martes, mayo 31, 2005

FRANCIA, EL NO Y EL FIN DEL MUNDO

Gana el no en Francia. Parece el fin del mundo. Luego uno ojea el mundo. Las bolsas está muy cachas –el peor día de la UE se parece al peor día de mi vida: las bolsas no lo constataron-, y el Euro baja, pero no tanto –me dice un usuario del euro al por mayor que ojalá bajara más, que tal y como está el euro no hay quién venda en los USA una escoba europea fabricada en Marruecos-. De hecho, la única crisis, y el sparring de la crisis, es el Gobierno Francés, que ha tenido que proclamar el mal rollo y reestructurarse tanto que, durante unos segundos y hasta que se acostumbre el personal a las nuevas caras, parecerá el Gobierno Andorrano. Vamos, que el fin del mundo que se preveía ante la posibilidad de que una sociedad, haciendo uso de su capacidad de decisión, votara no a la Consti, se traduce en una crisis gubernamental. Lo que invita a creer que el fin del mundo, para los Gobiernos –los spontsors de la Consti Europea, ese reglamento intergubernamental-, es una crisis de gobierno. De lo que se deduce, a su vez, que si no se aprueba la Consti europea, no pasa nada. Siempre que no seas Gobierno, esa realidad paralela.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La otra noche vi “Los lunes al sol” y decidí mandarle este mensaje, lo que dice mucho a favor de su blog. Su blog se ha convertido para mí en una pregunta a la que rondar con argumentos que me voy encontrando y que deciden intentar responderla. Esto ya es un piropo impúdico a su blog.

“Los lunes al sol” se ha convertido, además de en un argumento vicario a su pregunta, en otra pregunta. Esta nueva pregunta es exactamente la misma en que se ha convertido su blog.

Así que, para mí y en cierta manera, su blog y “Los lunes al sol” son lo mismo: un puñetazo en la mesa de quien decide cómo están las cosas.

Su blog es algo contrario a la Cultura de la Transición, la de quien decide cómo están las cosas. Si A es B y B es C, A es C. O sea, que “Los lunes al sol” también lo es. Lo es de la hostia.

Ello demuestra que existe un movimiento latente contrario a la Cultura de la Transición y que lo hay que hacer es espabilarlo. Y si puede ser de forma continua, como su blog, y no de manera esporádica, como cuando decide Antena 3 sin temor ninguno (y probablemente sin saberlo), mejor.

Y ya puestos, también demuestra que ese movimiento es posible dentro de la cultura, eso sí, marginal, y no sólo dentro de la política, la más potente hacedora de márgenes indelebles.

Fdo.: Uno de esos que se han alegrando con el puñetazo en la mesa de los/las franceses/as, aunque el cerebro que ha ordenado el golpe tenga desdoblamiento múltiple de personalidad.

P.D.: Siga así, Martínez. Ole sus huevos.