jueves, marzo 10, 2005

FLOWER POWER

Me leo un articulete en el que el articulador se mosquea ante el descubrimiento de los restos del Hombre de Flores. Mosqueo, sinopsis. El Hombre de Flores –a partir de ahora, HF-, a) tenía un cerebro del tamaño de una naranja. Era bajito, si bien b) el tamaño de su cerebro sigue sin ser proporcional a su cuerpo. De lo que se deduce que c) no era inteligente. Aún así, d) junto a los restos han aparecido herramientas. Por eso no se desprecia que e) las herramientas hubieran sido fabricadas por Homo Sapiens –a partir de ahora, HS-. O que f) el HF se las hubiera copiado al HS. O que –no lo pone en el artículo- g) el HF se las hubiera mangado a un HS, una prueba de que el HF, durante un segundo, tuvo la mano más rápida que el HS. La rapidez, en fin, es una región de la inteligencia. Recuerden las aventuras del Coyote y el Correcaminos. Bip-bip.


-LA INTELIGENCIA, ESA DESCONOCIDA. En el artículo, empero, se desprende un concepto que ha estado presente en todo el pack de articuletes que he leído sobre el HF. Concepto: la humanidad se define por su inteligencia. No hay inteligencia, pues no hay humanos. Y a otra cosa, mariposa. La grandeza del descubrimiento del HF es precisamente que el HF puede ser el indicio de que el concepto aludido es relativo. ¿La humanidad sólo es un trazo, y ese trazo es la inteligencia? ¿No puede haber más trazos humanos que diferencien lo humano de lo animal y de lo mecánico? SI un ordenador, a pesar de tener inteligencia, no es un hombre, el HF, a pesar de carecer de inteligencia, ¿era un hombre? ¿Un ser humano carente de inteligencia no es un ser humano? Ignoro la respuesta a todas estas preguntas. Salvo la respuesta a la última pregunta. Que es un sí como una casa. Lo ves por la calle.

-LAS HERRAMIENTAS Y LA INTELIGENCIA. Por la calle te encuentras, en los barrios donde no los esconden, personas privadas de inteligencia. Si les miras a la cara reconoces en ella una posible expresión tuya, una región de tu inteligencia. Cada mañana desayuno un cortadete con una persona privada de inteligencia. Por lo que hemos hablado, sé que tiene problemas con las herramientas, como el HF. Por ejemplo, se arma un lío con las herramientas del protocolo cuando quiere hablar con una chica. Y la chica siempre le da para el pelo. Yo, a mi / su vez, también tengo problemas con las herramientas –según los antropólogos, las herramientas son culturas-. En éstas páginas, que igual usted va y se lee, intento vertebrar, si se fijan, los problemas que tengo a diario con mi cultura. Por todo ello mi inteligencia –problemática con las herramientas- no está muy lejos de la inteligencia del ¿HF? con el que desayuno cada mañana. La inteligencia, decía Darwin, es la adaptación al medio. Si no te adaptas al medio te vuelves HF y desapareces. Como un tonto del bote. Según ese axioma, el Presidente de Ford, el ganador del Premio Planeta, un escritor o un director de diario español deben de ser, por tanto, las personas más inteligentes y adaptadas al medio del planeta. Mientras que quién se pega de narices contra las aristas de la realidad se le pone cara de HF por momentos. ¿Es así? ¿Debe serlo?

Los HF no eran hombres. Tenían problemas con las herramientas. OK. Espero que algún tipo listo descubra que eran humanos. Que tener problemas con las herramientas –las herramientas son la cultura de los HS- es, incluso, un rasgo de humanidad. A mi me va la vida en ello. Yo, a estas alturas del partido, sólo soy mis problemas con mi cultura, esa herramienta.

En otro orden cosas, mañana se cumple un año del día en el que mi cultura se confirmó como una mala herramienta. O en el que yo me confirmé como un HF como la copa de un pino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Al hilo
Las compañías de seguros basan las previsiones numéricas de sus ejercicios anuales con complejísimos sistemas informáticos que manejan sus datos de muertos y heridos, y analizan los riesgos según las marcas de coches, si el color, si la edad, si GTI., que si los muertos son menos rentables que los heridos...
Teniendo en cuenta lo mucho que hay en juego, sería razonable suponer que, de la misma manera, los grandes partidos políticos cuentan con cifras estadísticas sobre nuestro nivel de inteligencia para de esta manera sopesar los riesgos reales de perpetrar aquello que acometen.
Aunque a diario pueda parecer que no, seguramente tienen datos precisos sobre nosotros en este sentido. Porque, de otra forma ¿cómo coño se ateverían a hacer lo que hacen si no tuvieran la absoluta certeza de que la inmensa mayoría somos unos auténticos GP?

Anónimo dijo...

Guillem, ¿Cómo es que ya no se te lee en interviu?¿Problemas con las herramientas?
Saluditos!