Ayer se produjo una Interrupción Informativa. Ya saben, un género CT, con el que se paraliza la información a través de la intensificación de la información. Sucede cuando tiran una bomba, cuando se muere un Papa, cuando nace una infanta. O cuando ETA hace cualquier cosa. El género nació el 11-S y demostró sus posibilidades. El 11-S, si recuerdan, consistió en un plano fijo de las torres ardiendo. Sobre ello, durante horas, se sucedió el off de personas que tenían la misma información que tú. Y que no paraban de informarte / interrumpir la información. El 11-M, un día muy parecido al 11-S, el género adquirió madurez. Sobre el plano fijo, los off, que sabían lo mismo que tú, interpretaban la realidad y ubicaban culpables. La CT tiende a interrumpir la información, a no hacerla pública hasta que esté bien orientada hacia la cohesión social, al único mensaje. Era cuestión de tiempo que la CT descubriera la Interrupción informativa.
Bueno. Any way. Por primera vez en mi vida, ayer accedí a la Interrupción Informativa a tiempo real. Estaba dándole para el pelo al ordenador, con la tele a toda leche. En la tele hablaban de la cosa rosa. Un pollo iba a decir que alguien se había separado cuando, de pronto, la moderadora mandó callar. Que había una noticia importante. Un locutor, sito en un estudio de Bilbao, explicó lo de la tregua de ETA. Acto seguido, inició la Interrupción Informativa. Él mismo. A pelo. Es decir, repitió tres veces lo mismo, pero de tres formas distintas, sin aportar nada más. Las imágenes volvieron al plató. Los chicos y chicas de la prensa rosa empezaron a opinar sobre la tregua. Sin opinar. No se atrevían a decir que era una buena noticia. Pero tampoco decían que era mala. A los cinco minutos de Interrupción informativa, se llegó al acuerdo de que, en todo caso, era una gran noticia. Mientras improvisaban, en otro plató estaban montando un set de Interrupción Informativa. Diversos etólogos se reunían para opinar sobre el tema. De vez en cuando, la pantalla era ocupada por la imagen recurrente de los pollos de ETA proclamando la tregua. Poco a poco fueron vertebrando cierta cohesión. Era, en efecto, una gran noticia. Al parecer, incluso, una buena noticia. A partir de aquí, los opinadores se abrazaban a la CT o a la CB para acceder a los subsiguientes puntos de vista, en guerra para lograr ser el eje de la cohesión. Chicos CT: había que actuar con responsabilidad informativa ante el tema -¿Qué es la resposabilidad informativa? Supongo que velar para que la información no salpique, irresponsablemente, un proyecto político; España es la responsabilidad full-time-. Chicos CB: había que velar para que no hubiera concesiones políticas a ETA. A lo largo del día, los dos puntos se fueron evidenciando, formando y perfilándose como los dos llenapistas a través de los cuales leeremos el proceso de paz. Esta mañana a primera hora, de hecho, ya era posible leer esos dos puntos de vista en la prensa.
No son dos puntos de vistas informativos. Son dos puntos de vista sobre la información, que modularán la información. La Responsabilidad, y la No-negociación. Dos puntos de vista poco transparentes. La no-negociaicón es un punto de vista radicalemente falso, la Responsabilidad es, lo dicho, la gestión de la información para favorecer un proyecto colectivo. Es un punto de vista abierto a mirar para otro lado. Ambos son la primacía de un proyecto político sobre la información. Ambos, y para utilizar otra categoría -sobre la que, me temo, me extenderé en los próximos días-, no son sinceros.
Sobre la sinceridad –y, aquí, empiezo a extender lo que empezaré a extender a partir de mañana-: nadie puede hablar claro en la CT. La CT es la eliminación de unos fantasmas a través del lenguaje. Lo que equivale a no ser claro. Por ejemplo, a utilizar palabros como Responsabilidad y No-negociación. Que significan otras cosas. Innombrables, menos nobles, menos épicas. España es una cultura inconfesable. Será divertido ver como las fuerzas políticas españolas, inconfesables en público, negocian con ETA –único grupo confesable, único grupo que actúa literalmente a su lenguaje-, y con los partidos vascos –únicos partidos democráticos que no utilizan la retórica de lo inconfesable CT-.
Mañana les contaré un sueño inconfesable que tuve esta semana. Será un buen punto de partida.
jueves, marzo 23, 2006
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5 comentarios:
Martínez, ya se que se le acumula la faena, pero ¿piensa que el cambio de director de "El País" se puede ver como inicio del descorche del tapón generacional?
se echa de menos algun sesudisimo analisis en este blog sobre el nuevo partido Ciutadans de Cataluña...
Estamos asistiendo a un dantesco circo donde la semiótica es destrozada con mala leche y poca gracia; donde cualquier tema sirve para convertirse en arma busca votos y donde los medios ya no tienen ninguna credibilidad objetiva. Por eso se agradecen blogs como éste.
Se que es mucho pedir pero te gustaría dejar en mi blog de Periodista Digital tu opinión sobre lo de Marbella; con tu lenguaje, jejeje
Saludos
http://blogs.periodistadigital.com/mosaico.php
¿Y ese sueño inconfesable?
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