y en el ensayo. Algo difícil. Ese tipo de libros son setas sobre las que nadie puede hablar –no existe el lenguaje apropiado ni tan sólo para publicitarlos, imagínate reseñarlos-

Humm. Hablando de setas y de libros no publicitados. Me estoy comiendo un libro muy interesante en ese sentido –Irene Lozano: EL saqueo de la imaginación, Debate, 2008-, que formula lo que intentaba, desde la ausencia de reglas, formularme/les estos últimos días. Mírenselo. Es un compendio de las cosas acaecidas en el lenguaje.

miércoles, mayo 28, 2008

NADA. O LO QUE PASA ESTÁ DETRÁS DE LO QUE PASA. ES DECIR, DETRÁS DEL LENGUAJE

Si uno lee la prensa se llega a la conclusión de que está pasando algo. Algo: un partido difícil de explicar tiene dos sectores que están a la greña. Un sector es netamente conservador y yuyu, mientras que otro es chachi y centrista. Pero si uno no lee la prensa, sino la escucha, si uno escucha los lenguajes empleados en la discusión, descubrirá que, tal vez no está pasando nada. O muy poco. A saber:

a) El PP está discutiendo, simplemente, cual es el lenguaje que debe de utilizar en la oposición. Un sector cree que el mismo que utilizó cuando Aznar era oposición. Otro cree que el mismo que cuando Aznar era Gobierno.

b) El PP dispone de la maquinaria para trasladar –o imponer, o dejar calada- a la sociedad, una vez decida qué lenguaje utilizar.

c) El PP vive un enfrentamiento serio entre Madrid y periferia. Se trata, simplemente, de un enfrentamiento de competencias. La periferia dispone de su industria comunicativa. Y Madrid, esa cosa tan rara, que cada día se parece más a un Estado, pues también. Ambas industrias de la comunicación, por cierto, utilizan el mismo lenguaje. En la periferia –quizás por el factor cateto-, es incluso puntualmente más duro.

d) Todo este cacao no es, en todo caso, un gran pitote. Esta mañana a primera hora, el PP domina a la perfección el lenguaje. Y tiene capacidad para modularlo y practicarle cambios en un plis-plas. Es muy posible que el fin de esta crisis –en el caso de que gane Rajoy y se utilice el buen rollo y el tono moderado-, la izquierda se quedará sin lenguaje.

e) La izquierda, en lo que es la verdadera crisis en todo este lío, carece de lenguaje. Es más, con la derecha en la oposición, practica la misma política económica que cuando la derecha está en el poder. Salvo en sus barroquismos. Toma triunfo del lenguaje. Yo qué sé. Dos ejemplos. 1) Lo del minitrasvase –es decir, trasvase- del Ebro: es muy posible que no se haga. Si se hace, se tendrá que utilizar el mismo lenguaje que el PP para lo del PHN. La izquierda carece de la capacidad para crear un lenguaje incluso para este problema puntual. 2) Economía. Lo de devolver 400 euros a los ciudadanos fue, en su día, una idea de Bush. Cuando la puso en práctica, por cierto, resultó un fracaso económico. Pero un éxito de comunicación. Es decir, de lenguaje. Éxito que consiste, socorro, en plagiar una idea de la nueva derecha americana. Que el PP, en la oposición, tal vez no tuvo narices de poner sobre la mesa. Alguien hubieran dicho que era neocon.

f) Volverán, snif. Y con un lenguaje más efectivo. Ho hace falta que estén en el power para dominar el lenguaje. Dejen que se aclaren. No tardarán mucho.

martes, mayo 27, 2008

LA BATALLA DEL LENGUAJE, ESA COSA QUE NO VEN LOS SEÑORES MAYORES

Prensa de hoy. El caso de la cosa es el posicionamiento de Elorriaga. Que aparentemente se sale de madre –es decir, se descarta la posibilidad de que en realidad no honre a su madre-, y ataca a Rajoy. La prensa se hace chiribitas, en tanto, sic, Elorriaga es un “hombre moderado”. Hum. En el único contacto que tuve con ese señor –segunda, glups, legislatura Aznar- se me presentó a través de la definición de su oficio. A saber: “yo trabajo para que todo el mundo (en el partido) diga lo mismo”. Y, en efecto, en aquel momento, todo el mundo decía lo mismo (en el partido y, socorro, fuera de él), sobre el PHN, el Govern Tripartit, el terrorismo vasco –(que en aquellos momentos agrupaba a todos los partidos, salvo el PP), y sobre la guerra de Irak. Todo el mundo decía lo mismo, por cierto, a través de palabras como Libertad, Democracia, Igualdad, Solidaridad. Al parecer, incuestionables. Si bien, en aquel periodo, cuestionaron seriamente los conceptos libertad, democracia, igualdad, solidaridad. Elorriana hombre moderado. Hum. Esa afirmación explica que nuestro medios y analistas aún no se han coscado del gran cambio en el lenguaje que se está produciendo desde hace menos de 10 años –en España; en los USA, un poco más-. Intuyen algo, no obstante. Saben que ocurre algo en el lenguaje. Pero por ahora sólo ven los tonos. Tono cabreado = yuyu, tono pausado = moderado. Incluso progresista. A ese mismo análisis ha llegado, precariamente, la izquierda. Tono yuyu = derecha, tono buen rollo = izquierda. Curiosamente, quedarse con los tonos elude fijarse en los contenidos. Los contenidos de los discursos de la derecha son revolucionarios –están por un cambio social inaudito; hacia la derecha; hace 60 años que no existe una derecha tan recoluvionaria-, mientras que los de la izquierda son conservadores –la izquierda, en fin, no se encuentra el culo con ambas manos; ante el vació de discurso, su discurso consiste en conservar; conservar lo que queda de Estado social, sí; pero cuando uno realiza un discurso conservador, siempre se cuelan más cosas-. Como lo del chiste de la poligamia, que les explicaba el otro día. Y que volveré a explicar mañana desde otro ángulo. Trailer. Chiste, sinopsi: la izquierda carece de discurso y cuando, zas, pilla uno, resulta que es conservador.

jueves, mayo 22, 2008

DOS LENGUAJES DOS

Hola. Lenguaje de la izquierda y lenguaje de la derecha. Alehop.

IZQUIERDA. La Vicepresi se va a África. Ahí se fotografía con unos negritos. Posteriormente, se le informa que un negrito era polígamo, y las chorrocientas negritas que estaban a su lado no eran azafatas de congresos, sino sus esposas. Debidamente informada, la Presi de Gobi reacciona en la misma dirección que cualquier hombre G delsiglo XIX. Con estupor y temblores. Y condenando una práctica cultural.

Podría haber hecho otras cosas. Verbigracias: a) pasar de todo. “Yo qué sé con quién me tiro las fotos”. O, b), podría haber dicho “¿y qué?”. O, en fin, podría haber hecho a) , b) x) o Z), pero sin condenar la práctica local. Total, la poligamia es la palabra más inocua dentro de las palabras que empiezan por la alocución poli. Condenar la poligamia es, en todo caso, un preciosismo innecesario. Y aquí, es preciso señalar que no todas las prácticas locales están condenadas. En Europa, por ejemplo, la izquierda tiene un discurso condenatorio sólo ante algunas. Curiosamente, son costumbres locales sobre las que ha arremetido la derecha. Como lo del velo. Anyway. La izquierda no tiene discurso propio ni siquiera ante una foto. No está cómoda ni siquiera en una foto de circunstancias. Ante cualquier comodidad adopta el discurso de la derecha, debidamente corregido con partículas de discurso políticamente correcto. Que, curiosamente, coincide con el discurso políticamente incorrecto victoriano –“estos cafres se casan con varias mujeres, brrr, no sé donde iremos a parar, reverendo Bishop”-.La izquierda carece de discurso propio. O tiene terror a evidenciar un discurso. Por eso disimula cualquier forma de discurso propio. Su discurso, la originalidad de su discurso, es tal vez el tono. La izquierda no grita. Lo que, como trazo estilístico de su discurso, es calderilla. Poco menos que nada.

DERECHA. Esta semana la COPE ha renovado el contrato a Jiménez Losantos y a César Vidal, el primero ha bajado en picado de audiencia. El segundo, no sube. Esta semana, a su vez, San Gil ha realizado un póquer, al que se ha agregado el ala (más) gore del PP, que la ha tildado de referente del PP. Un referente que, como Losantos y Vidal, por cierto, no tiene audiencia. Ha bajado votos en Euskadi desde que es la representante Avon del PP en aquella calle. En las pasadas elecciones, por cierto, el número 2 del PP lo ejerció un pollo cuyo valor político fue restar sustanciosos beneficios a Endesa, al negarse a que la adquiriera una firma separatista, anticapitalista y partidaria del amor libre, como sin duda lo es la Caixa. En esas elecciones, por otra parte, perdió Rajoy, un pollo que vertebró un discurso crispante, autosuficente y no sustentado en la realidad –Atocha fue ETA, el Estatut supone la independencia de Catalunya y parte de Móstoles, etc-, y ultranacionalista. Pese a todo lo que está cayendo, es muy posible que ese discurso no varíe. Humm. Recapacitemos, hermanos: la derecha española no atiende a beneficios. Ni siquiera a los beneficios electorales. Es absolutamente ideológica. Se siente libre –la libertad consiste en no tener miedo a que te embarguen-, y utiliza el lenguaje con absoliuta libertad. Utiliza el lenguaje para crear futuro, para vender su ideología. La izquierda lo utiliza, por primera vez en la historia, para defender el presente. Es decir, el pasado. Para que no haya cambios. Los cambios vienen de la única ideología que los tiene presente en su lenguaje. La derecha.

Insisto. Esto es absolutamente novedoso. Técnicamente, no ocurrió esto ni siquiera en los años 30. Tengo miedo, mamá.

martes, mayo 20, 2008

EL GRAN CONSULTORIO DE LA SRTA. MARTÍNEZ

Hola. Lamento estos días de despelote. Ni siquiera he estado cazando bisontes. Bueno al tajo. Tajo: les iba a citar unos ejemplos lingüísticos que dibujan a la izquierda. Una izquierda vieja frente a glups, una derecha rampante, que está que se sale y que, por primera vez desde el 68 –y, otro glups, tal vez gracias al 68-, está dibujando el mundo. El mundo es, tradicionalmente, de quién lo dibuja. Bueno. Anyway. No obstante, he visto que algunos lectores han dejado depositadas varias preguntas. Humm. Puede ser divertido inciar un consultorio. De hecho, el mundo, esa cosa donde nadie sabe nada, es un gran consultorio, en el que no sólo fallan las respuestas. En fin. No se vayan, amigos, que queda inaugurado este consultorio.

MERCÈ. Gracias por su interés, etc. Creo entender –en internet, todo da pie a creer entender-, que me habla de su fascinación por el discurso de San Gil. Únicamente apreciable, me dice, en la tele. Es decir, su fascinación por algo que no es un discurso, sino una escenografía y una serie de funciones dramáticas. Es del discurso –es decir, la ausencia de él; una nueva forma de hablar-, de la nueva derecha, que intento describir últimamente. A mi también me fascina, pero por otros motivos. Me pone los pelos de punta. Por otra parte, la comunicación local –los medios de comunicación y los discursos políticos-, únicamente disfrutan de este nuevo lenguaje o lo atacan. Nadie lo describe. Las descripciones de la política, esta mañana a primera hora, son simplemente a) una exhibición del nuevo lenguaje, o b) una desconfianza ante el nuevo lenguaje. Falta c) una bisección del nuevo lenguaje, que explique lo que a usted le pone y a mi me quita.

ANÓNIMO. Le felicito por su asesinato de Prim. Chorrocientos años y aún no le han pillado. En fin. “Las hostias internas del PP, dice, no se se diferencian de las de otro partido al uso. Respuesta: a) sí. Un partido agrupa a sus usuarios en distintas corrientes no tanto por ideas, sino por caracteres; las corrientes, a su vez, acostumbran a ser una suerte de cupón de la ONCE, una apuesta personal por el un destino mejor. Pero también, y sobre todo, b), no. El PP es un partido único. Dispone de un lenguaje único, que maneja a las mil maravillas. Es un mensaje hermético y difícil de descifrar. Por ejmplo, Aznar, ayer dibujaba los dos sectores –que no existían antes de ayer; antes de ayer sólo había dos grupos de ambiciones personales-, a través del concepto “sin complejos”. ¿Qué diablos es la derecha sin complejos en España? Pues algo que no se puede verbalizar, y que ellos entienden cuando dicen la alocución “sin complejos”. Cualquier otro partido puede verbalizar más, y de forma más transparente, su naturaleza. Aunque se de muy bajo perfil. La naturaleza de los partidos del siglo XXI es, de hecho, de muy bajo perfil. Salvo si uno va al fondo a la derecha, donde encuentra perfiles descomunales, pero parapetados detrás de palabras –ex.: “sin complejos”- indescifrables en público.

ANÓNIMO II. Me dice que le diga mi opinión ante los palabros: “Chacón es el 68 de hoy”. Eso ya lo hice hace unas semanas. No obstante, creo que volveré mañana. En tanto, en efecto, Chacón es el 68 de hoy. Es decir, nada.

Muachs.

viernes, mayo 16, 2008

EL TIO-GILITISMO EXPLICADO A LOS NIÑOS

Por lo visto, la clave del enfrentamiento Gil-Rajoy, maquinaria propagandística / Rajoy, es una secuencia de frases en las que brilla con luz propia el siguiente pack de alocuciones: -"Mariano, siempre habíamos dicho que había que exigir al Gobierno un pacto por escrito en el que se comprometa a no negociar nunca más con ETA. Y tú dijiste hace un mes que no hacía falta que fuera escrito, que las formas son accesorias. Sí que estás cambiando". Es decir, el gran problema no es de espítitu. Es de formas. Unas formas sobre las que se ha hecho una política comunicativa que, a su vez, ha venido a sustituir a la política.

Ayer una lectora se preguntaba qué experimentan mis nervios al asistir a la verbalización de esa política comunicativa que ha venido a sustituir a la política. Respuesta: lo mismo que usted. O, lo que a su vez es lo mismo, lo mismo que al escuchar a Pilar Rahola u otro tertuliano. Me explico.

Es forma de política comunicativa es un género dramático. No existe sin interlocutor. No existe sin agredido. Sin sentimiento de agresión, no se aguantaría ni un segundo como espectáculo. Y aquí conviene señalar que una tertulia o una declaración de San Gil son espectáculo, una suerte de dramaturgia eléctrica. En los USA, donde se inventó esa cosa, esa cosa pone muy cachonda a la mayoría moral. Aquí, pues también, se llame como se llame la mayoria moral esa. Es más, ese nuevo tipo de espectáculo comunicativo se ha convertido en el centro de la comunicación por aquí abajo.

La estructura de esa forma dramática es sencilla. Como verán –me he currado los ejemplos; tráguenselos, que son muy chachis; son un poco largos, pero merecen la pena-, la cosa empieza con la emisión de un discurso reiterativo y poseedor de una lógica propia, en el que come mierda una persona o un concepto.

La persona o concepto puede pasar de todo. Pero es posible que, confiando en que asiste a un problema susceptible de ser solucionado con la lógica y el argumento, participe en la polémica con una respuesta.

Craso error. Las respuestas de ese discurso reiterativo, aparentemente lógico, pero absolutamente irracional –un sofisma, vamos-, se dispara en ese mismo instante, hacia cuotas inusitadas de espectáculo.

Buen fin de semana.

miércoles, mayo 14, 2008

TIO-GILITISMO

Polémica en el PP. Trailer: San Gil se retira de la ponencia del congreso del PP porque la ponencia no recoge el pensamiento San Gil. A los 3 segundos, San Gil cuenta con un bloque de grandes ideólogos que le dan la razón. La razón, tráiler: la ponencia es un cambio de 360 grados respecto a la historia del PP desde el Génesis. Meditemos, hermanos, sobre estas palabras.
La ponencia del PP, todo apunta, recoge a la perfección el pensamiento San Gil. Pensamiento San Gil, link: la nueva derecha nació en Euskadi; la nueva forma de convocar palabras nuevas –constitución, libertad, democracia, solidaridad, igualdad, nonacionalismo, nacionalismos- para aludir a conceptos viejos y dotarles de nueva electricidad, la confrontación –casi la guerra- como única opción política, nació allá arriba, cuando lo de la pinza PSOE-PP. Para tamaña revolución no son precisos intelectuales –que, no obstante, pusieron su granito de arena: Nuñoz Molina, Savater, Juaristi…; pero no desde el pensamiento; desde la propaganda-. Ni grandes políticos –San Gil tiene el titulín que tiene; su antecesor era acordeonista-. Es precisa, únicamente, una industria de comunicación. Los suficientemente animada como para repetirse continuamente.

Bueno, decía que la etc. recoge el pensamiento San Gil. Lo que posiblemente no recoge es su gramática. Las palabras claves, el discurso de confrontación bestia –el de la ponencia, por lo que he visto es gore, pero no llega, tal vez, a las expectativas plásticas de la industria comunicativa del PP. Es posible que la San Gil se haya ido al no reconocer su estilo. El estilo –las palabras-, es la esencia de la política del PP. Y es la esencia de su industria comunicativa. Una industria tan profesionalizada, con una dinámica tan marcada, que no puede cambiar de velocidad. Ni tan siquiera puede cambiar de gramática para aludir a lo mismo.

Posiblemente, Rajoy tiene los días contados. No se enfrenta a un partido –sus ideas no difieren en nada, o al menos, hasta hoy-, de las de su partido. Se enfrenta a una industria. Una industria que, ni en sus peores editoriales, hubiera hablado de una niña.

viernes, mayo 09, 2008

LA PERVERSI@N

Estimado anónimo, ayer mismo me partía el pecho leyendo su Mío Cid. Muy bueno lo de “et las majó a palos”. ¿De esa frase viene el concepto “majismo”? Anyway. Ignoro si el 68 fue una revolución. Esta mañana me ha llegado propaganda de Hacienda. De lo que deduzco que la revolución esa no se ha producido. En todo caso, estas líneas –y los pots anteriores-, no hablan de la revolución del 68. Hablan de su consecuencia / lo que vino a continuación. Lo que vino a continuación fue la perversión del lenguaje. Es decir: el poder y la sociedad utilizando, por primera vez, un mismo lenguaje.

Esta mañana a primera hora, el poder y la sociedad tienen una misma cultura. Quién no tiene esa cultura, despierta sospechas. Para bien. Y para mal –y, aquí, les podría endiñar mi biografía-. La decodificación del lenguaje y de las convenciones, ya no sucede en la literatura. Sino, posiblemente, en algo muy parecido a lo que se ha convertido la literatura: la publicidad.

Humm. El 68 iba a darle para el pelo al Estado. Pero, snif, acabó haciéndole la ITV.

jueves, mayo 08, 2008

LAS MÁQUINAS DE TABACO, LOS RADARES Y EL YUYU

Ayer un léctor –Anónimo se llamaba; muy buenas sus jarchas, por cierto; tómese algo y páseme el ticket-, decía que a) “Ciertamente las ideas del 68 se han desvirtuado con el tiempo”, pero que b) “ya me gustaría que el 68 fuera el discurso universal”, si bien c) “¿podrías argumentar –el itinerario que lleva del 68 a que un camarero te haga de poli, y a que un radar te denuncie en nombre del Estado del Bienestar- de manera más clara?”-. Pues estamos para eso. Pero sin hacer eso. Es decir, a través de esta bella parábola que tiene como título “L@s Niñ@s”. Y que empieza con la alocución “EL 68, snif, es el discurso universal”.

-L@S NIÑ@S. El 68, snif, es el discurso universal. Es decir, la única victoria del 68. Es decir, la apuesta por el lenguaje como realidad. Si usted sabe hablar, sabrá que el lenguaje es una herramienta útil para describir la realidad. Pero también, y por el mismo precio, sabrá que el lenguaje no es la realidad. Ejemplos: a) puede defender, gracias al lenguaje, que una pared es más o menos oscura. Pero si es negra, no la podrá blanquear con el lenguaje. No al menos por mucho tiempo. B) Está en un bar con una morena –si usted es una señorita heterosexual, ponga un moreno en la imagen-. Si quiere ir a más, puede y debe utilizar el lenguaje. Pero no puede sustituir el lenguaje por el pack ir a más. No puede decir: “morena, acabo de hacerte 3 veces guarreridas españolas”. No serviría de nada. Salvo que se lo diga a sus amigotes. Vaya, aún no he empelzado a hablarle de l@s Niñ@s.

-L@S NIÑ@S. SEGUNDO INTENTO. El otro día una señora -por otra parte, encantadora- me explicó que está haciendo una historia para niños. El cuento está protagonizado por a) un niño, por b) una niña –hasta aquí, a) y b) son un acuota paritaria del 68 ad-hoc-, y por c) un@ niñ@. Le pregunté por el signficado de niñ@. Y me dijo que no era ni un niño ni una niña. Supongo que era la opción homosexual. Para, glups, menores de 5 años. Es decir, la voluntad de explicar a un niño la libertad sexual. Cuando, snif, no existe la libertad y el sexo ni está ni se le espera. La opción niñ@ puede ser un hecho progresista. Pero tambiñen puede ser un barroquismo innecesario. En el mundo hay niños y niñas, y hombres y mujeres. La gramática, hasta el 68, sólo contemplaba en las lenguas latinas el plural masculino. La realidad, desde el 68 exige el uso engorroso de los dos sexos en el plural. Algo/a/o/i engorroso/a/i/e/u que viola la gramática para satisfacer la realidad. El punto barroco al que aludía consiste en hacer uso, además, de un tercer sexo. Ese tercer sexo, posiblemente, sea el de los ángeles. Esos bichos sin sexo que, por cierto, poblaban todas las historias infantiles antes del 68. El caso de l@s niñ@s supone partir de una idea inicialmente porgresista para acabar, snif, en el campo semántico de la contrareforma integrista. Supone, además, una labor inútil. No conozco ningún niñ@. Pero si llegara a existir, estaría dado por el XXXX en su cole, en su calle y en su club de natación. A pesar, incluso, de que 5.678 intelectuales y actores firmaran un manifiesto a favor del pueblo saharaui y de l@s niñ@s del mundo mundial. El concepto niñ@s es, pues reaccionario. Apuesta por primar el lenguaje por encima de la realidad. Un itinerario parecido al que hace que un lenguaje progrsista cree un sexo similar al de los angeles de Murillo, es el que hace que un camarero sea poli, o que un radar contrinbuya al bienestar. Una trampa del lenguaje que, a partir de una génesis políticamente correcta y similar, te lleve a situaciones de Berlín años 30. Socorro.

Sometan a sospecha el lenguaj@. Y el 6@ -68, abuela/o/@-. No tengo pruebas -fiénse de mi-, pero creo que un mundo con camareros-policías, radares fotografiándote el culo y niñ@s, impide ver la realidad. Ver la realidad implica sorprenderse antes que buscar palabras que impidan sorprenderse ante los hechos. Observar sin perder la capacidad de soprenderse siempre es algo abierto a lo que en algunos ámbitos post-68 puede ser lo políticamente incorrecto. Por otra parte, describir la realidad a través del lenguaje, tal y como nos llegó de los clásicos, tiene un valor subersivo que, snif, no te lo acabas.

martes, mayo 06, 2008

PALABRAS DE AMOR, COMPLICADAS Y DURAS

El único triunfo del 68 fue lingüístico. Consistió en la creación de un lenguaje nuevo para hablar del poder, de la sociedad y de, snif, la cultura y la vida privada. En la creencia de que las cosas son como las llamas. ¿Es así? Ni idea. A veces ceo que sí. En ocasiones creo que no. Seguidamente, les ofrezco dos itinerarios lógicos sesentayochistas de denominar, de forma chachi y 68, cosas que, posiblemente, sean todo lo contrario.

A-LA LEY ANTITABACO. Parte del 68, cuando surge la idea de que el Estado no debe de gestionar, pongamos, la sanidad y la educación. Sino cosas más gansas y difíciles de acotar. Como la cultura o la higiene. Con esa milonga se emite una ley antitabaco que obliga al propietario de un bar a ser policía. A controlar el cumplimiento de la ley en su bar. A hacer una labor que, antes del 68, hacían en solitario el Estado.

B-LOS RADARES. Parten de una idea 68, cuando surge la idea de que el Estado, pongamos, no debe repartir la riqueza. Sino hacer cosas más gansas y difíciles de acotar y objetivizar. Como promover la calidad de vida. Con esa milonga se instalan radares en las carreteras que te fotografían. Las fotos, a su vez, son utilizadas por el Estado no para intensificar la calidad de vida, sino par aintensificar su control –el Estado ahora no sólo es el Estado, es el propietario de un bar, es una cámara fotográfica- para aumentar ingresos.

Humm. EL 68 ha quedado como un pack de palabras creadas por la izquierda que no sólo no fabrican políticas de izquierdas, sino que son la banda sonora de las nuevas derechas. El 68 es el discurso universal. Fuera de ese discurso, es posible que sólo quede la gamberrada. Más o menos elaborada.

lunes, mayo 05, 2008

68

Funeral de un exjefe de gobi. El segundo que yo recuerde. El primero fue en la cripto infancia. El de Carrero. Casi no me acuerdo. Recuerdo que un reportero iba por las calles de Madrid preguntando a los madrileños que se topaba preguntas chorras sobre lo de Carrero. A una señora que iba con el carrito de la compra le preguntó: “¿No cree que estas serán una navidades muy tristes?”. A lo que la señora del carrito respondió: “Sí. Sí. Muy tristes”. Es decir, que a) en efecto, lo sentía en el alma o b) pasa-palabra. Vaya, que vete a saber qué dijo. Descifrar una dictadura es, en fin, muy difícil. Descifrar una democracia, pues también. En una democracia las reglas del juego –es decir, la pregunta verdad-que-serán-unas-navidades-muy-tristes, y su respuesta-, vienen modulada por la cultura. Si la cagas en una dictadura –si no respondes lo estipulado a la pregunta verdad-que-estas-navidades-etc-, vas a la cárcel, directamente, y sin pasar por la casilla de salida. Si la cagas es una democracia es peor. Haces el ridículo.

DOS CULTURAS. Por lo que he visto, la pregunta verdad-que-estas-navidades-etc, ha quedado democratizada en evalúe-el-papelazo-de-expresi-en-la transi. Y las respuestas son dos. Respuesta a), modulada por el rey, el pack Rajoy y el actual Gobi: el expresi fue la pera, le tocó un momento difícil, pero lo bordó, que su contribución a la democracia fue de arte y ensayo. Respuesta b), emitida por Aznar: consiste en apropiarse –posiblemente, no indebidamente-, de las políticas del expresi. Curiosamente, en ninguna evaluación aparecen con sus nombres de pila el Caso Almería y el caso OTAN, que yo recuerde los dos jalones de los dos años que duró aquella presidencia tan I+D.

-68 SYSTEM. Igual, los jalones entran dentro del pack “momento difícil”. O del pack “contribución a la democracia”. O del pack “lo bordó”. Ni idea. En todo caso, quedan dentro del pack nuevas-palabras-para-decir-sí-sí-muy-tristes. Hummm. La gran contribución de las izquierdas en los últimos 30 años -30 años por aquí abajo; igual 40, desde lo del 68, por allá arriba- hayan sido las palabras. Palabras que desdramatizan. Palabras que impiden hablar de la Transi desde otro punto de vista. Palabras que impiden hablar de una novela de Zafón como una XXXXX pinchada en un palo. Verdaderamente, la gran contribución de la izquierda no es aquello para lo que nació. Consiste en crear la cultura actual. Cuando hablas de cualquier fenómeno fuera de las declaraciones a), eres b). Si no eres b) ni a), haces el ridículo.

Esta semana le voy a hacer un homenaje al 68. Quedan invitados a construir el ridículo.

jueves, mayo 01, 2008

LA MALDICIÓN DE TUTANKAMON

Suárez, Solé Turà, Pajares… Todo el mundo que ha intervenido en la elaboración de cualquier texto político fundamental de la Transición, se vuelve majara. Si quieren practicar la CT, háganlo en casa y acompañado de un adulto. Aún así, sigue resultando peligroso para el alma. Haga como yo, joven, y no se meta en política -de la Transi-.

miércoles, abril 30, 2008

ESTRAPERLISTAS

Zaplana se pira a Telefónica, esa compañía que, cuando llamas al 609 para solucionar un problema, abre una doble vía de investigación. Culmina una carrera que se inició en Benidorm, con la compra de un concejal socialista –eso explican en su pueblo- y el acceso a la alcaldía. Y, posteriormente, a la Gene valenciana, y el Gobi español. Humm. Zaplana es la metáfora de un tipo social que, en condiciones de temperatura y presión normales, hubiera sido un chanchullero de pueblo. Pero que, pumba, acabó siendo miembro de un staff que, ñaca, acabó bombardeando preventivamente todo lo que pudo. Con ese master impredecible puede ir a la empresa que quiera. Algo con lo que no soñaba en día en el que compró un concejal socialista de pueblo. Dice el adagio que la derecha española es una mezcla de estraperlistas y falangistas. Yo quitaría lo de falangistas. Son otra cosa. Nueva. El pack “falangista” se parece menos a la cosa falange que el pack estraperlista al estraperlo. El pack estraperlo conecta con una arruga del cerebro colectiva, dilatada, con una amplia tradición. Zaplana es, en fin, una metáfora de dónde puede llegar un pollo usuario de una de esas arrugas, cuando deja discurrir su carrera por el surco de la otra arruga.

El otro día hablaba en Italia de eso con un señor muy listo. La derecha italiana está menos ideologizada que la española. Va directamente al turrón. Zaplana sería un buen político italiano –de hecho, ha sido Berlusconi quien le ha pasado el curro en Telefónica-. Bueno. A pesar de esa gran diferenciación entre la derecha española y la italiana –aquí conviven, incluso se solapan en la misma personalidad la cosa estraperlista y la cosa ideológica-, me hizo una buena diferencia entre la derecha y la izquierda de ambos países. Ahí va.

“En el siglo XXI, las derechas son lo que somos. Las izquierdas lo que queremos que piensen de nosotros. Eso es quizás lo contrario de lo que eran las derechas y las izquierdas en el siglo XX. De vez en cuando te da igual lo que opinen de ti, te entra prisa y votas a la derecha”.

La derecha, de hecho, son tipos normales. Absolutamente normales. Extraordinariamente normales. Usuarios de códigos normales y de bachilleratos normales. Que acceden al poder. Y hacen lo que un tipo de provincias –no sé, Benidorm-, considera normal. Berlusconi hace cosas normales en Benidorm que son subnormales si las haces al lado de Putin, ese pollo que mata periodistas. Aznar, ese gran ideólogo que unió las dos grandes arrugas de la derecha española, a su vez, es un tipo absolutamente normal. Como un día nublado.

Humm. Los estraperlistas son tipos simpáticos. Y con los que es fácil negociar. Mi abuelita, en las postguerra, negociaba cada día, 365 veces al año, con varios de ellos. Siempre llegaban a un acuerdo y, gracias al pago de una cantidad -que con el teimpo, se destinaría a la compra de un concejal sociata-, adquiría una barra de pan.

EL próximo día les hablo de la izquierda que se comporta como lo que no es.

martes, abril 29, 2008

COMUNICACION EN EL TEMPLO

Hace un plis el Gobi ilegalizó chorrocientas toneladas de aceite de girasol. El tema es que era mortal. Pero no mucho. De manera que, en un plis-plas, el aceite fue reeducado y reinsertado en la sociedad, en la que vive absolutamente integrado, en lo que es un triunfo del sistema, que funciona, etc. De la paradoja del aceite de girasol se desprende, hermanos, que el aceite tóxico no era aceite tóxico. Era un mensaje. Posiblemente este mensaje: “Hola, Manolo. Soy el Gobierno. Y me preocupo por ti. Muach”. El aceite, en fin, demuestra –o, al menos, lo comunica- que el Gobi no duerme, y que es capaz de despertar a Leviatán en cualquier momento, para que se pimple chorrocientas toneladas de aceite / para asegurar nuestro bienestar. Con un par.

Los Gobis están continuamente emitiendo esos mensajes. Más por aquí abajo. Hummm. El último Gobi de Aznar, verbigracia, ilegalizó dos diarios. Eran tóxicos. Sus periodistas y lectores no fueron reeducados ni integrados. Pero aún así, toda la coreografía fue, tal vez, sólo un mensaje. Posiblemente, este: “Hola, Manolo. Soy el Gobierno. Y me preocupo por la unidad nacional, es decir, por ti. Muach”.

Los mensajes de la derecha y de la izquierda son excesos de celo de, a su vez, la derecha y la izquierda. Se preocupan por cosas que no ves y que no puedes verificar. Pero que debes de creer que existen. Como un componente tóxico en un aceite. O el peligro de la unidad nacional esa. Son, en fin, propaganda. No difieren mucho entre sí. Unos mensajes, en este caso, defienden que el cuerpo es un templo, y que uno es lo que come, por lo que hay que tener ojo, Manolo, con tu cuerpo serrano. Otros mensajes, los de la derecha, defienden que España es un templo. Y cuidado Manolo qué te pones para ir al templo. Ambos tipos de mensajes creen, pues, en los templos. Antes que en Manolo. Parten de que vivimos en templos. Y no en pisos. Posiblemente, son un mismo tipo de mensajes. Cuidado, Manolo.

Hasta mañana. Me voy a ver donde me voy a ver lo del Manchester-Barça, ese equipo en el que, snif, cada vez es más añorada esa forma brasileña de mover la pata.

lunes, abril 28, 2008

EL OPORTUNISMO

El periodismo es el género del oportunismo. Literalmente. Recoge hechos oportunos. Que mañana, zas, ya no son oportunos. Hoy, por ejemplo, es oportuna la noticia de que una chica austriaca ha estado secuestrada por su papá durante 24 años. Yo, a su vez, soy un oportunista. Es decir, un periodista. Mi trabajo consiste en decir lo que pienso a la que tengo una oportunidad. Si la oportunidad es la chica austriaca, mi deber es decir algo a través de ese oportunismo. No sé. Que, por ejemplo, todo el mundo, a la que rascas un poco, es secuestrado por sus padres durante mucho más de 24 años. Sí, no es gran cosa, pero otro oportunismo del oportunismo del género periodístico consiste en no decir gran cosa. O en no decir nada, salvo comunicar el oportunismo. Comunicar que eres oportuno. Que existes. El periodismo español, en fin, brilla con luz propia en ese microgénero. En ese sentido, el periodismo se parece a la política. Es oportunista. Hum. Antes eso era malo. Existía la posibilidad, incluso de insultar a un político utilizando el palabro oportunista. Hoy, en fin, ese palabro no significa nada cuando se aplica a un político. Todos son oportunistas. Es decir, coyunturales. Los únicos políticos no coyunturales, los menos oportunistas, son los políticos de la nueva derecha. Tienden a ir a piñón fijo, tienen un programa y son insensibles a la coyuntura. De lo que se deduce que el oportunismo es, tal vez, lo que diferencia más y mejor a la izquierda y a la derecha esta mañana a primera hora. Obama, verbigracia, es un oportunista. Sus seguidores, también. Intentan leer el oportunismo de Obama para intentar colar en su lectura oportunidades y oportunismos ideológicos. Quizás no es gran cosa. Pero es lo que hay. Lo que hay es lo que hacían los Blade Runner en la peli homónima. Debían matar a la chica. Pero cuando tenían la oportunidad, podían decantarse por el oportunismo de no matarla. Evidentemente, el Blade Runner debía tener la precaución de no explicar a nadie que no había matado a la chica. Incluso, a sí mismo. En la peli, como recordarán, sólo había un Blade-Runner. O muchos. Lo que pasa es que nadie se lo hacía saber a nadie. O, tal vez, eso sea un oportunismo por mi parte. Para leer el periodismo, la política, la cultura actuales es preciso, en todo caso, ser oportunista. Poner sobre el objeto observado algo que, tal vez no existe. O existe poco. O de forma oportunista. Las suposiciones oportunistas nunca quedan del todo confirmadas. El oportunismo, la única opción civilizada en la cultura y política locales, no requiere la mirada del otro. Es una escuela de soledad. Es, snif, lo contrario que la cultura y la política, aquella cosa colectiva para nuestros papás y nuestros abuelitos.

jueves, abril 24, 2008

LA ESPERA

Hola. Prensa del día. Sant Jordi, etc. Me llama la atención un titular: “XXXX” –una autora- “DEBUTA CON ÉXITO EN EL CARA A CARA CON EL PÚBLICO”. Alude al hecho de que una autora catalana de origen africano vivió ayer su primer día de firma de libros. Y que la cosa fue xaxi-piruli. Es decir, fue a) un éxito. Pero, también, b) un debut. Es decir, un inicio profesional. La escritora, pues, empezó a trabajar ayer. Su trabajo es firmar. Lo hizo tan bien como una autora cuyos padres no fueran africanos. Todos los niños y niñas de Catalunya, en todo caso, nos alegramos.

Del titular –un titular, por otra parte, certero; si describiera un sistema político tan bien como describe una cultura, clasurarían el diario-, se deduce que diversos apriorismos ya son parte de la realidad. Un diario puede someter a sospecha al hijo de un inmigrante por no conocer la cultura española. A su vez, asume que, en la cultura española, el oficio de un escritor consiste en promocionar su obra. Es decir, en la autopromoción, más que en la obra. La literatura -el arte, la cultura, pongan los palabros que quieran-, es un acto teatral. Consiste en vender algo con éxito. Hace un plis, ese algo era algo muy complicado. Literatura, arte o pongan los palabros que quieran. Ahora es un libro. O un autor. En todo caso, un objeto, esperado con ansia, hasta el punto de ocasionar colas, un día al año.

La pasión por la espera de un mundo mejor se ha transformado en la pasión por la espera. A secas. En mundo puede quedarse en ese estado por mucho. O por siempre. Las esperas son, en fin, apasionantes.

miércoles, abril 23, 2008

SANT JORDI 0.CHORROCIENTOSMIL MILLONES

Hola. Sant Jordi. Un día en el que se concentra el grueso de las ventas anuales de libros en Catalunya. Mucho para un día. En Madrid, una cantidad similar de libros se venden durante la Feria del Libro. Mucho para una semana. En el resto del Estado, vete a saber lo que se vende. Posiblemente una XXXX pinchada en un palo. No hay datos, en todo caso. Mañana, a su vez, aparecerán en los diarios los datos de ventas del día de hoy. Que, por cierto, no es que sean aproximativos, es que son falsos. Los datos reales aparecerán dentro de varias semanas, cuando los libreros devuelvan lo no vendido. Los datos definitivos, en fin, serán aún menos épicos que los datos que aparecerán mañana. Es decir, que los libros más vendidos serán aún peores que los libros que aparecerán como los más vendidos mañana. Lo que, a su vez, importa una higa. La literatura ha desaparecido. Existen los libros. Una industria editorial englobada en otra industria más amplia denominada cultura. A su vez, una banda sonora de ascensor. Con la que todo el mundo está de acuerdo. Nadie, en fin, está en contra de las bandas sonoras de ascensor. Tienen el don de no enervar. Quizás sólo puede enervar de ellas su incapacidad de enervar.

Humm. Estos palabros se parecen, digo yo, a los que utilicé o pude haber utilizado el pasado Sant Jordi para aludir al pasado Sant Jordi. O al otro. O al otro. Quizás son, pues, otra banda sonora. O, peor, ruido. El ruido es también una banda sonora. Desorganizada. Un ruido organizado en cierto orden es, de hecho, una sinfonía. Yo qué sé.

martes, abril 22, 2008

DULCE HOGAR

Hola. Me columpiado unos días. He estado en Italia. Una sociedad muy parecida a esta. Pero difícil de leer en algunas particularidades. El Sur es difícil, en general. Nada es lo que parece. Cuando alguien, verbigracia, habla de un determinado mal que ya no existe, en realidad te está diciendo que está muriendo, precisamente, de ese mal. Son siglos disimulando. Ahora mismo, no me pregunten qué, pero seguro que estoy disimulando algo.

Anyway. De vuelta aquí me he encontrado con el concepto “aquí”. En la forma de la polémica de los dos sectores del PP. Polémica que dibuja a) el modo de ser y comunicar de la derecha local. Pero también ilustra, snif, el mismísimo concepto b) de lo local.

Sobre a):

a.1) Todo el mundo miente. En el discuso Aguirre y Rajoy, nadie dice la verdad. La verdad es menos importante que el proyecto que esconden los discursos. En este caso, pillar cacho o mantener cacho.

a.2) El traductor de los dos discursos son los medios. Con la particularidad de que los medios, a la vez que traducen, apuestan por un individuo.

a.3) Los medios se dividen, fundamentalmente, en dos tipos. Que dibujan realidades opuestas. Los medios madrileños. Y los medios periféricos. Los medios madrileños, a su vez, confunden Madrid con el todo. Hummm. Posiblemente, el debate entre Rajoy y Aguirre, más que el debate entre dos lecturas de la derecha española, es un debate entre dos estructuras de la derecha española: la ciudad-estado Madrid, y las comunidades-Estado del PP.

a.4) Los medios, a su vez, tienden a dar por buenas las explicaciones de los debatiendes. Esto es un debate ideológico, etc. Así, Aguirre es neocon, mientras que Rajoy tiene cosillas en su alma de cariz socialdemócrata. Toma, moreno.

Sobre b).

El punto de inflexión del debate, consistió, al parecer, en el momento en el que Rajoy invitó a Aguirre a marcharse del partido –algo que, según el punto a.1), no dijo-. Momento en el que Aguirre dijo que jamás había anunciado que competía con Rajoy para el sultanato del PP –otra vez, esta vez Aguirre, se trae a colación el punto a.1-. Es decir, el momento mágico, definitivo, final, de la micropolémica, consistió en invitar a irse al rival. Algo absolutamente español. Aquí, en cualquier ámbito, no hay espacio para dos. Las luchas, por aquí abajo, son luchas para ser uno. Es decir, para elminar al otro. El Sur, a pesar de su alegría y colorido, es una colección de violencia absoluta.

miércoles, abril 16, 2008

MUJERES FLORERO. Y HOMBRES.

UNO ES LO QUE VÉ. Ayer estuve hablando con dos personas de ¿70 años? usuarias de la izquierda. Estaban más contentas que una anchoa. Por las imágenes de una ministra socialista, embarazada, pasando revista a un batallón, un pelotón o como diablos se llame. Tenían esa sonrisa en la cara de “y-vió-que-era-bueno”, de las que les hablaba ayer. Yo, por respeto, module esa cara. Me costó 4’34 segundos. Fue fácil. Si bien, cuando yo vi las mismas imágenes, observé algo diferente. Ví un/a ministro/a de defensa/o ad-hoc/a. Diciendo vivaspaña, con esa voz que se le pone a uno cuando dice esos palabros. Humm. No sé, pero la alocución vivaspaña tiene poderes mágicos. Ya puedes ser un coronel de la Guarcia Civil asaltando el Congreso, Serra, Trillo, Manolo el del Bombo, o una señora embarazada, que cuando dices esa frase se te pone una cara de cabreo cósmico. Es una alocución poseedora de súper poderes. Me extraña que Harry Potter no la utilice nunca. Es cuestión de tiempo que Iker Jiménez no se interese por ese fenómeno en un monográfico.

LOS HOMBRES Y LAS MUJERES FLORERO. No sé. Hay cargos en los que el personaje devora al actor. De manera que, la sensación en el tiempo, es que el personaje es el mismo, a pesar de que vayan cambiando los actores. OK, sí. Existe lo mejor y lo peor. Pero poco más. No existe el cambio. Este verano, haciendo una serie de trabajos sobre el boom inmobiliario en el litoral mediterráneo –esa cosa ingobernable, esa cosa que las izquierdas no han podido parar, ni siquiera intelectualizar- , estuve hablando con una exconsellera del Govern Balear, del primer gobierno de coalición de izquierdas habido por aquí abajo. Aquí van algunas perlas. “Un gobierno no puede cambiar las cosas. Las cosas se cambian en otro sitio”. Ella afirmaba que ese otro sitio es “la sociedad”. Yo, snif, no soy tan optimista. Posteriormente, verbalizó la dificultad de realizar políticas de cambio en un gobierno. “En un Gobierno nadie quiere ser el radical. Se tiende a no ser valiente si piensas en las encuestas. En un gobierno pesa el hecho de poder continuar”.

LA APORTACIÓN DE LAS IZQUIERDAS A LA DERECHA. En ese interín entre estar y continuar, las izquierdas se están especializando en comunicar buen rollo. En anteponer los embarazos a las bayonetas, por ejemplo. Lo que puede ser una imagen impactante, sí. Y poco duradera dentro del pack izquierda. Las izquierdas, si se fijan , crean coreografías chachis, que luego adoptan las derechas, mejorándolas e impregnándolas de ideología. Pero, snif, algo me dice que el próximo ministro de defensa de la derecha será una mujer embarazada de octillizos. Invadirá la isla de Perejil, con fuerte viento de Levante, o bombardeará preventivamente Andorrapara instalar columpios.

martes, abril 15, 2008

ABRIL

SIEMPRE, VEN. 14-A de hace 6.000 millones de años. Mi abuelito estaba en la fábrica. De pronto, sonó la sirena. No era la hora de la sirena. Así que todo el mundo se miró a la cara. Salieron todos al patio, así, mirándose a la cara. Allí vieron la cara de la persona que había accionado la sirena. Les explicó que se había proclamado la República. A todos les nació, en mitad de la cara, la cara de la persona que había accionado la sirena. Marcharon hacia la calle con esa cara. En la calle, se encontraron con las caras de personas que salían de otras fábricas. En silencio, con el sonido de fondo de cientos de sirenas de cientos de fábricas, fueron paseando y merándose a la cara, por todo el pueblo. Un pueblo que, por fin, se miraba a la cara. Fin de la historia. Esta descripción del 14-A no tiene nada de particular. Salvo que es exactamente igual a miles de historias sobre el mismo día. Un día en el que, por lo visto todo el mundo miró a todo el mundo y vio que era bueno –mi frase del Génesis favorita; no hay muchas ocasiones en las que utilizarla; de hecho, sólo aparece a principio del Génesis; posteriormente no hay ocasión posible de traerla a colación-. Hasta Vicente Aleixandre, un ser en las antípodas de mi abuelito –a mi abuelito le gustaban jamonas- tiene una historia absolutamente similar con la que relata el mismo día. Los compañeros de la fábrica, en la historia de Aleixandre se reducen a otro poeta del 27, el pueblo es la Gran Vía de Madrid y las sirenas son claxons de automóviles. La historia de Aleixandre finaliza con las mismas caras, caras de personas a las que les sale un gusano simpático, en forma de sonrisa, en la boca. Y ven que era bueno, etc.

EL MESÍAS. Ayer. Es decir, 14-A. Se presenta el nuevo gobierno. Evidentemente, las sirenas de las fábricas no sonaron, etc. Con la política sucede un poco como con el mesías. En el siglo XVIII, un discípulo que se estaba rajando le preguntó al rabino -jasídico, esos pollos que se pasan el día bailando- de Vilma como diablos sabía que el mesías no había llegado ya, como aseguraban los cristianos. El rabino le dijo que se asomara a la ventana. “Si el mesías hubiera venido, bastaría con asomarse a la ventana para saberlo”. El 14-A de hace 6.000 años, uno se asomaba a la ventana y veía que, en efecto, el mesías había llegado. Y que tenía una cara muy parecida a la tuya. Bueno. Hoy en día no se espera al mesías. La buena noticia es que tampoco se espera al anticristo. Uno se asoma a la ventana y sólo siente calor o frío. Dos sensaciones inducidas. Por la temperatura.

SENSACIONES INDUCIDAS. Estoy por decir que, hoy en día, los gobiernos no gobiernan. Inducen temperaturas. Más el que se inauguró ayer, sin duda una lectura puntera de lo que es, snif, la izquierda esta mañana a primera hora. Caldera, tal vez el ministro más ideológicamente activo dentro del criterio de la socialdemocracia clásica, ha dejado de ser ministro. Se ha ido a hacer lo que la derecha hizo en su segunda legislatura. Unificar la Anti-FAES y crear una fundación cachas. Eso supone una intelectualización de la FAES, la primera fundación de un partido conservador europeo que, por primera vez en la historia, hizo algo más que recolocar excargos. Estudió la cosa neocon USA y la adaptó con éxito bestial al mercado hispano. Y, todo ello, en un plis. Cabe esperar que la nueva fundación del PSOE haga lo mismo. SI bien no puede hacer lo mismo. No existe un modelo de izquierda tan radicalmente moderno, acabado y chachi-piruli como el modelo de derecha que reinterpretó la FAES. Posiblemente, la nueva fundación se invente ese modelo. Condicionada por la FAES, esa máquina de comunicar, es posible que la opción de la fundación PSOE consista también en comunicar, antes que hacerse la picha un lío con ideologías. Que el modelo de la izquierda sea la comunicación. Comunicar una determinada temperatura. Hay indicios de ello.

EL GOBIERNO COMO TEMPERATURA. El Gobierno actual apuesta por el símbolo y la dramaturgia. Ayer, de hecho, comunicó a gogó. Como un teléfono descolgado. Comunicar, en fin, no es necesariamente decir algo. La ceremonia de jura estuvo plagada de abrazos de diversa duración e intensidad. Es decir, de diversa significación y que comunicaban cosas ambiguas, pero diferentes. Una pre-mamá, es decir, el compromiso de la vida, es ahora la gestora de los novios de la muerte. Esa metáfora comunicativa con patas, en su primer discurso ante los militares, habló de España unida di diversa –concepto diferente al de España plural, nacido y muerto en la primera legislatura; vete a saber lo que significa; cabe suponer que lo contrario a lo de España plural-, luego dijo los vivas a España y al rey al uso. Desde otra tonalidad comunicativa –si es que hay otra-. Hay una ministra que no tiene 30 tacos. Una edad a la que no has tenido tiempo de nada. Salvo ser una metáfora. Tiene página en youtube. Supongo que se desaparecerá en un plis: es la página de un político mediocre de provincias, preocupado por su promoción -un trepa, vamos-. Ahora deberá comunicar otra cosa. Seguro que lo comunica a la perfección, etc.

Humm. El 14-A de ayer fue el Chiqui-chiqui del 14-A de hace 6.000 años. Una parodia más divertida que dramática. Se formuló, en todo caso, una nueva izquierda. Que tal y como está el patio europeo, igual crea escuela en Europa. Una izquierda que crea coreografías de calor, que aspira a incidir más en la temperatura que en la realidad. Lenin, autor de grandes frases –“el poder está para tomarlo”, “rayos, me estoy quedando calvo”-, dijo en su día que el gobierno lo puede ejercer una cocinera. Supongo que eso es cierto. Siempre que la cocinera no cocine, y comunique a la vez grandes platos. Wellcome, XXI century.

viernes, abril 11, 2008

TE VÍ

Tertulias televisivas de políticos. Brrrr. Este hecho, único en Europa, explica que por aquí abajo el político y el periodista tienen el mismo oficio. O, al menos el discurso de uno puede ser asumido sin grandes problemas por el discurso del otro. El político y el periodista no se tienen bajo sospecha. La frase “cariño, esta noche no iré a dormir, que tenemos reunión”, no levanta sospechas a un periodista si las emite un político. Etc.

Estas semanas el discurso emitido sin sospechas por los políticos y los periodistas es que el PP se está moderando. La prueba de ello es la lucha entre moderados –pack Rajoy-, contra inmoderados –pack Aguirre-. El PP es así un partido con dos rostros –algo propio de otras latitudes-, enfrentados por dos tendencias.

Hum. Si el periodismo consistiera en oír, es posible que así fuera. Pero consiste en ver. En llevar una americana cutre, encararse al auditorio y decir lo que uno ve. Algo, por otra parte, no exento de belleza. Como algunos suicidios japoneses. Anyway. Les explico lo que veo.

El PP no puede ser un partido moderado. No desde hace un par de legislaturas, cuando dejó de ser un partido para ser un grupo de comunicación. Eso sucedió gracias al contacto de FAES con thinks tanks republicanos USA. En breve tiempo, en España sucedió algo que al Republican Party le costó 30 años de curro. La reconversión de la política en comunicación. Algo que supone una gran cantidad de profesionales, que crean, difunden y luchan por la hegemonía de unas palabras sobre otras. Esa lucha por la apropiación del lenguaje, es decir, de la cosmovisión, es la crispación, por cierto. Esta mañana a primera hora eso no sólo es una dinámica. Es una industria. Es mucha gente cobrando para ello. Y, más preocupante, mucha gente viviendo de las migajas que se desprenden de todo ello. Como sabrán todos aquellos que fueron niños en los 80’s, es difícil y humanamente costoso reconvertir un sector industrial. No es posible, pues, un cambio a la moderación sin hambre. Por lo que no creo que se produzca en este caso. La batalla de PP es, pues, una batalla personal entre dos caracteres. No es una lucha por la moderación. No puede serlo. Sencillamente, en ese grupo de comunicación, nadie cobra para ser moderado.

jueves, abril 10, 2008

NADA

Tertulia en la tele. Varios políticos hablan sobre el pleno de investidura. En otras culturas simplemente se habría informado del tema. A lo sumo, algún comentarista lo hubiera comentado. A lo sumarísimo, hubieran sido un par de comentaristas. Si hubiera habido un político en la mesa, hubiera estado, en todo caso, a merced de los comentaristas. Aquí, pues no. Simplemente se elide al comentarista –es decir, al periodista-, y se pone un mazo de políticos. Hacen el mismo trabajo, posiblemente cobran menos, y vienen a decir lo mismo. En vez de ver todo eso como un drama, se observa como la pera limonera. Refleja el carácter popular y participativo de la política por aquí abajo. Pero, snif, también refleja que la política y el periodismo locales son una esfera sin cambios ni sorpresas. Sin actividad, más allá de ella misma.

Estoy preparando un libro sobre Barcelona. Ya queda, buf, poco. Hoy me he leído un texto periodístico de Narcís Monturiol –socialista, cabetiano, inventor de submarinos-, escrito en 1845 y publicado en un periódico, que fundó junto a otros compañeros y que duró lo que el rosario de la aurora. En el texto Monturiol defiende que la revolución política es imposible. O, incluso, anecdótica. Y que el caso de la cosa es la revolución social. Monturiol –mucho tiempo debajo del agua- consideraba que estaba a huevo. Hummm. En el siglo XXI no sólo la revolución política es imposible. Es posible que también lo sea la política, a secas. Revolución social… En el siglo XXI Monturiol no hubiera publicado ese artículo. Posiblemente, no hubiera construido un submarino.

Un submarino hecho a mano es, supongo, una máquina rara, abandonada a su lógica. No te cansas de mirarla. Habla de ti.

martes, abril 08, 2008

EL ORGULLO

-SARFA NEWS. Hola. Estoy a punto de coger la Sarfa. Y, aquí, ustedes se preguntarán qué diablos es la Sarfa. La Sarfa es la línea de autobuses que une el Empordà con el resto del mundo. Es un concepto importante. Tanto que en el Empordà, un autobús no es un autobús. Es una sarfa. Hace, guau, más de 30 años que utilizo esta línea con regularidad. Cuando empecé a utilizarla, una sarfa ad-hoc estaba repleta de estudiantes que iban o venían de la uni, de empordaneses enclenques que iban o venían del médico de Barcelona. En ocasiones iba o venía Pla, un tipo con una relación con el dinero tan literal que bajaba a Barcelona a cobrar los artículos, por el trincu-trincu system. Creo que nunca me senté al lado de Pla. O, al menos, no recuerdo ningún trayecto con un viejo con boina pegándome collejas. Posteriormente la línea se llenó de moros, después de negros, después de ecuatorianos. Este mes lo que tira son los rusos. Humm. Ahora que caigo, me doy cuenta que la Sarfa es una especie de diario. Te explica lo verdaderamente importante del día. Así que decido no comprar la prensa del día, y enterarme de la actualidad ojeando la sarfa.

-TITULARES DEL DÍA. La gran noticia del día, si no lees la prensa pero sí lees la Sarfa, la leo antes de subirme a la sarfa. En la estación misma. Está repleta de personas que han pasado allí la noche, al lado de sus zapatos, y con la cabeza apoyada en una mochila canija. La estación huele a humanidad. Es decir, a pies, esa cosa que ha llevado a la Humanidad a todas partes. Incluso a la Luna. Hace menos de un mes, a esa misma hora, apenas había un par de home-less. Ahora habrá casi un centenar. Bueno, no son home-less. Pero sea lo que sea que sean, están a tres casillas del concepto home-less. No llevan barba de náufrago. Tienen, lo dicho, una pequeña mochila con alguna pertenencia. La ropa, sucia, aún deja adivinar su color. Y, sobre todo, poseen la fortaleza de espíritu suficiente para no acudir a un albergue y asumir que son home-less. Así que han hecho nonas en una estación. Simulando o demostrando que lo suyo es una mala racha, y no un destino. Han antepuesto, pues, el orgullo a una cama. La noticia del día podría ser que la pobreza ha aumentado notablemente en apenas un mes. Que ha pasado un cacao-marabillao que, si bien no ha llenado los albergues, ha llenado sus antesalas. Pero, posiblemente, la noticia sea otra. Este titular: “El orgullo impide ver la pobreza incluso a sus usuarios”.

-CAN TELÉMACO. Leo un diario. También me cuesta leer la noticia del día. Está camuflada entre el orgullo de sus protagonistas y de sus redactores. De la Sarfa y de los diarios del día colijo que es complicado leer las noticias que protagonizan los humanos. Están detrás del orgullo que producen los humanos. Dos horas –brrrrr- después llego al Empordà / casita. Bueno, no es casita. Es la casita de papan et maman. Pero sin ellos. No sé si es por eso, pero volver a casa es algo triste a partir de cierta edad. En todo caso, a partir de cierta edad –una edad muy temprana-, cuesta volver a casa y sólo se hace envuelto en cierta tristeza. Odiseo tardó 25 años en volver a casa. Uno podría pensar que no quería volver. Pero volvió, lo que descarta esa presuposición. Símplemente, le costó 25 años. Volver a casa igual es algo relacionado con el orgullo. Es decir, algo difícil de leer. Humm. En el siglo XXI 25 años igual son dos horas de Sarfa.

viernes, abril 04, 2008

LA MUJER DE BLANCO Y AQUELLA OTRA MUJER GORDITA

LA MENTIRA ES LA RESIDENCIA DE VERANO DE LA VERDAD. Un surrealista de segunda fila, en plena borrachera colectiva gritó: “¡Ayer hice el amor con 20 mujeres!”. Sus amiguetes no le hicieron caso. En ese momento, el surrealista de segunda etc dijo por lo bajini la frase por la que ha pasado a la historia. Una frase de primera fila. Primero dijo: “Es mentira. Fueron 20 hombres. Y fue mi hermana”. Captatio atentione que provocó el silencio de sus amigotes. Y, luego, la gran frase: “Detrás de toda mentira se esconde una gran verdad”. Toma moreno.

HISTORIA DE UNA GRAN MENTIRA. Detrás de toda gran mentira se esconde una gran verdad, etc. Veámoslo, hermanos, a través de un ejemplo. Yo qué sé. Una mentira cochina. Hum. Ya está. La Leyenda de la Mujer de Blanco. Ya saben, una tía de blanco que se te aparece en la carretera, la subes al coche, te avisa de una curva, superas precariamente la curva, te giras para agradecerle el consejo y, ñaca, la mujer de blanco no está y te XXXX la pata abajo. Se trata, evidentemente, de una mentira. Nadie, en fin, permitiría subir de noche a una mujer en camisón a su coche para que luego desapareciera. La historia, por tanto, explica y esconce, en tanto que mentira, una gran verdad: el terror. En este caso, el terror a morir en la carretera, como un nindundi. Curiosamente, la Leyenda de la Mujer de Blanco es del siglo XVII. Es decir, antes de las carreteras y de los coches. En aquel momento explicaba también una verdad: el terror. Otro terror. A morir en un camino, como un nindundi, a manos de bandoleros pre-Luís Candeles. De la bella historia de la Mujer de Blanco se desprende, pues, que las grandes mentiras esconden una verdad. Algo que se sabía gracias a un señor, su hermana y 20 voluntarios. Y otra cosa más inquietante: la verdad que esconden las mentiras, y más las más gordas y dilatadas en el tiempo es, sea lo que sea, el terror.

EL TERROR ES LO QUE VIVE ENTRE LA VERDAD Y LA MENTIRA. Prosiguen los artículos y explicaciones que me explican el giro moderado del PP, ejemplarizado a través del auge al estrellato de Sáenz de Santamaría, esa señora tan moderada. Esa leyenda urbana también nació en el siglo XVII. O, al menos, hace la tira. De hecho, que yo recuerde, en España nunca ha habido derecha gore. Ni siquiera cuando la ha habido. Desde que soy pipiolo, al menos, nunca jamás ha habido una derecha peligrosa, sino una derecha que practicaba el duro ejercicio del consenso, la moderación, la responsabilidad, la democracia king-size y bla-bla-bla. ¿Qué explica esta leyenda? El terror, claro. El terror a la desestabilización, el terror a describir lo que se ve, el terror a ser el niño de Andersen que ve lo que no toca y se va al paro, el terror a ser diferente, el terror a que lo que uno ve sea cierto. Yo qué sé. Pero, remember la mentira de la mujer de blanco, es puro terror.

HUM. El terror se parece notoriamente al humor. Nace en la misma arruga del cerebro, por lo que el humor puede recorrer un tramo con el terror, observándole sin ser visto. Quizás por eso el humor puede describir tan bien la patología de una sociedad tonta del culo como la nuestra. Una sociedad en la que nadie explica el terror. En la que nadie describe -la risa tiene su cosa de descripción, como el terror- lo que, aparentemente, todo el mundo ve.

AH. No viene a cuento, pero tras estas meditaciones les obsequio, por el mismo precio, con unos pegadizos minutos musicales.

miércoles, abril 02, 2008

EL MOVIMIENTO SE DEMUESTRA SENTADO, VIENDO ANDAR

Hola. Hace la tira que no les escribo. Estaba cazando bisontes, etc. He contribuido notoriamente a su extinción. Esta mañana a primera hora, si se fijan, el bisonte está prácticamente extinguido. Soy la pera.

Han pasado / no han pasado la tira de cosas desde nuestro último contacto. Uno nunca sabe lo que pasa, en fin. En General, no pasa nada. Pero lees los papeles y parece que el movimiento es continuo. Ahora, por ejemplo, hay movimiento incluso en el PP. La nueva portavoz, por ejemplo, es presentada como un movimiento. Hacia la moderación, etc. Si bien, si uno no leyera la prensa de hoy, sino la de ayer, no lo tendría tan claro.

Por aquí abajo, donde nunca se mueve nada, el movimiento llega a golpe de periodismo. Hummm. No sé. Echo de menos un periodismo sin movimiento. Un periodismo que no haga caso de los entrevistados. Que se parta el rabo de la risa cuando el entrevistado hable de movimiento.

lunes, enero 14, 2008

LA MENTIRA

-LA VERDAD. Una becada es un animal extraño. Tiene un pico peculiar. Lo utiliza para meterlo entre la mierda de la vaca, y extraer así unos gusanos blancos que le vuelven majara. En el trance de iniciar el vuelo, una becada, invariablemente, vacía su vientre. Por otra parte, está prohibido cazarla al atardecer, la hora en la que come. Es decir, la hora en la que no vuela. Gracias a todo ello, es el único animal del mundo que, cuando lo cazan está, por tanto, limpio como una patena. Los franceses, no obstante, si encuentran algún tipo de excremento en su aparato digestivo, dan saltitos y, posteriormente, lo extienden sobre una tostada y se lo comen más contentos que un chinche. Se cocina, en todo caso, entero, sin limpiar, equipado de serie. Únicamente se le extrae la molleja. Paul Bocuse explica esta receta, sencilla como un botijo. Se embadurna el bicho con mantequilla. Se mete en el horno, sobre una rebanada de pan. Tras 20’, se saca. Se lleva a la mesa. Se abre. Las tripas, machadas, se depositan sobre el pan. Al que se le agrega, si se quiere, unos cachos de foie. Luego, se procede con la becada dispuesta sobre un plato. El resultado es sencillo y épico. Como casi todas las cosas sencillas.

La becada es un animal extraño. Yo lo conocí una noche extraña. A las tantas de la noche, en el Drolma, que estaba chapado, en una conversación que duró horas con Fermí Puig. Hablamos de política, de literatura, del Barça, de lo bueno que están los gin-tonics en un restaurant cerrado y, finalmente, de la becada. Fue un momento de plenitud. Cuando me iba me regaló un tesoro que, posteriormente, aumento mi curiosidad ante la bestia. Y mis anhelos de plenitud.

Un día quedé con un amigo para irnos a comer una becada. El plan era a) ir a comer una becada y, posteriormente, b) hablar de la vida, de política, de literatura, del Barça, de las señoritas, de lo bueno que están los gin-tonics. El planete era recuperar y ampliar un momento de plenitud, de amistad, de verdad. Lamentablemente, mi amigo llamó para aplazar la cita. Se encontraba mal. Luego se encontró peor. Finalmente, murió. Lo que, a su vez, supuso, ahora que lo pienso, otro momento de amistad y de verdad, un momento de estar frente a ti mismo, en fin, muy parecido al que pretendía con la becada. Fue, también, alrededor de un cadáver. Pero todo fue sensiblemente diferente y en la dirección no prevista.

-LA MENTIRA. Decidí no ir nunca jamás en mi vida al resturant que teníamos previsto. Un restaurant que ha levantado una estrellita michelín gracias al tema becada. La idea ahora era conseguir una becada y cocinarla yo. “Como los griegos”, que decía Goethe. No se produciría el momento de verdad y de certeza deseados. Pero me metería una becada. A ver qué. La llamativo del asunto es que eso es legalmente imposible.

La ley no impide cazar becadas. Se cazan. À gogó. En Europa Occidental casi no quedan. Por lo visto el gran filón ahora es Rumanía. Tanto que, por las calles de Bucarest, me dicen, resulta peligroso pasear si tienes un careto parecido al de una becada. La ley, en todo caso, impide venderlas. Si quieres una, necesitas un amigo cazador. Que te la regale. Oficialmente, de hecho, los cazadores –esos pollos que no dan ni la hora- regalan las becadas a los restaurantes. Como han podido observar en estas líneas, mis amigos no son cazadores. Todo lo contrario. Se mueren. El único sitio donde se puede hacer normalmente lo que todo el mundo hace de estranjis –comprar una becada a la luz del día, vamos-, es en el País Vasco. Cada año, en la parada de la Boquería en la que compro la caza, en un momento dado pongo cara de tonto y digo: “oiga, ¿tienen becadas?”. Indefectiblemente me dicen que no, que lo impide la ley. Salvo en el País Vasco, etc. Bueno. Esta mañana he hecho el mismo ritual de cada año. Pero con la cara más de tonto, en lo que empieza a ser algo preocupante. La señora, a su vez me ha mirado, ha cambiado su expresión de todos los años, y me ha dicho: sí. Posteriormente, ha ido más lejos y me ha dicho: tengo todas las que quiera. Me he llevado una. Regalada. La tengo en la nevera. Me la cenaré el viernes. Yupi. Estoy tan contento que dejaré de escribir unos instantes y me iré a mirarla en la nevera. Hola. Ya he vuelto. Es preciosa. Creo que le gusto.

Hummm. Los momentos de verdad, de plenitud se espacian. Y son cada vez más crueles. Los momentos en los que la mentira son el entorno, como comprar comida que está prohibido comprar, pero no ingerir –un concepto de comida muy parecido al tabaco, ahora que lo pienso; un concepto de comida muy parecido a un amplio volumen de ideas que van apareciendo por aquí-, aumentan. Tanto que se debe de ser muy astuto para vivir un día corriente sin volverse loco. Es decir, sin considerar normal todo lo que ya es absolutamente normal.

Otro humm: Me he pelado el libro de George Lakoff que me recomendó un lector. Anónimo, creo que era su nombre –nota: le felicito efusivamente por su Cantar del Mío Cid. Muy bueno-. Tal y como ven, me tomo sus recomendaciones como espero que se tomen las mías cuando intento venderles una becada. Ignoro aún si la lectura del libro, realizada este finde, supone un momento de verdad, como el de comerse una becada con un amigo que ya no existe. Creo que necesitaré ayuda. Mañana les hablo al respecto.

viernes, enero 11, 2008

EL PAÍS EN EL QUE BARTLEBY Y EL MARKETING SON UNA BICOCA.

Hola. Qué frío. Brrr. Bueno. Al tajo.

La semana pasada fue lo del cumple del rey. La cosa se celebró como cualquier evento de interés estatal -tenemos la tira; bodas, bautizos, atentados-. A saber: paralizando la información y emitiendo información al respecto. La información al respecto consistió en chorrocientosmil pollos hablando del rey. Curiosamente, y como siempre, todos tenían la misma opinión. El rey es la pera, etc. Como ha sucedido, por otra parte, con cualquier rey vivo y con curro a lo largo de la historia. Incluso Fernando VII o Isabel II, recuerden, fueron en su día lo más. Con los reyes, en fin, sucede un poco como con las ex. Antes de ser ex, son una joya.

Anyway. Si tenemos en cuenta que ni siquiera el jamón gusta a todo el mundo, observaremos que chorrociestosmil pollos diciendo lo mismo, desluce y resta crédito a lo que dicen. Una multitud diciendo lo mismo equivale a no decir nada. Lo que es, ahora que lo pienso, una imagen que puede ser una metáfora de lo que se dice a diario. La imagen, por el mismo precio, puede servir para ver como una cultura, fundamentada en la igualdad, en el terror a decir algo diferente, se organiza. A través del marketing. En un canal televisivo, por ejemplo, vi a chorrocientosmil pollos decir lo mismo del rey. Cada uno de los chorrocientosmil pollos –lo más granado de nuestra cultura, de nuestro periodismo, de nuestra economía-, aportaba, no obstante, una actitud diferente. Cada actitud modulaba un personaje diferente. El formal, el enrrollado, el serio, el responsable, el que hace ver que dice otra cosa aunque no dice otra cosa, etc. Esa actitud es lo que diferencia cada producto, cada pollo, en un mercado en el que, no obstante, cuesta un huevo diferenciar chorrocientosmil pollos cantando la misma canción.

Hummm. El marketing se ha convertido en una herramienta útil para analizar una cultura que penaliza la diferencia.

miércoles, enero 09, 2008

EL BARTLEBYSMO

Bueno. Resumen de lo publicado. Un padre Salinger y un bebé Salinger tienen distintas y distantes actitudes vitales. Uno calla y otro grita. No obstante, ambas actitudes son vistas como dos políticas de marketing opuestas. Todo ello, en fin, no habla de las actitudes de los dos Salinger. Habla de un mundo que sólo ve lo que ve a través del marketing. A través del arte, la cultura o como diablos se llame, concebido como esfuerzo por alcanzar el éxito.

Salinger, por cierto, aparece en un novela de Vila-Matas. Dentro de un pack de autores que dejaron de escribir. Otro autor que aparece en ese libro es Herman Melville. La última novela de Melville no es otra que Bartleby el escribiente. Antes de escribir esa novela, Melville escribió chorrocientas novelas. También trabajó de ballenero. Los balleneros, en los USA de entonces, eran una suerte de Legión Extranjera. Permitían desaparecer y ganar cierta pasta. Lo que le venía a Melville de perlas. A saber: Melville era un pijo venido a menos, su familia se había arruinado, y debía pagar deudas familiares non-stop. De su biografía se deduce por tanto que, si quieres ganar pasta con cierta premura, escribir novelas o trabajar en un ballenero son dos cosas que se parecen mucho. Bueno. Bartleby aparece cuando Melville está en el dólar. La novela –sobre el silencio, sobre el nada que decir a nadie; un novela, tal vez la primera, sobre la nada-, fue un absoluto fracaso. Y Melville –no tenía nada más que decir, o ya tenía suficiente pasta- no volvió a escribir una línea. La novela, con el tiempo, fue apreciada como lo que es. Un cacharro extraño, valiente, perplejo, único. Se ha traducido à gogó. Existe en todas las lenguas. Aquí abajo, quizás, más.

En la península se publica una reedición anual de Bartleby en, al menos, dos lenguas peninsulares. Existe, vamos. Y se vende con relativa facilidad. Más, desde lo de Vila-Matas. Desde lo de Vila-Matas, el palabro Bartleby ha tenido un éxito y una difusión considerables. Aparece, incluso, en titulares de prensa. Y, con profusión, en artículos de nuestros mejores plumas. La gran frase de Bartleby –“preferiría no hacerlo”-, ha sido utilizada, incluso, por algún intelectual local para definirse públicamente –toma moreno- ante algún tema candente. Bartleby es, pues, sin duda, un fenómeno local absoluto. No existe con tanta pasión en otra cultura. Por lo que debe de explicar algo de nuestra cultura.

Hummm. El marketing es tal vez la forma de crítica literaria más extendida. Posiblemente, también es el punto de partida intelectual para escribir un libro más extendido entre los autores locales. Se podría pensar que el marketing lo es todo. Pero existe el factor humano. A un autor local le puede avergonzar escribir lo que escribe, recibir el éxito que recibe. Le puede y –me consta-, le suele dar reparos su éxito, una vez alcanzado. El hecho de tener una obra que, básicamente, no dice nada. Quizás de ahí viene el culto local, único en el mundo, a Bartleby. Bartleby es una forma elegante de reconocer cierta vergüenza..

Hummm. El marketing no lo es todo. Explica lo que pasa. Pero no el factor humano. El hecho de que a casi nadie le gusta lo que hay. Ni siquiera a los pollos que son lo que hay. Que un producto sea tan parecido a otro a) debe de dar pasta, pero b) debe de crear cierta tensión interna en quién lo produce.

martes, enero 08, 2008

DOS LÍNEAS DE MARKETING Y UN ADN

Hola. EL otro día apareció Salinger en esta su pantalla amiga, etc. Todos los niños y niñas saben que después de –elijan entre a) y b)- a) escribir una obra maestra llamada El guardián en el centeno, y b) montarse en el dólar, se retiró del mundanal ruido. No ha concedido entrevistas, ha combatido intentos de biografiarle, y no consta que haya dado un palo al agua desde entonces. Entonces = mediados de la década de los 50’s. Esta mañana a primera hora es posible que esté vivo. En ese caso tiene 89 años. O 90, que no he mirado la Wikipedia. Si quieren saberlo, ya tienen algo que hacer hoy. Bueno. Lo de Salinger, en todo caso, tiene su miga. Para el tema que nos ocupa. El marketing.

Su retiro, ¿es una apuesta vital o es un ejercicio de creación marca? Es, en todo caso, opinable. Para mí no hay duda. Es una opción personal. Que se entiende más en su contexto –su contexto es, glups, nuestra época-, si nos fijamos en las opciones personales de otro Salinger. Su hijo.
Su hijo es actor. El oficio de actor, en el siglo XXI, es una metáfora del resto de los oficios. A saber: a) se ejerce con todo el cuerpo, b) consiste en actuar, c) en un porcentaje muy alto se relaciona con el marketing. Sobre c): hay, en fin, tantos actores en el mundo mundial, que es imposible organizarlos sobre el criterio de calidad. Para elegir a un Captain America –peli protagonizada, glups, por Matt Salinger-, es muy posible que la calidad del actor no sea un tema importante. Es más, es muy posible que el concepto calidad no sea importante en todo el tramo de producción de toda la peli. O, de glups, de muchas/casi todas las pelis.

Aún ignorando más sobre la biografía del hijo de Salinger que de Salinger, cabe suponer que se dedica a todo lo contrario que su padre. Es decir, a lo contrario del silencio. Lo contrario del silencio no son las palabras. Es el ruido. Por ejemplo, el ruido que produce el Capitán América. Eso no excluye que sus apuestas también hayan sido opciones vitales. Como las de su papá. No obstante, es curioso que la actitud de Salinger senior sea, periódicamente, valorada como una impostura, como un posicionamiento de marketing. Mientras que la de su hijo / Capitán América, sea valorada como la de un un actor al uso. Periódicamente, vamos, se ve en Salinger padre un pionero del marketing, mientras que a su hijo no se le considera un actor. Uno más. Periódicamente, en fin, se somete a sospecha a un Salinger, pero no al otro.

Hummm. Quizás ello explique que, en efecto, el marketing sea algo tan usual en algunas series culturales –cada vez, mayor número-, que no se le ve. También explique que nuestra época tiene dificultades para identificar los posicionamientos personales. Pero pocas para observar los posicionamientos de mercado.

sábado, enero 05, 2008

LOS REYES MAGOS Y LOS NIÑOS

Estábamos hablando de marketing. De lo que, deduzco, debería hablar de marketing. No obstante, hoy les hablaré de esto:

"¿Sabes lo que me gustaría ser? ¿Sabes lo que me gustaría ser de verdad si pudiera elegir? (...) Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura".

Es un fragmento bello y certero. Salinger, El guardián en el centeno, etc. Durante un tiempo intuí que ese fragmento sintetizaba mis anhelos personales. Posteriormente creí que eran mis anhelos profesionales. Luego empecé a comprender que dibujaba los anhelos, a secas, de todo el mundo. En la actualidad, me inclino a suponer que el fragmento –son frases pronunciadas, no lo olvidemos, por un niño, aunque fume y beba-, no describe a un guardián entre el centeno. Describe a un niño más en el centeno. El fragmento, pues, es muy posible que no hable de anhelos. Es concreto e infantil. Habla de lo que en realidad sucede. Estamos en el centeno. Sin guardia. Somos niños. Que fuman y beben. El fragmento podría ser una metáfora de la libertad. Pero hay un precipicio en ella. Es decir, igual es, precisamente una metáfora de la libertad y su dolor. Conforme me acerco al precipicio –los niños nunca se acercan al peligro en línea recta; lo hacemos dando círculos- voy intuyendo que ese es el sentido del fragmento. Y me parece más bello y certero.

Esta noche vienen los Reyes. Por unos segundos, mientras preparo su llegada, ejerceré de Guardian entre el centeno. Pasado mañana volveré a ser otro niño más, aunque fume y beba, en el centeno