lunes, junio 06, 2005

LO TUNNING

La CB –Cultura Brunete- es un chasis CT sometido a tunning. Chasis: la CB, en tanto que CT, y por mucho que la truques, sólo puede ir a su propia velocidad. Velocidad: es –lo ha sido, lo es en algunas autonomías y, glups, lo puede volver a ser a gogó- una cultura de Estado. Es de interés general –lo que no repercuta al interés general, es marginal-, por lo que tiende a ser unánime. Es, vamos, una cultura que, con un par, puede interrumpir una programación televisiva para promover e intensificar un interés general. El sábado, verbigracia, Tele Madrid interrumpió su programación para retransmitir en directo la mani de las víctimas del terrorismo y sus amigotes. Aspectos tunneados de la CB respecto del chasis CT: la CB, como la CT, es una solución al problema de cómo asumir el pasado gore de España. Pero los cambios en la carrocería de la solución son tan bestias que, propiamente, cuando uno mira la CB ya no ve el Opel Astra que hay debajo ni harto de garnacha. Originalidad de la carrocería: no enfoca el pasado con amnesia CT, sino con una poética del pasado original. Poética del pasado original: por primera vez el post-franquismo vertebra un lenguaje potente y de apariencia democrático para defender el pasado franquista como valor. De futuro. La CT, frente al franquismo, se hace el sueco. La CB se hace el chulo. El chulo que se pasea con coche tuneado. La CB, lo dicho, es una cultura beligerante, con herramientas para practicar la beligerancia frente a la CT. O frente al gato. Y eso es una novedad en la sala. Tan bestia y tan novedosa como la nueva derecha que la vertebra, un producto local, con inputs y outputs locales, pero conectado con una lectura del mundo novedosa e internacional. Muy signo of the time. Por ejemplo, a través de una novedosa teoría de la mentira. El tunning, esa forma de crear chachis carrocerías a martillazos.

-EL PLAN ANTITERRORISTA DE TU VIDA. La mani del sabadete, por otra parte, fue puro tunning. Pura ingeniería de la carrocería. Esa cosa tan importante. Un camello, de hecho, no es más un caballo tuneado. Te puedes pasar horas mirando un camello sin ver el caballo que lleva dentro. Al final, incluso, le puedes llegar a llamar camello, como generalmente pasa cuando ves un camello. La mani del sábado fue, en ese sentido, la construcción de un camello a partir de un caballo. Para lo cual hace falta cierto dominio del tunning. Por ejemplo, del tunnig informativo, la subespecialidad tunning que más y mejor domina la CB. En lo que empieza a ser algo preocupante. En el actual biotopo informativo nativo, la CB, el tunning de las noticias, es la opción mayoritaria en número de medios y en difusión.

-LA VÍCTIMA, ESE OBJETO TUNEADO. El elemento más vistoso de la mani pro tunning del sábado fue el concepto de víctima exhibido. Para el tunning, la víctima no es transversal, la víctima no es aleatoria, la víctima es un regalo a envolver en bandera, la víctima es, en fin, una agresión al proyecto CB. La víctima que no se ajuste a esa función es una víctima que practica el intrusismo profesional. Toda aquella víctima que no pueda verbalizarse a través de la CB es un trabajador no cualificado del victimismo, un revienta precios del victimismo. Por lo que ya no es víctima, sino agresor. Como minimo, a una visión del mundo. Lo cual lleva a contradicciones llamativas, que la CB solventa –o solventará en breve- a través de su discurso. Un discurso que, aún torpemente, pero –me juego un cenorrio-, en breve de manera solvente, explicará -tuneando todo lo que se ponga por delante- por qué el comisario Melitón es una víctima del constitucionalismo como una piano, mientras que Lluch o las víctimas del 11-M pueden llegar a ser lo contrario.

Hum. Esta semana les tenía que hablar del miedo. Pero creo que hablaremos del victimismo. O del tunning, que viene a ser lo mismo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La CB es fascismo plástico. Transparente en un detector de metales.

Anónimo dijo...

Pues yo tenía ganas de leer lo del miedo, y es que, sintiendo mucho coincidir con la Cope, estoy de acuerdo en que lo ha habido en el rechazo de la consti por parte de franceses y holandeses. Además, considero que los motivos del rechazo han sido mayoritariamente de derechas, incluso por parte de gente de izquierdas. Ha primado la preocupación por mantener pequeños privilegios obtenidos en el estado de bienestar -de los que una capa importante de la población de países centroeuropeos abusa sanamente- por delante de la voluntad por extender unas condiciones de vida y trabajo dignas a un porcentaje mayor de la población europea.

En el caso de los franceses entra también ese espíritu indomito que les ha llevado a protagonizar las principales revoluciones de la historia y que ya sólo les da para llevar la contraria una vez y otra también a lo que han votado en la penúltima consulta popular.

España, el país más acojonado de Europa con diferencia, también ha votado con miedo, pero en este caso con el miedo que da pensar que la única solución que hay para mantener con un mínimo de coherencia esta jaula de grillos es huir hacia adelante aumentando la integración europea.

Y ya que estamos aporto una petición/sugerencia: Martínez, sería útil dedicar unas columnitas a ir definiendo cosas como "izquierda", "derecha" o "solidaridad", no le parece? A lo mejor nos llevamos alguna sorpresa.

Guillem Martínez dijo...

Señor Trotter:
No se nos corte y, si tiene algo que decir sobre los temas que apunta, apunte.

Anónimo dijo...

Impresionante una manifestación masiva que defiende...la guerra hasta el exterminio del enemigo. Impresionante la utilización de las víctimas de un delito por parte del PP para hacer ¿leyes?¿política?
¿Va el PP a tratar a Marruecos en función de lo que digan los saharauis?¿A EEUU en función de lo que digan los Irakíes?¿A legislar sobre el hurto en función de lo que digan los turistas japoneses?
Otra cosa no tiene este país, pero divertido es un rato