martes, febrero 20, 2007

LAS COSAS SON DE QUIÉN LAS INTERPRETA

Estos días he estado cazando bisontes como un poseso, por lo que me disculpo por mi dejadez. Y ahora, al tajo.

Juicio del 11-M. Lo visiono a través de los medios escrito Brunete y no Brunete. Es decir, que por el mismo precio el periodismo español me ofrece dos juicios diferentes e, incluso, contradictorios. Cabe suponer, por tanto, que en su día me ofrecerán dos sentencias diferentes y contradictorias. Este hecho ilustra que lo menos valorado de la realidad es la realidad. Y que lo real sufre diversos filtros hasta convertirse en realidad. No sé. Lo real son los bombazos del 11-M. El juicio ya es un filtro y su interpretación Brunete o no Brunete, pues dos más.

¿Se puede vivir con tantos filtros? Respuesta. Sí. Aquí y en Lima. Las sociedades humanas son básicamente, fábricas de elaboración de filtros. Últimamente estoy leyendo a varios sabios que en el mundo han sido comentar, no obstante, que la visualización de lo real en España a través de dos grandes filtros puede llevar a una radicalización absoluta, culminada en algún tipo de, creck, ruptura. No lo creo. Los filtros, los dos filtros –o uno y pico- disponibles en la sala pueden coexistir eternamente, preservando dos comunidades de usuarios de lo real de manera separada, que nunca se ven, que nunca se encuentran. En una especie de Soweto informativo. Los blancos no ven a los negros y los negros no ven a los blancos, salvo en puntuales, tensos y violentos encuentros.

Les explicaré todo esto a través de un bello ejemplo visual. Lo real, en este ejemplo es A), donde A) podría ser el 11-M, el Estatut catalán, la negociación con ETA, o lo que usted quiera. La Brunete tendría su propia descripción de los hechos. Que no sería tan descripción. Sería, B,) una adaptación de A) al centro-derecha. La no-Brunete, pues también tendría su C) lectura talantística. Como pueden observar, B) y C) tienen su parecido razonable a A), sus nexos con lo real que impiden que la interpretación realizada sea interpretada como delirio por sus propios usuarios. Si bien, tanto B) como C) no sirven, en ningún caso, para valorar A). Sólo sirven para aglutinar a dos tribus de salvajes –salvajes del ritmo-. Una tribu más salavaje que la otra, me temo.

Hummm. Esta semana les hablaré sobre la interpretación de las cosas. Es decir, de salvajes.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué buenísimos los videoclips versátiles, por Diooosss!!

Muy buen ejemplo, sí señor.

Anónimo dijo...

Atención, pregunta:

"Si el comentario anterior fuera un ejemplo verbal de interpretación de un hecho A (en este caso el post de hoy de Martínez), ¿de qué tipo sería, B (brunete) o C(talantosa)?"

Envíen su respuesta al concurso "La cosa para quién la interpreta"

Anónimo dijo...

Martínez: Hace falta, ya, la inclusión de alguno de los clips del niño loco alemán. ¿No los conoce? Pues son la esencia de la CT.