Permítanme que me cite a mi mismo –nota mental: mi política de citas me llevaba, tarde o temprano, a una cita conmigo mismo; llevo, snif, tanto tiempo, en fin, sin una cita, que empiezo a creer que una cita es algo que dijo un romano-. Bueno. Anyway. La cita. Que es del tocho que les endiñé ayer, cuando les hablaba de la epopeya de la derecha en los USA:
“Un político demócrata con ganas de comerse un kiki, se cuidará así mucho de utilizar palabros como keynesiano, laicismo, subida-de-impuestos-para-crear-una-seguridad-social, que esta mañana a primera hora son palabras tan raras y minoritarias en los USA como chifonier, menage à trois o conilingus trompetero.”
Esta cita igual se relaciona con esta otra cita que aparece hoy en la portada del País. Ahí va. Alehop. Aparten a los niños:
"El PSOE descarta de su programa las propuestas más molestas para la Iglesia. Gobierno y PSOE han optado por no molestar a la Iglesia católica, pese a los ataques que reciben de los obispos y de su cadena de radio. A los gestos del Ejecutivo con la financiación de la Iglesia o la representación gubernamental en solemnes actos en el Vaticano, se une ahora la renuncia de los socialistas a parte del ideario que incluyeron en su programa electoral de 2004."
Ayer, en fin, les comentaba que a), el PP es el gran interlocutor europeo del Republican Party, que b), el PP está adaptando –con éxito-, la política comunicativa del Republican Party, que ha posibilitado que c) los Demócratas, cuando juegan a la política, tengan todos los partidos de la Liga fuera de casa. El lenguaje es, en fin, una casa.
En ese sentido, el titular de hoy que les facilito es un ejemplo de partido jugado fuera de casa. Las izquierdas locales, snif, están empezado a jugar fuera de casa. Empieza a ser, como en los USA, una izquierda home-less lingüística.
Una pena. Las casas de colores alegran el corazón.
jueves, noviembre 29, 2007
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2 comentarios:
Esta mañana yo también me reí con este titular, y acto seguido, saqué una conclusión, prepárense. Ahí va: la diferencia no está entre la derecha o la izquierda, sinó entre quién está en el poder y quién quiere acceder a él. La política, hoy, no existe. Se la cepilló el marketing.
Ya veremos como les va a los de ERC con su intento de estar y no estar en el poder/mercado.
¿Sigo? Hace unos días usted hablaba de una derecha muy ideologizada. Nanai de la China. Donde pone derecha, ponga naranja. I donde pone izquierda ponga un producto incoloro e insípido que no hace nada para posicionarse y se queda en el estante más bajo. Ese es Saura.
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