viernes, febrero 02, 2007

LA HABITACION

Conferencia, mesa redonda o como se llame en Fnac. Zzzzzz. Asistimos Pep Campadadal, Manuel Rico y aquí el andoba. La cosa es sobre los blogs de contenido político. Tesis Martínez: a) en la blogsfera hay lo que hay. Lo que hay es exactamente lo que hay fuera de ella. Es decir, en la realidad. En la realidad local hay una sociedad bipolarizada y unos medios de comunicación bipolarizados. Por otra parte b) el propio género del blog impone su límite de lo posible. Y aquí me arranqué a improvisar el género. Es un género que parece más capacitado para comunicar actitudes que para hilvanar ideas. Lo que es un filón, por otra parte, para la ultra-derecha española. Peones negros, etc. No sé. De hecho yo intento hilvanar ideas –que, por otra parte, considero que no están disponibles, así, a huevo, en la realidad- y, por lo que veo en los comentarios que ustedes van y me cuelgan, son recibidas como actitudes. Todas las actitudes, por otra parte, son gratuitas, como su nombre indica. Un blog, en fin, es una serie de actitudes gratuitas. Un periódico, no. Son actitudes que valen 1 euro.

Para finalizar, c) me salió la idea de que un blog, esa cosa aparentemente chachi, piruli y que revolucionará la información –pero, snif, no ahora; no hoy ni mañana- es algo muy parecido a estar en una habitación sin ventanas. Un artículo en un medio convencional, hasta cierto punto, ofrece más ventanas. Un blog emitido desde la cultura de las izquierdas, con opiniones no convencionales y que no ofrece actitudes a seguir –que no es, en fin, solidario, ecologista, tercermundista, o antipnv, por decir cuatro imágenes-, es una habitación cerrada. A cal y canto. Nunca sabes si hay ventana y si ocurre algo al otro lado de la ventana. A parte de la agitación, esa cosa/actitud tan de blog.

Manuel Rico –jefe de redacción de Tiempo, un periodista solvente, con una lógica de la izquierda y la plurinacionalidad poco frecuente en Madrid, y con el que da gusto trabajar o/e irse de copones y hablar de política- , a su vez no compartía mi pesimismo. Es más, explicó que un blog no es una habitación cerrada. Y lo hizo a través de esta historia. “Llevo meses dibujando en mi blog a un Rajoy que sólo sabe decir no. Alguien del programa de televisión Polònia ha leído mi blog. Y ha utilizado esa idea para crear un gag divertido. Esa es la prueba de que las habitaciones no son tan cerradas”.

Cuando explicó esa historia, en el rostro de Rico apareció la luz alegre de quién abre una ventana y, en efecto, ve el sol y las personas disfrutando del mismo sol. Ahora que lo pienso, ese rostro se entona pocas veces en nuestro oficio. De periodista convencional. Igual por eso no le expliqué que yo trabajo en ese programa, que nadie en el programa lee su blog, me temo. O el mío. Y que el gag nació en otra habitación cerrada y lejana.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, pues a mi que me había parecido que la parábola del yonqui y los bancos tenía más de actitud que de idea... Pero me alegro de que no sea así, porque las actitudes, por lo que se ve, no son tan chachis como las ideas. Bueno, de lo que sí me alegro es de tener este lugar para leer, aunque sea mal.

Anónimo dijo...

Voy dando vueltas a lo de las actitudes y las ideas, y me topo con el artículo de Glucksmann. Lo leo, lo analizo a la luz de lo de las actitudes y las ideas y llego a la conclusión de que el artículo promueve actitudes (votar a la derecha) y lo argumenta con otras actitudes (atreverse a actuar contra las propias "certezas", o sea ideas, se supone que de izquierdas). Me quedo con una frase: "la batalla de ideas es un hecho consumado por la derecha". ¿Y qué saco de esta lectura? Entender la diferencia entre "idea" y "actitud" según Gluksmann y ver que coincide con la de Martínez. Aunque no sé si habré leído bien...

Anónimo dijo...

Sígole dando vueltas a lo de la idea y la actitud. Me voy al etimológico y leo:
idea: representación mental, imagen ideal de un objeto.

actitud: disposición de ánimo en relación con alguna cosa, una persona.

Y constato que Glucksmann, Martinez y el etimológo coinciden en la definición de "idea" y "actitud", aunque G. y M. disienten en lo esencial: a uno le tiran las ideas y al otro, las actitudes.
Por mi parte, me conformo con las actitudes gratuitas, siempre con un guiño y sin ánimo de incordiar.

Manuel Rico dijo...

Estimado Guillem:

Sólo por alusiones. Sé que eres uno de los guionistas de Polònia y si de mis comentarios se pudo deducir que me quería atribuir la autoría del "gag", aclaro solemnemente que no era mi intención.

Hecha esta aclaración, he de decir que en todo caso defines perfectamente mi posición. Yo no soy tan pesimista, y creo que aunque las habitaciones o ventanas estén aisladas, debemos celebrar dos cuestiones:

1) Que hay ventanas/habitaciones que antes no existían. Y algunas son interesantes.
2) Que el aislamiento no es permanente. Y hay ocasiones en que las habitaciones se pueden coordinar, o dialogar, y esa posibilidad no la debemos desaprovechar.

Por lo demás, las únicas batallas que se pierden de antemano son las que no se dan. Dijo alguien de cuyo nombre no me acuerdo, pero cuya idea tampoco me pretendo apropiar.

Salud.

Guillem Martínez dijo...

Manuel:
a- Vete a saber lo que es la autoría en una cultura de masas. Sinceramente creo que es un concepto precario y más colectivo de lo que uno puede creer.
b-Gramsci, aquel tipo enrrollado, definía la izquierda como b.1) pesimismo objetivo y b.2) optimismo vital. Me inclino a crear, tal y como está el patio y tal y como se dibuja el futuro, que lo vital es, sin duda, aquello que hay de cintura hacia abajo. QUe, por cierto, es el biotopo en el que se ubica mi vitalismo y, en ocasiones, mi optimismo.
c-No te invito a ser pesimista, pero si un día te vienes, la primera copa la pago yo. Un abrazo:

Guillem

Anónimo dijo...

Tú hilvanas un jersey con ideas y nosotros sólo queremos ponérnoslo con esa cosa/actitud tan de blog...

¿Ya lo hemos vuelto a hacer mal? Vaya por Dios, pues a ver si nos aplicamos un poco y se ventila un poco la habitación. Aunque con lo gratuito ya se sabe...

Anónimo dijo...

Pues vaya cosas busca la gente en un diccionario etimológico. Junto a los diccionarios inversos (que hoy solo deben utilizar los poetas malos), es de losapocos que no dan definiciones. Dígame dónde lo ha comprado, Anonymous, porque le han tomado el pelo.

(Y, antes de que me lo diga: hace cuarenta años que se puede no acentuar el adverbio 'solo'.)