martes, mayo 27, 2008

LA BATALLA DEL LENGUAJE, ESA COSA QUE NO VEN LOS SEÑORES MAYORES

Prensa de hoy. El caso de la cosa es el posicionamiento de Elorriaga. Que aparentemente se sale de madre –es decir, se descarta la posibilidad de que en realidad no honre a su madre-, y ataca a Rajoy. La prensa se hace chiribitas, en tanto, sic, Elorriaga es un “hombre moderado”. Hum. En el único contacto que tuve con ese señor –segunda, glups, legislatura Aznar- se me presentó a través de la definición de su oficio. A saber: “yo trabajo para que todo el mundo (en el partido) diga lo mismo”. Y, en efecto, en aquel momento, todo el mundo decía lo mismo (en el partido y, socorro, fuera de él), sobre el PHN, el Govern Tripartit, el terrorismo vasco –(que en aquellos momentos agrupaba a todos los partidos, salvo el PP), y sobre la guerra de Irak. Todo el mundo decía lo mismo, por cierto, a través de palabras como Libertad, Democracia, Igualdad, Solidaridad. Al parecer, incuestionables. Si bien, en aquel periodo, cuestionaron seriamente los conceptos libertad, democracia, igualdad, solidaridad. Elorriana hombre moderado. Hum. Esa afirmación explica que nuestro medios y analistas aún no se han coscado del gran cambio en el lenguaje que se está produciendo desde hace menos de 10 años –en España; en los USA, un poco más-. Intuyen algo, no obstante. Saben que ocurre algo en el lenguaje. Pero por ahora sólo ven los tonos. Tono cabreado = yuyu, tono pausado = moderado. Incluso progresista. A ese mismo análisis ha llegado, precariamente, la izquierda. Tono yuyu = derecha, tono buen rollo = izquierda. Curiosamente, quedarse con los tonos elude fijarse en los contenidos. Los contenidos de los discursos de la derecha son revolucionarios –están por un cambio social inaudito; hacia la derecha; hace 60 años que no existe una derecha tan recoluvionaria-, mientras que los de la izquierda son conservadores –la izquierda, en fin, no se encuentra el culo con ambas manos; ante el vació de discurso, su discurso consiste en conservar; conservar lo que queda de Estado social, sí; pero cuando uno realiza un discurso conservador, siempre se cuelan más cosas-. Como lo del chiste de la poligamia, que les explicaba el otro día. Y que volveré a explicar mañana desde otro ángulo. Trailer. Chiste, sinopsi: la izquierda carece de discurso y cuando, zas, pilla uno, resulta que es conservador.

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