lunes, junio 13, 2005

VIC NARANJA VS. VIC CRISTAL

-EL FACTOR VIC. Hola amiguitos. La semana pasada a) empezamos a hablar de la apropiación de las víctimas, lo cual b) nos llevó a descubrir en ello el concepto Tuning, el trazo estilístico ulterior de la CB. Me parece que esta semana el tema va a seguir siendo la victimización, es decir, el victimismo, piedra angular de la actual CB. Y un componente importante de algunas ideologías inmersas en la CT. De hecho, un lector fue y propuso que habláramos del nacionalismo catalán, un modulador de victimismo a gogó. Vamos, que en su solicitud había la percepción de que el victimismo no sólo vive en la CB, sino también en todo lo contrario. De esa percepción se puede extrapolar que el victimismo debe de ser algo muy importante por aquí abajo. Tanto que, en lo que es un nuevo Concepto Reunido Geyper, a partir de ahora le llamaré Factor Vic. Como sucede con casi todo, lo hay de dos tipos.

-VIC NARAJA ESCRIBE FINOLIS. El victimismo, antes de que la CB le hiciera la ITV, no sólo es patrimonio del nacionalismo catalán. Hipótesis: es patrimonio de todas las opciones a las que no les fue muy bien en la Transi. La Transi, en ese sentido, fue un traumatismo notorio para las fuerzas, las individualidades y los colectivos democráticos que a) no contaban con ella, b) confiaban en otro tipo de proceso para clausurar el Franquismo. La Transi, para mucha de la energía que se canalizaba a través del antifranquismo, fue una derrota. Psicológica. Derrota psicológica: en una ocasión me fui de copas con un ex ministro de la legislatura PSOE 0.1. Me confesó que, cuando en un acto oficial, en posición de firmes, escuchaba el himno y veía la bandera, intentaba pensar en otra cosa. El victimismo, el Factor Vic, es posiblemente una respuesta humana a esa derrota psicológica. He-contribuido-a-una-democracia-soy-ministro-y-cobro-morterada-no-obstante-he-perdido. El Factor Vic, posiblemente, nació como una meditación de cercanías, no desestabilizadora, colectiva, sobre esa derrota, por parte de quién no pudiera dejar de ver en la Transi, entre otras cosas chachis, también derrota. Ese es el caso del nacionalismo catalán, quizás la comunidad de usuarios del Factor Vic que más y mejor formuló el Factor Vic en los primeros años de la Transi. De hecho, lo integró a su discurso, en forma de un discurso masoquista que resaltaba a) las contribuciones de CiU a la Transi y al Estado –en forma de derrota-, y lo poco conseguido por ello. Pero, también, el Factor Vic está presente en las izquierdas más o menos satisfechas con el resultado de la Transi. El Factor Vic es lo que sale cuando uno habla, desde cierto compadreo, con un ex ministro. Pero también es el do pecho, lo más, la elaboración más alta –y, posiblemente, la única-, de la izquierda en la CT. El Factor Vic es lo que ha salido por la boca de la cara de los políticos cuando se ponen la cazadora y hacen mitings de domingo. Y es el gran producto de la izquierda cuando se ha aplicado a hacer CT. Es, quizás, su único atributo, la única forma de reconocer a la izquierda cuando curra la CT. EL Factor Vic aparece en las canciones y en las declaraciones de los cantautores. Y aparece en la literatura. El Factor Vic –éramos tan buenos que nos dieron para el pelo / nuestra contribución es nuestra bondad y honestidad, que nos hizo víctimas / perdimos y perdemos, pero qué güenos que somos-, es el epicentro de las novelas de Manuel Rivas. Y es el grueso intelectual de Soldados de Salamina, sin duda la Capilla Sextina de la CT. EL Factor Vic es, en fin, el patrimonio, la seña de identidad, la contribución de las izquierdas y los nacionalismos democráticos, los derrotados de la Transi en tanto que, hasta 1976, apostaron por la ruptura.

-VIC CRISTAL ESCRIBE BESTIAL. El Factor Vic no es tanto una intelectualización de la Transi como una catarsis, un sentimentalismo. Es tal vez la única crítica a la Transi emitida desde la CT. Es CT, submodalidad izquierda / nacionalismos democráticos / cantautores. El Factor Vic es inocuo, pero ejerce el rol de diferenciar, dentro de la CT, los productos emitidos por usuarios ¿progresistas? ¿de izquierdas? Lo sorprendente del caso es que, en lo que podría ir desde la guerra de Irak a esta mañana a primera hora, el Factor Vic se ha convertido en un patrimonio absoluto de todo lo contrario. De la CB y del PP, colectivo de victimas del terrorismo, de la intolerancia, de la persecución lingüística y religiosa. ¿Cómo ha sucedido eso? Humm. Mañana.Yo lo empiezo a pensar desde ya. A ver quién llega primero.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El victimismo en clave matemática:

- Víctima = Daño x Verdugo, donde lo importante es el segundo factor.

- Ampliación 1: Daño puede quedarse en queja con una facilidad de la hostia, sobre todo si a quien intento convencer es a un amigo. Con lo cual, daño puede ser inventado.

- Ampliación 2: La queja (verbalización de una intención) convierte al emisor en víctima y a quien me dé a mí la gana en verdugo.

- Aplicación práctica 1: Es usted una potencia mundial que necesita a) justificar la fabricación de armas de destrucción masiva cuando aún nadie las conocía por ese nombre y b) que el populacho no hable de cuán ricos son sus ricos y cuán pobres son todos los pobres. Solución: queridos votantes, lo hice porque ese me quiere pegar. Además, si quieres, luego le pegas.

- Aplicación práctica 2: Mamá, llegué tarde a casa porque me vi obligado a partirme la cara con un chico que te insultó. Además, me robó el dinero que me diste. No temas, mañana por la noche y a la otra también saldré a buscarlo y no volveré a casa hasta encontrarlo. Sí, déjame el dinero encima de la mesa. Se va a enterar ése cuando le pille.

Anónimo dijo...

El PP está tan sonado y falto de ideas que sólo es capaz de copiar las tácticas que, bajo su punto de vista, le han funcionado al contrario: Lo están haciendo con el victimismo que atribuían a los nacionalistas y -de manera todavía más grotesca- con las manifestaciones de la izquierda.

Anónimo dijo...

Buenas:

1) Aprovecho para añadir al debate sobre el carácter de los muy realistas ciudadanos catalanes el link a la entrevista que concedió Albert Boadella al ABC. Para mí las palabras clave son "contaminado" y "tanques", por formar ambas parte de la parte del discurso que habitualmente no se ve.

2) Me sumo a Bent rotter en su diagnóstico sobre el estado del liberal-centrismo, y añado que se ha parado una estación antes de lo que tocaba: la estación clave es la que recorrió a toda pastilla Mikel Buesa -intelectual del foro Ermua, y adicionalmente colaborador de El País en la sección de ciencia ficción económica- cuando advirtió a ZP de que si el estado no hace justicia, él tiraría por el camino del siempre impresionante Steven Seagal.

Un cordial saludo,

Popota

Anónimo dijo...

Saludos a todos,

Yo más bien lo veo así: victimismo CT=coartada de instalados (o sea, jeremiada). Porque el lamento del tipo "era lo único que se podía hacer" lo profieren en la CT quienes, en efecto, fueron consecuentes y optaron por lo único que podían (y querían) hacer: instalarse. En ese caso el victimismo equivale a: 1) renunciar a intervenir en el presente; 2) lavar una cierta mala conciencia ("pero si yo quería; lo malo es no se podía hacer otra cosa"); 3) y crear un curioso pedigrí progre para conservadores. Resultado: parálisis pero autosatisfacción. Nótese el rictus de estas víctimas/privilegiados cuando la vida, por curiosas circunstancias, les ofrece una segunda oportunidad con la que hubieran podido obsequiarnos con esas saludables intenciones que siempre proclaman. Porque ocasiones no han faltado: GAL, corrupción, fondos reservados, referéndum OTAN, etc. ¡Lástima de espera! Su adhesión a la línea oficial (=subvención) demuestra que el victimismo CT es un código que funciona bien en ciertos ambientes: "soy progre pero no tan paleto y troglodita como para pringarme en algo, ¡qué ordinariez!".
Y en eso llega el victimismo CB, con su aspiración: 1) a convertirse en una especie de poder fáctico al servicio de un proyecto reaccionario; 2) a inducir la autocensura en el rival; 3) a utilizar la visceralidad como sustituto de la razón en el debate político.
Vamos, que el victimismo CB se mueve en la misma onda que el victimismo CT del que procede: ambos deforman/ocultan los temas importantes de fondo. Sólo cambia la forma: lo que en CT servía de hoja de parra, en CB es exhibicionismo puro y duro.
En fin, así lo veo yo,

JC

Anónimo dijo...

La cosa, que no deja de ser divertida, es que la derePP a de acudir al mismo concepto que la izquierda cuando no dispone de poder suficiente. Es decir, el concepto víctima. Se ha de tener en cuenta lo que ya dije para la izquierda: no hay posibilidad, dentro de lo que denominas CT, de tratar de cambiar las cosas fuera del método Kalimero: soy una vícima. Lo demás es fíjate que mal rollo y uy que antiguo.