viernes, enero 20, 2006

LO PC, O LOS ÚNICOS SENTIMIENTOS POSIBLES

-LO QUE EN LOS 80’S ERA IMPENSABLE. E INSENSIBLE. Esta semana, para romper la constumbre, he leído una contra de Rosa Montero / lo CT / lo PC. El caso de la cosa era su escándalo ante una exposición en el Sofidou, “El arte sucede”, en el que se proyecta un vídeo de los 80’s en el que un artista de los 80’s, ñaca, mata una vaca de los 80’s. La periodista del siglo XXI se indigna y clama al cielo, etc. Recuerdo que, en la juventud rampante / los 80’s, me pelé aquel vídeo. Me la dejó floja. A mí y a todos los que lo vimos, con la cara de estirados y de chicos de estar de vuelta que gastábamos en los 80’s. No creo que percibiéramos en aquel vídeo arte. Por mi parte, con vídeos, performances y acciones como esa empezada, primitivamente, a camelar el camelo del arte. O como el arte, para serlo, necesitaba ser subvencionado, una beca en NY y una vaca. Es decir, necesitaba una vaca opcional y un Estado obligatorio. De hecho, ni a mí ni al resto de los espectadores, nos escandalizó lo de la vaca de los 80’s. No era arte. La propuesta artística de aquel vídeo –supongo que el escándalo-, no sucedía. Y, por lo visto, quedó, consecuentemente, enlatada 20 años. Hasta el artículo de la Montero. Aquello no era arte, en fin, hasta que la Montero escribió su artículo indignado. Para que la cinta fuera arte, para que el arte sucediera, se necesitaba una vaca de los 80’s -la había; había miles- y miles de Montero -no los había; ahora, por lo visto, las hay a miles-. En los 80’s había vacas, pero no monteros con los sentimientos escandalizados y a flor de piel ante una vaca. Esa paradoja explica un nuevo y pujante objeto, incorporado a la cultura local en 20 años y a lo bestia. Los sentimientos escandalizados. Es decir, lo PC, un breviario que explica los sentimientos ante los que hay que escandalizarse o no. Y que traduce el mundo en sentimientos, esa cosa tan peligrosa y de la que carecen las vacas.

El Estatut, ahora que lo pienso, es un vídeo con vaca muerta. Mañana se lo explico.
El PP es puro sentimiento escandalizado. Las izquierdas no se escandalizan más para no parecerse al PP, lo que escandalizaría más sus sentimientos. Bueno. Mañana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya. Pero en este asunto hay otro aspecto que tú llamarías "CT", y en el que, me temo, Rosa Montero y tú estáis muy de acuerdo. Ambos consideráis que "el arte contemporáneo", por extensión, es "un camelo"; los dos hacéis generalizaciones abusivas, y no muy documentadas, sobre la crítica de arte "en general" y sobre sus géneros; ninguno de los dos admite excepciones ni señala qué artistas o géneros sí le parecen interesantes -entre otras cosas, porque no vais casi nunca a ninguna galería. Ambos coincidís en un prejuicio iconofóbico y anti-intelectual contra el arte contemporáneo y contra los discursos que lo rodean, en cualquiera de sus formas. Ese es uno de los -diversos- elementos de cohesión de la escena literaria española tal como la han configurado las páginas de cultura de los periódicos: la contraposición con otra escena artística vista -desde muy lejos y con escasa curiosidad intelectual- como "un fraude". Esto se ve bien claro en tu blog, donde hablas continuamente de "cultura" en sentido amplio, pero de hecho reduces radicalmente la idea de cultura a algunos -pocos- textos literarios, dejando fuera cualquiera manifestación de la cultura de la imagen. Y no, esto que digo no es una "defensa del arte contra sus detractores": los que sí vamos a ver expos somos los primeros que nos podemos reír, con concimiento de causa, de muchísimas cosas, pero eso no excluye que también podamos apreciar algunas obras y autores recientes, que pueden muy bien tener subvenciones y prebendas, como también tú recibes ingresos en cuenta de El País. Los que hemos estado en conversaciones sobre literarura sabemos muy bien que, en ese contexto, "lo PC", como tú dirías, es abominar del videoarte, de las instalaciones y de los happenings sin haber visto ninguno; en ese contexto, y tú lo sabes bien, "lo menos PC" es ponerse a hablar de un artista reciente, como, pongo por caso, Valldosera o Prego. Por cierto que, tú que te reclamas deudor de la gran tradición republicana, podrías considerar que en los tiempos de la República los escritores y los artistas se hablaban y colaboraban mucho más que ahora; la escisión entre esos dos mundos, que ha cambiado para mal el concepto de cultura, es un fenómeno muy reciente, y tu post no es en absoluto crítico con él.
Eloy

Anónimo dijo...

Lo que me ha interesado del caso Benito es ver como una obra no escandalice a nadie hasta transcurridos veinte años.
Me intranquiliza, no obstante, que, pasados estos veinte años, hayamos creado un cuerpo de leyes que permitan retirar la obra con una simple denuncia, evitando así tener que recurrir a la desagradable censura.