viernes, septiembre 30, 2005

CCNN

Veamos, Martínez. Si queremos progresar, vamos a tener que dejar de lado la noción más bien arcaica de canon. Para hacerlo, me parece bien poner en juego las dos nociones alternativas que hemos empleado uno y otro: la de staff y la de la lista de ventas. Una y otra combinadas vendrían a ocupar el espacio y la función que hasta el momento desempeñaba el canon convencional, del que ofrecerían una suerte de remedo. La dinámica es la siguiente: un autor alcanza un cierto éxito, y a partir de ahí el staff cultural lo incorpora a su lista, ofreciéndole una serie de prerrogativas de carácter corporativo que apuntan a asegurar al autor en cuestión unas mínimas cotas de visibilidad a medio y largo plazo. Esa visibilidad prolongada a lo largo de los años es la que produce el efecto engañoso de haber ingresado en el canon, que entretanto ha dejado de existir.
En el principio, siempre está el éxito. (Y el éxito, allí donde no existen instancias críticas y la academia carece de peso real, es siempre el éxito comercial.) Y desde ahí, se suele acceder al staff, lo cual tiene por efecto “canonizar” ese éxito. Si un autor no se apresura a dar este paso, se expone ciertamente a padecer lo que tú denominas el Síndrome Gironella. Podría ser el caso, por ejemplo, de Pablo Tusset, el de Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, de quien no tengo datos de que haya ingresado en ningún staff, ni tampoco de que haya repetido el éxito. Pero entretanto el staff está lleno de tipos como Pérez Reverte, Lorenzo Silva o Ruiz Zafón, de autoras como Rosa Montero o Ángela Vallvey, y de ninguno de ellos cabe temer que padezcan el Síndrome que tú mencionas, por bien merecido que se lo tengan.
Propongo dejar de lado esta cuestión (staff/canon) hasta no haber delimitado previamente otras más determinantes, que contribuyen a resolverla. Una de ellas la apuntas cuando te animas a decir, tan campante, que “la CT es, tal vez, la única y gran aportación de la izquierda a la Transi”. En cierta medida, yo también pienso que es así. Y puesto que el pretexto de este intercambio lo constituye mi carpetita de fin de curso titulada Trayecto, me gustaría que colgaras aquí el artículo titulado “Troya festejada”, que nos daría que hablar en esta dirección. Luego te lo paso digitalizado.
Ahora bien: entiendo yo que esta que tú señalas no es ni mucho menos la única aportación de la izquierda a la Transición. Hay al menos otra aportación tanto o más importante que esta: me refiero ahora el enredo formidable del Estado de las Autonomías, del que nos queda aún mucho por salir y que ha tenido efectos letales sobre nuestra cultura. ¿Te animas a que hablemos de ello, en días tan apropiados como éstos en que se consensúa el proyecto de Estatut catalán? De éste dices tú que no es un objeto no-TC. Pero yo veo cómo un parlamento suspende sus debates durante tres horas y media para que los líderes de los partidos pacten en privado el acuerdo al que no han llegado hasta el momento. Si esto no es CT, me temo que es algo mucho peor.
Lo que me gustaría es que en los próximos días nos esforzáramos en ligar el concepto CT, tal y como tú lo has venido acuñando en tu puto blog, con el concepto CCNN (culturas nacionalistas), a fin de averiguar en qué medida una y otras son cosas distintas e interdependientes, o si más bien se enfrentan y se cuestionan mutuamente. Me tienta empezar yo mismo dando mi propia versión de los hechos, pero como se me acaba el tiempo y el espacio te paso a ti la pelota y te hago esta simple pregunta: tú, ¿qué opinas?

Ignacio Echevarría

jueves, septiembre 29, 2005

EL SÍNDROME GIRONELLA

-STAFF VS. CANON. Dos folios no es nada. Así que voy al tajo. Matizaciones de lo tuyo y de lo mío. Un Staff no es un concepto empresarial. Es un concepto ejecutivo. Cuando aludo a que España tiene Staff y no canon, aludo al hecho de que los chicos y chicas del canon actual, participan de la gestión del canon actual. Son, así, en parte sus ejecutivos, su staff. Es decir, no sólo promueven y elaboran una cultura sin conflictos, sino que velan también para que así sea. Lo cual, a su vez, es una dinámica absolutamente agresiva, si bien silenciosa. Implica, por ejemplo, arremeter, sin conflicto ni polémica, contra los conflictivos. Esa dinámica personal, no entiendo por qué no puede ser también de empresa. Las empresas no son de madera. Mira Endesa. Anyway.

-CONFLICTOS SiN CONFLICTO. Los profesionales de la cultura-no-conflicto empiezan a ver, me consta, que una cultura conflictiva les dejaría en la cuneta del canon, si bien no necesariamente del éxito. El canon del éxito es, obviamente, insostenible. Por esa razón Gironella o Salisachs nunca entrarán en el canon del siglo XX. O, en el del XIX, pongamos, Echegaray –Eche Garay, aprovecho para preguntártelo, ¿no será familia paterna tuya, Eche Varría?-. Prueba del algodón –de la idea de que el conflicto supondría el fin de una era / canon-: Juan Goytisolo, tras un artículo publicado hace 4 años –a) un artículo ñoño, en el que reivindicaba un papel para la cultura arcaico, si bien b), y en lo que puede ser un indicativo de la falta de debate en la CT, es tal vez la mayor crítica a la CT publicada-, fue contestado por Rosa Montero, aduciendo –hablo de memoria-, que la literatura española había vivido en democracia un éxito sin precedentes, en tanto sus escritores nunca jamás habían discutido, páramo / panorama al que sería deseable volver. Y al que, zás, se volvió. El Staff del no-conflicto se confunde con Prisa porque ha concurrido, en efecto, en El País. Y sigue concurriendo. Eso es una patología. Pero no es LA patología. LA patología es que no hay dos diarios en los que pueda concurrir el canon. O, lo que es lo mismo, que la derecha no sólo no participa-ó en la elaboración del canon, sino que no ha tenido éxito –por jugar fuera de casa- en la creación de un modelo cultural democrático, si bien el resultante, por cierto, le supone un chollo. LA patología consiste, pues, en que la CT es, tal vez, la única y gran aportación de la izquierda a la Transi, proceso que, por otra parte, fue el gran fracaso de la izquierda. Tu idea, por ejemplo, de literatura desarticulada, viene precedida por dos (auto)desarticulaciones: la de la cultura conflictiva y la de la izquierda, que la elaboraba.

-¿HAY LUZ EN LAS TINIEBLAS EXTERIORES? Todo ello nos lleva a tu pregunta. “¿En la España de Zapatero, ¿existe un canon alternativo al que consagra el Staff de Prisa?”. Matización a): España no es de ZP. Es de la CT. Una CT que, por otra parte, no entiende a ZP. La CT no es sólo El País que, por lo dicho más arriba, ha podido elaborar canon, y no así, pongamos, El Alcazar. La CT es la cultura española. Y su canon. Confundido absolutamente con la CT. Hoy, en El País y en El Periódico aparecían sendos artículos de Ramoneda y de Azúa en los que describían su incomprensión hacia el nuevo Estatut, un objeto no-CT, y al que la CT le costará un huevo describir. Si al final el Estatut se aprueba en el Congreso bajo su aspecto no-CT, no sé quién lo describirá. Ignoro por qué, de pronto, cierta izquierda peninsular emite no-CT en un momento dado. Pero ello me remite a la siguiente patología: la realidad española –incluso la española, vamos- es más ágil que la CT que la describe. Lo cual, a su vez, me remite a otro canon del éxito anterior al actual canon del éxito, formado por chicos cuya función no era el cambio, sino también la estabilidad. Me refiero a los Gironellas -¿The Gironellettes?-, a los que tu sitúas como fundadores del marco de lo posible en la literatura de los 80’s. Y aquí me saco de la maga -para realizarte luego la pregunta del día- el concepto Síndrome Gironella, consistente en lo siguiente: ser pieza clave del canon del éxito hasta ser substituido, cruelmente, por otro canon del éxito, al cambiar únicamente la noción de cultura. Pregunta: El actual Staff / canon literario español, ¿sufrirá el síndrome Gironella, o la CT es la forma definitiva de la cultura de masas –y a secas- española? O, en otras palabras, ¿quién no será Gironella de todo nuestro pack de canon de la actualidad? ¿Por qué? Toma moreno. Mañana como con Juanito donde siempre. Estás invitado, mamón.

miércoles, septiembre 28, 2005

¿HAY ALGUIEN?

Hola a todos. Gracias, Martínez, gracias. Muac, muac. Y gracias también a todos ustedes por estar allí, en sus casas, leyéndonos. Gracias, de verdad. Sin ustedes no estaríamos aquí... O sí, claro que sí. De hecho, nosotros estamos aquí sin saber si ustedes están allí. Y ahora que lo pienso, esto lo explica todo. ¿Que qué es todo? En el blogg de Martínez, TODO es la CT, la Cultura de la Transición, a ver si nos vamos enterando. Y dado el carácter escurridizo —líquido— del concepto, se me ocurre que un buen modo de explicarlo —otro más— consiste en decir que lo que entendemos por a Cultura de la Transición surge, precisamente, a partir de la inseguridad de que haya alguien allí. Del temor a que no haya nadie. Yo mismo, por ejemplo, que he colaborado regularmente durante quince años en el “emporio mediático-cultural” que –como bien apunta Bent Rotter– más ha propagado y rentabilizado la CT, he pasado estos quince años sin tener pajolera idea de si había alguien ahí, de si me leía alguien. Y sigo sin saberlo. Prometo extenderme otro día en lo que eso ha supuesto para mí. De momento quiero utilizar esta idea —la de “¿hay alguien ahí?”— para responder a la pregunta que me hace Martínez. Que me haces, Martínez, pues vamos a volver a hablarnos de tú a tú, dado que nadie nos asegura que nos estén leyendo. (Puede que Bent Rottter sí, de hecho parece que sí, pero no es cuestión de que empiece yo a interpelarlo bajo ese nombre y esto cobre el aspecto de un pub irlandés.)
“¿La cultura española es la única que no tiene canon sino staff?”
Veamos. Lo característico de la cultura contemporánea, en España como en la mayor parte de Occidente, es que ha dejado de constituir un campo de tensiones ideológicas, dicho sea en la más amplia acepción del término. La construcción del canon era siempre producto indirecto de esas tensiones, sobre las que proyectaban una suerte de jerarquía significativa. Esa jerarquía ha pasado a manos del mercado, que para restablecerla impone el éxito como único criterio. El único canon que se reconoce en la actualidad es, cada vez más, el canon del éxito. Y eso vuelve todavía más angustiosa la pregunta de si “hay alguien ahí”.
En un cultura desarticulada, en la que no existen interlocutores reconocibles, ni voluntad alguna de interpelación, la única respuesta a esa pregunta la ofrecen las listas de ventas, o de audiencia. En los casos de un novelista, de un locutor o de un cantante, esa respuesta resulta bastante inequívoca. Pero en el caso de la mayor parte de lo que tú llamas “comunicadores” esa respuesta tiene un signo corporativo. Quiero decir que quien hace la pregunta sólo obtiene respuesta entre sus propios colegas. “Sí, Martínez, te escuchamos.” “Vayas cosas que dices, Martínez.” “Muy gracioso, Martínez.” “Martínez, esta vez te has pasado.” “...” Etcétera. Y por ahí es por donde se introduce principalmente, entiendo yo, la noción de staff.
No estoy seguro de que el staff venga a cumplir exactamente las funciones del canon, ni en España ni fuera de ella. Pienso más bien que el staff constituye el modo en que los medios de comunicación, principales instructores del nuevo canon del éxito, tratan de institucionalizarlo en beneficio propio. O por decirlo a la inversa: el modo en que el canon del éxito coloniza los medios de comunicación. En cualquier caso, el staff no deja de constituir una categoría empresarial, en tanto que el canon ha pasado a ser una categoría comercial. Las dos cosas son parecidas, pero no son lo mismo. En el staff permanecen todavía las relaciones de poder, la jerarquía.
Me temo que, como es propio de mí, me estoy liando. Lo que pretendía era cuestionar el supuesto que sostiene tu pregunta. Una vez hecha esta matización, sobre la que quizá podamos pasar de largo, paso a responder: No. La mayor parte de los fenómenos característicos de la CT son fenómenos característicos de la cultura de masas, de la que la CT viene a ser la adaptación española. Ahora bien: si tú puedes hacer esta pregunta es porque lo peculiar de la CT es que, tal y como se nos aparece, viene a ser en amplia medida producto de un solo “emporio mediático-cultural” (gracias, Bent), que ha contribuido a conformarla, y es el peso enorme de este emporio (PRISA, ya está bien de eufemismos), que por si solo monopoliza casi la CT, lo que invita a pensar que el staff remplaza al canon. Quizá como en ninguna otra cultura europea, u occidental, la española sea, en la actualidad, la cultura de una empresa, que oficia en este caso con funciones de Estado. Me remito a dos consideraciones sobre las que me extiendo abundantemente en mi libraco, a partir de sendos textos de Juan Benet y de Rafael Sánchez Ferlosio. La primera apunta a la Cultura de la Transición como la primera, en la historia de España, en la que los intelectuales se incorporaron, en bloque, a la empresa del Estado (bajo el banderín de la democracia). La segunda denuncia la cultura resultante como “un invento del Gobierno” (“La cultura, ese invento del Gobierno”, declaraba desde el título un extraordinario artículo de Ferlosio de 1984). En la España de Zapatero, ¿existe algún canon alternativo al que consagra el staff de PRISA? Esa es mi pregunta, Martínez. Ya cuando te vea te pegaré una colleja por las cosas que dices de mí. Y saludos para Bent.

Ignacio Echevarría

martes, septiembre 27, 2005

LES PRESENTO A IGNACIO ECHEVARRÍA

-PRESENTACIÓN A). Ignacio Echevarría es -¿era?- el crítico más influyente en la plaza. Una plaza en la que, por otra parte, y según la última encuesta del gremio de editores -o cómo se llame-, la crítica sólo modulaba un 2% de las decisiones en la compra de un libro. El concepto "influyente", por lo tanto, se debe de traducir al castellano CT para poder saber qué significa. Supongo que, en ese sentido, significa una influencia en la CT -la CT, una dinámica en la que la crítica no sólo no es necearia, sino contraproducente, por una contradicción o un complejo de índole interno, cercano a la vergüenza torera, valoró como pertinente el discurso de Eschevarría. "Influyennte", empero, también en significa una influencia no-CT en la cultura. El discurso crítico de Echevarría, personal, arbitrario y parcial -que es lo que se debe de exigir a un crítico; y, en general, a todo el mundo que desarrolle un trabajo intelectual; salvo si trabaja en la Audiencia Nacional-, era a la vez reconocible, deconstruible, argumentable. Es decir, producía el diálogo y, a la vez, era una de las regiones del diálogo. Su recepción no-CT y, cada vez más, su decisión de emitir no-CT, le llevaron a protgaonizar a finales del año pasado lo que sin duda ha sido la mayor polémica cultural en la historia de la CT. Se trató de una polémica en la cual invirtió pocos recursos –una carta; pueden ver aquí el texto, así como todo el pack de textos resultantes-. Lo cual puede orientar sobre su capacidad para gestionar ideas, y orientarlas de forma económica hacia la mejor línea –de flotación-. La polémica, se ha de señalar, adquirió la estructura de polémica cultural CT. Es decir, no la hubo. Existió fuera de los medios -es decir, estuvo por ahi en medio durante unos días-, y más en medios de nueva tecnología –Arcadi Espada, en ese sentido, fue quién llegó más lejos e hizo más dibujos a través de la polémica, que es para lo que sirven las polémicas-. En tanto que polémica CT, la polémica fue rápidamente instrumentalizada. Los chicos de Libertad Digital hicieron lo que pudieron. La Jiribilla, revista cultural cubana, pues también, haciendo aparecer la opinión matizada de diversos intelectuales españoles –aquí el menda entre ellos-, en lo que resultó un debate que, por las reglas del juego buen-rollistas, antipolémicas y estabilizadoras de la CT, hubiera resultado imposible realizar y organizar en España. El debate cubano está reproducido, empero, en un medio español. Reproducido, pero no recreado, ampliado o multiplicado, en lo que puede orientar aún más sobre la incapacidad de nuestra cultura ante la polémica. Es decir, ante la divergencia. Me parece que la polémica fue zanjada, en la medida de lo posible, por Juan Goytisolo, en un artículo en el que aparece una forma matizada de CT, quizás la formulación más chachi y a la izquierda posible de la CT –esa cosa asfixiante hacia su derecha o su izquierda-, y que posiblemente se haya convertido en la Vulgata que resume para el gran público la polémica / no-polémica. Es decir, el mayor cuestionamiento que ha habido en la plaza a la CT, y que cambió pocos hábitos de la CT al desarrollarse en plena plaza del pueblo de la CT.

-PRESENTACIÓN B). Echevarría es también el autor de Trayecto, un pack de reseñas aparecidas a lo largo de 15 años. Y un prólogo un tanto espectacular. El prólogo es, en parte, una explicación a la Gestión del Espacio –GE, vamos-, un concepto que ha aparecido de rasqui en el blog, que no puedo aún verbalizar mucho, pero que empiezo a intuir que es definidor para establecer quién y qué es CT y quién y qué es no-CT. Verbigracia: el comunicador –CT como un pino-, practica la Gestión de la Imagen –o, así a lo rápido, gestión de recursos de marketing para promocionarse a través de sus trabajos en prensa-, mientras el pollo no-CT practica la GE. La GE precisa disponer de cierto aparato, de cierta cosmovisión y de cierta poética ante los medios de comunicación. En su explicación a su GE, Echevarría me recuerda a sus antípodas. Es decir, a Jardiel. En algún ensayo en el que demostraba como una comedia de éxito suya no era tal.

Posteriormente al caso de la cosa GE, inicia un balance ante la literatura española que le ha tocado currar. Esa micro-región de su micro-prólogo ofrece una serie de meditaciones y asociaciones rápidas, con pinceladas. Son golpes de lógica y de meditación eléctrica, bien aprovechados y poco desarrollados. Sorprende, empero, la hasta cierta manera novedad de algunos puntos de vista. Libros gansos sobre la Literatura Española en la Transi –no sé; el volumen de Historia y Crítica, Fusi y, en menor medida, Mainer-, ofrecen menos inputs en mucho más espacio. Verbigracia: al (casi) analizar la literatura de los 80’s, ofrece la siguiente epifanía: no se diferencia mucho de opciones presentes en la sala. Ok, ya se ha comentado en otras partes que la Transi de la Literatura se produjo en pleno Franquismo, argumentando ello en Gimferrer, Montalbán, Marsé, Benet, Mendoza, los Goytisolo, Azúa. La novedad del punto de vista Echevarría al respecto consiste en ser menos épico: la novela de los 80’s no va, formalmente ni en ningún otro sentido, más allá de los márgenes establecidos por escritores opuestos a los que, hace un tris, he citado. Verbigracia: Gironella, Salisachs, o, glups, Torcuato Luca de Tena. Posiblemente –no los he leído- justamente olvidados. El triunfo –aún no contestado, aún no pitorreado- de los chicos de los 80’s, ilustra la mecánica de la contestación y del pitorreo por aquí abajo. “Estos libros” -de autores de los 80’s-, “debido a la confusión que fomenta la industria editorial, y debido a la inexistencia de una crítica fiable, empiezan a ser valorados y considerados conforme a criterios que no les corresponde”, va y dice el pollo.

Echevarría realiza un esbozo de la literatura de los 80’s –que corresponde a una prolongación del concepto “la cultura como fiesta”-, y de los 90’s, en los que se produce una vuelta a “las viejas convenciones del realismo y del costumbrismo, aderezado en ocasiones, para más INRI, con un preciosismo estético que en ningún momento, y hoy menos que nunca, ha dejado de constituir una de las más constantes lacras de la narrativa española”. Señala como autor y libro fundacional de esa tendencia a Muñoz Molina y a El jinete polaco. Sea como sea, Echevarría opina que las nuevas incorporaciones a la literatura en los 90’s confieren a la narrativa española “un buen nivel medio”. Si bien un nivel medio que patenta cierta “desarticulación”. Desarticulación, ampliación: ausencia de “tensión” en “los vínculos (…) que unen a un novelista con la obra de sus predecesores como de sus contemporáneos”. Vamos, que la literatura española carece de pasado y, por tanto, de herramientas para ponderar el presente, “algo que no puede dejar de asociarse con la concreta deriva que en España adoptó la transición democrática”, que “se consumó mediante un pacto de silencio”. Es decir, de no-pasado. “La ruptura con el pasado que se juzgó imprescindible para refundar la convivencia, tuvo a menudo efectos de retroceso. En el plano de la narrativa (…) supuso la reiteración de muchos recorridos que ya se habían hecho; la celebración como novedad de muchas cosas que no lo eran”. Ejemplo de celebración de la notoriedad es la joven narrativa de los 90’s, que “se define en función de criterios que son casi estrictamente sociológicos”, y como un “voluntarioso intento, por parte de la industria editorial, de mantener y prolongar un statu quo”. La denominada desarticulación de la literatura española va, empero, más lejos. La literatura “está también desarticulada en relación con la sociedad a la que va dirigida”.

El caso de la cosa, incluso “lo que se la narrativa española, tiene que ver con lo ocurrido” en la Transi, “y poco ya, o nada, con lo ocurrido durante el franquismo”. Y aquí Echevarría va y saca los conceptos a) “transición cultural” y b) “cultura de la transición”. Donde a) sería “un programa (…) de medidas culturales que, como ocurrió en la política, habrían aspirado a subsanar el grave déficit” cultural. “Pero esto es algo que no tuvo en absoluto lugar”. Lo más parecido que se ha producido en la sala ha sido “un tránsito acelerado: el que condujo desde una cultura todavía de postguerra (…) a la intemperie más dura y pura cultura de mercado”. El concepto b) “aludiría al modo en que, en lugar de rearmarse críticamente de cara a las nuevas formas de poder, la cultura española, en su conjunto, se habría aupado sobre éstas, conformándose con un papel de simple comparsa en los procesos de transformación”. “Lo propio” –glups- “de la Cultura de la Transición sería la precipitada liquidación de un concepto resistencial de cultura a favor de un concepto (…) festivo y ornamental”. “Es determinante en el nuevo orden cultural surgido tras la muerte de Franco la nueva alianza entre cultura y poder, tradicionalmente enfrentados” (…) “y de pronto congregados”. En ese sentido, la victoria del PSOE en el 82 supuso “el alineamiento de la mayor parte de los efectivos culturales con la empresa del Estado”. Echevarría sitúa en ese momento el fin de las líneas de renovación en la literatura, aparecidas en los 60’s. EN la cultura como fiesta, desapareció “lo social” por “lo sociable”. Y ahí nació “el canon del éxito”, “canon que es el que impera en la actualidad, con efectos allanadores de toda jerarquía literaria, por cuanto es capaz de situar en un plano autores distintos como Marías, Pérez-Reverte, Cercas, Grandes o Ruiz Zafón , (…) todos ellos considerados autores de un mismo rango”. La narrativa sociable es una escritura “adaptada” a la sociedad, e “incapaz de contrastarla, de impugnarla moralmente ni cuestionarla”.

La última micro-región del texto, Echevarría vuelve a retomar, en el caso de lo hubiera dejado de intensificar, el tema de la GE. Explica la evolución que, como crítico, le ha conducido al silencio. Como en una novela sociable de Vila-Matas, pero a lo bestia y sin preciosismos. La cosa se debe a dos razones: a) y b). A) es “la ausencia de una perspectiva en atención a la cual organizar la narrativa española” desarticulada. “Sólo la insistente comparación con la tradición cancelada, el incordiante señalamiento de los niveles ya alcanzados, ofrece una posibilidad de actuación a este respecto”. Y B) “tiene que ver con el riguroso confinamiento de la institución literaria fuera de todo ámbito político, con la consiguiente alarma ante cualquier intento de invocar lo político en el marco del reseñismo”. “”Entiendo que mi evolución como reseñista queda determinada (…) por mi progresiva inconformidad con estos dos obstáculos de partida” –a) y b)-, “inconformidad que (…) decide mi fortuna y mi fracaso en cuanto tal”. Posteriormente, Echevarría explica casos –y el caso- de GE en su campo. Y de cómo acabó de campo y playa. Un posible punto c) de distanciamiento de Echevarría ante la Cultura –es decir, ante la CT, que no hay otra-, es la soledad. “La dinámica perversa” –cultural o económica- “queda agravada por el sentimiento de soledad que infunde el rasero tan distinto que el crítico ve emplear a su alrededor, con menoscabo constante de su empeño”. Pélense, en todo caso, el prólogo y superen o recorten mi lectura.

-PRESENTACIÓN C). Echevarría, por otra parte, es mi amigo. El concepto amistad es, en la CT, pornográfico. Remite a un mercado de favores, que a su vez remite al mercado, a secas, por lo que seguidamente matizaré el concepto. Gracias a la emisión y recepción de la amistad, he elaborado con mi amigote discursos cómplices en el mundo de las ideas. Y en el mundo, esa cosa tan dura. Cuando me voy de cenorrio con él el resultado es un pitote, pura rumba, una atmósfera que, en fin, me gustaría traducir a lo largo de la polémica que vamos a iniciar. La explosión de ideas no calculadas es, en fin, una juerga. Y la piedra angular de la amistad. Cuando aparecen ideas no calculadas en una conversación con un amiguite –o con una amiguita, esa otra disciplina-, el resultado siempre es espectacular. Si bien, por otra parte, no siempre es traducible a palabros claros y de significado colectivo. A ver si nos sale en esta ocasión.

-A VER SI NOS SALE.
El objetivo de la polémica –que no creo, por otra parte que sea tal; ambos emitimos desde la no-CT; supongo que lo saldrá será una descripción polémica, si bien no descarto polemizar con Echevarría; ustedes no conocen a ese mamón- consistirá en hacer un dibujo de la CT a partir de una estructura simple. Uno presentará una pregunta, el otro una respuesta y una pregunta. Y así. Las reglas del juego son las siguientes –va por usted, Echevarría-: los textos deberán estar colgados antes de 24H respecto del texto anterior. Quién se duerma en la parra paga cenorrio. Ocasionalmente -y la menos por mi parte- interrumpiré el diálogo para hablar de algo que afecte al blog. No más de dos folios por dosis. O cenorrio. En tanto que polémica no-CT, es posible y lícito utilizar nombres propios, parcialidad, beligerancia y todo el pack de recursos franceses / republicanos ante la cultura. El lector está invitado a participar. Ignoro cómo. Ya encontrará una solución. La cadena lógica de las preguntas irá, digo yo, surgiendo a partir de la primera. Que lanzo aquí seguidamente. Ahí va. Silencio. ¿LA CULTURA ESPAÑOLA ES LA ÚNICA CULTURA EUROPEA QUE NO TIENE CANON, SINO STAFF? Tic-tac.

lunes, septiembre 26, 2005

LA DURACIÓN DE LA MUERTE

-UN POCO DE MAGNO ES MUCHO. Alejandro Magno, después de invadir Babilonia, se reunió con los chicos listos de Babilonia y los mató a preguntas sobre el sentido de la vida. La pregunta más bestia que se ha conservado es la siguiente. Siguiente: “¿qué hay más, vivos o muertos?”. La pregunta ha vivido tanto tiempo por el carácter de superproducción de la respuesta. Un sabio le respondió: “Vivos. Muertos no hay”.

-ME VIVO EN TUS MUERTOS. Miren a sus lados. A menos que vivan encima de un cementerio indio, en efecto, no verán ningún muerto. Quizás es la gran diferencia entre la vida y una de las grandes regiones de la vida. La cultura. Una cultura es, básicamente, la gestión de la muerte. Es decir, de los muertos. Es más, los muertos son los pobladores básicos de una cultura. La literatura, de hecho, es un algo formado por obras de muertos y por obras de vivos que, en plan guija, dialogan con los muertos. Curiosamente, y por otra parte, este fin-de he tenido varios contactos con la muerte. Lo cual me ha llevado a varias meditaciones sobre el caso de la cosa. Se trata de pensamientos sobre la muerte en la vida –esa cosa donde no hay muertos-, y la cultura –esa cosa donde, para el caso, sólo hay muertos-. No se vayan.

-CONTACTO CON LA MUERTE A). Me voy a Ullastret, Empordà DF. Con mi bebé. Que aún no sabe decir Ullastret. El primer paso –yo pasé por ahí- consistirá en que, dentro de unos meses, empezará a denominarlo Pollastret –cast.: Pollito-. Y yo me reiré con la boca llena de dientes. Bueno. Ullastret / Pollastret es un poblado íbero que tira de espaldas. Estaba edificado encima de una laguna y se integraba en el paisaje formando una belleza inaudita. Como México antes de la llegada de los españoles, que se emplearon a fondo con la laguna. Lo que invita a pensar que España, en algún momento de su historia, fue invadida por españoles. El caso es que en el museo del poblado íbero vuelvo a ver una imagen de la brutalidad íbera -¿fueron los íberos los invasores furiosos que desecaron las lagunas?-, consistente en cráneos de ajusticiados íberos. EL sistema de ejecución consistía en insertar en la cabeza del ajusticiado un clavo. Cada uno de los cráneos con clavo expuestos es, pues, la exposición de una brutalidad y de un drama. Un drama que afectó al usuario de un cráneo. Y a su mamá, a su novia, a sus hijos, a sus vecinos, a sus amigotes. Un drama, por otra parte, acaecido hace 2.000 años. Es decir, un drama inexistente. Que te pilla lejos y en el que es imposible involucrarte. Lo que, delante de un cráneo con un clavo, me lleva a hacerme la siguiente pregunta: ¿cuánto dura la muerte? Vale, no hay muertos. Hay sólo vivos. Pero, ¿cuántas generaciones pueden vivir el hecho de un antepasado al que alguien le clavó un clavo en la cabeza? Contemplo a mi bebé. Pasa tres pueblos de las calaveras ajusticiadas. No sabe lo que son. Por lo que no entiende el adagio de Ramón que va y dice “cuando miramos una calavera jamás pensamos que fuese una mujer”. No obstante, se mete un dedo en la nariz. Lo que también le remite a Ramón: “los niños se sacan las ideas de la nariz”. En la formación de mis ideas pesaron otros muertos íberos, con el mismo apellido que mi bebé, a los que no conocí, y que fueron ajusticiados con un clavo en la cabeza en una cuneta, en un cuartel, en un campo de Austria. ¿Esos cráneos existirán para él o serán una brutalidad tan lejana como los cráneos que ahora tenemos frente a nosotros? ¿Se los sacará de la nariz algún día? ¿Cómo? ¿Con que herramientas? ¿Qué modulará con ello? Y, en fin y otra vez, ¿cuánto duran los muertos?

-CONTACTO CON LA MUERTE A). Restaurant. Me encuentro con un niño al que hacía 30 años que no veía. Ya no es un niño. Tiene 40 tacos. Se afeita. Me lo encontraba cada verano. Siempre iba rodeado por dos amigos más. Un chileno recién exiliado y un chico de Barcelona, absolutamente frágil. Pregunto por ellos. Uno, tal vez el que más he deseado ver en estos 30 años, ha muerto. Cuando me lo dice se me eriza la piel. También, me consta por su expresión, la de mi interlocutor. Escasos segundos. Luego, se relaja y me explica que nuestro amigo murió hace 15 años. Ese dato, y de forma incomprensible, también me atenúa el dolor que acabo de recibir. He recibido una noticia de muerte, sí, pero atenuada por 15 años de mitigación del dolor. Lo que me lleva, nuevamente, a la pregunta del millón. ¿Cuánto dura la muerte?

-CONTACTO CON LA MUERTE C) A unos kilómetros de Ullastret / Pollastret se han iniciado excavaciones. Están buscando cráneos de íberos con clavo. Ejecutados en 1939. Todo el mundo, desde aquella fecha, sabía donde estaban esos cráneos. Y quién les insertó el clavo. No obstante, hasta ahora no se ha intentado desenterrarlos. Lo que invita a pensar que, si ahora son desenterrados, es porque pueden ser observados con el distanciamiento que tienen los cráneos con clavo al uso 2.000 años después del martillazo. La fosa común de íberos y clavos del siglo XX posee, por tanto, un record europeo. Ha fosilizado en 70 años. En 70 años ha realizado el periplo que otros despojos realizan a lo largo de 2.000 años. EL desenterramiento de aquella matanza traerá las mismas repercusiones políticas y culturales que los realizados en una necrópolis íbera. ¿Cuánto dura la muerte?

-CONTACTO CON LA MUERTE D). La cultura disponible en la sala presenta dos originalidades. Es consecuencia directa y lejana de un genocidio. Soy muy prudente con las palabras. Jamás sobreactuo con palabras yuyu. Como el palabro fascista, que sólo se puede aplicar, en efecto, a lo que ampara el sustantivo, por más indignado que uno esté. Por eso mismo, intento reservar el palabro genocidio para las situaciones que lo merecen. Por lo que creo utilizar la palabra correcta cuando opto por la opción genocidio para aludir al cambio cultural acaecido tras la guerra civil. Un cambio cultural que impidió la inclusión en la cultura de varios siglos de muertos. Impidió el diálogo con los muertos. Y, en fin, supuso una ruptura de la tradición –una ruptura con los muertos, vamos-, sin paralelismos en Europa. La segunda originalidad sucede a partir de los 70’s –quizás más en los 80’s-, cuando en pleno proceso de a) internacionalización e industrialización de la cultural, y de b) transición democrática, se decide aplazar indefinidamente aquel problema cultural anterior. La cultura –esa cosa llena hasta los topes de muertos- decidió seguir sin muertos, para que la vida –esa cosa sin muertos- tampoco se llenara de más muertos que los necesarios. La CT, una cultura sin muertos, como en Babilonia, pero también sin muertos culturales, es decir, sin una tradición de continuidad con el pasado, ya no es un fruto del fascismo. Es una consecuencia / una visualización de la democracia y del proceso y la forma con que vino por aquí abajo. Nuestra cultura carece de muertos, para colaborar al hecho de que España es, en el contexto europeo -continente tan dado a la masacre política durante el último siglo-,el biotopo con menos muertos. ¿Cuánto dura un muerto? ¿Y por aquí abajo?

-PERO, ¿HUBO ALGUNAS VEZ 20.000 MUERTOS? La idea básica del párrafo anterior me suena. A ver. Humm. Sí, la he leído en un texto. Hablaba de la narrativa española actual. Tal que así: “sea lo que sea la narrativa española, tiene que ver con lo ocurrido en este país durante la Transición, y poco ya o nada con lo ocurrido con el Franquismo”. La sentencia –tan poco típica dentro del punto de vista estadístico empleado por los chicos listos locales en el trance de hablar de los logros culturales de la Transi- es de Ignacio Echevarría, el pollo con el que iniciaré próximamente un debate en éstas páginas. Es más, mañana les presento a Echevarría y pasado empezamos. Palabrita. Se tratará de hablar de la literatura de un país en el que –y me respondo a la pregunta retórica que me he planteado reiteradamente y anteriormente-, la muerte no dura nada. Salvo que pueda ser instrumentalizada en un proyecto político. COmo sucede con su cultura. De manera que, tal vez por lo mismo, vivimos en el único país del mundo en cuya cultura no hay muertos. Y en su vida no hay más muertos que los verbalizables por una cultura sin muertos anteriores a 1975. ¿Muertos en nuestra cultura y en nuestra vida? Quizás, únicamente, Cervantes cada 100 años.

Nos vemos mañana. Echevarría, ve haciendo ejercicios de calentamiento.

viernes, septiembre 23, 2005

CT E I+D

-CAZA DE BISONTES I+D. Disculpas. Estos días no he estado al quite. He estado cazando bisontes como un poseso. Concepto cazar-bisontes, ampliación. Consiste en salir de la cueva y volver a ella con un bisonte lo antes posible. Cuando vuelves, comes bisonte como para una boda y, posteriormente, practicas danzas rituales, en las que explicas a los usuarios de la cueva –pueden ser, también, cuevas monoparentales; un pollo que vive solo practica la danza del bisonte solo, mientras se mira en el espejo en el trance de afeitarse-, lo que te ha costado cazar un bisonte. La vida, en fin, gira entorno del concepto cazar bisontes incluso varios miles de años después de la extinción de los bisontes. Las modernas tecnologías, en ese sentido, no han modificado el concepto cazar-bisontes, una disciplina con pocas variantes básicas en el ínterin que va desde cuando se hacía la mili con sílex, hasta esta mañana a primera hora, cuando The Matrix ya va por la entrega decimonona. Hoy, de hecho, les hablaré de unas cosas que me han pasado por la cabeza y que, a la vez, tienen que ver con bisontes extinguidos que nunca se extinguen. Y con The Matrix. No se lo pierdan, que pago yo.

-CT Y NUEVAS TECNOLOGÍAS. El carácter cerrado, claustrofóbico, autártico, inexportable de la CT, un indicio de que es más una formulación territorial antes que una evolución internacional de la cultural española, es su escaso interés en la tecnología, una herramienta cultural como la copa de un pino desde mediados de los 90’s, cuando, por ejemplo, a través de una llamada a París tenías acceso a una Intenet sin Java. Salvo excepciones puntuales. www.libertaddigital.com sería la más notoria. Sería, además, una formulación de cercanías ante la formulación de la cultura en / de la tecnología. Antes que todo eso, la web de marras es un centro de centralismo informativo, en el que una comunidad de receptores, antes que una comunidad de emisores o de dialogadores, recibe consignas ante la realidad a tiempo real. El elemento hi-tec español, en tanto que el más centralizable y controlable, sigue siendo, aquí y en Lima, la tele. De hecho, si se fijan, la tele fue el gran elemento informativo durante, pongamos, el 11-M. Logró, incluso, sentar cátedra. Es decir, punto de vista. A pesar de que la Red estaba repleta de otro punto de vista, más fiable –garantizado por agencias informativas internacionales-, más veloz y más contrastable. La tele, en fin, aquí es la pera. La necesita todo el mundo que quiere practicar CT –el 11-M, lo dicho, la tele practicó CT, es decir, dirigismo cultural, por un tubo-. La necesitan los escritores que formulan CT. La necesitan los cantantes OT, que formulan canciones/novelas CT. Y la necesitan los políticos. Los políticos en el poder, quiero decir. Un político en la oposición puede participar de la CT. Pero sólo puede influir en ella, influir en los mensajes coyunturales de la CT si pilla cacho. Ese hecho tal vez explica la beligerancia política de los políticos con cacho ante la tele. Y eso, a su vez, explica la beligerancia política emitida esta semana por Esperanza Aguirre & The Aguirrettes para acceder a un segundo canal de televisión autonómico. Un segundo canal, por otra parte innecesario –el primer canal no se come un kiki, ni tan sólo ofreciendo lo que se supone que debe de ofrecer una televisión española-. La beligerancia por un segundo canal, empero, ilustra tal vez la única beligerancia tecnológica posible en la CT: el dominio de los medios de comunicación del siglo XIX y XX. La CT y los chicos que la trabajan no se interesan por las nuevas tecnologías en tanto no son interesanrtes: no son dominables, no son centralizables. En defensa de los chicos CT se debe de decir también que, aunque haga pupa, tampoco son medios influyentes y con autoridad. Ahora mismo yo podría declarar la III República desde mi blog y, snif, no pasaría nada.

-DECLARACIONES DE LA III REPÚBLICA. Este blog se encuentra de narices con que la periferia metafórica no sólo no es la no-CT; en ocasiones son también las culturas periféricas peninsulares, en las que, por las duras reglas del juego CT, cosas que han caído de morros en los nacionalismos periféricos pertenecían, antes de que los nacionalismos periféricos fueran la única discusión posible en la CT, a una idea crítica de cultura. Bueno. Las culturas periféricas tienen, por lo general, ideas más cachas ante las nuevas tecnologías. Verbigracia: en Catalunya un colectivo de usuarios ha colado al ICANN –el organismo privado internacional que otorga y niega dominios-, el dominio .cat. El dominio .cat no es el dominio inexistente .ct. Es decir, no es un dominio territorial. Como todo en la CT. Hasta las discusiones de todo tipo. El dominio .cat es un dominio lingüístico y cultural. EL otro día me fui al fútbol con Vicent Partal, valenciano afincado en BCN director de www.vilaweb.com el diario digital en catalán más importante por aquí abajo –una de las 10 webs más visitadas de la Península-, y uno de los promotores y portavoz de la asociación puntCAT, madre de la cosa. Que me formuló la cosa, a su vez, como un ejercicio de globalización y descentralización cultural. Ahí les trascribo un poco la conversación.

-LO NO DOMINABLE NO ES CENTRALIZABLE. “El dominio .cat es un ejemplo de cómo se puede solucionar las cosas de otras maneras. No es un dominio obligatorio, y a la vez no excluye ningún otro. Y eso es muy interesante para los problemas de identidad: con .cat no importan las esencias colectivas, sino la decisión individual.” “Con .cat das a la gente herramientas para decidir. Y eso es lo contrario a la matrícula de coches que impuso Aznar.”. Repercusiones de todo ello en el mundo-mundial: “Hemos creado el primer dominio lingüístico del mundo, y el catalán ha recibido un reconocimiento internacional sin necesidad de Estado, sin necesidad de recurrir al enfrentamiento para acceder a un reconocimiento global”. “Hemos dado una lección al planeta: la comodidad por encima del enfrentamiento”. Hombre, algo de gritos sí que ha habido. “Sí, algunas reacciones han sido del tipo OPA a Endesa. Pero son una metáfora de que el mundo es complejo y la política, en ocasiones simplista. En ese sentido, hemos realizado una innovación absoluta. Y a nivel global. Ha sido una bomba”. Esa bomba metafórica igual ilustra un mundo que ya empieza a ser metafórico: “Hasta ahora el Estado era el único elemento de representación. Eso ya es falso. Microsoft, por ejemplo, tiene algo que ver con la política internacional”.

-LA ZONA DE GRISES. Hablamos de las cosas que pueden no cuadrar en todo este mensaje optimista y luminoso ¿Habrá páginas en castellano con .cat? “El contrato con ICANN especifica que el dominio agrupará lengua y cultura catalana. La lengua es un concepto claro, ¿pero qué es cultura? Ahí empieza la zona de grises, que creo que se solucionará fácilmente”. La zona de grises la clarificará una fundación, en la que trabajarán no más de tres personas. Teorizamos algunos problemas con los que se encontrarán los tres chicos .cat. “Maite Martín” –cantora flamenca que, por así decirlo, no se come un kiki en BCN en tanto que flamenca, y que no se come un kiki en Andalucía en tanto que catalana-, “si quiere, puede optar por el .cat. Pero supongo que no una página consagrada al flamenco en general”. “El concepto clave es que .cat no alude a un territorio. Ser de Barcelona no da más derechos para acceder al .cat que ser de Seatle”.

-UNA METÁFORA DE ALGÚN CONCEPTO TIRADO EN ÉSTE BLOG. Partal, para facilitarme una metáfora del gol colado al mundo a través de .cat me explica que lo importante en el mundo actual es la mirada. Y hace una ecuación que comunica el concepto .cat con el concepto Sánchez Piñol, autor catalán de best-sellers, que ha tirado varios cientos de miles de su último libro en varias lenguas. Le digo que OK, pero que Sánchez Piñol no es una mirada. Es un escritor de best-sellers internacional. Sin mirada. Aunque escriba en catalán o en arameo. Paradójicamente, estamos de acuerdo. Lo que nos lleva a esa idea que va apareciendo periódicamente en el blog: detrás de todos los posicionamientos políticos no-CT, detrás de todos los cambios que contradicen la CT -.cat es uno, lo miren por donde lo miren-, no hay una idea de cultura, unos profesionales de la cultura y unos objetos culturales abiertamente opuestos y beligerantes con la CT. Por ahora, ése sigue siendo el gran misterio del blog, desde el que les saludo. Hola.

lunes, septiembre 19, 2005

DOS BRAVOS PRÓLOGOS DOS

En tanto que esto es un libro –o algo parecido a un libro- extraño, la cosa requiere prólogos extraños. O extrañizar los prólogos. El caso es que, si se fija, periódicamente aparece por aquí un prólogo. Resume, reinterpreta y da cierta lógica a lo escrito hasta entonces. Posteriormente a cada prólogo la lógica y los temas exhibidos cambian, para irse hacia otros temas y otros tratamientos que, siempre y en todo caso, no sé a donde van a ir a parar. Por lo general, paran en otro prólogo. Estas páginas, en fin, carecen de toda estructura. La estructura, así a lo bestia –lo mínimo es también algo muy bestia-, la aportan a) un lema –vamos, dos; los dos que presiden ésta página; si gira la cabeza un pelo para arriba los podrán ver; uno es mi nombre y, el otro es más largo-, b) la periodicidad de los artículos y, c), cierto interés para, a través de todo lo que va apareciendo, intentar descodificar la CT. Bueno. Ha pasado la tira desde el último prólogo. Hoy toca prólogo. En tanto que hace la tira que no les chorreaba con un prólogo, hoy les vierto la tira de prólogos. Alehop.

-PRÓLOGO. TODOS LOS TEMAS PUEDEN SER CT. PERO SÓLO UN TRATAMIENTO. Un colega va y plagia en un artículo periodístico un tema que he tratado en septiembre. Es un tema que a mi me servía para dibujar una tendencia de las culturas occidentales y una seña de identidad como un piano de la CT. Es un tema, por tanto, útil para descodificar la CT. El colega, no obstante, lo utiliza para hacer CT. CeTización del tema no CT: un plagio es, fundamentalmente, estrés para llenar un espacio. Es, por tanto, lo contrario a la gestión de un espacio. Lo que puede apuntar a la idea de que los intelectuales CT no tienen interés por gestionar desde el pensamiento los espacios que ocupan en los medios. Tienen interés por llenarlos, por permanecer en ellos. Quizás esa sea la diferencia entre un comunicador CT y un no-comunicador no-CT. Ni idea. Por otra parte, el colega CeTizaba el tema no CT utilizándolo para explicar un pequeño trayecto sentimental. Vamos, que le quitaba ideología y lo llenaba de sentimentalidad, esa cosa tan presente en la CT y que sirve tanto para llenar un 11-M como para llenar un artículo patatero –en argot periodístico, aquellos que te sirven para comprar patatas y comer otro día- y, en general, aquello que sirve para vaciar de contenido un tema cultural hasta convertirlo en CT. Es decir, hasta conseguir no decir nada molesto. O, incluso, nada, a secas. Antes de empezar a escribir estas páginas, hubiera dicho que mi colega era un cara dura. Ahora, como ven, he ganado herramientas para poder describir que no es un caradura. Es un usuario normal de una cultura. Y de su libre albedrío. La cultura de la que es usuario no penaliza llenar un espacio con material de otra persona. Penaliza no llenar un espacio. Su libre albedrío no penaliza ni su decisión puntual para llenar un espacio, ni su decisión de no ver patológica en todá la dinámica cultural de la que ha participado. También yo he ganado herramientas, por otra parte, para poder dibujar mi subnormalidad. Un subnormal verbalizado gana budismo y pierde crispación, esa cosa que puede invalidar tus puntos de vista extraños. No me pregunten por qué, pero es así. Estos ojos que se van a comer los gusarnos han visto muchos tipos repletos de razón, pero también de una mala leche tan notoria que ya no les veías la razón por ningún lado. Bueno. Espero que, en las páginas leídas y en las que siguen, ustedes también puedan ver algo de su propia subnormalidad, esa cosa que les convierte en usuarios diferentes de una cultura. Para ver nuestra normalidad, hagan como yo y lean los artículos de mi colega, por ejemplo.

-PRÓLOGO. EL AMOR Y LA GUERRA SON CULTURA. Estos días me he releído Historia de la Guerra, de John Keegan –no lo busquen; me temo que está descatalogado-. El libro es la pera. Presenta la guerra como una región de la cultura humana. Como la lencería. Después de esa arriesgada propuesta cultural, el libro está repleto de sorpresas. Verbigracia: en toda la Humanidad y en toda la Historia, sólo hubo una cultura que hizo de la guerra su motivo cultural absoluto. No fue la cultura hitleriana. Fue la cultura de la Isla de Pascua. Sus habitantes llevaron la guerra a un límite absoluto, jamás alcanzado antes o después. Cuando llegaron los europeos a la isla, se encontraron con que casi no había ya isla. Otra sorpresa del libro es la absoluta culturalización de la guerra entre los mexicas. Los mexicas hicieron de la guerra puro símbolo. En sus guerras, por ejemplo, jamás se mataban. Carecían incluso de armas para matar. Sus armas, a lo sumo, hacían pupa. La guerra consistía en ir pillando prisioneros con espadas de madera. La guerra de los mexicas parece bucólica, de patio de cole. Lamentablemente, los prisioneros recolectados en ese tipo de guerra eran posteriormente sometidos a otra serie de ritos, no meros culturales, pero mucho más cruentos. Por ejemplo, a tu mejor enemigo lo convertías en tu hermano. Pasabas con él un año, conviviendo como hermanos en tu casa. Hasta que lo llevabas al templo, dónde lo sacrificabas, te comías su corazón, le arrancabas la piel y la hacías servir como capa hasta que se cayera, podrida, de tu cuerpo. El luto posterior al asesinato del prisionero/hermano era absolutamente riguroso, por lo que tenías que llorar como una magdalena y raparte al cero. Humm. Las culturas son como la guerra de los mexicas. A menudo cuesta ver, en primera instancia, su bestialismo. Y sus víctimas. Como ha quedado claro, había víctimas que durante un año no eran víctimas, si no hermanos. El dibujo de la CT, una cultura con, aparentemente, espadas de madera, sin enfrentamientos serios, da mucho pie a no ver quienes o qué son las víctimas. Y quienes o quién llevan sus pieles arrancadas sobre su cuerpo hasta que se pudra, como la cosa más normal de mundo. Es decir, como la cosa más invisible del mundo. Humm. A partir de ahora en ésta páginas empezaremos a hablar un poco sobre pieles arrancadas a prisioneros-hermanos. Me temo que los prisioneros desollados de la CT son o se parecen mucho a los HF que les presentaba hace unos meses. Recuerde, HF = Hombres de Flores, aquellos minúsculos hombres, poseedores de una inteligencia diferente a los Homo Sapiens. Razón, posiblemente, por la que se extinguieron. Hasta mañana. Muach.

sábado, septiembre 17, 2005

MENOS QUE UN CLUB

-MÁS QUE UN CLUB. El Presi de Endesa, un hooligan, futboliza el capitalismo español, ese sistema raro, consistente en la suma –o la resta- de liberalismo –ese internacionalismo aparente- y nacionalismo español –la forma de la ultraderecha española-. El caso es que, en una rueda de prensa sobre lo de Endesa + Gas Natural, va y esgrime, literalmente, la Consti. Debidamente futbolizada. Es posible que la Consti, si uno mira hacia atrás sin ira, sea la Capilla Sextina de la futbolización de la CT. La Consti, el marco constitucional actual, en fin, es el icono de los que siempre han estado a favor del marco constitucional actual, incluso en los momentos de espacio-tiempo en los que no había marco constitucional actual.

-MENOS QUE UN CLUB. Lo que ha hecho el Presi de Endesa es una metáfora de lo que ha hecho en cierta medida la derecha española. Futbolizar la cosa y erigirse en un Club, que tutela y defiende la cosa, apropiándose de un vocabulario y de una poética de la cosa que no les corresponde. El Club, de hecho, defiende desde la Consti valores y posicionamientos anteriores a la Consti. El pacto, el holograma de la realidad, nacido con la Transi y eternizado por la CT, impide el mal rollo. Impide desconfiar del carácter democrático de los integrantes en la democracia española. Incluso impide verbalizar cualquier tipo de secuencia lógica que aleje de la democracia española a un grueso de usuarios de la democracia española. Gracias a la futbolización, ése Club no sólo no es aberrante, si no que es un club dominante y hegemónico a la hora y en el trance de valorar posibles interpretaciones, no sólo de la COnsti –esa cosa abierta que, de repente, es tan cerrada tantos días al año-, si no también de la propia idea de democracia.

Resulta difícil informar sobre otras posibilidades de interpretación de la Consti y de la Demo. Por lo general, esos puntos de vista caen en la marginalidad. Por mi parte, siempre que puedo, intento colar otras vías lógicas en la información de la realidad. Supongo que son vías válidas, en tanto me invalidan ante diferentes clubs. Verbigracia: ante una entrevista determinada, una serie de clubs de califican como nacionalista catalán de mierda, mientras otros me califican como españolista de mierda. Lo que me ubica, sincrónicamente, en un club diferente, que espero que sea un no-club. Ni idea.

Bueno. Es fin-de. Les ofrezco una lectura en primicia. Una entrevista al Conseller de Participació Ciudadana de la Gene, en el que intento que me responda, desde -o, inlcuso, hacia- la información, no desde la cultura de club, a diversos interrogantes que la cultura de club ha vertido sobre el nuevo Estatut. La entrevista aparecerá próximamente en uno de los medios en los que colaboro. Sin bien de forma muy reducida. Esa reducción, por cierto, no es una mutilación que afecte seriamente al concepto libertad de expresión. Se trata de algo menos épico, me temo. Es una reducción que más bien ilustra el concepto cultura de club. Es decir, lo que un medio generalista, gestor y usuario, por tanto, de diversos clubes, considera como normalidad. Es decir, una ilustración del interés que tiene tratar un tema que, por si solo, ilustra algo menos que un club. Los medios, en fin, no cambian puntos de vista. Ni los crean. En ocasiones, tan sólo, los reproducen. El nuevo Estatut, una propuesta no nacionalista de vertebración de un Estado que, se ponga uno como se ponga, es plurinacional –“En España no hay selección española porque todo el mundo es de Guadalajara”, como dijo Johan-, cuesta ser tratado informativamente por unos medios que sólo saben gestionar -o sólo saben acostumbrarse- a los grandes clubes. Cuesta, en fin, no tratar al Nou Estatu como una seria amenza al pack unidad nacional, Consti, Endesa, etc. Cuesta tratar al Nou Estatut fuera de la lógica de dos clubes políticos y varios clubes nacionalistas. Socorro. Bueno. Al tajo.

Joan Saura es Conseller de la Generalitat de Relaciones Institucionales y Participación Ciudadana y, posiblemente, la voz más didáctica del Gobierno Tripartito. Líder de ICV, organización ecologista formada tras el proceso de disolución del PSUC es un no-nacionalista comprometido hasta las cejas en la consecución del nuevo Estatut para Catalunya. Hablo con él sobre los grandes hits conversacionales del nuevo Estatut, esa cosa tan conflictiva, aparentemente.

-El mercado de la información por aquí abajo está muy polarizado.¿Ha detectado algún tipo de patología en la información sobre el nuevo Estatut, ese producto tan raro?
-Hay muchas patologías y muchos ruidos. Uno de ellos, importante desde hace más de 15 o 20 años consiste en que,: en el Estado, el partido que está en la oposición utiliza Catalunya como ariete contra el Gobierno Central. En mis viajes por todo el Estado explicando el Estatut he detectado que sucede como con los colchones. Mientras estás encima, no pasa nada. Te levantas y el colchón recupera su forma. Hay un gran problema mediático. La sociedad española está muy polarizada y no permite más visiones que las de los grandes partidos.
-¿En qué consiste el nuevo Estatut? ¿Qué había y qué va a haber ahora?
-El Estatut del 79 fue, fundamentalmente, un momento de recuperación de las instituciones de autogobierno. En él se habla de competencias en un nivel muy genérico, y poco más. ¿Por qué queremos reformar el Estatut? Pues porque el Estatut actual es insuficiente para dar respuestas a los problemas que tienen algunas personas de Catalunya. En el 79 no habían competencias sobre inmigración porque el problema no existía, como sucedía con la sensibilidad medioambiental, la UE, las nuevas tecnologías... Queremos un Estatut capaz de dar respuestas a los nuevos problemas y a problemas no tan nuevos pero que, en 25 años, los Gobiernos Centrales nos han ido degradando las competencias. Por ejemplo, llevamos 25 años discutiendo las competencias en horarios comerciales, en becas universitarias, en cercanías de RENFE... El Estatut debe servir para, al día siguiente a su aprobación, tener más instrumentos para dar respuestas a problemas concretos.
-EL tema financiación, ¿es la madre de cordero?
-Hay dos cuestiones que serán las más conflictivas. Una es la redistribución del poder político entre Catalunya y el Estado. La otra es la financiación. Sobre ese tema quiero comentar tres cuestiones que siempre me plantean: a) que Catalunya es rica, b) que quiere imponer un modelo de finaciamiento y c) que es insolidaria. Catalunya tiene unos retos sociales y económicos brutales. Estoy seguro que no hay ninguna C. A. que tenga 20.000 niños y niñas en barracones, que haya pasado de 6.700.000 tarjetas sanitarias en 1999, a 7.105.00 en 2004. La idea de una Catalunya rica y sin problemas es falsa. El Estatut no impone ningún modelo de financiación. No ofrece ninguna oferta concreta. Explicamos unos principios, y quien quiera que los coja y quien no, pues no. Respecto a la insolidaridad de Catalunya, una consideración: hay voces que dicen que sólo el centralismo asegura la solidaridad. A quién piensa así hay que decirle que las desigualdades territoriales en España son producto del centralismo. El Estado de las Autonomías ha supuesto un primer paso en la disminución de las desigualdades. Otra cuestión importante es que no hay ningún principio que regule la solidaridad en el Estado. Lo que queremos es que lo haya, que las comunidades más ricas paguen y las menos ricas cobren. Queremos un sistema de solidaridad transparente.
-La demagogia en este tema debe de ser muy fuerte en España, único país del mundo en el que a los impuestos incluso se les llama solidaridad.
-En todos los países descentralizados o federales, como Alemania, hay mecanismos establecidos de solidaridad. Quién paga, quién no paga, quién paga más. El Gobierno Central garantiza los fondos, y todo el mundo sabe lo que da o lo que recibe. No queremos limitar la solidaridad, queremos pactarla. Y cuando pedimos cosas que tienen los sistemas federales se nos dice que se rompe el Estado. Yo no tengo ninguna sensación de que Alemania, Bélgica o Canadá se rompan.
-¿En qué se diferencia el polémico Estatut catalán y el de Baelars y la C. Valenciana?
-El de Valencia y Balears incorpora cosas como la agencia tributaria o el tribunal de justicia como última instancia, que cuando las dijimos nosotros, se hundió el mundo. Hemos abierto el camino en algunos aspectos. Hace un año el PP y muchos dirigentes del PSOE decían que no a cosas que ahora se incorporan. EN relación a Valencia nos diferenciamos en la definición como nación y en la igualdad jurídica del catalán y castellano, imposible en el 79, y en la incorporación de un capítulo de derechos y deberes, la idea de que el Estatut no sólo es un pacto entre el Estado y Catalunya, sino también es un pacto entre los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya para definir el modelo de país futuro. Esto quiere decir la ampliación de derechos. Tenemos problemas con CiU y con PP porque se niegan a la ampliación de derechos.
-El nuevo Estatut está teniendo problemas con dos partidos nacionalistas: el PP y CiU, ¿qué ilustra todo ello?
-CiU llegó al poder un año antes de que el Estatut existiera, y se fue del poder un año antes del nuevo Estatut. La indefinición y la ambigüedad le iban muy bien a CiU en su relación con el Estado. No le resulta fácil desacostumbrarse a la ambigüedad y asumir que el nuevo Estatut lo hacen las izquierdas. EL problema del PP es que su política autonómica ha saltado por los aires. Aznar decía que no se podía modificar nada, Rajoy inicialmente mantuvo esa posición, pero la realidad le supera: Valencia y Baelars van haciendo su Estatut. Algo normal, muchos de los problemas de Catalunya los tienen todas las autonomías. Nadie sabe lo que opina hoy Rajoy al respecto. Lo que está haciendo es practicar aquella actitud retrógrada de decir que el país se hunde, y está utilizando Catalunya como arma contra el Gobierno Central.
-¿El nuevo Estatut es un objeto nacionalista?
-Lo podría ser, pero no. La gran diferencia entre el Plan Ibarretxe y el Estatut es que en el Estatut, modulado por tres partidos de izquierdas de los cuales uno es independentista, se opta por la renovación de un pacto con el Estado en el marco de la Constitución. Por decirlo de alguna manera, el Estado es más fuerte que Catalunya. Por otra parte, en el Estatut no han primado los temas identitarios ni nacionalistas. Planteamos más poder político y más autonomía financiera, sin que ellos signifique disgregación ni ruptura con el Estado.
-¿Se puede hablar del Estatut como cierta proyección de cultura republicana?
-Creo que sí. Este Estatut en parte puede abordar algunas cuestiones que en el anterior Estatut, por el momento político en el que se hizo, no se pudieron. El Estatut tiene un sentimiento que lo conecta con la mejor tradición de la República.
-¿Y eso afecta al modelo de Estado?
-El techo del Estatut marcará el techo del salto al modelo de Estado. Significará un avance importante hacia un modelo de Estado federal y, a su vez, fijará los límites, en unos 25 años, de ése modelo federal.
-¿La elaboración del Estatuto ha hipotecado la gestión del primer Gobierno de izquierdas catalán en más de 60 años?
-Este gobierno, en 18 meses, ha tenido muchos ruidos. No hemos pasado dos meses sin un ruido. El Estatut ha atrapado uno parte importante del debate, pero muchas de las cosas sociales que hacemos han aparecido con poca fuera, gracias a los ruidos y al debate con el Estado. Eso ha sucedido con cosas que suponen una novedad política, como la rehabilitación de barrios, que nunca se había hecho.
-EN la Transi participó muy poca gente. ¿Cuál es la forma de reformar el Estado en este segundo proceso, sin militares yuyus y sin una ETA cachas?
-La mayor diferencia es que no hay miedo. Estamos afrontando un proceso de reforma del Estatut sin miedo a decir que esto sea nación, a pesar de que algunas voces en el Estado den miedo. La segunda es que tenemos 25 años de experiencia acumulada. La tercera es que Catalunya ha hecho un proceso de participación social que ha permitido que desde las cámaras de comercio hasta las universidades, desde los sindicatos hasta las ONGs, todo el mundo esté de acuerdo con el Estatut. EN la Transición las cosas no pudieron ser de otra manera. En Catalunya con alguna movilización importantísima, pero siempre, con despachos cerrados, al margen de procesos abiertos.
-¿Cómo funciona el despacho cerrado en la Transición0.2?
-EL pujolismo instaló la idea de que hablar con el Gobierno Central era malo. Cuando alguien me critica por hablar con el Gobierno yo me critico el haber hablado poco. Hemos empezado a hablar con el Gobierno en los últimos meses. Deberíamos haber hablado más. Hacer un Estatut que supone una redistribución de poder político en el Estado y una redistribución del dinero, no es fácil. Las reuniones de despacho sirven para que todo el mundo explique sus posiciones. Creo que las reuniones de despacho, posiblemente, se producirán en el proceso final, en el Congreso. Serán necesarias, pero deberan de tener transparencia. En el 77 desaparecieron y aparecieron cosas en una noche. Y eso lo descarto ahora.
-Como no nacionalista, ¿como defiende que abogar por ser nación no sea nacionalismo?
-Hay miles de páginas escritas sobre lo que es nación o no. Yo lo que digo es que un país que se quiera llamar nación, no tiene que tener ningún obstáculo para ello. Catalunya es un país con una voluntad de autogobernarse, históricamente, que ahora decide llamarse nación. Y eso no quiere decir, para mi, que nación quiera decir Estado. Defiendo un Estado federal plurinacional. Lo que es importante saber es que hay Estados uninacionales y plurinacionales, y que se puede vivir en un Estado plurinacional sin que eso signifique ninguna ruptura.
-¿EN qué le afecta a un extremeño que Catalunya sea nación?
-En absoluto. El autogobierno extremeño, positivo para Extremadura, tiene que ver con que en los 70’s se abrió la vía del modelo autonómico en parte por Catalunya.
-¿EL Estatut no precisa reforma constitucional?
-Creo que se ha de reformar la Constitución. Y en más de los cuatro puntos propuestos por Zapatero. Pero la vía para ello no es el Estatut. La Constitución es muy abierta, permite un Estatut potente y ambicioso. Independientemente de ello, hay aspectos que desde el punto de vista del funcionamiento federal de un Estado, no puede solucionar el Estatut, sino la Constitución: la reforma del Senado, el plurilinguismo...
-¿En qué consistiría un fracaso del Estatut?
-EN que no se aprobara. En Barcelona o en Madrid. Y eso no se producirá. CiU no podría explicar ni justificar que no vota sí al Estatut. Y no tiene elementos suficientes para votar que no o abstenerse. Y a un Estatut que llegue a Madrid con consenso político catalán y con apoyo transversal, no se le puede decir que no. Por varias razones. Porque sería abrir en Catalunya una situación política imprevisible. Porque en el País Vasco se mira con mucha atención la vía catalana, que si fracasa daría pie a un Plan Ibarretxe II. Porque un fracaso del Estatut en Madrid sería, claro, un fracaso del Govern Catalá y del Paralament Català, pero también de Zapatero, que ha hecho de la reforma del modelo de Estado un eje de su legislatura. Es imposible reformar el modelo de Estado rechazando el Estatut.
-Si se fracasa, ¿cuál sería la siguiente pantalla?
-No soy ingenuo, pero descarto el fracaso.

viernes, septiembre 16, 2005

CULTURA DE CLUB. DIVERSAS MEDITACIONES ANTE LO LÍQUIDO Y LA FUTBOLIZACIÓN DE TODO.

-UNA NOCHE EN EL CLUB. Hola. Estoy en un club. Suena música chill-out a toda castaña. Se trata de una música fundamentada en el plagio. Tanto que incluso resulta una meditación sobre la propiedad privada de las ideas. Hoy en día la literatura se comporta como la música contemporánea. No obstante, la literatura, o su entorno, aún cree que los autores existen. Los medios que informan sobre la literatura, incluso hablan de autores. Comúnmente de autores que, también sin una idea propia de casi nada, trabajan en los medios. Bueno. En fin. Música chill-out. La música chilt-out comunica. No sé lo que comunica, pero es emocionante. Las chicas que menean el pandero frente a mí, por otra parte, también. Por otra parte, se parecen a la música que escucho en que van vestidas de sensaciones. Me pregunto de qué sensación iré vestido. Ni idea. Uno se parece más a su época que a su padre. Durante unos segundos, consecuentemente, me reconozco, entre tanta sensación comunicada por metro cúbico. Somos pura comunicación de algo que nunca acabamos de comunicar.

-ÉL POLÍTICO, EL HOMBRE MÁS LIBRE DEL CLUB. La cultura del clubs –ya saben: los comunicadores defienden posicionamientos de club de fútbol frente a otros comunicadores que defienden posicionamientos de otro club de fútbol-, tiene un gran beneficiario. El político, ese pollo que, haga lo que haga, siempre le defenderán el 50% de los comunicadores / hooligans de la información. Es así que un político puede fundar los GAL, o puede mentir un 11-M y sólo perder el 50% de su crédito. Crédito que, por otra parte, nunca tuvo antes ni nunca tendrá después entre los usuarios de otro club. Lo único que no puede hacer un político es mezclarse con posicionamientos de clubs minoritarios. Con ideas extrañas, que no entran dentro del pack de los grandes clubs. Y que no entran en el pack de la españolidad, ese club denominado Selección Nacional y que, parece ser, integra a los grandes pichichis de los dos clubes rivales. Cualquier idea a la que se le pueda arrear con la porra denominada disgregación-nacional, es peor para la vida de un político que un asesinato o la mentira ante 200 asesinatos. Quizás es eso lo que está pasando ahora. Por primera vez se están discutiendo ideas que se alejan del pack español de lo correcto. El Nou Estatut es la metáfora –y el sparring- de todo ello. ¿Cómo se defiende una idea alejada de la futbolización, a través de un mercado de la comunicación que es pura futbolización? Ni idea.

-MI BEBÉ VA Y SE ME COMUNICA ENCIMA. Esta semana he llevado a mi bebé a la guardería por primera vez. Cuando llegamos, mi bebé monta el pollo. Yo pongo cara de tipo vital, le doy un beso con ruido, le digo adiós y me voy pitando, como si nada. Ahora que lo pienso, últimamente esa es mi coreografía cuando me voy pitando de los sitios / de las personas. No obstante, me voy con el corazón roto. Cuando cierro la puerta de la guardería, aún le escucho llorar. Es inconfundible. Llora en Martínez. Cuando vuelvo a recogerlo está más contento que una anchoa. La profe me dice que sólo llora cinco minutos. Luego, a otra cosa, mariposa. La profe se me pone más profesional cuando, para rematar la información, opta por el tecnicismo: vol-comunicar-te-que-no-vol-que-te’n-vagis / quiere comunicarte que no quiere que te vayas. Es decir, que mi bebé comunica. Es decir, toma moreno, que mi bebé es un comunicador. Lo que me lleva a la conclusión que los comunicadores son informadores o analistas bebés. Comunican ideas muy breves y básicas, pero con gran juego de piernas. Lo que comunica mi bebé en la guardería, de hecho, me deja a cuadros hasta que, varias horas después, vuelvo a buscarle. Es decir, vuelvo a donde él quería que estuviera unas horas antes. Y con cara de tipo culpable. Todo un éxito de la comunicación. Los comunicadores son la pera. En la radio, los tertulianos deben de funcionar de una forma parecida.

jueves, septiembre 15, 2005

LA FUTBOLIZACIÓN DE LOS COMUNICADORES

-COMUNICA, QUE ALGO QUEDA. El comunicador, como su nombre indica, comunica. Comunica cultura de masas dentro de la cultura de masas. Es decir, no puede matizar. La cultura de masas no es el chollo de la matización. Supermán, un personaje de cultura de masas, a la que lo matizas, seguramente pierde aceite. Una cultura en la que todo tiende a ser cultura de masas –todas las planetarias que dispongan conexión a red-, tiende a la sencillez en sus mensajes. Una cultura que carezca de defensas culturales ante la masificación de la cultura –las culturas del tercer mundo, posiblemente; y la española, sin duda-, tiende ya hacia el franco reduccionismo, tanto de la comunicación, como de los mensajes a comunicar. Y posiblemente ese es el drama de los comunicadores, suponiendo que lo haya, suponiendo que un comunicador pueda matizarse a sí mismo un drama intelectual.

-EL INCREIBLE PAÍS MENGUANTE. Estadísticamente, y salvo que uno sea raro –rayos, un día de estos debería empezar a hablar de los raros en la CT-, el grueso de los productos que los comunicadores comunican por aquí abajo y por escrito –comunicaciones que van desde el arte a la literatura, hasta todos los géneros periodísticos-, no supera un diminuto listado de posturas ético-estéticas. Esas posturas son el CT-sutra, o inventario de posicionamienstos intelectuales posibles en la sala. Podría resumirse en un breve listado, listado que, guau, ahora que lo pienso, es un repaso a diversos conceptos e ideas que han ido apareciendo en éstas páginas. Las opciones no superan el margen político/gregario de la Transi, el margen de temas estructurales y Líquidos que puede plantear la CT, no superan lo PC, lo Rosa, la Sentimentalidad o el Pedorrismo. El gran qué, la gran novedad, la gran originalidad última en la CT es que es posible, con todos esos ingredientes, cierta bipolaridad. Es decir, que existe la posibilidad de crisparse y elaborar Cultura Brunete. El carácter canijo de tal novedad explica por sí sólo el carácter enclenque de la CT, y su escaso valor como herramienta. Otra cosa que podría explicar las pocas posibilidades de una cultura vertebrada por comunicadores, es un fenómeno que últimamente se da en la información, en la recepción de información y en diversos mosqueos colectivos y amplios. La Futbolización de la realidad. O la realidad final a la que conduce la CT.

-LA FUTBOLIZACIÓN. USTED SE ENCUENTRA AQUÍ. El domingo me fui a ver el Barça con Joan Coscubiela, Secre General de C.C.O.O. en Catalunya. Fabricamos una conversación y, en ella, Coscubiela fabricó el concepto Futbolización, que seguidamente les explico a través de sus palabras. Ahí van. No se vayan.“Tengo la sensación de que la política catalana y española ahora son pura futbolización. Todo es un Barça-Madrid permanente”. Es decir, que los comunicadores, en el momento de comunicar la realidad sin explicarla, optan por transmitir impresionismos, propios de la cultura de masas, propios de espectáculos de la cultura de masas, en los que la única posibilidad –y no te la acabas-, es estar a favor o en contra de un club. “La política es un equilibrio entre sentimiento y razón. Si se abandona la razón, prima el hígado, la futbolización”. Dos ejemplos informativos de ello. A) “La polémica por lo de Gas Natural y Endesa, puro hooliganismo”. B) “Los diarios y las secciones económicas llevan tiempo hablando de que Catalunya pierde peso económico específico. Recientemente, el INE ha reconsiderado sus estadísticas y resulta que no. Lo que demuestra que aquella polémica del peso específico era Futbolización, era un Barça-Madrid dilatado”. A la futbolización de la política colaboran los hechos de que “el PP ha dejado de utilizar la razón”, y de que “los Presidentes de club ya no son hooligans, de manera que la sensación es que el hooliganismo lo ejercen determinados dirigentes políticos”. Y, posiblemente, determinadas maneras de informar -¿de comunicar?- la actividad política de esos determinados dirigentes políticos.

-MEDITEMOS, HERMANOS. Esta semana, por motivos profesionales y poniendo a riesgo la vida del artista, me la he pelado mirando las tertulias informativas de Teresa Campos y Ana Rosa Quintana. En una –toma, moreno-, aparece Zaplana y Esperanza Aguirre ejerciendo de comunicadores, sin grandes diferencias formales respecto de otros comunicadores del mismo signo presentes en el mismo plató, de forma directa y sin intermediarios que encarecen el producto. En efecto, las tertulias eran puro fútbol. La razón y el análisis no eran pertinentes. Ni la realidad. Ni, tan siquiera, la información. Los tertulianos decían lo que les salía de las narices, con un par. Comunicaban, fundamentalmente, cuatro cosmovisiones futbolísticas. La del Real PP y la del FC PSOE. Y la de una hipotécica Selección Nacional y otra, Selección Anti-Nacional. La CT es incapaz de futbolizar –que es el grado mínimo de la comunicación-, otros posibles clubs, por lo visto. El resultado de la futbolización es la crispación. Yo, por ejemplo, después de haber escuchado todo lo que he escuchado, estoy como una moto. Lamentablemente, el mundo de los comunicadores no da para más. Y no hay otra posibilidad en la sala. Socorro.

miércoles, septiembre 14, 2005

HA NACIDO UNA ESTRELLA: EL COMUNICADOR

-EL INTELECTUAL Y NOSOTROS, QUE LO QUISIMOS TANTO. El palabro intelectual resulta antipático. Ésa antipatía, a su vez, es una ola Líquida. Es decir, es un estado de ánimo, como todo últimamente, que vete a saber lo que significa. De la deconstrucción de la antipatía aludida puede salir un posible significado. Deconstrucción: es posible que el palabro caiga mal porque remite a un personaje ridículo. Y los personajes pasan de chachis a ridículos –verbigracias: un sereno, un barquillero, Pichi, el chulo que castiga-, después de haber sido costumbristas. Es decir, después de haber dado ocasiones manifiestas para ser reconstruidos, cuando ya son testimonios de un pasado. El pasado es lo más ridículo que hay en un mundo consagrado al futuro. La antipatía ante el intelectual, ante un gafotas que va y dice en público es-que-yo-soy-intelectual es, posiblemente, un comportamiento colectivo de la cultura de masas, una actitud líquida, que tal vez se parezca al quejido. Y el quejido, en la cultura de masas, quizás sea lo más parecido a la crítica. Líquida. EL intelectual, en fin, es un personaje de otro tiempo. Del tiempo en el que un intelectual escribía artículos que titulaba J’acusse, enfrentándose a las masas y al Estado. Tiempos lejanos, en los que un intelectual, para serlo, para ser reconocido como tal, no debía darle la razón a las masas. Algo, por otra parte, impensable en la cultura de masas, esa cosa que te deja de lado a la que te quedas sin masa que compre tus productos. Si se fijan, no existe la cultura de masas minoritaria. Un manga minoritario, de hecho, tan sólo vende unos pocos millones de ejemplares.

-EL COMUNICADOR. O EL INTELECTUAL0.2. La obligación moral –o, si se ponen cínicos, la obligación laboral- del intelectual –y aquí, definición de intelectual: como vociferó Mao, un intelectual es todo aquel pollo o señorita que no trabaja con las manos, de manera que vertebra más ideología aún que el pollo o señorita que trabaja con las manos-, ya no se ubica en el campo de la vertebración de ideas. Se ubica en el campo de la vertebración de masas, esa cosa que se vertebra a través de lo Líquido. El intelectual acompaña así unas u otras olas líquidas. Es más, acompaña tantas olas líquidas como puede, en lo que es su recurso para tener una vida laboral prolongada. El intelectual es, pues, una expresión de lo líquido antes que de lo sólido. El biotopo laboral del intelectual es la cultura de masas. Es decir, que su capacidad intelectual –o lo más parecido a ella- se mide por la amplitud de su discurso. Zola, por aludir a un intelectual clásico, no tenía discursos amplios. Sus discursos no sólo o satisfacían a todo el mundo, si no que encabronaban a una buena parte de colectivo social. Para acometer un discurso, por otra parte, debía formarse hasta alcanzar un estado de opinión. Para rajar sobre Dreyfus, debía informarse sobre Dreyfus. Es más, debía de hacer algo muy parecido para escribir una novela. No viene a cuento –o sí-, pero Juan Benet tenía en su casa un grabado fabuloso, en el que se veía a Zola subiendo a un tren. Y, debajo, el texto; “Emile Zola subiendo al expreso de Bourdeaux para documentarse antes de escribir una novela de ferroviarios”. Toma moreno. El oficio que inventó Zola, en fin, le obligaba a subirse a todos los trenes ante los que se veía en la obligación de opinar. El oficio en el que se ha convertido el oficio que inventó Zola omite ese menester, y anima a bajarse de todos los trenes para subirse en todas las olas. Curiósamente, obliga a ser reproducido por doquier en los medios, subiendo y bajando de trenes que ya no existen. Si un intelectual contemporáneo, alguien que elabora productos para culturas de masas, no aparece reproducido en los medios de comunicación de masas, no puede en fin vender productos de cultura de masas, en lo que es un chiste si uno se lo pone a pensar. El hecho de que no existan chistes de Chiquito sobre el tema indica que no hemos pensado en ello.

-EL INTELECTUAL0.2 COMO ASALARIADO. DE LAS MASAS. Un escritor que trabaja para satisfacer el quesito más grande de masa posible, ya no informa –al menos, de su punto de vista-, ya no interpreta la realidad. La comunica. Con más o menos gracia. El intelectual, ese oficio que inventó Zola, se ha reconvertido en comunicador, esa cosa rara que conviene definir. Definición: a) el comunicador no transmite ideas. EL comunicador, como un teléfono cuando comunica, b) reitera. El comunicador, al no informar, al no decantarse, al opinar sobre sucesivas olas Líquidas, c) transmite estados de ánimo ante lo Líquido. Los estados de ánimo son algo aún más breve aún que una idea. Y que necesita menos espacio. El comunicador, d) fabrica polémicas Líquidas. Es decir, breves, sentimentales, simpáticas, y que sólo generan adeptos o contrarios, pero no enemigos. El comunicador, e), no puede tener enemigos, pues trabaja para la masa. Un comunicador, f), deja de serlo, empieza a tener enemigos, empieza a no ser seguido por la masa y empieza a tener problemas laborales cuando deja de comunicar y empieza a opinar. Si hubiera un sindicato de comunicadores obligatorio, debería de cotizar en él el 99% de los periodistas de opinión que hablan non-stop sobre ETA, el nuevo Estatut, los matrimonios gays y/o lo de Gas Natural / Endesa. Y el Conde Lecquio.

-ESPAÑA, FESTIVAL DEL COMUNICADOR. El comunicador, figura planetaria, es la única figura posible en España. Lo Líquido y la CT –una cultura de masas bajo la tutela del Estado- convergen con una violencia tal que empieza a no haber intelectuales no comunicadores. Yo conozco pocos. Son seniors y no les luce el pelo. En España los escritores necesitan sobremanera aparecer en los medios de comunicación de masas para poder vender sus novelas de masas, por otra parte tan parecidas entre sí que, la única diferencia entre ellas, es si su autor aparece o no en la tele o en una foto al lado de un artículo en un periódico. Los campos de opinión sobre los que los comunicadores deben de opinar de manera poco estridente o poco valiente, se estás encogiendo notoriamente. Los encoge a) la cobardía, o b) la necesidad de no ser estridente, de no salirse de la cultura de masas. El periodismo, por aludir a una disciplina en la que tradicionalmente se han vertebrado ideas, incluso la idea del propio trabajo del intelectual, necesita tanto a los comunicadores que, últimamente, las empresas contratadotas se ha saltado dos casillas y, en vez de contratar a escritores-periodistas-comunicadores Líquidos, contratan a comunicadores de la tele –la tele es, por definición lo Líquido; Internet es aún lo Gaseoso-, para que fabriquen artículos. El resultado final, si se fijan, tampoco es muy diferente.

Lo Líquido, las transmutación del intelectual en comunicador y los discursos canijos, en los que se comunican estados de ánimo sencillos –simpáticos, lacrimógenos o trágicos-, determinan el estado actual de la CT. El otro día, un sindicalista me lo dibujo en un plis-plas. Mañana o así se lo explico.

martes, septiembre 13, 2005

LO LÍQUIDO: EL FACTOR KUNDERA Y EL FACTOR ECO

-RESUMEN DE LO PUBLICADO. Lo líquido, en la cultura, es lo que fabrica el canon de lo cotidiano. Los medios y, posteriormente, las conversaciones con los profesionales de la cultura, los amateurs de la cultura y los catetos de la cultura, construyen lo Líquido, esa percepción tangible de lo que es bueno o no lo es. De lo que debes consumir o no. De lo que está en la onda o no. Lo líquido es una teoría de la calidad no sostenible, líquida. Los productos culturales líquidos no son sostenibles. Es muy posible que no sean perdurables. Es muy posible que, en el caso de que lo sean, su perdurabilidad no es la razón para convertirse, de pronto, en una ola líquida gigantesca. Lo que hoy es una ola que te deja empapado, en todo caso, mañana es un charco que te la puede dejar absolutamente floja. La cultura es, ésta mañana a primera hora, líquida.

-MIRANDO ATRÁS SIN IRA. Se puede pensar que lo Líquido, en la cultura, puede traducirse en un plis-plas por el palabro moda. Yo lo he pensado. Pero ya no lo creo. La moda es, en el fondo, un concepto más sólido que Líquido. La moda es analizable, opinable y criticable. Incluso es posible rechazarla. Y admite la individualidad. Lo Líquido en la cultura, la liquidización de la cultura, la ausencia de sistematización en la cultura, la anecdotización de la cultura, la falta de respuestas en la cultura y la ausencia de preguntas dirigidas a la cultura, la falta de defensa ante una cultura líquida, de la que es imposible escapar, que es imposible burlar, igual posiblemente responde a un hecho radical, producido paulatinamente después de 1968 y al que la cultura española accedió de sopetón, justo en el momento en el que le iba de perlas desarticular la ya desarticulada cultura española. Ese fenómeno es la conversión de la cultura en cultura de masas. Si uno se fija, la cultura en todo el mundo es cada vez cultura de masas. En España, la cultura de masas es la única cultura posible.

-UNA POSIBLE CRONOLOGÍA. El otro día, pensando en todo eso y discutiéndolo con un amigote –que, por cierto, ha dado señales de vida; al final de ésta semana o al principio de la siguiente iniciaremos con él un debate en ésta su pantalla amiga-, surgió una posible periodización de todo esto que les digo. A través de dos jalones. Kundera y Eco. Ahí va. EL primer caso que, al menos yo, recuerdo de surgimiento de un autor líquido, que de pronto lo significa todo, crea escuela, crea un ola, es el canon, es la opinión, es recibido sin críticas y, zas, desaparece como un ninja, es Kundera. Por otra parte un buen escritor. Incluso fantástico. Pero que tiene, en todo caso, el rol de haber sido el primer gran escritor mediático, la primera construcción líquida, el primer Harry Potter en Europa y en Sudamérica. Kundera, el rey de los suplementos, el hombre que adornó la cultura, desapareció tras haber creado un modelo. Seguramente, muy a su pesar. Incluso es posible que su retirada, más que a motivos biológicos, se deba a una reflexión sobre el parecido de escribir una obra de masas y el silencio. A principios de los 80’s se produce la segunda gran reflexión sobre la conversión de la alta cultura en cultura de masas. Posiblemente, hasta ese momento, el motor de la conversión era la industria editorial y las necesidades industriales de la cultura. El autor que sella la desaparición de la alta cultura y el nacimiento de la cultura neutra de masas es Umberto Eco, a través de su El nombre de la Rosa –por otra parte, una muy buena novela del siglo XIX-, obra en la que uno de los grandes decodificadores de la cultura de masas elabora el libro y el tipo de literatura que la cultura de masas, que la crisis de la cultura, que la crisis del intelectual, estaba esperando como agua de mayo. Es muy posible que, desde entonces, los autores sean Umberto Eco. O, al no serlo, no sean nada. Sean rarezas. Rarezas económicas. La única rareza que se puede permitir la cultura de masas es, en fin, fabricar productos ruinosos.

-EL INTELECTUAL. ESE PALABRO. La conversión de los autores en umbertosecos y la conversión de la literatura en cultura de masas, ha creado un nuevo modelo de intelectual. Hummm. Mañana se lo cuento.

miércoles, septiembre 07, 2005

FESTIVAL LÍQUIDO

Hola. Aquí, jugando con mi nuevo concepto-juguete. Lo Líquido. Hoy les explicaré cómo lo Líquido, cómo las construcciones gregarias, instantáneas, colosales, pero no necesariamente reales, dibujan el mundo. Y llegan al paroxismo en la CT. No se vayan amiguitos.

-EJEMPLOS LÍQUIDOS (1). La semana pasada, un día antes de que la prensa informara sobre el desastre de New Orlenas, la prensa informó sobre el hecho de que se había evitado el desastre. Los desastres son como los mesías. Te asomas a la ventana y, en cuestión de segundos, sabes si ha llegado el mesías. O si hay un desastre. Lo que indica que aquel día nadie se asomó a la ventana. O que las ventanas a las que nos asomamos usualmente son líquidas. El Líquido de aquel día apuntaba, en todo caso, que no había desastre. Posteriormente a aquel día, el desastre ha ido en aumento. O lo Líquido ha ido adquiriendo forma de desastre.Es más, el desastre ha ido mutándose en algo cada vez más líquidamente catastrófico. Antes de ayer, las percepciones líquidas apuntaban a que en el lodo de New Orleáns podían haber 4.000 cadáveres. Ayer la cosmovisión Líquida / la información al respecto llegó a apuntar la presencia de 20.000 cadáveres líquidos. EL paso, aceleradísimo, de la no-catástrofe a la catástrofe, y de ahí a la catástrofe con 4.000 cadáveres y a la catástrofe0.2 con 20.000 cadáveres, indican que lo Líquido es fundamental en la creación de información / realidad / no ficción. Posiblemente, la cosa apunta a que existe una información /realidad / no ficción Líquida, que si bien no es la única disponible es, posiblemente, el subgénero informativo con el que tenemos más contacto diario. Es posible, en el futuro, que lo Líquido prime por encima de la realidad, de manera que, en el futuro, New Orleáns jamás tenga otra inundación. O las tenga a diario. O dicho de otra forma: ¿en Irak hay inundaciones? Ni idea. Irak es una construcción absolutamente líquida. Por otra parte, como casi todo. La LFP incluida.

-EJEMPLOS LÍQUIDOS (2). Una empresa cachas catalana le practica la OPA hostil a una empresa cachas no catalana. La situación es tan poco líquida como una catástrofe o la llegada del mesías, a través de una ventana. A los escasos segundos del anuncio, la Brunete informa que la hipotética compra-venta no es una compra-venta. Es una ola. Es decir, algo líquido.Es un plan del tripartito catalán para comprar Endesa, llevársela a Barcelona, independizar Catalunya y que España pague a Catalunya la electricidad para lavar la ropa o enfriar las coca-colas. Detrás de la hipotética compra-venta está, pues, la amenaza de la desmembración nacional, una amenaza líquida sobre la que se construye ahora esta otra ola líquida, de varios kilómetros de altura. Afortunadamente, la Brunete no es, esta mañana a primera hora, el componente hegemónico de la CT. No dispone del poder. O, al menos, de todo el poder, por lo que la construcción líquida efectuada sólo será consumida como realidad por no más del 50% de los usuarios de la realidad. No obstante, ¿cuántas olas líquidas de este calibre harán falta para fabricar la ola madre de todas las olas Líquidas?

-EJEMPLOS LÍQUIDOS (3).
Ojeo la prensa. Se me informa que un señor que se llama Álvarez y que, por lo visto, es novelista –no le conozco, no me lo presentan; es un novelista líquido-, ha sacado novela. Es la novela chorrocientas del día. No obstante, ésta aparece en la prensa y no otra. Lo que le confiere un carácter Líquido, frente a las otras, que son simplemente inexistentes. Por mediación del redactor, Álvarez me informa que su novela es una meditación sobre el egoísmo. Es decir, es una construcción Líquida sobre el egoísmo. No leeré la novela porque a) ignoro quién es Álvarez, b) ignoro si es su primera novela o su novela decimonona, c) ignoro por qué Álvarez aparece en la prensa y no Requesada, por ejemplo, y d), no se me comunica si debo de leer o no la novela de Álvarez, sobre la que no hay ninguna valoración. Algo normal. Una novela es cultura, y la cultura es una construcción Líquida positiva, como New Orleáns es negativa. Las secciones de cultura de los diarios en la CT son, en fin, la construcción Líquida más grande que es posible ver por escrito en el Planeta. Lo que puede indicar que en las otras secciones igual, de una forma más reducida, también participan de las cosmovisiones líquidas. Ni idea.

Bueno. Mañana les hablo de cómo se construye una cultura a partir de observaciones y valoraciones líquidas. Un fenómeno mundial, que adquiere dimensiones desproporcionadas en la CT.

martes, septiembre 06, 2005

CIELOS LÍQUIDOS

-RESUMEN DE LO PUBLICADO. Lo Líquido son construcciones instantáneas y, comúnmente, irracionales que, ñaca, en un plis forman una realidad y unas instrucciones de la realidad. Lo Líquido, de ahí su nombre, existe y tiene una determinada forma durante muy poco tiempo. Los sentimientos son el llenapistas de lo Líquido. Lo Líquido es un componente cachas de las culturas actuales. De lo que se puede deducir que los sentimientos son la pera limonera en las culturas actuales. Puede sonar raro, pero si a los sentimientos les llamamos emociones, ya está explicado. Por la boca de la cara de Michel Lacroix.

-HOMO SENTIENS. En su Le culte de l’emotion –no me consta que esté publicado en castellano; me consta que está, en todo caso, en catalán-, dibuja el paso del hombre moderno al postmoderno –o al de esta mañana a primera hora, vamos-, como el paso del homo sapiens, al homo sentiens. AL hombre que siente. Que siente a gogó. Tanto que ha substituido los sentimientos por emociones, el I+D de los sentimientos y algo aún más instantáneo, menos intelectualizable y más fácil de adquirir. La emoción así es el gran fenómeno del cambio de mentalidad actual. La mentalidad actual compra emociones, no objetos. Y consume emociones, no sentimientos. El anterior modelo de hombre/ de señorita –el homo sapines0.23-, vivía pendiente de conocerlo todo. EL homo sentins0.1 vive pendiente de sentirlo todo. Para lo cual practica rafting, puenting, polving. Paradójicamente, al no enfrentarse a sus sentimientos, sino a sus emociones, es un puritano. Sus productos culturales son también emocionantes e instatáneos. Y puritanos. Televisión, cine con catástrofe en la primera escena, play-station y novelas con muchos muertos, muchos códigos da Vincis por dilucidar, muchas respuestas instantáneas a grandes problemas y mucha tía sensible o, en su defecto, pechugona. Los cambios en la vida y en el arte son muchos y notorios. El arte es clímax de emoción. Tanto en el arte como en la vida el parroquianos busca constantemente estímulos. El mapa de la emoción, en fin, se ha ampliado enormemente, si bien el mapa de los sentimientos se ha reducido de forma asombrosa.

-APLICACIONES. Lacroix es un pollo que está a huevo para describir los productos culturales mayoritarios en la CT. Para valorarlos, empero, están los mecanismos de siempre y que otras culturas poseen, a diferencia de la CT. El sometimiento de la cultura local, dentro de la tendencia mundial, a la Emoción, es patológico al carecer de herramientas de valoración, que al no existir crean un mundo y un arte dadá. Lo dadá: a una novela se le exige lo mismo que a un juego cachas de play-station. EN ocasiones, nacen a partir del mismo material. No obstante, un objeto tiene glamour y reconocimiento, mientras que otro, pues no. Otro ejemplo. Crónicas Marcianas, un programa que ofrecía la misma cosmovisión, la misma realidad y los mismos accesos que los que ofrecen una porción llamativa de nuestros intelectuales, era una mierda, pero no los libros de nuestros intelectuales, que era literatura. En España, la literatura es ya una Emoción desde el momento que es Cultura, esa otra emoción tan respetable. Nadie cuestiona las emociones. No hay tiempo. Por lo mismo, es difícil cuestionar loa cultura española y sus productos. Son emocionantes. Si no te emocionan, glups, estás perdido.

domingo, septiembre 04, 2005

LIQUIDACIÓN TOTAL

Finde. Cojo y me voy al Empordà con mi bebé. A que nos de el Sol en la cara, bañarnos en la playa como dos anchoas y que mi mamá cocine como una posesa. Pero no podemos llegar. Hay un atasco de película de atascos. Mi bebé se vuelve majara. Nos desviamos hacia cualquier salida de la autopista. Acabamos en un pueblo de la deep Catalunya. Nos vamos a cenar. Mi bebé dice cosas divertidas que nadie entiende. Luego la lía. Considera que ya hemos cenado suficiente. Nos vamos a un hotel. Mientras avanzamos llora de puro sueño. Debe de ser espectacular llorar de puro sueño. Llegamos. Uno de los dos se hace pipí encima. Después, dormimos abrazados. Como en un bombardeo. Mi bebé, posiblemente, sueña con arroyos de leche. Al menos, mientras duerme, le sale una sonrisa divertida, como un gusano divertido que sale del fondo de la tierra cuando llueve. Yo sueño con todo lo contrario. Sueño con Ella. No la veo desde que veo a mi bebé. Muy ocasionalmente, sueño con ella, como en esta noche. Aparece calmada, serena, abandonada a su propia velocidad. Conmueve ver esa velocidad. Te podrías pasar años mirándola. Como te puedes pasar años mirando un fuego, o un bebé. En los sueños, aún no tiene un nenúfar creciéndole dentro de la cabeza. Y aún existe. Me despierto copado por su perfume, que impregna toda la habitación. Pero no es su perfume, es el aroma de un bebé. Algo, ahora caigo, muy parecido. Como sucede siempre después de esos sueños, me siento abatido. Como si el mundo me debiera una copa. Una sensación, por otra parte, fácil de disimular después de cierto tiempo. Quizás es la edad, que permite también disimularlo todo. Incluso la edad. Cada noche que Ella se vuelve a reedificar, da pie a un día tristísimo, a la sombra de su presencia, que nunca más será posible. De todas las mujeres del mundo, sueño con la única que ya no existe. Lo que no existe, lo no tangible y que, de repente, nace de la nada como una ola gigantesca que lo arrasa todo, igual es, por descripción antes que por definición, lo Líquido. Lo cual me lleva a pensar, buscando una utilidad al dolor que siento en mi pecho, que el mundo de las asociaciones y las edificaciones sentimentales igual es la patria de lo Líquido. Los sentimientos, lo sentimental es, en todo caso, algo Líquido. Lo puedo asegurar ahora, completamente calado de Ella, la inexistente, la que nunca más podrá ser sólida y que, de pronto, aparece y lo arrasa todo como una ola de 1.000 años, para luego desaparecer hasta otra noche, dentro de algunos meses.

Lo sentimental, los sentimientos, los sentimientos instantáneos –los sentimientos son instantáneos; un amor o un odio milenario ya no son sentimientos, sino una suerte de meditación sobre los sentimientos-, lo impregnan todo en las culturas occidentales. Nuestras culturas parecen haber abandonado el uso de las ideas para consagrarse al uso de los sentimientos. Que modulan tu vida y, en ocasiones, tus sueños. Modulan muchas observaciones sobre la realidad. QUizás, en lo que es tal vez un trade-mark de las culturas actuales, no modulan más ideas ni más realidad que la edificable a través de la sentimentaliación. Uno puede dominar sus bestias personales –mi bebé despierta; me río con él de la vida y nos vamos a mear a la ducha y a ver quién la tiene más larga-. Pero no puede dominar las bestias colectivas. Las culturas se están volviendo una bestia colectiva sentimental. Bueno. Todo esto venía a que, en los próximos días, hablaremos de esa subsección de lo Líquido que impregna también la CT. Si les ha molestado, lamento haberles invitado a pasar una noche conmigo, en todo caso.

Hasta mañana. Me voy a darle un crujido a la vida, que me debe una copa. Las dos primeras, las pagaré yo.