miércoles, abril 30, 2008

ESTRAPERLISTAS

Zaplana se pira a Telefónica, esa compañía que, cuando llamas al 609 para solucionar un problema, abre una doble vía de investigación. Culmina una carrera que se inició en Benidorm, con la compra de un concejal socialista –eso explican en su pueblo- y el acceso a la alcaldía. Y, posteriormente, a la Gene valenciana, y el Gobi español. Humm. Zaplana es la metáfora de un tipo social que, en condiciones de temperatura y presión normales, hubiera sido un chanchullero de pueblo. Pero que, pumba, acabó siendo miembro de un staff que, ñaca, acabó bombardeando preventivamente todo lo que pudo. Con ese master impredecible puede ir a la empresa que quiera. Algo con lo que no soñaba en día en el que compró un concejal socialista de pueblo. Dice el adagio que la derecha española es una mezcla de estraperlistas y falangistas. Yo quitaría lo de falangistas. Son otra cosa. Nueva. El pack “falangista” se parece menos a la cosa falange que el pack estraperlista al estraperlo. El pack estraperlo conecta con una arruga del cerebro colectiva, dilatada, con una amplia tradición. Zaplana es, en fin, una metáfora de dónde puede llegar un pollo usuario de una de esas arrugas, cuando deja discurrir su carrera por el surco de la otra arruga.

El otro día hablaba en Italia de eso con un señor muy listo. La derecha italiana está menos ideologizada que la española. Va directamente al turrón. Zaplana sería un buen político italiano –de hecho, ha sido Berlusconi quien le ha pasado el curro en Telefónica-. Bueno. A pesar de esa gran diferenciación entre la derecha española y la italiana –aquí conviven, incluso se solapan en la misma personalidad la cosa estraperlista y la cosa ideológica-, me hizo una buena diferencia entre la derecha y la izquierda de ambos países. Ahí va.

“En el siglo XXI, las derechas son lo que somos. Las izquierdas lo que queremos que piensen de nosotros. Eso es quizás lo contrario de lo que eran las derechas y las izquierdas en el siglo XX. De vez en cuando te da igual lo que opinen de ti, te entra prisa y votas a la derecha”.

La derecha, de hecho, son tipos normales. Absolutamente normales. Extraordinariamente normales. Usuarios de códigos normales y de bachilleratos normales. Que acceden al poder. Y hacen lo que un tipo de provincias –no sé, Benidorm-, considera normal. Berlusconi hace cosas normales en Benidorm que son subnormales si las haces al lado de Putin, ese pollo que mata periodistas. Aznar, ese gran ideólogo que unió las dos grandes arrugas de la derecha española, a su vez, es un tipo absolutamente normal. Como un día nublado.

Humm. Los estraperlistas son tipos simpáticos. Y con los que es fácil negociar. Mi abuelita, en las postguerra, negociaba cada día, 365 veces al año, con varios de ellos. Siempre llegaban a un acuerdo y, gracias al pago de una cantidad -que con el teimpo, se destinaría a la compra de un concejal sociata-, adquiría una barra de pan.

EL próximo día les hablo de la izquierda que se comporta como lo que no es.

martes, abril 29, 2008

COMUNICACION EN EL TEMPLO

Hace un plis el Gobi ilegalizó chorrocientas toneladas de aceite de girasol. El tema es que era mortal. Pero no mucho. De manera que, en un plis-plas, el aceite fue reeducado y reinsertado en la sociedad, en la que vive absolutamente integrado, en lo que es un triunfo del sistema, que funciona, etc. De la paradoja del aceite de girasol se desprende, hermanos, que el aceite tóxico no era aceite tóxico. Era un mensaje. Posiblemente este mensaje: “Hola, Manolo. Soy el Gobierno. Y me preocupo por ti. Muach”. El aceite, en fin, demuestra –o, al menos, lo comunica- que el Gobi no duerme, y que es capaz de despertar a Leviatán en cualquier momento, para que se pimple chorrocientas toneladas de aceite / para asegurar nuestro bienestar. Con un par.

Los Gobis están continuamente emitiendo esos mensajes. Más por aquí abajo. Hummm. El último Gobi de Aznar, verbigracia, ilegalizó dos diarios. Eran tóxicos. Sus periodistas y lectores no fueron reeducados ni integrados. Pero aún así, toda la coreografía fue, tal vez, sólo un mensaje. Posiblemente, este: “Hola, Manolo. Soy el Gobierno. Y me preocupo por la unidad nacional, es decir, por ti. Muach”.

Los mensajes de la derecha y de la izquierda son excesos de celo de, a su vez, la derecha y la izquierda. Se preocupan por cosas que no ves y que no puedes verificar. Pero que debes de creer que existen. Como un componente tóxico en un aceite. O el peligro de la unidad nacional esa. Son, en fin, propaganda. No difieren mucho entre sí. Unos mensajes, en este caso, defienden que el cuerpo es un templo, y que uno es lo que come, por lo que hay que tener ojo, Manolo, con tu cuerpo serrano. Otros mensajes, los de la derecha, defienden que España es un templo. Y cuidado Manolo qué te pones para ir al templo. Ambos tipos de mensajes creen, pues, en los templos. Antes que en Manolo. Parten de que vivimos en templos. Y no en pisos. Posiblemente, son un mismo tipo de mensajes. Cuidado, Manolo.

Hasta mañana. Me voy a ver donde me voy a ver lo del Manchester-Barça, ese equipo en el que, snif, cada vez es más añorada esa forma brasileña de mover la pata.

lunes, abril 28, 2008

EL OPORTUNISMO

El periodismo es el género del oportunismo. Literalmente. Recoge hechos oportunos. Que mañana, zas, ya no son oportunos. Hoy, por ejemplo, es oportuna la noticia de que una chica austriaca ha estado secuestrada por su papá durante 24 años. Yo, a su vez, soy un oportunista. Es decir, un periodista. Mi trabajo consiste en decir lo que pienso a la que tengo una oportunidad. Si la oportunidad es la chica austriaca, mi deber es decir algo a través de ese oportunismo. No sé. Que, por ejemplo, todo el mundo, a la que rascas un poco, es secuestrado por sus padres durante mucho más de 24 años. Sí, no es gran cosa, pero otro oportunismo del oportunismo del género periodístico consiste en no decir gran cosa. O en no decir nada, salvo comunicar el oportunismo. Comunicar que eres oportuno. Que existes. El periodismo español, en fin, brilla con luz propia en ese microgénero. En ese sentido, el periodismo se parece a la política. Es oportunista. Hum. Antes eso era malo. Existía la posibilidad, incluso de insultar a un político utilizando el palabro oportunista. Hoy, en fin, ese palabro no significa nada cuando se aplica a un político. Todos son oportunistas. Es decir, coyunturales. Los únicos políticos no coyunturales, los menos oportunistas, son los políticos de la nueva derecha. Tienden a ir a piñón fijo, tienen un programa y son insensibles a la coyuntura. De lo que se deduce que el oportunismo es, tal vez, lo que diferencia más y mejor a la izquierda y a la derecha esta mañana a primera hora. Obama, verbigracia, es un oportunista. Sus seguidores, también. Intentan leer el oportunismo de Obama para intentar colar en su lectura oportunidades y oportunismos ideológicos. Quizás no es gran cosa. Pero es lo que hay. Lo que hay es lo que hacían los Blade Runner en la peli homónima. Debían matar a la chica. Pero cuando tenían la oportunidad, podían decantarse por el oportunismo de no matarla. Evidentemente, el Blade Runner debía tener la precaución de no explicar a nadie que no había matado a la chica. Incluso, a sí mismo. En la peli, como recordarán, sólo había un Blade-Runner. O muchos. Lo que pasa es que nadie se lo hacía saber a nadie. O, tal vez, eso sea un oportunismo por mi parte. Para leer el periodismo, la política, la cultura actuales es preciso, en todo caso, ser oportunista. Poner sobre el objeto observado algo que, tal vez no existe. O existe poco. O de forma oportunista. Las suposiciones oportunistas nunca quedan del todo confirmadas. El oportunismo, la única opción civilizada en la cultura y política locales, no requiere la mirada del otro. Es una escuela de soledad. Es, snif, lo contrario que la cultura y la política, aquella cosa colectiva para nuestros papás y nuestros abuelitos.

jueves, abril 24, 2008

LA ESPERA

Hola. Prensa del día. Sant Jordi, etc. Me llama la atención un titular: “XXXX” –una autora- “DEBUTA CON ÉXITO EN EL CARA A CARA CON EL PÚBLICO”. Alude al hecho de que una autora catalana de origen africano vivió ayer su primer día de firma de libros. Y que la cosa fue xaxi-piruli. Es decir, fue a) un éxito. Pero, también, b) un debut. Es decir, un inicio profesional. La escritora, pues, empezó a trabajar ayer. Su trabajo es firmar. Lo hizo tan bien como una autora cuyos padres no fueran africanos. Todos los niños y niñas de Catalunya, en todo caso, nos alegramos.

Del titular –un titular, por otra parte, certero; si describiera un sistema político tan bien como describe una cultura, clasurarían el diario-, se deduce que diversos apriorismos ya son parte de la realidad. Un diario puede someter a sospecha al hijo de un inmigrante por no conocer la cultura española. A su vez, asume que, en la cultura española, el oficio de un escritor consiste en promocionar su obra. Es decir, en la autopromoción, más que en la obra. La literatura -el arte, la cultura, pongan los palabros que quieran-, es un acto teatral. Consiste en vender algo con éxito. Hace un plis, ese algo era algo muy complicado. Literatura, arte o pongan los palabros que quieran. Ahora es un libro. O un autor. En todo caso, un objeto, esperado con ansia, hasta el punto de ocasionar colas, un día al año.

La pasión por la espera de un mundo mejor se ha transformado en la pasión por la espera. A secas. En mundo puede quedarse en ese estado por mucho. O por siempre. Las esperas son, en fin, apasionantes.

miércoles, abril 23, 2008

SANT JORDI 0.CHORROCIENTOSMIL MILLONES

Hola. Sant Jordi. Un día en el que se concentra el grueso de las ventas anuales de libros en Catalunya. Mucho para un día. En Madrid, una cantidad similar de libros se venden durante la Feria del Libro. Mucho para una semana. En el resto del Estado, vete a saber lo que se vende. Posiblemente una XXXX pinchada en un palo. No hay datos, en todo caso. Mañana, a su vez, aparecerán en los diarios los datos de ventas del día de hoy. Que, por cierto, no es que sean aproximativos, es que son falsos. Los datos reales aparecerán dentro de varias semanas, cuando los libreros devuelvan lo no vendido. Los datos definitivos, en fin, serán aún menos épicos que los datos que aparecerán mañana. Es decir, que los libros más vendidos serán aún peores que los libros que aparecerán como los más vendidos mañana. Lo que, a su vez, importa una higa. La literatura ha desaparecido. Existen los libros. Una industria editorial englobada en otra industria más amplia denominada cultura. A su vez, una banda sonora de ascensor. Con la que todo el mundo está de acuerdo. Nadie, en fin, está en contra de las bandas sonoras de ascensor. Tienen el don de no enervar. Quizás sólo puede enervar de ellas su incapacidad de enervar.

Humm. Estos palabros se parecen, digo yo, a los que utilicé o pude haber utilizado el pasado Sant Jordi para aludir al pasado Sant Jordi. O al otro. O al otro. Quizás son, pues, otra banda sonora. O, peor, ruido. El ruido es también una banda sonora. Desorganizada. Un ruido organizado en cierto orden es, de hecho, una sinfonía. Yo qué sé.

martes, abril 22, 2008

DULCE HOGAR

Hola. Me columpiado unos días. He estado en Italia. Una sociedad muy parecida a esta. Pero difícil de leer en algunas particularidades. El Sur es difícil, en general. Nada es lo que parece. Cuando alguien, verbigracia, habla de un determinado mal que ya no existe, en realidad te está diciendo que está muriendo, precisamente, de ese mal. Son siglos disimulando. Ahora mismo, no me pregunten qué, pero seguro que estoy disimulando algo.

Anyway. De vuelta aquí me he encontrado con el concepto “aquí”. En la forma de la polémica de los dos sectores del PP. Polémica que dibuja a) el modo de ser y comunicar de la derecha local. Pero también ilustra, snif, el mismísimo concepto b) de lo local.

Sobre a):

a.1) Todo el mundo miente. En el discuso Aguirre y Rajoy, nadie dice la verdad. La verdad es menos importante que el proyecto que esconden los discursos. En este caso, pillar cacho o mantener cacho.

a.2) El traductor de los dos discursos son los medios. Con la particularidad de que los medios, a la vez que traducen, apuestan por un individuo.

a.3) Los medios se dividen, fundamentalmente, en dos tipos. Que dibujan realidades opuestas. Los medios madrileños. Y los medios periféricos. Los medios madrileños, a su vez, confunden Madrid con el todo. Hummm. Posiblemente, el debate entre Rajoy y Aguirre, más que el debate entre dos lecturas de la derecha española, es un debate entre dos estructuras de la derecha española: la ciudad-estado Madrid, y las comunidades-Estado del PP.

a.4) Los medios, a su vez, tienden a dar por buenas las explicaciones de los debatiendes. Esto es un debate ideológico, etc. Así, Aguirre es neocon, mientras que Rajoy tiene cosillas en su alma de cariz socialdemócrata. Toma, moreno.

Sobre b).

El punto de inflexión del debate, consistió, al parecer, en el momento en el que Rajoy invitó a Aguirre a marcharse del partido –algo que, según el punto a.1), no dijo-. Momento en el que Aguirre dijo que jamás había anunciado que competía con Rajoy para el sultanato del PP –otra vez, esta vez Aguirre, se trae a colación el punto a.1-. Es decir, el momento mágico, definitivo, final, de la micropolémica, consistió en invitar a irse al rival. Algo absolutamente español. Aquí, en cualquier ámbito, no hay espacio para dos. Las luchas, por aquí abajo, son luchas para ser uno. Es decir, para elminar al otro. El Sur, a pesar de su alegría y colorido, es una colección de violencia absoluta.

miércoles, abril 16, 2008

MUJERES FLORERO. Y HOMBRES.

UNO ES LO QUE VÉ. Ayer estuve hablando con dos personas de ¿70 años? usuarias de la izquierda. Estaban más contentas que una anchoa. Por las imágenes de una ministra socialista, embarazada, pasando revista a un batallón, un pelotón o como diablos se llame. Tenían esa sonrisa en la cara de “y-vió-que-era-bueno”, de las que les hablaba ayer. Yo, por respeto, module esa cara. Me costó 4’34 segundos. Fue fácil. Si bien, cuando yo vi las mismas imágenes, observé algo diferente. Ví un/a ministro/a de defensa/o ad-hoc/a. Diciendo vivaspaña, con esa voz que se le pone a uno cuando dice esos palabros. Humm. No sé, pero la alocución vivaspaña tiene poderes mágicos. Ya puedes ser un coronel de la Guarcia Civil asaltando el Congreso, Serra, Trillo, Manolo el del Bombo, o una señora embarazada, que cuando dices esa frase se te pone una cara de cabreo cósmico. Es una alocución poseedora de súper poderes. Me extraña que Harry Potter no la utilice nunca. Es cuestión de tiempo que Iker Jiménez no se interese por ese fenómeno en un monográfico.

LOS HOMBRES Y LAS MUJERES FLORERO. No sé. Hay cargos en los que el personaje devora al actor. De manera que, la sensación en el tiempo, es que el personaje es el mismo, a pesar de que vayan cambiando los actores. OK, sí. Existe lo mejor y lo peor. Pero poco más. No existe el cambio. Este verano, haciendo una serie de trabajos sobre el boom inmobiliario en el litoral mediterráneo –esa cosa ingobernable, esa cosa que las izquierdas no han podido parar, ni siquiera intelectualizar- , estuve hablando con una exconsellera del Govern Balear, del primer gobierno de coalición de izquierdas habido por aquí abajo. Aquí van algunas perlas. “Un gobierno no puede cambiar las cosas. Las cosas se cambian en otro sitio”. Ella afirmaba que ese otro sitio es “la sociedad”. Yo, snif, no soy tan optimista. Posteriormente, verbalizó la dificultad de realizar políticas de cambio en un gobierno. “En un Gobierno nadie quiere ser el radical. Se tiende a no ser valiente si piensas en las encuestas. En un gobierno pesa el hecho de poder continuar”.

LA APORTACIÓN DE LAS IZQUIERDAS A LA DERECHA. En ese interín entre estar y continuar, las izquierdas se están especializando en comunicar buen rollo. En anteponer los embarazos a las bayonetas, por ejemplo. Lo que puede ser una imagen impactante, sí. Y poco duradera dentro del pack izquierda. Las izquierdas, si se fijan , crean coreografías chachis, que luego adoptan las derechas, mejorándolas e impregnándolas de ideología. Pero, snif, algo me dice que el próximo ministro de defensa de la derecha será una mujer embarazada de octillizos. Invadirá la isla de Perejil, con fuerte viento de Levante, o bombardeará preventivamente Andorrapara instalar columpios.

martes, abril 15, 2008

ABRIL

SIEMPRE, VEN. 14-A de hace 6.000 millones de años. Mi abuelito estaba en la fábrica. De pronto, sonó la sirena. No era la hora de la sirena. Así que todo el mundo se miró a la cara. Salieron todos al patio, así, mirándose a la cara. Allí vieron la cara de la persona que había accionado la sirena. Les explicó que se había proclamado la República. A todos les nació, en mitad de la cara, la cara de la persona que había accionado la sirena. Marcharon hacia la calle con esa cara. En la calle, se encontraron con las caras de personas que salían de otras fábricas. En silencio, con el sonido de fondo de cientos de sirenas de cientos de fábricas, fueron paseando y merándose a la cara, por todo el pueblo. Un pueblo que, por fin, se miraba a la cara. Fin de la historia. Esta descripción del 14-A no tiene nada de particular. Salvo que es exactamente igual a miles de historias sobre el mismo día. Un día en el que, por lo visto todo el mundo miró a todo el mundo y vio que era bueno –mi frase del Génesis favorita; no hay muchas ocasiones en las que utilizarla; de hecho, sólo aparece a principio del Génesis; posteriormente no hay ocasión posible de traerla a colación-. Hasta Vicente Aleixandre, un ser en las antípodas de mi abuelito –a mi abuelito le gustaban jamonas- tiene una historia absolutamente similar con la que relata el mismo día. Los compañeros de la fábrica, en la historia de Aleixandre se reducen a otro poeta del 27, el pueblo es la Gran Vía de Madrid y las sirenas son claxons de automóviles. La historia de Aleixandre finaliza con las mismas caras, caras de personas a las que les sale un gusano simpático, en forma de sonrisa, en la boca. Y ven que era bueno, etc.

EL MESÍAS. Ayer. Es decir, 14-A. Se presenta el nuevo gobierno. Evidentemente, las sirenas de las fábricas no sonaron, etc. Con la política sucede un poco como con el mesías. En el siglo XVIII, un discípulo que se estaba rajando le preguntó al rabino -jasídico, esos pollos que se pasan el día bailando- de Vilma como diablos sabía que el mesías no había llegado ya, como aseguraban los cristianos. El rabino le dijo que se asomara a la ventana. “Si el mesías hubiera venido, bastaría con asomarse a la ventana para saberlo”. El 14-A de hace 6.000 años, uno se asomaba a la ventana y veía que, en efecto, el mesías había llegado. Y que tenía una cara muy parecida a la tuya. Bueno. Hoy en día no se espera al mesías. La buena noticia es que tampoco se espera al anticristo. Uno se asoma a la ventana y sólo siente calor o frío. Dos sensaciones inducidas. Por la temperatura.

SENSACIONES INDUCIDAS. Estoy por decir que, hoy en día, los gobiernos no gobiernan. Inducen temperaturas. Más el que se inauguró ayer, sin duda una lectura puntera de lo que es, snif, la izquierda esta mañana a primera hora. Caldera, tal vez el ministro más ideológicamente activo dentro del criterio de la socialdemocracia clásica, ha dejado de ser ministro. Se ha ido a hacer lo que la derecha hizo en su segunda legislatura. Unificar la Anti-FAES y crear una fundación cachas. Eso supone una intelectualización de la FAES, la primera fundación de un partido conservador europeo que, por primera vez en la historia, hizo algo más que recolocar excargos. Estudió la cosa neocon USA y la adaptó con éxito bestial al mercado hispano. Y, todo ello, en un plis. Cabe esperar que la nueva fundación del PSOE haga lo mismo. SI bien no puede hacer lo mismo. No existe un modelo de izquierda tan radicalmente moderno, acabado y chachi-piruli como el modelo de derecha que reinterpretó la FAES. Posiblemente, la nueva fundación se invente ese modelo. Condicionada por la FAES, esa máquina de comunicar, es posible que la opción de la fundación PSOE consista también en comunicar, antes que hacerse la picha un lío con ideologías. Que el modelo de la izquierda sea la comunicación. Comunicar una determinada temperatura. Hay indicios de ello.

EL GOBIERNO COMO TEMPERATURA. El Gobierno actual apuesta por el símbolo y la dramaturgia. Ayer, de hecho, comunicó a gogó. Como un teléfono descolgado. Comunicar, en fin, no es necesariamente decir algo. La ceremonia de jura estuvo plagada de abrazos de diversa duración e intensidad. Es decir, de diversa significación y que comunicaban cosas ambiguas, pero diferentes. Una pre-mamá, es decir, el compromiso de la vida, es ahora la gestora de los novios de la muerte. Esa metáfora comunicativa con patas, en su primer discurso ante los militares, habló de España unida di diversa –concepto diferente al de España plural, nacido y muerto en la primera legislatura; vete a saber lo que significa; cabe suponer que lo contrario a lo de España plural-, luego dijo los vivas a España y al rey al uso. Desde otra tonalidad comunicativa –si es que hay otra-. Hay una ministra que no tiene 30 tacos. Una edad a la que no has tenido tiempo de nada. Salvo ser una metáfora. Tiene página en youtube. Supongo que se desaparecerá en un plis: es la página de un político mediocre de provincias, preocupado por su promoción -un trepa, vamos-. Ahora deberá comunicar otra cosa. Seguro que lo comunica a la perfección, etc.

Humm. El 14-A de ayer fue el Chiqui-chiqui del 14-A de hace 6.000 años. Una parodia más divertida que dramática. Se formuló, en todo caso, una nueva izquierda. Que tal y como está el patio europeo, igual crea escuela en Europa. Una izquierda que crea coreografías de calor, que aspira a incidir más en la temperatura que en la realidad. Lenin, autor de grandes frases –“el poder está para tomarlo”, “rayos, me estoy quedando calvo”-, dijo en su día que el gobierno lo puede ejercer una cocinera. Supongo que eso es cierto. Siempre que la cocinera no cocine, y comunique a la vez grandes platos. Wellcome, XXI century.

viernes, abril 11, 2008

TE VÍ

Tertulias televisivas de políticos. Brrrr. Este hecho, único en Europa, explica que por aquí abajo el político y el periodista tienen el mismo oficio. O, al menos el discurso de uno puede ser asumido sin grandes problemas por el discurso del otro. El político y el periodista no se tienen bajo sospecha. La frase “cariño, esta noche no iré a dormir, que tenemos reunión”, no levanta sospechas a un periodista si las emite un político. Etc.

Estas semanas el discurso emitido sin sospechas por los políticos y los periodistas es que el PP se está moderando. La prueba de ello es la lucha entre moderados –pack Rajoy-, contra inmoderados –pack Aguirre-. El PP es así un partido con dos rostros –algo propio de otras latitudes-, enfrentados por dos tendencias.

Hum. Si el periodismo consistiera en oír, es posible que así fuera. Pero consiste en ver. En llevar una americana cutre, encararse al auditorio y decir lo que uno ve. Algo, por otra parte, no exento de belleza. Como algunos suicidios japoneses. Anyway. Les explico lo que veo.

El PP no puede ser un partido moderado. No desde hace un par de legislaturas, cuando dejó de ser un partido para ser un grupo de comunicación. Eso sucedió gracias al contacto de FAES con thinks tanks republicanos USA. En breve tiempo, en España sucedió algo que al Republican Party le costó 30 años de curro. La reconversión de la política en comunicación. Algo que supone una gran cantidad de profesionales, que crean, difunden y luchan por la hegemonía de unas palabras sobre otras. Esa lucha por la apropiación del lenguaje, es decir, de la cosmovisión, es la crispación, por cierto. Esta mañana a primera hora eso no sólo es una dinámica. Es una industria. Es mucha gente cobrando para ello. Y, más preocupante, mucha gente viviendo de las migajas que se desprenden de todo ello. Como sabrán todos aquellos que fueron niños en los 80’s, es difícil y humanamente costoso reconvertir un sector industrial. No es posible, pues, un cambio a la moderación sin hambre. Por lo que no creo que se produzca en este caso. La batalla de PP es, pues, una batalla personal entre dos caracteres. No es una lucha por la moderación. No puede serlo. Sencillamente, en ese grupo de comunicación, nadie cobra para ser moderado.

jueves, abril 10, 2008

NADA

Tertulia en la tele. Varios políticos hablan sobre el pleno de investidura. En otras culturas simplemente se habría informado del tema. A lo sumo, algún comentarista lo hubiera comentado. A lo sumarísimo, hubieran sido un par de comentaristas. Si hubiera habido un político en la mesa, hubiera estado, en todo caso, a merced de los comentaristas. Aquí, pues no. Simplemente se elide al comentarista –es decir, al periodista-, y se pone un mazo de políticos. Hacen el mismo trabajo, posiblemente cobran menos, y vienen a decir lo mismo. En vez de ver todo eso como un drama, se observa como la pera limonera. Refleja el carácter popular y participativo de la política por aquí abajo. Pero, snif, también refleja que la política y el periodismo locales son una esfera sin cambios ni sorpresas. Sin actividad, más allá de ella misma.

Estoy preparando un libro sobre Barcelona. Ya queda, buf, poco. Hoy me he leído un texto periodístico de Narcís Monturiol –socialista, cabetiano, inventor de submarinos-, escrito en 1845 y publicado en un periódico, que fundó junto a otros compañeros y que duró lo que el rosario de la aurora. En el texto Monturiol defiende que la revolución política es imposible. O, incluso, anecdótica. Y que el caso de la cosa es la revolución social. Monturiol –mucho tiempo debajo del agua- consideraba que estaba a huevo. Hummm. En el siglo XXI no sólo la revolución política es imposible. Es posible que también lo sea la política, a secas. Revolución social… En el siglo XXI Monturiol no hubiera publicado ese artículo. Posiblemente, no hubiera construido un submarino.

Un submarino hecho a mano es, supongo, una máquina rara, abandonada a su lógica. No te cansas de mirarla. Habla de ti.

martes, abril 08, 2008

EL ORGULLO

-SARFA NEWS. Hola. Estoy a punto de coger la Sarfa. Y, aquí, ustedes se preguntarán qué diablos es la Sarfa. La Sarfa es la línea de autobuses que une el Empordà con el resto del mundo. Es un concepto importante. Tanto que en el Empordà, un autobús no es un autobús. Es una sarfa. Hace, guau, más de 30 años que utilizo esta línea con regularidad. Cuando empecé a utilizarla, una sarfa ad-hoc estaba repleta de estudiantes que iban o venían de la uni, de empordaneses enclenques que iban o venían del médico de Barcelona. En ocasiones iba o venía Pla, un tipo con una relación con el dinero tan literal que bajaba a Barcelona a cobrar los artículos, por el trincu-trincu system. Creo que nunca me senté al lado de Pla. O, al menos, no recuerdo ningún trayecto con un viejo con boina pegándome collejas. Posteriormente la línea se llenó de moros, después de negros, después de ecuatorianos. Este mes lo que tira son los rusos. Humm. Ahora que caigo, me doy cuenta que la Sarfa es una especie de diario. Te explica lo verdaderamente importante del día. Así que decido no comprar la prensa del día, y enterarme de la actualidad ojeando la sarfa.

-TITULARES DEL DÍA. La gran noticia del día, si no lees la prensa pero sí lees la Sarfa, la leo antes de subirme a la sarfa. En la estación misma. Está repleta de personas que han pasado allí la noche, al lado de sus zapatos, y con la cabeza apoyada en una mochila canija. La estación huele a humanidad. Es decir, a pies, esa cosa que ha llevado a la Humanidad a todas partes. Incluso a la Luna. Hace menos de un mes, a esa misma hora, apenas había un par de home-less. Ahora habrá casi un centenar. Bueno, no son home-less. Pero sea lo que sea que sean, están a tres casillas del concepto home-less. No llevan barba de náufrago. Tienen, lo dicho, una pequeña mochila con alguna pertenencia. La ropa, sucia, aún deja adivinar su color. Y, sobre todo, poseen la fortaleza de espíritu suficiente para no acudir a un albergue y asumir que son home-less. Así que han hecho nonas en una estación. Simulando o demostrando que lo suyo es una mala racha, y no un destino. Han antepuesto, pues, el orgullo a una cama. La noticia del día podría ser que la pobreza ha aumentado notablemente en apenas un mes. Que ha pasado un cacao-marabillao que, si bien no ha llenado los albergues, ha llenado sus antesalas. Pero, posiblemente, la noticia sea otra. Este titular: “El orgullo impide ver la pobreza incluso a sus usuarios”.

-CAN TELÉMACO. Leo un diario. También me cuesta leer la noticia del día. Está camuflada entre el orgullo de sus protagonistas y de sus redactores. De la Sarfa y de los diarios del día colijo que es complicado leer las noticias que protagonizan los humanos. Están detrás del orgullo que producen los humanos. Dos horas –brrrrr- después llego al Empordà / casita. Bueno, no es casita. Es la casita de papan et maman. Pero sin ellos. No sé si es por eso, pero volver a casa es algo triste a partir de cierta edad. En todo caso, a partir de cierta edad –una edad muy temprana-, cuesta volver a casa y sólo se hace envuelto en cierta tristeza. Odiseo tardó 25 años en volver a casa. Uno podría pensar que no quería volver. Pero volvió, lo que descarta esa presuposición. Símplemente, le costó 25 años. Volver a casa igual es algo relacionado con el orgullo. Es decir, algo difícil de leer. Humm. En el siglo XXI 25 años igual son dos horas de Sarfa.

viernes, abril 04, 2008

LA MUJER DE BLANCO Y AQUELLA OTRA MUJER GORDITA

LA MENTIRA ES LA RESIDENCIA DE VERANO DE LA VERDAD. Un surrealista de segunda fila, en plena borrachera colectiva gritó: “¡Ayer hice el amor con 20 mujeres!”. Sus amiguetes no le hicieron caso. En ese momento, el surrealista de segunda etc dijo por lo bajini la frase por la que ha pasado a la historia. Una frase de primera fila. Primero dijo: “Es mentira. Fueron 20 hombres. Y fue mi hermana”. Captatio atentione que provocó el silencio de sus amigotes. Y, luego, la gran frase: “Detrás de toda mentira se esconde una gran verdad”. Toma moreno.

HISTORIA DE UNA GRAN MENTIRA. Detrás de toda gran mentira se esconde una gran verdad, etc. Veámoslo, hermanos, a través de un ejemplo. Yo qué sé. Una mentira cochina. Hum. Ya está. La Leyenda de la Mujer de Blanco. Ya saben, una tía de blanco que se te aparece en la carretera, la subes al coche, te avisa de una curva, superas precariamente la curva, te giras para agradecerle el consejo y, ñaca, la mujer de blanco no está y te XXXX la pata abajo. Se trata, evidentemente, de una mentira. Nadie, en fin, permitiría subir de noche a una mujer en camisón a su coche para que luego desapareciera. La historia, por tanto, explica y esconce, en tanto que mentira, una gran verdad: el terror. En este caso, el terror a morir en la carretera, como un nindundi. Curiosamente, la Leyenda de la Mujer de Blanco es del siglo XVII. Es decir, antes de las carreteras y de los coches. En aquel momento explicaba también una verdad: el terror. Otro terror. A morir en un camino, como un nindundi, a manos de bandoleros pre-Luís Candeles. De la bella historia de la Mujer de Blanco se desprende, pues, que las grandes mentiras esconden una verdad. Algo que se sabía gracias a un señor, su hermana y 20 voluntarios. Y otra cosa más inquietante: la verdad que esconden las mentiras, y más las más gordas y dilatadas en el tiempo es, sea lo que sea, el terror.

EL TERROR ES LO QUE VIVE ENTRE LA VERDAD Y LA MENTIRA. Prosiguen los artículos y explicaciones que me explican el giro moderado del PP, ejemplarizado a través del auge al estrellato de Sáenz de Santamaría, esa señora tan moderada. Esa leyenda urbana también nació en el siglo XVII. O, al menos, hace la tira. De hecho, que yo recuerde, en España nunca ha habido derecha gore. Ni siquiera cuando la ha habido. Desde que soy pipiolo, al menos, nunca jamás ha habido una derecha peligrosa, sino una derecha que practicaba el duro ejercicio del consenso, la moderación, la responsabilidad, la democracia king-size y bla-bla-bla. ¿Qué explica esta leyenda? El terror, claro. El terror a la desestabilización, el terror a describir lo que se ve, el terror a ser el niño de Andersen que ve lo que no toca y se va al paro, el terror a ser diferente, el terror a que lo que uno ve sea cierto. Yo qué sé. Pero, remember la mentira de la mujer de blanco, es puro terror.

HUM. El terror se parece notoriamente al humor. Nace en la misma arruga del cerebro, por lo que el humor puede recorrer un tramo con el terror, observándole sin ser visto. Quizás por eso el humor puede describir tan bien la patología de una sociedad tonta del culo como la nuestra. Una sociedad en la que nadie explica el terror. En la que nadie describe -la risa tiene su cosa de descripción, como el terror- lo que, aparentemente, todo el mundo ve.

AH. No viene a cuento, pero tras estas meditaciones les obsequio, por el mismo precio, con unos pegadizos minutos musicales.

miércoles, abril 02, 2008

EL MOVIMIENTO SE DEMUESTRA SENTADO, VIENDO ANDAR

Hola. Hace la tira que no les escribo. Estaba cazando bisontes, etc. He contribuido notoriamente a su extinción. Esta mañana a primera hora, si se fijan, el bisonte está prácticamente extinguido. Soy la pera.

Han pasado / no han pasado la tira de cosas desde nuestro último contacto. Uno nunca sabe lo que pasa, en fin. En General, no pasa nada. Pero lees los papeles y parece que el movimiento es continuo. Ahora, por ejemplo, hay movimiento incluso en el PP. La nueva portavoz, por ejemplo, es presentada como un movimiento. Hacia la moderación, etc. Si bien, si uno no leyera la prensa de hoy, sino la de ayer, no lo tendría tan claro.

Por aquí abajo, donde nunca se mueve nada, el movimiento llega a golpe de periodismo. Hummm. No sé. Echo de menos un periodismo sin movimiento. Un periodismo que no haga caso de los entrevistados. Que se parta el rabo de la risa cuando el entrevistado hable de movimiento.