Creo que el maestro Echevarría ha marcado una buena senda para tratar de discutir y no sólo de intercambiar opiniones. En realidad casi la ha cerrado con su clarividente caracterización de la CT pero podemos intentar seguir avanzando ( o retrocediendo, que lo importante es saber a donde se quiere llegar). Pero antes me gustaría aclarar algunas cuestiones que Guillem y Anonimus planteaban.
1º - Lucha armada: recientemente el cubano Armando Hart – participe en la Revolución Cubana que llegó al poder a través de la lucha armada - señalaba con enorme agudeza que la violencia era para un marxista”la partera y no la madre” de la Historia. Es decir la lucha armada tiene su momento y su circunstancia pero nunca puede sustituir, ni crear ni arrogarse el papel que en una revolución cumplen las condiciones objetivas y la revolución organizada. Más claro: puede ser el forceps necesario pero no es el elemento generador. Dicho esto, Guillem, una colleja: yo no he escrito que la lucha armada creara cultura. Lo que si digo es que en las culturas en las que la lucha armada tuvo cierto grado significativo de existencia (no es el caso del GRAPO) se planteó una cultura no-entretenimiento, no CT y ello, creo, en razón a que su propia presencia generaba un sentido de la responsabilidad que impregnaba a la acción cultural. Cuando esas circunstancia variaron el entretenimiento y el sentimiento entraron a saco, para dar nombres: Manuel Rivas o Suso de Toro y la estética “gallegueira” que acompaña a su éxito han desalojado la posibilidad de una cultura gallega anti-CT que encarnaba alguien como Méndez Ferrín o Manuel María y algo semejante ocurrió en Cataluña aunque a mi me cueste poner nombres en ese mapa pero aclaro que la defensa al derecho de autodeterminación al que me sumo en nada es lo mismo que la presentación de un Estatuto elaborado por la burguesía y sinceramente esa discusión intraburguesa e intranacionalista por la gestión de las plusvalías me aburre un poco aunque como “ciudadano” inserto en el sistema me interese y no deje de parecerme bien que haya dado ocasión para ver como se pelean (espero que en medio de la pelea el ciudadano Bértolo no reciba demasiadas bofetadas porque se pelean entre ellos pero las tortas siempre las recibimos los mismos). En el País Vasco la inclinación del Movimiento Revolucionario hacia el nacionalismo (aunque algunas de las fuerzas abertzales al menos en la teoría no hayan renunciado a la transformación revolucionaria) ha distorsionado (véase la ausencia de lucha de clases en la última literatura de Atxaga o léase el postmodernismo cursi de Unai Elorriaga) aquella cultura anti-CT donde Forest y Alfonso Sastre encontraron acogida. Pero aún así su persistencia ha funcionado como síntoma de una resistencia a la banalización (las novelas de Aingeru Epaltza o Pablo Sastre siguen siendo novelas que nacen de la necesidad de narrar “responsablemente” lo personal y lo colectivo) en un grado inexistente en el resto del Estado.
2º- Propiedad privada de los medios de producción: Su desaparición es la piedra de toque para decir quien está o quien no está por hacer revolución, y otra colleja Guillem: cuando te caíste en la marmita marxista debiste de darte un golpe contra el fondo vacío porque sino no se entiende que al igual que el anonymus que por tener ordenador se cree que ya es el dueño de Google tu también confundas un bien de consumo – el libro electrónico- con un bien de producción. No digo marmita que ahogue pero una cucharadita de marxismo reconstituyente dos veces al día a nadie le vendría mal (aunque sea a granel).
Pero vayamos a Ignacio:
De acuerdo en casi todo: la anti-CT o es de izquierda o no es y ya he dicho donde está en mi opinión “la delgada línea roja”. En la cultura anti-CT tanto puede entrar el destrozar lo CT como construir (organizar) revolución. Dos matizaciones: la CT se está destrozando sola: cuando Ruiz Zafón es sentado en la misma jerarquía que Vila-Matas, Marías o Muñoz Molina (el rey de la “profundidad horizontal”) la cosa va bien: ellos sólitos se denuncian aunque la aristocracia cultural se lleve las manos a la cabeza quejándose de un premio Planeta que ellos mismos contribuyeron a legitimar (Benet, Marsé, Montalbán, Semprúm, Muñoz Molina). Se está destrozando sola pero efectivamente un empujoncito sigue siendo anti-CT. Pero de lo que se trataría es de ir algo más allá de ese empujoncito, se trataría de intentar ir hacia delante y eso ya es más complicado, exige como dije, organizarse pero ahí me quedo: yo sólo no llego a más y entiendo que ni este blog, ni un libro ni una conferencia anti-CT dejen de ser apenas nada si no hay un lugar organizado a donde vayan a parar y desde donde cobren fuerza y sentido.
Gracias Ignacio por los encomios al libro del Colectivo Todoazen pero (y contesto a Guillem en parte) mi trabajo como editor es un trabajo dentro de la CT y no podría ser de otra forma. El capital siempre es CT aunque no sea tonto. La tarea que estratégicamente el grupo para el que trabajo ha marcado para Caballo de Troya es la de explorar el campo literario emergente y esos son mis límites: esa frontera entre el salir y el entrar que no deja de ser un lugar de privilegio. Si el libro llegase a funcionar señalaría una tendencia y pronto, en las circunstancias actuales en las que no existe un espacio de revolución capaz de otorgar significados propios, sería ocupada y explotada por el Séptimo de Caballería. Mucho me temo que sin ese espacio sólo somos pieles rojas haciendo señales de humo. Personalmente hace tiempo que dejé de justificarme con aquello tan cristiano del “granito de arena”. Como final un momento de optimismo en plan realismo social (para seguir alimentando la autogratificación de los irónicos): en la pelis del Oeste las señales de humo eran claro presagio de que la batalla iba a empezar pronto.
Firmado: Constantino Bértolo
jueves, noviembre 17, 2005
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4 comentarios:
Echevarría al habla, esperando que esta vez mi comment no se centuplique. Por si acaso, lo hago muy breve. Bértolo: cojonudo. Esto se pone muy interesante. Continuemos.
"Pero antes me gustaría aclarar algunas cuestiones que Guillem y Anonimous planteaban".
Anonimous aclara a Bartolo que el orden cronológico de los factores sí altera el producto.
en efecto, Ano.
Y una mierda.
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