jueves, marzo 31, 2005

EN FORMA CON LA CULTURA BRUNETE

-SIMILITUDES ENTRE EL PAPA DE ROMA Y UNA LISTA ELECTORAL ILEGALIZADA VASCA. En el momento en el que escribo estas líneas el Papa está como pajarito. Intenta hablar en público y las palabras no le salen. Como una miss venezolana cuando gana el título. La sensación es que al Papa le quedan dos telediarios –una medida aleatoria; si le quedaran dos días de vida y Urdaci aún dirigiera los telediarios, le quedarían chorrocientos telediarios-. Pero el caso es que, pase lo que pase, dentro de un año, dos, cien, mil, seguirá habiendo Papa. Algo que no ocurrirá, snif, con las misses venezolanas. Ni, posiblemente, con Venezuela. Es más, ahora, cuando lo ves agonizando a tiempo real por la tele, comprendes que un Papa enclenque, que no puede hablar, quizás sólo resalta el poderío del personaje. Un personaje al que no le hace falta hablar o estar cachas, pues siempre va a estar.

El Papa es una imagen potente de la permanencia. Siempre habrá un Papa. Sucede lo mismo, si te fijas, con las listas electorales vascas ilegalizadas. Siempre habrá una. De lo que se deduce que ambos dos fenómenos, responden a un complejo sistema de creencias. En el caso de la lista-electoral-etc, la creencia de que es necesario prohibir partidos, diarios en euskera que han condenado a ETA, o listas electorales en Euskadi para así garantizar la democracia en Euskadi. Las creencias son arbitrarias. Obligan a un anciano a vestirse de blanco, a no morirse cuando se lo pide el cuerpo y a hablar sin poder hablar. Y obligan a pervertir la democracia. Prohibir un partido, aunque ese partido te tire para atrás, es una perversión democrática absoluta. Y un serio precedente. Serio precdente, sinposis: si ETA es un partido, también puede ser dos, o tres. O cuatro. En una sociedad con tráfico de ideas, ese hecho debería haber provocado un serio debate. O, al menos, chistes divertidos. El hecho de que no los haya ilustra que la medida responde, lo dicho, a la lógica del mundo de las creencias, esas cosas que no necesitan debates. Sólo fe. El hecho de que el PSOE 0.2 haya renovado su alianza con esa fe, que se exterioriza prohibiendo listas en el País Vasco, ilustra la fortaleza de esa fe en España. Esa tendencia de la Cultura Brunete, consistente en excepcionalizar el País Vasco para normalizar excepciones ideológicas españolas, justificarlas, camuflarlas en la anormalidad, está cargada de futuro. Es posible imaginar, por tanto, que la Cultura Brunete, a su vez, es un producto cargado de futuro. En su vertiente ultra-nacionalista tiene, al menos, inputs apropiables por el PSOE. El ultra-nacionalismo español, se deduce, es un negociado que implica muchos votantes, al que un partido que aspira a comerse un kiki no puede desatender.

-EL HUEVO DE COLON DE LA ULTRADERECHA ESPAÑOLA. Y YA PUESTOS, LA ULTRADERECHA CÓSMICA. La Fundación FAES –un buen invento; en la RFA cada partidete tiene una fundación cuya gran función es darle honor y funciones a su exlíder, de manera que no la líe; la pega de la FAES, que en principio estaba muy bien calculada, es que no hay fundación mundial alguna que pueda dar honor y función a Aznar después del 11-13-M; esa función, esta mañana a primera hora, recae en el PP, un partido con, aparentemente, otro líder, pero que es el único biotopo humano en el que Aznar, cuando entra en una habitación, la gente va y le saluda; fin, uf, de este paréntesis tan ganso-, estrena documental sobre el 11-M. El documental es una formulación de la Cultura Brunete. Cultura Brunete: se sigue apostando por ETA como explicación de todo, pues la Cultura Brunete depende absolutamente de la existencia de ETA y de ampliar el campo semántico ETA a gogó, de manera que se pueda descargar sobre la frente de todo aquel que se quiera. Carod, ZP, Espinete, usted, yo. Para la Cultura Brunete, la democracia es ella. Y lo demás es, tarde o temprano, ETA.

El acto estuvo presidido por antiguos altos funcionarios del ramo cultura durante el aznarato, ejerciendo de intelectual de la Cultura Brunete. Y de la Cultura de la Transi. Es decir, de rostro pertinente, no de mente pertinente, algo, por otra parte, no pertinente tradicionalmente en las culturas Brunete y Transi. Bueno. El caso de la cosa ya no es evaluar la mentira emitida. Existe. Y es llamativa. Tanto que tendríamos que empezar a evaluar su carácter patológico. Los emisores de la mentira, ¿saben que mienten? ¿lo han olvidado? ¿lo han llegado a saber? ¿cuándo supieron que mentían y cuando dejaron de saberlo? El PP se está aproximando a un tema, la meta-mentira, que está resultando difícil de tratar por los medios, que ya tienen suficientes problemas cuando se enfrentan al tradicional tema de la mentira a secas.

Mi lectura de todas esas dinámicas es la que aquí sigue. El PP no miente. El género de la mentira tiene como referente la realidad. Y la realidad ya no es el referente de la ultraderecha española. Es el idealismo. La Cultura Brunete ofrece una formulación de la historia y la realidad españolas ideales, sin fisuras, autosuficientes. Es decir, mitológicas. Es decir, irreales. Los discursos de la ultraderecha española se sitúan en esa órbita. Es curioso, pero ese fenómeno de idealización de la ultraderecha es planetario. Sucede lo mismo en los USA, donde la realidad ya no es una región de la política. Lo es un idealismo nacional y, fundamentalmente, religioso. En los USA y en España, la ultraderecha no miente, mira la realidad por el tercer ojo. Por difícil que pueda parecer, por tanto, el PP es un partido vanguardista, muy conectado con su tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De acuerdo con casi todo. Estupenda la percepción de que ¡glups! el PP es el partido más actual, endeee...lo que nos espera en el futhorrooor.

La prohibición de partidos en una democracia es una cosa muy estudiada por aquellos que van primeros en los 40 principales de las democracias y no es algo descalificable de por sí. Pegar a un niño, manipular los medios, mentir para aprovecharse de otro, atizar a la parienta, al que te discute las cosas, pues hombre, en ningún lugar y bajo ninguna condición. Pero prohibir partidos, a veces sí. ¿Y cuando? ¡Ay qué difícil! Pues en este caso, ni sí ni no ni todo lo contrario, pero si hay alguien por el barrio que te pega un tiro si te presentas por un partido, o te quema el coche, o te persigue, y luego apoya a otro que se presenta...pueees lo de el libre intercambio de ideas como que queda un poco tocado porque si yo hablo y digo lo que pienso (que puede ser un conjunto de fascistadas) me cae una hostia (con perdón) que me quedo tiritando. Entonces igual hay que ponerse duro y echar a alguien de clase, porque si no el invento entero no funciona.
Otra cosa es si es bueno, si es políticamente conveniente, etc. Pero no tiene porqué ser ilegítimo, a veces al revés.

Mira que hemos asistido a fascistadas, y en este tema más que en ningún otro (el recurso contra el plan Ibarretxe, la penalización del referendum, la identificación nacionalismo-terrorismo...) pero esta en concreto no tiene porqué serlo.
En mi humilde opinión.

Y gracias por el principio de "Poesía no son ellos" y la imagen de la azafata abandonada a su propio tiempo.