lunes, noviembre 26, 2007

LA IZQUIERDA BONEY-M

A mi la izquierda local me recuerda al negro de Boney-M. En el caso, poco probable, de que aún no les haya convencido, vean atentamente esta prueba documental, que mientras yo me voy a remover el estofado con ceps que me estoy preparando. Nanoniano-nanoniano. ¿Ya está? Ahora que ya tienen las imágenes propuestas en su disco duro, acompáñenme en el siguiente itinerario disco-lógico. Alehop.

1-Como ven, las tres chicas son las que cantan la copla. Las chicas, en fin, son una metáfora del PP. El negro, metáfora de las izquierdas, está más callado que una puta en semana santa, que es como, por otra parte, Lara padre decía que estábamos los chicos de la prensa en la rueda de prensa del Planeta. Qué tiempos, snif. Anyway.

2-Las chicas, sobre todo la del rajote en la falda que le empieza en la campanilla, nunca pasarán hambre. El negro de Boney-M, como ven, no tiene justificada su plaza. Las tres chicas se entienden con la mirada. Si fueran a 59” o al juicio del 11-M, declararían lo mismo. EL chico parece no entenderse ni a sí mismo. Allá donde se pone a bilar, parece que acaba molestando.

3-Las tres chicas tienen juego de piernas y dominan, pues, la canción como quieren. Tanto que, en un momento dado una, la del rajote, hace una virguería con el cuello. Ñaca. El negro de Boney-M sólo abre la boca. No canta –tiene voz de cazalla; si cantara, lo sabríamos-. Hace ver que canta la canción de las chicas. Las chicas, si pegan la oreja, verán que cantan un canción que habla de la unidad nacional, de la singularidad de España en el top-10 de países elegidos por la Divina Providencia, de valores cristianos preconciliares, de la Transición como medida del hombre, y de posicionamientos sin fisuras ante ETA. El negro de Money-M, que no canta nada, se cuida muy mucho de cantar otra canción. La canción, por otra parte y si se fijan, la baila todo el mundo en la sala con la boca de dientes. Quién no le guste o no la baile, desaparece de la sala como un ninja, zas.

4-EL negro de Boney-M, si se fijan, muestra su individualidad frente a las chicas con otra cosa que no es la canción / el discurso. A través del vestuario y de cierto movimiento peculiar. En efecto, tal y como viste y baila, presagia que en cualquier momento puede legalizar los matrimonios gays. OK, pero en la misma jugada puede dar también 2.500 euros a todas las madres que tengan un hijo filatélico, el 3’45% X 4 -78Y / ∏ del alquiler a un joven entre los X y los Y años, o hacer una Ley de la Memoria Histórica Musical en la que, por ejemplo, no se investigue a los Boney-M, esos plastas. Es decir, que el negro es imprevisible. Carece de discurso, salvo su silencio. EL silencio, por otra parte, no es lo contrario a la crispación. Como su nombre –silencio- indica, no es nada.

5-La derecha local es una ideología. Antes que un programa económico. La chica del rajote, por ejemplo, no está preparada para el crudo invierno. En su falda prima la ideología, el triunfo de la voluntad / Triumph des Willens frente al frío. La izquierda, a su vez, no es una ideología, ni un programa económico, ni mucho menos social. Es, snif, el negro de Boney-M.

Hasta mañana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno. Ese pepito grillo vestido de blanco hace lo que puede. O sobre todo, lo que no puede. Hacer ver que baila, hacer ver que canta, hacer ver que tiene algo que hacer en medio de sus parientas.