martes, mayo 31, 2005

FRANCIA, EL NO Y EL FIN DEL MUNDO

Gana el no en Francia. Parece el fin del mundo. Luego uno ojea el mundo. Las bolsas está muy cachas –el peor día de la UE se parece al peor día de mi vida: las bolsas no lo constataron-, y el Euro baja, pero no tanto –me dice un usuario del euro al por mayor que ojalá bajara más, que tal y como está el euro no hay quién venda en los USA una escoba europea fabricada en Marruecos-. De hecho, la única crisis, y el sparring de la crisis, es el Gobierno Francés, que ha tenido que proclamar el mal rollo y reestructurarse tanto que, durante unos segundos y hasta que se acostumbre el personal a las nuevas caras, parecerá el Gobierno Andorrano. Vamos, que el fin del mundo que se preveía ante la posibilidad de que una sociedad, haciendo uso de su capacidad de decisión, votara no a la Consti, se traduce en una crisis gubernamental. Lo que invita a creer que el fin del mundo, para los Gobiernos –los spontsors de la Consti Europea, ese reglamento intergubernamental-, es una crisis de gobierno. De lo que se deduce, a su vez, que si no se aprueba la Consti europea, no pasa nada. Siempre que no seas Gobierno, esa realidad paralela.

lunes, mayo 30, 2005

CAMBIOS EN EL CENTRO DE GRAVEDAD DE LA TRANSI

La cultura española viene modulada por dos grandes hechos del siglo XX: la Guerra Civil y la Transi. En mi inocencia, hasta hace poco, creía que tanto montaba / montaba tanto, aludir a un jalón o a otro para revindicar una normalidad cultural. O para explicar la desaparición de una tradición cultural. Empiezo a creer que no. Y que de la cierta recuperación del pasado que, de una forma u otra, va a aparecer en los próximos años, seguramente asistiremos a dos ubicaciones diferentes de la bestia –ese monstruo que acabó con una tradición cultural-, según el punto de vista se sitúe, a su vez, en la CT o no. Seguidamente les expongo dos exposiciones en las que se expuso una ubicación diferente para la bestia. A ver qué.

-LA BESTIA NOS PILLA LEJOS. Y MÁS LIMPIOS. Hace unas semanas se realizó en Madrid un acto de homenaje y reconocimiento y bla-bla-bla a una figura de la literatura y el pensamiento sin la cual jamás bla-bla-bla. El acto, una presentación de un libro recopilatorio, asistieron el recopilador, Jordi Gracia, Javier Pradera y Javier Cercas. Los usuarios del acto coincidieron en reconocer el papel de Dionisio Ridruejo –el homenajeado-, como precursor de la Transi española y bla-bla-bla. Con lo cual, en todo caso, se dibujó una poética de la Transi española que, posiblemente, será la versión canóniga para el próximo periodo administrativo de la CT. No se vayan, amiguitos.

-DIONISIO, QUÈ SAIS JE? Me cae bien el pollo. Falangista bajito y magnético, se tiró, me dicen, todo lo que pudo en la Salamanca y el Burgos umpluggued de la guerra. Después de las matanzas de Valladolid y Extremadura –murió hasta el apuntador, razón por la cual no aparecen apuntadas en ningún libro de texto-, fue uno de los animadores de Auxilio Social, OmuyG que se hizo cargo de los huérfanos recién estrenados, después de que otra OmuyG –el Ejército- se hubiera hecho cargo de sus padres. Como capitoste cultural falangista, fue uno de los pollos que hicieron posible que los falangistas catalanes publicaran en Burgos una revista, como su nombre indica, falangista, que con el tiempo -1942, después de lo de Stalingrado-, se fue abriendo a miras más amplias y que fue y se llamó Destino. En 1939 entró en la Barcelona liberada como Jefe de Propaganda. Las autoridades le impidieron repartir la propaganda facha que llevaba. En catalán. Parece ser que, en ese momento, cae de la burra. Abandona sus cargos -como el Che, pero todo lo contrario-, y se va a exportar la revolución verticalista a la URSS, que no a Bolivia. Vuelve hecho unos zorros –ideológicos-. En los años 40’s se distancia del régimen y en los 50’s es un abierto opositor. Fue fundador de, glups, Unión Socialdemócrata Española, y participó activamente en los movimientos opositores. Fue uno de los que asistieron, en los 60’s al Contubernio de Munich, primer encuentro entre oposición no marxista y monárquicos. De cómo evolucionó del fascismo catolicista –falangismo, vamos-, hasta posiciones democráticas, incluso progresistas, es la pregunta del millón. La transición de falangista victorioso en 1939, a demócrata de toda la vida en los 50, es un trayecto que se realiza en grupo. Tobal, Laín, Torrente, los Rosales, Panero... realizan esa transición. Efectiva, oscura. Greogorio Moran, un periodista y ensayista raro –un día, en este blog tendríamos que hacer un listado de los raros, los pollos que no encajan con la CT, los pollos a los que la CT ha dado para el pelo; Moran es uno-, en su El maestro en el erial, realiza una ecuación curiosa. Describe los años oscuros de Ortega, una vez vuelto a España. Esos años que van desde su retorno hasta su muerte son los años en los que cierto falangismo cultural realiza su transición. Moran describe esa transición en términos poco populares, poco mágicos y poco épicos. Describe, vamos, una evolución natural del falangismo, en la que participa, incluso, Ortega. No se lo pierdan. Bueno. Ridruejo es autor de un volumen de memorias. Memorias españolas, es decir, ese género que jamás ha existido en España, donde las memorias son un ejercicio justificativo, no un ejercicio de introspección y contradicción vital. Es posible que sus memorias fueran una reformulación biográfica con la que reformularse ante un inminente proceso de Transi democrático aquí abajo. Nunca lo sabremos. Dionisio, quizás el único falangista del 39 que hubiera participado en la Transi desde un partido propio, destinado a fusionarse con el PSOE, y con un discurso biográfico e ideológico alejado de otros ex-combatientes, integrados en otros partidos –de extrema derecha, recordemos-, no pudo participar en la Transi. Murió unos meses antes que Franco. Hubiera sido divertido. O no. Tal vez hubiera resultado lo mismo. Tal vez el rol de Dionisio –abogar por la superación de la guerra, abogar por la reconciliación nacional y todo eso-, ya estaba ocupado y su participación en el rol no hubiera cambiado nada, por poco original, en el resultado final. Resultado final: tras 1978 la reconciliación en España, como el valor en la mili, se le presupone. Igualmente, es posible que su participación política en la Transi tampoco hubiera resultado determinante. Dionisio abogaba por un proceso democrático que no partiera desde cero, sino que más bien observara como solucionados algunos conflictos la última vez que salieron a colación. En la guerra. Vamos, que el límite de lo reformable, el límite de la agenda de lo reformable volvía a estar en la guerra. Algo en lo que, de una forma u otra, todo el mundo estaba de acuerdo. En el acto, por lo que he leído en la prensa, se presentó a Dionisio como pionero incomprendido de la Transi, por todo lo anteriormente citado. Es decir, que de alguna manera la Transi –en sus formas y resultados- es un proceso asimilable por un falangista aperturista en los 50’s. De alguna manera la Transi es un proceso formulado en su biografía y en su intelecto por el grupo de falangistas que acompañó a Dionisio en su proceso. La reivindicación de Ridruejo realizada en el acto, por lo que leí en la prensa, se interpretó como la de un pionero. Un pionero que, se desprende de ese punto de vista, vislumbró que la bestia actuó en la Guerra Civil, y trabajó para subsanar su actuación en un proyecto que encaja, de calle, con el proyecto de la Transi, un proecto recuperador y armónico que nos permite redescubrir y valorar intelectuales insignes como Ridrueho.


-LA BESTIA, MÁS PARA ACÁ. Ayer, por cierto, en Berlín, se acarició en la frente y luego, un poquito, se le dió un capón a la CT y se situó la bestia, el hecho exterminador de una tradición cultural, más para acá de la guerra civil. Fue en el marco de unas jornadas organizadas en el Instituto Cervantes sobre “La cultura de la memoria”. Por lo que leo, los ponentes alemanes exhibieron una poética del pasado fascista más cachas y con más mili que la exhibida por los ideólogos españoles. Los puntos más sombríos de la delegación de España, ese país más soleado, fueron interpretados por a) Juan Goytisolo –aludió a la no existencia de una Transición Cultural, concepto creado, me parece, por Gregorio Moran en su inencontrable El Precio de la Transción; la inexistencia de una Transi Cultural equivale, por cierto a decir que la Bestia ganó la guerra, y a lo que mató no se le pudo hacer el boca a boca en la Transi-, y por b) Juan Aranzadi. Aranzadi es un pollo que estoy descubriendo. Un amigote me pasó su Good-bye ETA y aún estoy alucinando. Lo suyo es un punto de vista no nacionalista –esa cosa tan complicada; no consiste en declararse no-nacionalista desde un nacionalismo, por ejemplo-, y de cierto democratismo radical, extraño en la plaza. Cuando haga lo del hit-parade de los raros de la CT, Aranzadi tendrá, me temo, calle propia. Bueno, en el acto, Aranzadi situó a bestia, el hecho exterminador de una cultura, en la Transi. Es decir, que la Transi no fue un momento de defensa de una cultura agredida por la Guerra Civil y el Franquismo, sino el momento de la muerte definitiva de una tradición cultural. Fue el momento de la bestia, vamos. O, dicho de otra manera: “Se dijo que se silenció la memoria durante la transición por miedo a una nueva guerra civil, pero en verdad se hizo por miedo al Ejército, y como se demostró más adelante, la única amenaza de la democracia eran los oficiales franquistas”. Otra descripción de la Transi, menos épica que aquel proceso vislumbrado por Dionisio haciendo o dejando de hacer guardia frente a los luceros. Y otra descripción de cómo desapareció una tradición. Y, ya puestos, ñaca, otra ubicación del Día de la Bestia.

domingo, mayo 29, 2005

¿EN QUÉ SE PARECE LA DETENCIÓN DE OTEGI A UN REFERENDUM PARA LA CONSTITUCIÓN EUROPEA?

Detienen a un señor que tenía que ser mediador con el Estado por el ramo ETA. Está en chirona hasta que se paga una fianza king-size. La pregunta es, dos puntos, ¿eso es una metedura de pata? ¿Es una jugada más en un póker que desconocemos? ¿Es una medida que entorpece o facilita el caso de la cosa? ¿Es una medida gubernamental? ¿Es una zancadilla desde el aparato del Estado al Gobierno? ¿Qué entorpece y qué facilita la medida? ¿A quién entorpece y a quién da facilidades? ¿Tiene ideología la medida? Ni idea. En todo caso, en la prensa no he encontrado nada que responda a mis preguntas. La prensa me ha descrito los hechos, pero no me los ha valorado. No se me ha informado sobre la normalidad o la subnormalidad de los hechos. No sé tan siquiera si una fianza de 400.000 euros es la pera o es un chollo. Los creadores de opinión, por otra parte, han opinado en blanco, siguiendo la tradición informativa en este tema, consistente en pintar en blanco a gogó, si no te telefonea ningún Presi de Gobi para que cambies de color. El silencio valorativo –la valoración es el meollo de la información; la función de la información es, de hecho, la valoración-, que por otra parte no ha provocado ninguna estridencia, ninguna demanda de información, dibuja un rasgo importante de nuestra cultura: no quitar nunca la razón a quién manda.

Quizás sea esa la razón por la que jamás, por aquí abajo, un Gobi ha perdido nunca un referéndum.

viernes, mayo 27, 2005

LO POLÍTICO Y LO ESCANDALOSO

-LOS LÍMITES DE UN GÉNERO. Bueno. No es jueves, que ayer me dormí en la parra, pero estamos en Jerusalén. Foto Carod-Maragall-corona-(de-espinas). Meditaciones varias. Primera. EL género. La foto pertenece a un género. Genero: político-en-el-tajo. Se trata de un género muy parecido a ese otro denominado chica-conejito. A saber: ambos dos son instantáneas que muestran una exhibición calculada. Se parece tanto que el género pollítico-en-el-tajo y el género tajo-de-chica-conejito, podrían tener el mismo nombre. Hum. ¿Político conejito? Las fotos político-conejito se diferencian, por otra parte, un huevo, de las fotos Nacional Geographic, otro género periodístico que consiste en sorprender a un mamífero en su hábitat. Y en calzoncillos. Como a Sadam. Pero cuando estaba en activo. Repasemos lo dicho hasta ahora, amiguitos. Foto de político besando a un niño = foto político-conejito. Foto de político pegándole colleja a un niño y pidiéndole el teléfono a la canguro = foto Nacional Geographic. Un político busca e interpreta como parte de su oficio currarse las fotos político-conejito. Y lucha encarnizadamente para que nunca jamás le hagan una foto Nacional Geographic. La foto Carod-Maragall-corona es una foto político-conejito. Como un piano. ¿Por qué el escándalo?

-LO RELIGIOSO. Una particularidad del género político-conejito , es el uso de material religioso. Una bunny-girl se puede fotografiar vestida de nazi cachonda, de enfermera un día de calor, bañándose con una pata fuera de la bañera. Pero también se puede fotografiar vestida de novicia, junto a otra amiga novicia y un día de crisis vocacional en el que la madre furriel ha optado por servir como merienda bananas. Un político, a su vez, puede fotografiarse con niño, con viejo, con señora gorda, circunspecto, simpático pero responsable o, en fin, puede fotografiar todo su abanico de actitudes más o menos humanas. Pero también puede fotografiarse en actitud o con atrezzo religioso. Ahí están, verbigracia, las fotos de Bush mirando al vació y hablando con Diós o, más para acá, las fotos de político abrazando al apóstol Santiago como quién abraza una farola, o las fotos de político practicando el levantamiento de paso procesional. Trillo, en ese aspecto, fue un gran renovador. Cada año, coincidiendo con Pésaj, aparecía fotografiado vestido de cofrade. Y con la cara descubierta. Algo provocador, si no irreverente, pues un penitente, como reza en su manual de instrucciones de uso, es alguien que debe reservar su rostro y su identidad. Es extraño que aquellas fotos de Trillo no causaran malestar en la opinión católica nativa. La posible respuesta a la ausencia de furor ante aquellas fotos es que eran fotos político-conejito, un género emparentado con la pornografía, ese género en el que te gusta la chica o no te gusta la chica, que lo demás es accesorio. No obstante, la pregunta del caso de la cosa podría ser la que así sigue: ¿por qué Trillo violentando la tradición católica no mereció ningún comentario, y por qué Carod y Maragall, fotografiándose en una tienda de souvenirs, sí? La respuestas nos aboca a un españolismo, a un hecho cultural español como un pino. La CT, carente de individualidades contradictorias e independientes –de intelectuales cachas, vamos-, ha evolucionado hacia la gestión de ideas –y, fundamentalmente, de sentimientos- de forma gregaria. La Cultura Brunete –CB-, esa región de la CT, se ha especializado en eso mucho más.

-LA GESTIÓN DEL ESCÁNDALO. Maragall hizo bien al encasquetar, en una tienda, no en un templo, una corona de espinas a Carod y a Castell –Conseller d’Economia, el pollo que está dibujando el nuevo modelo de financiación-. Es decir, hizo una buena foto político-conejito. Además, por el mismo precio, era un chiste. Los dos personajes chisteados se rieron con esa cita. Los periodistas circundantes –catalanes-, también. Y el público catalán, desde sus casas, también. Ateniéndonos a esos datos, se puede decir que el resultado de todo ello fue una foto político-conejito cinco estrellas. Un llenapistas total en Catalunya, como supongo que fue en Cartagena la foto de Trillo vestido de Penitentes No Anónimos. La foto de Jerusalén, calculada para no escandalizar –es género político-conejito, vamos- no escandalizó porque Catalunya es usuaria, estadísticamente, de un catolicismo de uso más interno que externo, un tanto social y de tradición progresista. El modelo social de Cáritas catalana es sobrecogedor. El hecho de que haya fracasado en España y la Conferencia Episcopal lo haya enviado al garete, pues también. Las diócesis catalanas, por otra parte, pasan de significarse mucho con las directrices de la Conferencia Episcopal. Algunos manifiestos y directrices de la Conferencia no se han llegado a difundir en Catalunya por decisión de algunos obispos locales, que hubieran tenido problemas con sus feligreses si hubieran optado por lo contrario. Vamos, que más o menos un católico catalán no se enojaría con la foto de Carod-Maragall. ¿De donde ha venido, pues, la indignación las ropas desgarradas y el desgaste político que ha supuesto esa foto político-conejito, tan bien calculada, por otra parte, como cualquier otra foto político-conejito? Respuesta: de la gestión del escándalo. Gestión del escándalo, metáfora: el otro día un compañero periodista me explicaba una conversación con un diputado sociata. EL diputado le dijo que “cada mañana, cuando me levanto, veo la prensa madrileña. En tres diarios aparece Carod en portada. En el otro de habla de la autoridad palestina en portada. Cada mañana cuando me levanto pierdo 3 a 1”.

-LA GESTIÓN DE LA PASIÓN. La Cultura Brunete ha convertido la democracia española también en un decálogo moral. Sobrepasarlo es sobrepasar la moral. Una moral en las coordenadas del sentimiento religioso tal y como se está modulando en el siglo XXI. Un integrismo crispante, crispado, beligerante, intransigente, de cruzada. La emisión de moral por parte de la CB es, pues, emisión de cruzada. Que intenta dirimir diariamente un combate diario contra el mal. Someter la información a moral y cruzada es devaluar la información. Es mentir. Por ejemplo, la foto político-conejito –un breve, con chascarrillo de derechas o de izquierdas en un país normalizado-, se convirtió en el broche de oro informativo a un viaje de la Gene a Israel y Palestina, que explicó –o mejor, que no tuvo que explicar nada al respecto-, todo el pack de problemáticas del viaje. Por ejemplo, los problemas iconográficos de los viajados con las banderas. Que no fueron un problema de moral religiosa, de salvajes palurdos. Fueron los problemas del líder de un partido que no contempla la Transi como solución satisfactoria, con la bandera de la Transi. Problemas que, a su vez, y contrariamente a lo que informó la CB, no le hicieron abandonar un acto de homenaje a una víctima del terrorismo, sino abandonar la comitiva oficial. Por ejemplo.

-PRIMACÍA DE LA GESTIÓN DEL ESCÁNDALO SOBRE LA GESTIÓN DE LA POLÍTICA. Con las actuales reglas del juego, defender a un político equivale a comer de su mano o a tener una relación oscura con su partido. Yo no voto ERC, ni PSOE. Y sólo tengo relaciones oscuras con quién se deja, que no son usuarios de fotos de político-conejito, sino más bien usuarias de fotos chica-conejito. Defender a Carod y Maragall en este caso equivale a atacar la política y la información como moral. Por otra parte, veo más susceptibles a Carod y a Maragall de sacudir los marcos de la Transi, que no a la CB. Es más, veo en la CB una reducción de la política y una ampliación de la pasión. Veo en la CB un intento -exitoso, por otra parte-, de desarticular discursos políticos progresistas a través e escándalos, que siempre son morales. La foto político-conejito es un ejemplo de como se monta un escándalo. ¿Ejemplo de como se monta un escándalo para desartícular un discurso político y enviarlo al garete? Ahí va. Cuando Maragall fue informado por Carod de lo de Perpignan, no consideró en ello un escándalo ni un gran accidente político. En otra sociedad, la polémica hubiera servido para discutir quién y de qué puede hablar con ETA. Incluso podría haber servido para ver como ETA –y, glups, el PP- pueden utilizar y manipular discursos contrarios, para ver como ambos dos grupos tan distintos y distantes fabrican política. Supongo que Maragall, el as de las declaraciones, un pollo que da la vuelta a una situación con tres palabras -tres, por, ciento-, se veía capacitado para capear el temporal. Después de varias horas de presión religioso-moral por parte de la CB, después de varias horas en las que la CT no pudo facilitar otros puntos de vista, otros temas de discusión que los posicionamientos unidireccionales de la CB, después de horas en los que el PSOE no tuvo otro discurso que evitar el escándalo propagado por la CB -es decir, después de asumir que el PSOE no tenía un discuros con el que contrarestar el de la CB- Maragall tuvo que asumir una crisis política. Pasión 3, Política 0. A ver las siguientes.

miércoles, mayo 25, 2005

EL TÍO FACUNDO Y EL TÍO HUCHT

-FULGOR Y MUERTE DE ESTE BLOG. Las reglas del juego de este blog son, si me permiten reformularlas, las que aquí siguen. Se trata de observar los productos que emite la CT –la realidad, snif, es uno-, y deconstuirlos de la peana, si es posible, a través de otro punto de vista. Que ignoro cual es, pero que no es la CT. Es el punto de vista que usted y yo construyamos, pues no hay puntos de vista culturales de una sola persona. Todo ello se hace a partir de noticias y situaciones de la actualidad. Es decir, siguiendo un orden que le viene al blog desde el espacio exterior. Por si fuera poco, para interrumpir aún más la cosa, cuando se tercia el blog intenta dar juego de piernas a las propuestas dialécticas de su público. Sea como sea, la estructura de funcionamiento del blog que les he explicado –compleja-, y la estructura de funcionamiento de mi trabajo –complejo-, me convierte en una especie de mujer moderna que no muere en el intento. A saber: debo de estar cachas en el curro y, además, debo de estar buenorra y, a poder ser, limpia, en mi casa –y la suya-, que es este blog. Porque, snif, les quiero, y no quiero que me dejen por otra. Por lo que además, y por el mismo precio, intento subir banda y dar espectáculo para ustedes. Bueno, todo esto viene a que hoy tendría que hablar del tema Carod-y-Maragall-se-lo-montan-en-Jerusalen. Pero por el extraño funcionamiento del blog, les voy a tratar, again, el tema Hutch, o el republicanismo periférico, asociado a estados de ánimo nacionalistas, como lo único que queda del republicanismo de antaño. Ahí va.

--HUTCH. Este blog no es un consultorio. Pero tiene cierta tendencia al compadreo. Ayer, un lector llamado Anonymous –nota: me gustó mucho su Mahabarata-, asociaba mi descripción del único republicanismo cachas que veo en la plaza –un republicanismo que convive con los nacionalismos periférios; sobre todo y fundamentalmente con el catalán- con una apuesta personal. No es tal. Es una descripción. Me gustaría ver un republicanismo vertebrador, cachas y que chulée a la CT. Como me gustaría describir Cuenca y hacer especial hincapié en su aeropuerto internacional. Pero ambos dos fenómenos no son así. El blog, de hecho, parte de una idea poco animosa, chachi y piruli: la CT no funciona, no satisface las funciones deseables en una cultura, no ofrece productos saludables, ni facilita una vida saludable. El blog, por lo tanto, parte de cierto desánimo. La ausencia de un republicanismo como el que el lector describía, puede ser uno. La ausencia de un republicanismo autosuficiente, que no utilice la CT, la ausencia de un republicanismo con un proyecto político y cultural, con una cultura beligerante y a tomar por XXXX de la CT es, en fin, un hecho. Como es un hecho que los grandes esfuerzos iniciales de la CT fueron exorcizar cualquier republicanismo. Como, snif, es un hecho que la Guerra Civil y la dictadura franquista fueron también dos fenómenos encaminados al exterminio de una teoría de la cultura. Ruego a los lectores que me hayan seguido hasta aquí y que conozcan o reconozcan un republicanismo evidente y existente diferente al que les he descrito, que me lo presenten. Posiblemente cualquier cambio cultural –un auge del republicanismo sería uno-, pasan por empezar a hablar, por primera vez, del fracaso cultural de la CT. Yo, a estas alturas, me limito a eso. Y, además, desde una soledad casi extrema.

-HUTCH JUNIOR. Hola. Me llamo Hutch junior y soy pariente del párrafo anterior. Mi cometido es dar por sentado que el párrafo anterior va a misa. Para demostrarles que la tradición republicana ha sido en parte asimilada, raptada, o salvada –que no lo sé- por algunos nacionalismos periféricos –que son la única posibilidad de roce con la CT en esta plaza, repito-, me remito a lo dicho y a lo que se dirá. Por ejemplo, mañana, cuando Martínez vaya y analice por qué Carod y Maragall protagonizaron su gag Monty Python en Israel, y por qué Bono o ZP jamás podrán protagonizar ese tipo de shows. Y para demostrarles la rareza consistente en que ese republicanismo latente, implícito, no se haya traducido en una óptica cultural diferente a la CT, para demostrarles que el republicanismo periférico no aporta una cultura diferente, posiblemente porque está unido a la suerte del Estado en su periferia, como la CT gansa está unida al Estado ganso, ahí van estos dos párrafos.

-LITTLE HUTCH. Conversación con Ferran Torrent. Novelista valenciano en catalán. O como se llame esta mañana a primera hora la variante dialectal del catalán que se hable en el país Valencià, Regne de València o Comunitat Valenciana –la CT es rica en conceptos que eliminan conceptos-. Torrent es independentista y republicano. Se supone que esos dos palabros podrían acotar su público notoriamente. No obstante, este año Torrent aceptó ser finalista del último Planeta, con una novela terminada a la vez en catalán y castellano. Lo que puede orientar a la idea de que la literatura catalana –vinculada a ciertos inputs no CT-, no tiene por qué diferenciarse mucho de la literatura española, absolutamente CT en casi todos sus tramos. Y absolutamente CT en sus premios literarios. Hablo con Torrent, alehop, de literatura catalana, ¿un corpus poco diferenciado, también, de la literatura española? “¿La literatura francesa crees que se diferencia de la española y la catalana? Ni en la literatura española ni en la catalana ha surgido ningún autor que haya creado debate”. “Si hay alguna diferencia entre ambas literaturas es, ahora que lo pienso Sánchez Piñol –La pell freda-, un tipo raro. Si escribiera en castellano, lo suyo hubiera sido un best seller europeo”. Nota mental: La pell freda es cultura de masas, una novela internacional, sustentada en un argumento cachas y una estructuración cinematrográfica. “Crear un universo novelístico no es fácil. La novela y el cine precisan argumentos y personajes ricos. EL problema al respecto de eso en catalán es el idioma. Muchos narradores utilizan los mismos registros para hacer hablar a los personajes y al narrador”. Aparte de eso, “la literatura española y la catalana viven en el mismo Estado. Un lector catalán y otro español tienen las mismas referencias”. ¿La única originalidad de la cultura catalana es, pues el idioma? “El nacionalismo catalán y el español tienen en común la reivindicación lingüística. Aparte de eso, una cultura es algo complicado. Todo es muy homogéneo. Hay McDOnalds en todas partes”. Ningún lector, en fin, puede recurrir a la literatura catalana, la literatura fabricada por la sociedad menos CT del Estado, para encontrar algo diferente a la CT.

-BIG HUTCH. O sí. En el ámbito de la literatura catalana ha nacido la primera actitud colectiva en contra de la CT. Se trata del grupo Els Imparables, presentados en una antología poética homónima y con un manifiesto literario conflictivo. Hablo con Héctor Bofill (Barcelona, 1973), doctor en derecho y profesor de la UPF, autor de La independència i la realitat -va por la cuarta edición, un ensayo sobre el proceso de soberanía en Catalunya a partir de las herramientas constitucionales actuales- novelista -premio Josep Plà de novela-, y poeta. Els imparables es un grupo ¿generacional? ¿de amiguetes? que, en todo caso, ha sido el primero en plantear la decadencia literaria y cultural por aquí abajo. Algo que estamos tardando generaciones en plantear. Lo que puede indicar la gravedad y la violencia del asunto. Bueno. Al tajo. La CT, observada desde la cultura catalana, esa cosa tan poco diferenciada, como hemos visto, de la española: “La cultura catalana hace 20 años que se degeneraba hacia el populismo, esa cosa que está sustentada en la ausencia de conflictos”. ¿Nacionales?. “No. De todo tipo. La gente se ha cansado de un populismo no conflictivo, de un relato urbano con algo de ironía que yo llamo cofullisme –trad.: ¿preciosismo?-. Escritores que escriben de temas poco conflictivos, como el fútbol”. No veo al personal muy cansado. Es más, tras la Transición, para muchos ciudadanos la cultura es ausencia de conflicto. “La cultura no conflictiva es herencia del pacto de silencio de la Transición. La solución es acabar con ello. Vivir en una realidad más conflictiva. Els Imparables apostamos por el conflicto como motor de la realidad, en los géneros que tratamos, que van desde la poesía hasta el ensayo político”.

Guau. Suena a música celestial. No obstante, como lector, no encuentro serias diferencias entre la poesía y la narrativa que emiten los usuarios del grupo. Tampoco encuentro anti-CT el uso del premio literario –el motor de la creación del canon en la CT-, que realizan los usuarios del grupo. El canon poético que defiende –catalán, intraducible al castellano-, por otra parte recupera figuras que, en los 70’s, lo que apuntaba a ser lo anti-CT, ya había descalificado. Como Salvador Espriu. Otra cosa es el pensamiento político, que me parece muy atractivo, por su carácter democrático y conflictivo. Vertebran posicionamientos democráticos, radicales, republicanos. Dentro, eso sí, de coordenadas nacionalistas, como les describí ayer que es el caso de la cosa –verbigracia: “La gente joven nos creemos que vivimos en una democracia, y hay tabúes que nos los pasamos por el forro. Como hablar de soberanía”. Otra prueba, quizás y en fin, de que lo poco republicano no repercute en una idea de cultura, sino en una idea política. Por primera vez en la historia de aquí abajo. Lo republicano ha pasado tal vez de ser un proyecto cultural y vertebrador a ser un proyecto político y vertebrador –de nuevas entidades políticas-. CT, 1 – Cultura republicana, 0. Les ruego que estudien la paradoja –una paradoja es algo más complicado y vistoso que una Pantoja-, y que no se pongan flamencos como una Pantoja y que me / nos orienten.

Mañana, si es jueves, estamos en Jerusalem

martes, mayo 24, 2005

EL MUNDO ES CASCADA DE ECUACIONES

El mundo consiste en ecuaciones sorprendentes. Verbigracia: un gobierno puede entrar en crisis por unas fotos de Sadam en calzoncillos, pero no por iniciar e intensificar una guerra ilegal. Curiosamente, la capacidad de leer las ecuaciones del mundo no nos hace más sabios, ni más libres, ni más guapos. Posiblemente nos hace ir en calzoncillos. Bueno. Hoy voy a someter a ecuaciones raras el caso Enric Marco. Y saben. Un señor que simuló ser un deportado a un campo de exterminio, practicó diversas ecuaciones que le llevaron al éxito social y, finalmente, se quedó en calzoncillos.

-EM Y LA CORRECTA INTERPRETACIÓN DE LOS MUERTOS. EM mantenía un discurso falsificado desde 1978. Algunas personas habían llamado la atención sobre algunas cosas que no cuadraban en su biografía. Pero por lo bajini y sin ansias de polémica. Quizás porque EM no era solo EM. Era un porrón de muertos. Era la persona que simbolizaba a los muertos. De lo que se deduce que, por aquí abajo, la mejor manera de no ser descubierto en una mentira es apropiarse de los cadáveres que, debidamente orientados, pueden circundar esa mentira. Eso, por otra parte, se ve cada día. En las próximas semanas, socorro, lo vamos a ver a gogó.

-EM Y EL PASADO IMPUNE. El caso EM no hubiera sido posible en Francia, donde un exdeportado debe probar esa condición ante el Estado. Lo cual implica un Estado que reconozca el uso masivo de la deportación en otras épocas. Un Estado, vamos, con una idea de pasado clara, capaz de aplicarse también contra quién quiera ofrecer en público una idea de pasado más confuso. En España EM no tenía por qué probar su pasado, por lo mismo por lo que la Fundación FAES no va en masa a chirona cuando habla del pasado reciente -11-M-, o más lejano –Guerra Civil iniciada por la democracia para defenderse, en 1934 de la barbarie-. EM es un producto netamente español. Como la FAES.

-EM Y LA NOVELA ESPAÑOLA. Lo más divertido de EM es que su reinvención de su vida le asemeja al arte. Al arte subsector novelística española de la Transi. De hecho, EM, con su vida, escribe una novela española de izquierdas de la Transi como la copa de un pino. Es decir, que EM es una actitud codificada en el arte español por un tubo. Codificación, ahí va: EM es la única izquierda posible que, como tal, aparece en las novelas españolas. A saber: es a) un perdedor, b) que lo único que ha salvado de la derrota es su dignidad. Con lo que c) dibuja que la única diferencia entre la derecha y la izquierda por aquí abajo –o en la literatura de por aquí abajo-, es la dignidad, esa cosa que, por otra parte, la izquierda perdió en el ínterin 1976-78 –inteín en el quie, por cierto, EM falsificó su biografía-. Todo ello puede llevar a pensar que el gran tema no practicado por la izquierda en la literatura de la Transi igual es la indignidad. Bueno. Sea como sea EM es el canon literario de la izquierda en la novela española. O, al menos, no va más lejos de ese canon. En sus conferencias ofrecía un trozo muy vistoso en el que, caracterizado de señor a punto de ser exterminado, jugaba una partida de ajedrez con un SS. EM evaluaba que si ganaba, sería asesinado por el SS. Aún así decidió ganar, para ganar, a su vez, su dignidad. AL finalizar ese relato, el auditorio de EM lloraba como magdalenas. EM, en su mentira, en su novela en 3-D, no fue más lejos que Soldados de Salamina. También ofrecía el lloro como único discurso.

-EM Y SÁNCHEZ MAZAS. Otra curiosidad. La falsa deportación de EM se parece un tanto al fusilamiento de Sánchez Mazas, un fusilamiento no probado, que suscitó algún mosqueo en su época y que, tras un momento propagandístico inicial, ni SM y sus compañeros de partida exhibieron mucho, no fuera que se rompiera. O, por decirlo de otra manera, la falsa deportación de EM se parece al hipotético fusilamiento de SM en que no tuvo más testigo que su protagonista. Por lo que sea, ha sido más fácil desenmascarar a EM que a SM. Lo que a su vez puede ser una diferencia –la única- entre la izquierda y la derecha por aquí abajo. La derecha es mucho más fiel a sus productos. Culturales, políticos, etc.

Mañana les hablaré del humor judío. O de cómo Maragall y Carod pueden bromear ante una corona de espinas, avalados por una tradición humorística.

viernes, mayo 20, 2005

STARSKY Y HUTCH

Este blog tiene mucha personalidad. O, al menos, ayer, el muy mamón, se negó a que le colgara cualquier tipo de texto. Hoy, esperando que el blog esté como menos genial, les cuelgo un par. Uno se llama Starsky y el otro Hutch.

-STARSKY. O DIFERENCIAS ENTRE EL PP Y ENRIC MARCO. El otro día, el señor o la señora Stilman, fue y, en un comentario a un texto del blog, dio en un clavo no esperado –los clavos intelectuales no esperados son el sentido que espero de este blog; y en general, si quitamos el adjetivo intelectual, lo que espero, snif, del próximo fin de semana; vaya, me estoy desviando, cerraré guión y les entrecomillo a Stilman-. “Si esta teoria del PP, por la cual se han acabado creyendo su propia MENtira, fuera cierta, empezaría a entender que el señor Marco nunca mintió”. Con lo cual Stilman propone una similitud entre el PP y Enric Marco, un señor que falsificó su biografía, se hizo pasar por deportado, presidió una asociación de deportados y, verbigracia, en un acto en el Congreso, provocó pollo al comparar el campo en el que no había estado con el Estado de Israel. Con un par. Hum. Similitud bestia: ambos dos conceptos –el concepto PP y el concepto Marco-, practican la religionización de las cosas, algo muy peligroso. El PP transforma la democracia en religión. La convierte en un texto sagrado, fijado en la Transi, y manipula la historia para convertirse en el gran valedor de esa religión. Manipulación: la religión democrática sirve para defender posicionamientos franquistas, es decir, un idealismo. Para todo ello la religión democrática del PP rebaja y depura –con, lo dicho, idealismo a gogó- el carácter fascista del franquismo, a) situando el inicio de la Guerra Civil en 1934, y b) planteándola como una guerra legítima y defensiva del liberalismo democrático –toma del frasco- frente a la barbarie. Cualquier trazo que desvíe la unidad religiosa y democrática que va desde 1934 a la Transi es, pues, barbarie. Marco, a su vez, transforma la Historia en religión. Existió en exterminio de españoles. Marco creía tanto en ello que se convirtió en un deportado en 1978. Su mentira sucedió un año antes de que el PP fuera democrático y, de alguna forma, empezara a elaborar su mentira, corpus elaboradísimo ya en la segunda legislatura PP. Los españoles supervivientes del exterminio, por condiciones físicas o por salud mental, no hablan mucho del asunto. Marco, al estar cachas y al no haber sufrido los procesos psicológicos que, pongamos, describe Primo Levi, daba más de 100 conferencias al año explicando su caso. Su caso, como el del PP, era la fe. Mentía por fe en un proyecto. Marco, en ese sentido, mintió para defender un proyecto que, precisamente y paradójicamente, consiste en defender la verdad frente a la mentira, lo que ha resultado un duro golpe para el proyecto. La mentira es, pues, lo que iguala a Marco y al PP. Y convierte ambos dos objetos en objetos peligrosos. Marco y el PP son objetos falsos, cuyo epicentro intelectual reposa en una mentira. La de Marco es su biografía, no la Historia. La del PP es, glups, su biografía y la Historia. Marco, mentiroso, no miente sobre un hecho: el exterminio. El PP es puro revisionismo histórico. No niega el holocausto –al menos, no esta mañana a primera hora-, pero lo aleja del terruño, un terruño en el que no se ensayó el exterminio con tecnología nazi –como al parecer sucedió en el campo de San Pedro de la Cardeña-, porque no hubo una guerra fascista, sino de demócratas contra stalinistas. En la RFA la actitud del PP le costaría al PP multa y trullo. Socorro.

-HUTCH. O PROSIGUIENDO CON LO QUE LES EXPLICABA HACE UN PAR DE DÍAS. Lo republicano. Hum. Lo republicano. Les comentaba que a) no existe, b) en ocasiones se modula a través de nacionalismos periféricos, única fricción con la CT posible en la sala. Y que, toma moreno, en todo caso, c), si existe, no modula una cultura diferente a la CT. Y aquí voy y les suelto un caso práctico. Catalunya. ¿Qué pasa en Catalunya? Respuestas: a), no lo sé, b) nadie lo sabe, c) quizás lo que aquí sigue. Lo que aquí sigue. El proceso catalán, un proceso mediante el cual una autonomía acomete temas no tratados en la Transi –el carácter plurinacional del Estado, el anclaje federal, mediante Estado, de Catalunya en España- no es el proceso de un nacionalismo rampante. Es más, básicamente es un proceso de todo lo contrario. Es un proceso –tachán-tachán- de republicanización. Llegado a este punto, espero haberles dejado moscas con el palabro republicanicación, de manera que se tiren de cabeza al siguiente párrafo.

-LO REPUBLICANO CONTRA LO NACIONALISTA. El Gobierno que está acelerando cambios en Catalunya y en España no es un gobierno nacionalista. Es más bien catalanista. Merece la pena ponerse didáctico y explicar un poco el significado de ese concepto. EL catalanismo es un corpus político netamente democrático. De hecho, si uno lo piensa, las tradiciones democráticas más antiguas de por aquí abajo son el republicanismo –200 añitos-, y el catalanismo –100 añitos-. El PP, por ejemplo, entró de lleno en la cultura democrática con posterioridad a 1977 –veintipico añitos; como mi novia-. Curiosamente, el catalanismo tiene como castaña el proyecto de modernización y reforma de España. Es decir, que la palabra mágica del catalanismo no es tanto Catalunya, como España, posibilitar que en España vivan mejor incluso los catalanes. Absolutamente todos los partidos catalanes son catalanistas. Con dos matizaciones: a) el PP introdujo esa definición en sus estatutos hace un par de congresos –no ha sometido aún su catalanismo a ITV; quizás aún no lo ha estrenado-, b) ERC, -un partido democrático como la copa de un pino, por otra parte- podría ser un partido no catalanista, en el sentido de que al ser independentista, sus mixed emotions no giran entorno al palabro España, sino al palabro Catalunya. En todo caso el proceso catalán está guiado por un tripartido que ha hecho de la izquierda y del catalanismo su máximo común divisor –incluso ERC-. Su proceso es, pues, de izquierdas y de índole español. Se quiere la reforma de España. Hacia el Estado federal, como una forma de adaptar España a la realidad y de sustituir los nacionalismos identitarios español y catalán –y los que usted quiera- por una cultura cívica. Es decir, republicana. El filósofo Xavier Rubert de Ventós, exdiputado y exeurodiputado socialista y amigote personal de Maragall, me decía el otro día que “el éxito de Maragall, pase lo que pase, es que en Catalunya no se revindicará una identidad vernácula, como en el nacionalismo hispano, sino una ciudadanía, una identitè republicaine, pas etnique, vernacule, linguistique”. En otra conversación que mantuve con Carod Rovira parecía compartir ese punto de vista al decir que “el republicanismo ya no es un litigio por una cuestión dinástica, sino más cosas, educación, cultura, pacifismo, laicidad”, valores que se quieren hacer colar en el nuevo Estatut y en la reforma constitucional que, de una forma u otra, caerá. En esa conversación, Carod, por cierto, planteaba la lógica ecuménica del tripartido para las futuras reformas –así como, glups, las consecuencias de su posible fracaso-, de esta forma: “se trata de asentar las bases legales para que el Estado Español sea un Estado plurinacional, plurilingüístico y pluricultural. Yo soy independentista. Si se fracasa en eso, ya no tendré excusas”. Rubert de Ventós también opina algo parecido: “Si el proceso fracasa, Maragall tendrá que hacer como su abuelo”. Hacer como su abuelo: en su Oda a Espanya, el poeta Joan Maragall empezaba con la alocución “escolta Espanya / escucha Esspañia”, en lo que puede ser una metáfora del proceso catalán, un proceso de hacer oír temas no planteados. El poema, que modulaba un diálogo con nadie, un diálogo con alguien que no escucha, finalizaba con un “adeu Espanya / challonala baby, España”. Toma ya. Más sobre el fracaso, el Conseller de Relacions Ciutadanes, Joan Saura, el señor que está fabricando en su laboratorio el nuevo Estatut, preguntado sobre el posible fracaso del proceso, me respondió que no se contemplaba. Es decir, que no hay alternativa al planete. Es decir, que no hay alternativa española. Si se fracasa, una generación no-española, existente ya en el mercado, ensayará otra solución dentro de algunos –pocos- años. Lo cual, por cierto –no soy nacionalista-, me la trae pendular.

-LA REPUBLICANIZACIÓN DE LA TRANSICIÓN. La transición parece que se va a acabar con otro proceso parecido. Proceso parecido: el Estado se va a reformar a sí mismo –en el caso de que lo haga-, y la reforma va a consistir en introducir inputs republicanos como para una boda. Son los inputs que en los 70’s no tuvieron oportunidad de colarse –recuerden que, por ejemplo, en aquella época, lo más peligroso de los militares no era su ministro, como en la anterior legislatura-. Es curioso que, por un tapón generacional, este nuevo proceso de transición nos lo expliquen en los diarios las mismas personas que entonces, y que estoy por pensar que no se enteran de la misa la mitad. Ignorando lo que pasará en esa misa –ignorando, incluso, si fracasará-, les sugiero humildemente que la mitad de la misa es republicanización. Cuando escuchen hablar de las reformas que Catalunya propone para sí y para el Estado, piensen en eso. Y denle a Catalunya cinco minutos. Republicanos. Si pasados esos cinco minutos les da la risa, estarán en su derecho.

Hum. Otra característica de este posible proceso de republicanización –del cual no descarto que, snif, nos acabemos muriendo de la risa, María Luisa- es que sigue sin ofrecer algo alejado de la CT. Lo cual da que pensar. Catalunya es, hasta cierto punto, una sociedad con tics republicanos, con tradición republicana, con apego a los valores republicanos, con una simbología diferente a la española, que ha posibilitado que los símbolos españoles de la Transi –monarquía, bandera e himno franquistas- no existan, que realizó una Transi curiosa –la Generalitat es, de hecho, una de las dos únicas instituciones republicanas que se colaron en el proceso de la Transi-. Uno observa esa sociedad y el posible proceso de reformas que está produciendo y podría llegar a la conclusión de que existe una Cultura Republicana por aquí abajo, una Cultura de la Problemática en la plaza. Lo cual te podría llevar a pensar que las dos Españas siguen existiendo de manera implícita, si bien ya no son dos entes intelectuales, sino todo lo contrario, territoriales. Pero luego vas y miras y, ni siquiera en esa sociedad, ni siquiera en el marco de ese proceso, existe algo parecido a todo lo contrario de la CT.

miércoles, mayo 18, 2005

“¿QUIÉN ME ROBÓ LA BANDERA REPUBLICANA?”

Hola. Ayer en el Congreso, según he escuchado decir a lo largo del día y en boca de varios sacerdotes informativos, se-ha-escenificado-la-ruptura-del-Pacto-Antiterroetc. Escenificar tiene algo que ver con el palabro escenario. Hoy miro la prensa y, de hecho, la prensa se adentra de lleno en el género del escenario-sutra. Lo cual es un filón. Pero este blog desprecia las Teorías del Escenario, y va y no habla de escenarios. Los escenarios, aplicados al caso o a otro caso de la cosa, explican dos lógicas sobre un asunto. Este blog intenta hablar sobre el asunto. El asunto es una cultura, que va y se llama CT / Cultura de la Transición, y que marca los límites de la política, de las perspectivas y de los productos culturales por aquí abajo. Los escenarios van cambiando. El asunto, snif, se queda. Y ya va para veintipico años. Este blog, en ese sentido, pretende hablar de las cicatrices del cerebro que impiden que veamos lo que hay en el escenario, aparte de los Escenarios esos. Una cultura es, ahora que lo pienso, cicatrices en un cerebro colectivo. Los cerebros colectivos son la leche. El cerebro colectivo de un esquimal siempre ve nieve, incluso cuando no nieva. El de un camionero siempre ve… Bueno, no nos pongamos chabacanos.

-CICATRICES. A) LA CICATRIZ BRUNETE. El señor Rajoy y el señor Zaplana vertebraron en el parlamento su acceso a la CT. La Cultura Brunete, cuyo eje radica en convertir la democracia española, la democracia vista a través de una lectura de la CT, en religión. La religión consiste en adorar la democracia a través de su texto sacro, la Consti, y en realizar una lectura de la Consti integrista, en la que la democracia es todo aquello surgido en el proceso de Transición. Lo no surgido, lo aplazado, lo no contemplado, lo que fue imposible e innegociable, cae de cuatro patas en lo no democrático. Lo no democrático es ETA. Cuando usted se plantea opciones democráticas no contempladas en la vulgata CT, es que es etarra. Si usted, pongamos, constituye un Tripartito y plantea opciones no contempladas en la vulgata CT, su gobierno es etarra. Con un par. La Religión Democrática (RD), curiosamente, tiende a defender valores de la extrema derecha española. Como la Unidad Nacional, ese llenapistas. El principal argumento de la RD a favor de la Unidad Nacional, a favor de contemplar cualquier posible cambio como atentado a la Unidad Nacional, es ETA. La RD necesita a ETA como el agua. De hecho, la RD abandonó el poder porque no tenía discurso que uniera la Unidad Nacional con otro fenómeno terrorista que no fuera ETA. Como, de hecho, no tiene discurso ante un discurso intelectual no RD, es decir, todo lo contrario de ETA.

-CICATRICES. B) LA CICATRIZ CT. Estoy por decir -¿qué dicen ustedes, por cierto?- que una parte notoria del resto del hemiciclo practicó el paso previo a la RD. La democracia como ideología. Es decir, la democracia como valor absoluto, incuestionable y traído por la izquierda a esta plaza gracias a sus renuncias en la Transi. Es decir, que no hay datos para saber si las izquierdas –y, fundamentalmente, el PSOE-, perciben la RD como tal, como continuación lógica de la democracia según la CT, de la democracia como ideología. Y no hay datos para saber, incluso, si las izquierdas –y, fundamentalmente, el PSOE-, perciben que la democracia que han emitido hasta ahora es CT, y que proponer cambios constitucionales es abandonar la CT, abandonar la teoría del éxito democrático y moral de la Transi. Datos: el PSOE, hasta la fecha, ha sido creador y usuario modélico de la CT. Por otra parte, el PSOE de la oposición no se caracterizó por ser un partido socialdemócrata típico de la oposición. Partido socialdemócrata típico de la etc: es cuando se ponen intelectualmente más chachis. Como el SPD. Y aquí, batallita: durante la era Koln, aquí el menda estuvo viviendo en un piso ocupado en Berlín. Ocupado, por cierto, por el SPD. Por aquí abajo, y es una imagen poética, si algunos afiliados del PSOE hubieran apostado por el derecho creativo a la vivienda, hubieran creado una cooperativa de viviendas y, posteriormente, la hubieran desfalcado. Otros datos que apunta al bajo nivel intelectual de nuestro gran partido de izquierda: en la oposición no vertebró nada. Consumió Cultura Brunete con la misma tranquilidad con la que anteriormente consumía CT. No dibujó ante la sociedad la CB porque, tal vez, no la veía. Y le dio discurso e intentó convivir con ella mediante la pinza del PSE y del PP en Euskadi, y con la firma del Pacto Antiterrorista. Para ver la CB, para ver su paso previo, la CT, es preciso apostar por la problemática. Es decir, percibir la Transi como si no fuera un dogma. Ver lados oscuros en la Transi. Ver el fracaso de la izquierda en la Transi. Ver la democracia española como una democracia a la que le falta un tute. No participar –poco, nada o mucho- en la CT. Esta mañana a primera hora, aún a pesar de algunos trazos estilísticos de ZP, no se puede afirmar eso. Si bien, y he aquí la novedad, en el Parlamento existen partidos democráticos, de izquierda y, alguno, de derecha, que no participan de la CT. Algunos son partidos cercanos –o necesarios- al poder. Esos partidos son nacionalistas o tienen una visión plurinacional del Estado. Es decir, hacen énfasis en el único debate que, desde la DR y la CT, se permite. EL nacionalismo.

-¿EXISTEN MÁS CICATRICES? Los nacionalismos democráticos de izquierda –existen; no son iguales a los nacionalismos de derecha; no se hagan la picha un lío, se lo dice un no nacionalista-, quizás, en ese sentido, son los únicos partidos –y los únicos votantes-, que han mantenido fricciones con la CT desde su momento fundacional. El primer motivo de fricción fue un input de la Cultura Republicana –pongo ese nombre por poner alguno, por poner nombre a la cultura de izquierdas existente antes de la CT, por poner nombre a una cultura que apostaba por lo problemático-: la forma del Estado. Con el paso del tiempo han ido ganando campo semántico no CT. En la actualidad, en las zonas donde existen partidos nacionalistas periféricos –los ejemplos más a huevo son el CHA y, sobre todo, ERC-, agrupan amplias porciones de lo que no es la CT. Los símbolos de esos partidos, si se fijan, no son CT y suelen remitirse a la cultura republicana clásica. En las últimas elecciones, en ese sentido me sorprendió que en los mítines de ERC –un fenómeno; siempre llenos; cada vez más llenos-, se fue implantando a lo largo de la campaña el uso espontáneo de la tricolor. Vamos, que los usuarios de un partido independentista, acudían a actos de demostración de su partido con banderas del país del que se quieren independizar. Lo cual puede aventurar la hipótesis de que ciertos nacionalismos no quieren tanto independizarse de un Estado, sino de la CT, de la forma que ese Estado adquirió tras la Transi. Los nacionalismos, ahora que lo pienso, solucionan un conflicto de adaptación a la CT. Aportan banderas que impiden, por ejemplo, que uno tenga que sufrir una bandera no prevista y no contemplada como futurible durante el franquismo: la bandera, snif, franquista. Una bandera independentista catalana es, según esa hipótesis, algo parecido e intercambiable con una bandera republicana. Tanto monta-monta tanto en territorios sensibles de pirarse de España /la CT. En las zonas monolingües, una bandera republicana también es lo mismo que una bandera independista en las zonas sensibles de darse el piro: es un quejido ante la Transi. Con los votos en la mano de esos partidos, sobre todo el Catalunya, uno podría pensar que existe un grupo emisores y receptores de cultura no-CT, de cultura problemática, de ¿cultura republicana? Pero la gran paradoja del asunto es que si bien esos partidos y esos votantes son indicios de un malestar serio y canalizado ante la CT, no existen, ni en los territorios de fuerte implantación de esos partidos y votantes ni, ya puestos, en Lima –y aquí se puede citar la literatura como ejemplo-, productos que no sean CT.

Hum. Qué lío, ¿no? Mañana intentaré liarlo aún más.

lunes, mayo 16, 2005

LA DEMOCRACIA COMO IDEOLOGÍA

-PERDONE QUE SE LO DIGA, PERO LO SUYO ES PURO TEATRO. Quédense con la copla. En este caso, con tres coplas. Coplas a): el capo del PSOE en Euskadi se reúne con su homóloga del PP. Son esos momentos previos a la reunión, en el que los pollos que se van a reunir hablan del tiempo y sonríen a cámara. EL caso de la cosa es que sólo sonríe un pollo. La chica PP está mirando al vacío, con cara de cabreo cósmico. Los cabreos cósmicos no existen. El cosmos tiene una manga ancha que tira de espaldas. Un cabreo, en el cosmos, dura escasos segundos. Esa cara es, por tanto, un esfuerzo y un gasto de energía similar, por utilizar una medida cósmica, al utilizado por el Bing-Bang. Copla b): Rajoy explica al mundo que ZP le ha engañado. Que quiere pactar con ETA. Integra, explícitamente en ETA, la tira de siglas. Es un discurso viejo, pero adquiere novedad por el careto utilizado. Cara de engañado cósmico. Los engaños cósmicos no existen, etc. Copla c): Veo a un usuario del PP indignado y hablando a cámara. Han tirado varias bombas en el Great North. “Y ZP no ha condenado los atentados”, lo que da pie a imaginar que, igual, está a favor, digo yo. La indignación aquí vuelve a ser cósmica. La indignación cósmica, etc.

-LA DEMOCRACIA COMO COSMOS. Antes –hasta el 15-M-, pensaba que los chicos PP mentían como posesos. Ahora creo que no. Que se lo creen. Que se lo deben creer. Que si no pensaran que su visión de la realidad es la única –y la única sincera-, se volverían majaras al comprender, de pronto, que durante tres días de marzo, y siguiendo una lógica de la mentira anterior, mintieron como cosacos. En la línea argumental de que no mienten, de que su discurso está modulado por el apego a un deber ante la verdad mayor, incluso, que la realidad, de manera que cuando la realidad desmiente una posible verdad, se abandona la realidad, en la línea argumental esa, sigo, está el hecho de que la CT les avala. El compromiso del PP no es con la realidad. Es con una entidad mayor. Ideológica. Incluso religiosa. La democracia según la CT. No se vayan amiguitos.

-LA REINVENCIÓN DE LA DEMOCRACIA. El concepto “democracia” se parece notoriamente al concepto “maciza”. EL mundo está lleno de señoritas que cumplen a rajatabla y efectivamente con la descripción y las funciones del palabro “maciza”. Lo que pasa es que todas son diferentes. En el Sáhara, una maciza es una señorita en cuyo vientre se marcan 7 pliegues. Ni 6, ni 8. En los USA, una maciza desaparece del concepto maciza en cuanto se adentra un pelo en el concepto pliegue. Los países mediterráneos, tal vez, somos la frontera intelectual entre la maciza USA y la maciza sahariana. Con la democracia sucede lo mismo. Hay varias lecturas mundiales. Todas igualmente satisfactorias e insatisfactorias, como una maciza. Y que, depende el día hacen más caso o menos caso a nuestras demandas, como una maciza. La democracia española es, en ese sentido, una democracia / maciza más. No es LA democracia, pues como las macizas, cambia de lectura cada 500 Kms. Una particularidad, empero, de nuestra democracia es que, en su momento fundacional, fue una absoluta derrota de las izquierdas. Lo cual no está ni bien ni mal. Es un hecho incuestionable. Como una maciza en sus 500 Kms. Y aquí arranca el proceso mediante el cual una democracia se convierte en ideología. Un proceso tan absurdo como el que lleva a una maciza a convertirse en Mare de Déu de Montserrat.

-DE CÓMO UNA HERRAMIENTA SE TRANSFORMA EN RELIGIÓN. Las izquierdas se quedaron KO en el proceso democrático español desde el momento en el que fracasó su boicot al Referéndum para la Reforma Política. El éxito del referéndum las obligó a participar a toda leche en un proceso en el que no creían, en el que no confiaban, en el que sacrificaron su único patrimonio –la honestidad-, y que, además, estaba liderado por el franquismo renovador. La derecha, a su vez, incorporó a las izquierdas en el proceso porque no podía rechazarlas. Porque el proceso se trataba de eso. Y porque ellas eran las que cortaban el bacalao en el proceso. A la fricción de todo ello con el genio personal, con un Ejército que no estaba para repartir magdalenas, y con la geopolítica del momento, se le llamó Transición. La Transición consiste en coger un Estado fascista –el palabro, snif, es ese- y dejarlo democrático, sin ejercer en todo el trayecto la justicia ni la reducción de personal en el aparato del Estado. Es un proceso en el que las izquierdas realizan pocas aportaciones de valor. De hecho, la principal aportación de la izquierda fue, precisamente, dejar de emitir aportaciones. El símbolo de todo ello fue el PCE de Carrillo, un señor que un día fue al Comité Central, retiró la bandera republicana, puso la otra, dijo “¿alguna pregunta?”, y nadie preguntó nada. Quizás la gran y genuina aportación de la izquierda consistió en modular todo ese fracaso de forma épica. Con secuencias lógicas del tipo “la izquierda renunció a demandas históricas para instaurar la democracia en España, bla-bla-bla”, que venían a sustituir otras cadenas lógicas, del tipo “la izquierda renunció a todo y más rápido de lo que debía”, “la izquierda no quiso o no supo gestionar sus aportaciones”. Las secuencias lógicas elegidos por la izquierda fueron, pues, explicaciones para no explicar el fracaso, y tal vez la cobardía y cierta deshonestidad. Pero que, en todo caso, conducen a creer que la izquierda es la responsable última de que en España haya democracia. Que la aportación de la izquierda a la Transi es la democracia. No UNA democracia, sino LA democracia. Lo cual equivale a convertir la democracia conseguida en valor absoluto. En aportación ideológica, la única, de las izquierdas. En ideología. Y aquí, pregunta: ¿la democracia es una herramienta o es una ideología? EN la duda, ideología es algo más vistoso. Más cuando sirve para vestir la desnudez de la izquierda en la Transi. Podían haber habido otras democracias en España. No sé. Se podría haber optado por otro sistema electoral. Por otra sucesión a la jefatura del Estado. Por otra sucesión a la jefatura de las FF.AA. Por otra forma de Estado. Por otra opción que las autonomías para solucionar problemas históricos territoriales. Por hacer más énfasis en los problemas sociales que en los problemas históricos territoriales… El hecho de que nuestra COnsti no tire por ahí, no tire ni module esos posibles valores de las izquierdas, explica por sí solo la participación de la izquierda en todo ello. Y explica que la izquierda apostara por la democracia conseguida como valor. Valor que la CT se encargó de difundir como la leche. Como logro colectivo épico. Como algo incuestionable. En eso, la CT se convirtió en Cultura Brunete, como era su destino.

-DE IDEOLOGÍA A RELIGIÓN. El PP en el poder fue el primer partido que intelectualizó la democracia española de manera diferente a los estribillos bonachones de la CT. Se dio cuenta de que la izquierda no fue decisiva en la democracia española. Se dio cuenta de que la democracia española había sido un chollo para aplazar opciones de izquierdas. Y utilizó la democracia española como valor ideológico, tal y como la CT defendía que era la democracia. Y tal vez como programa ideológico, con el que, fundamentalmente vertebró dos inputs de la extrema derecha española: la unidad nacional y la religión. EL PP estableció esta ecuación que ya existía: democracia = ideología, le colgó encima esta otra democracia = transición, que también existía en la CT. Y luego siguió con la lógica aportando importantísimas ecuaciones. Como aquella que situaba a ETA fuera de la Transi, es decir, fuera de la Demo, con lo cual, cualquier demanda democrática no colada cuando la Transi se salía del campo DEMO para entrar en el campo ETA. Con el PP, la Demo gana tanto estatus de ideología que se convierte en religión incuestionable, de manera que todo aquel que no se ajuste a la lógica de la Demo –de la democracia formulada en la Transi-, es un hereje o un infiel, es decir, un etarra. Y a los no-democráticos, se les puede bombardear, pues hablamos de democracia como ideología dura. En sus momentos de glory days, las izquierdas no pudieron desarticular en directo y a tiempo real ninguna ecuación democrática del PP, pues eso hubiera equivalido a reconocer el papel mangui de las izquierdas en el momento fundacional al que se remitían todas las ecuaciones.

-DEMOCRACIA CONTRA RELIGIÓN. Cuando la chica del PP de Euskadi o Rajoy gastan esos caretos que les comentaba, no están mintiendo. Están gesticulando la cara que toca. Como en una procesión religiosa. Su religión se llama democracia. Es una lectura de la democracia que aparcó cambios importantes en este país. Y con la que se quiere seguir parándolos. Si la reforma del Estado prosigue, la izquierda deberá reformular la democracia local, alejarla de la religión, renegar de la democracia española como ideología y aportación básica de las izquierdas, y permitir que el PP no llame a los suyo democracia, sino cualquier otro palabro.

¿Será capaz la izquierda de reconocer su pasado fracaso? ¿Será capaz de aplicar reformas que, en el pasado, no se hicieron? ¿Aportará cultura republicana en todo ello? Humm. Mañana.

viernes, mayo 13, 2005

LO REPUBLICANO

-LO REPUBLICANO. Lo republicano. Hum. Lo republicano. Hum. Hum. Lo republicano. No existe. Bueno. Denme una segunda oportunidad.

-LO REPUBLICANO. SEGUNDO INTENTO. El republicanismo en España es (¿era?) una tradición gansa. Las primeras vueltas a la idea aparecen en tiempos de Felipe II. El primer intento republicano autóctono, si exceptuamos una efímera República Catalana en el siglo XVII, coincide con la proclamación de la República en Francia. Un grupo de aristócratas pijos intenta proclamar una cosa que se llamaría República Iberina, una república ibérica, a pesar del nombre de restaurant de Ferràn Adrià. Vaya. Qué rollo. Pensarán que soy un freaky. Tercer intento.

-LO REPUBLICANO. TERCER INTENTO. El republicanismo en España va (iba) unido a la idea de modernidad. La formulación autóctona del concepto de modernidad fue formulando la vinculación republicana. La evolución intelectual de los liberalismos y los progresismos locales fue vertebrando una natural opción republicana. El republicanismo, en España, no fue sólo un litigio sobre la forma del Estado y no fue sólamente la opción democrática frente a una monarquía mangui. Desarrolló un rol parecido al del socialismo en Europa. Es decir, el republicanismo no sólo era entendido como una forma de Estado, era regeneración social, era un cambio radical en la vida colectiva y personal de tutti quanti. Lo que puede indicar el carácter amplio, rico, desperdigado y bestia de la tradición republicana local. El republicanismo, en ese sentido, es el nexo de una forma de emitir y recibir la cultura. El republicansimo era una idea de cultura beligerante, un proyecto cultural ambicioso, que captó a quién veía en la cultura algo ambicioso y a quién quería vertebrar algo ambicioso en la cultura. La cultura española de los dos últimos siglos es, si uno se fija, la historia de una cultura que evoluciona hacia el republicanismo y otra cultura cuya única evolución es en contra de la evolución de la otra. El republicanismo ofrece en la cultura española de los últimos 200 años la existencia intelectual de otra España, dibujada a través de la cultura. EL republicanismo se dibuja a sí mismo como esa otra España, en guerra cultural contra la otra España. La cultura española de los últimos 200 años es, de hecho, una guerra cultural dilatada, en la que surge el canon literario y los mayores descubrimientos y aportaciones culturales de los últimos 200 años. Entendido así, el republicanismo es la piedra angular de la cultura española de los últimos 200 etc. Su desaparición es la desaparición de todo un concepto de cultura. Lo cual en principio no es para tanto. Recuerden que todo cambia, todo pasa. Yo, por ejemplo tuve en una ocasión una novia que era miss venezolana. El caso de la cosa es que ningún país europeo ha visto cambiar su cultura tanto en tan poco tiempo –y, aquí, poco tiempo = 40 años-.

-EL REPUBLICANISMO. A LA CUARTA. Las formas del Estado no son determinantes para la felicidad de sus ciudadanos. Una república centro-americana chula no ofrece más libertad a sus usuarios que una monarquía escandinaba. Incluso ofrece mucha menos. Y muchas menos suecas. El republicanismo español, por otra parte, va unido al concepto de modernidad. Es lógico que cuando la modenidad se va al garete, desaparece, deja de ser una categoria universal para ser una categoría histórica y relativa, el republicanismo deje de ser un input chachi. Desde ese punto de vista, se podría decir que el republicanismo lo mató el post-modern. Y todos a su casa tan contentos. Lamentablemente, por aquí abajo, al republicanismo no lo mató el postmodern, sino el no-modern, el pre-modern, el anti-modern. Y, snif, lo mató literalmente. A menudo de alguna forma de traumatismo. Capitales históricas del republicanismo local, como Salamanca o Valladolid, dejaron de emitir cultura republicana –y no digamos política republicana- un día y en cuestión de horas. ¿Te das cuen?

-EL REPUBLICANISMO. PONIENDO LA QUINTA. Si uno lo piensa bien, los dos hechos más determinantes en la cultura española han sido la Guerra Civil y la Transi. Son los dos jalones de la reformulación de la cultura española que usted y yo disfrutamos. Es curioso que la cultura española no haya sabido formularse ambos dos jalones. O no haya podido. La desaparición de la opción cultural, llamémosle republicana, llamémosle opción cultural del conflicto –conflicto temático, estético, ideológico-, responde a un crimen. La CT, la cultura española que queda si uno le resta los dos grandes jalones culturales españoles que les aludía, quizás es, en ese sentido, una forma de evitar formular un crimen. Crímen cultural –figura jurídica relativa-, pero fundadementalmente, crímen político y colectivo.

-EL REPUBLICANISMO. (Y VI) Lo republicano. Humm. Lo republicano. Era un proyecto cultural y varias opciones ideológicas. Podría haber muerto por si solo. Pero la región más poderosa de la cultura española de la modernidad no murió por si sola. Su muerte ha sido posible por a) un crimen –bestia, de peli de Spielberg-, y posteriormente, b) un cambio en la concepción de la cultura y b) la aparición de una nueva ideología que alimenta y fija los márgenes de la política nativa y de la CT. Es una ideología que, si se fijan, sólo existe en España y, últimamente, en los USA. Se trata de –tachán-tachán-, la democracia como ideología. Suena muy bien. Pero es una pesadilla. Mañana.

jueves, mayo 12, 2005

EL DEBATE. Y, OTRA VEZ, LO NO DEBATIDO

-EL DEBATE. Debate del Estado de la Nación. Una visión marciana / Hombre de Flores. Los discursos de ZP –pollo que sigue sorprendiéndome gratamente; ya comentaré en un plis el concepto sigue-sorprendiéndome-gratamente no mucho más abajo; los marcianos somos muy lacónicos cuando echamos vistazos-, y de Rajoy participan ya de dos culturas diferentes. Y aquí, cultura: aquella emisión que precisa una teoría de la recepción determinada para ser entendida. ZP –que sigue sorprendiéndome etc-, se instala en la CT. Sus datos, como todos los discursos de un político planetario, precisan ser verificados por la prensa que, como sucede cuando habla un político español, no los verifica ni para atrás. Rajoy, emisor de Cultura Brunete para receptores de Cultura Brunete, emite una realidad que no encaja con la realidad sin pegarle golpes con una maza, pero que dispone de medios beligerantes que explican que es la única realidad. Meditación: la CB –Cultura Brunete-, es la región bestia de ese bestialismo denominado CT. Consiste en saber que si el Estado emite algo, nunca será cuestionado por la sociedad ni por los intermediarios entre la realidad y la sociedad. La CB funcionó de perlas cuando era Gobierno. No funciona mal del todo –tiene un mazo de usuarios que la necesitan para leer el mundo-, no siendo Estado. Glups.

-EL CONCEPTO POLLO-QUE-SIGUE-SORPRENDIÉNDOME-GRATAMENTE. ZP tiene una teoría de la frase y del concepto llamativa. De marciano. De persona con vocabulario, conceptos y actitudes poco Transi. Por ejemplo: el uso de la memoria para buscar responsabilidades políticas, ejercido, verbigracia, durante el debate parlamentario por lo del Yak, primer debate en la historia de la Transi en el que un Gobi investigaba a un Gobi anterior. No investigar Gobis anteriores fue un chollazo que introdujo UCD y al que se apuntó a toda leche el PSOE de los GAL. ¿Qué hace en un Gobi CT un pollo que, esta mañana a primera hora, al menos, no es así? Ni idea. Supongo que se ha colado. ¿Cómo se cuela un pollo en un Gobi? Ni idea. Supongo que no siendo marciano durante años y haciendo un golpe de audacia durante el aznarato umpluggued, cuando nadie daba un duro por el candidato PSOE frente a Aznar. Es decir, siendo invisible durante mucho tiempo. Ser invisible, en su día consistió en aplaudir que no se investiguen los GAL. Consistió en ser, vamos, un chico CT del montón. Argumento hacia esa hipótesis: ZP, usuario de la memoria republicana –otra originalidad ZP no CT-, fue el señor que negoció con ADAR –Asociación de Aviadores de la República-, la reincorporación de los pilotos republicanos a Ejército CT. El Gobi sociata les reconoció incorporación y promoción de grado –o como se llame-. Pero no les reconoció indemnización. Los pilotos demandaron al Estado. Y ganaron. Es decir, no hubo acuerdo con un Gobi sociata, es decir con el chico CT que, cumpliendo órdenes, negoció el caso de la cosa sin mojarse, aparcando la memoria republicana, su originalidad intelectual, y apostando por no ser un político original. El tiempo dirá si ZP, antiguo usuario de la CT, no es un chico CT. Será, además, muy poco tiempo. El tiempo de ver si decide superar o no la Transi con el Estatuto catalán y su modelo de financiación. El tiempo de ver si se decide por apostar claramente por un Estado Federal. Un Estado Federal, amiguitos, es un Estado Vasco y un Estado Catalán. Poca broma.

-DEBATES NO REALIZADOS. Bueno. La monarquía. ¿Es CT? Sí. Pero puede dejar de serlo. Me explico. La monarquía era el epicentro estético de la CT. No me pregunte por qué, señora, pero la elisión de temas y conflictos en la CT tenía que ver, estilísticamente al menos, con la elisión del dato de que la democracia española era la continuidad del franquismo, continuidad simbolizada en la continuidad del heredero de Franco y, con él, la seguridad de que todo un pack de continuadores y continuismos estaban garantizados. Hoy en día, el papel de la monarquía no es garantizar ningún continuismo, salvo el suyo. La participación de la monarquía en la CT es la de cualquier otro usuario. Incluso, se diferencia de otros usuarios en que tiene reparos en participar en la CT. La monarquía, sabedora de que lo mejor para una monarquía es nunca jamás hablar de ella, posiblemente contempla con reparos convertirse en boom informativo, en Muerte Papal, en programación interumpida, gracias a una CT con piñón fijo, que fiel a ser fiel a sus superiores, la lía cuando un Borbón se casa o se embaraza. Supongo que la monarquía, en ese trance, agradecería la fidelidad de la CT en forma de silencio, que es la forma sonora por la que opta la CT para aludir a las finanzas actuales de la monarquía. Y a la financiación de la monarquía cuando, a principios de la Transi, no tenía una partida de presupuestos del Estado como la actual, más propia de la NASA que de un jefe de Estado. Otra particularidad frente a otros usuarios: durante el aznarato y la emisión de Cultura Brunete desde el Estado –cuando la CT fue CB-, la monarquía pareció ser el primer ente colectivo en leer la situación y distanciarse. En el momento en el que España estuvo más cerca de una República –y, socorro, qué República-, cuando las funciones de representación fueron asumidas al máximo por Aznar, de manera que el rey sólo representaba al Estado en alguna reunión tuperware, la monarquía –que en los últimos 25 años ha estado, por primera vez en España, bien asesorada-, tuvo un comportamiento fino y distante. Más particularidades de la monarquía ante la CT. La ha sabido intelectualizar. Practica el compadreo con una cultura que sólo pude ofrecer y recibir compadreo, jamás ideas o valoraciones. Va a cenar con cantautores. Da la patita a todo el mundo. Paralelamente –y he aquí la originalidad-, no confía en ella. Los premios Príncipes de Asturias, un tinglado para otorgar reconocimiento y mixed emotions a una dinastía que, hasta hace poco, su único contacto con la cultura eran las faltas ortográficas, apuestan por personajes mediáticos de la cultura y los ámbitos internacionales, antes que por pollos de la CT, por definición anti-internacionales.

EL colectivo de beneficiarios del silencio de la CT es hoy en día amplio. Afecta también a la izquierda. La monarquía es un beneficiario más. Que ha sabido buscarse la vida, si bien confía en la CT para hablar de ella. Y, sobre todo, callar de ella. La CT, snif, ya no es un homenaje exclusivo a la monarquía. Es algo más dramático y colectivo. Es la necesidad de no hablar claramente. De no valorar un rey, pero también de no valorar un político, una novela, una película. Para percibir la autonomía que la monarquía está adquiriendo frente a la CT, noten como, en ocasiones, los límites de la CT enmarcados en el ji-ji-ja-ja pedorrista, incluso, se chotean de la monarquía. La CT –y esa es la gran lección que nos dio la Brunete cuando fue la CT oficial-, puede vivir ya sin monarquía.

¿Qué pintamos los republicanos en todo esto? ¿Sirve para algo ser republicano? ¿Existimos? Hum. Mañana.

martes, mayo 10, 2005

LA PRENSA DE HOY

En La imagen pública de la Monarquía (Ariel, BCN, 2001), de Julio Montero Díaz, María Antonio Paz y José J. Sánchez de Aranda (profes de periodismo en, respectivamente, Madrid, Madrid y Navarra), se aborda el tratamiento dado a la monarquía en la prensa escrita y cinematográfica de cuando Alfonso XIII. Una conclusión divertida es que en aquella época de beligerancia cultural, y de la monarquía percibida como epicentro simbólico de la beligerancia, los diarios monárquicos informaban non-stop sobre cualquier estupidez protagonizada por el rey, mientras los diarios liberales y republicanos informaban sólo de los actos políticos, por muy estúpidos que fueran, protagonizados por el rey. Unos informaban de regatas y del pack bodas, banquetes, comuniones. Otros de la ceremonia de apertura del año judicial. Si usted ha ojeado la prensa –cualquier tipo de prensa- de hoy, convendrá conmigo en que no existen dos tratamientos diferenciados sobre el tema. De lo que se deduce que uno ha sido exterminado.

-¿QUÉ HA PASADO? España recuperó la democracia como la perdió. De forma tutelada. Por coyuntura internacional. El proceso de transición democrática es, también puede leerse así, el proceso de instauración de una monarquía. Que en aquel momento sólo podía ser parlamentaria. En otro momento anterior, no hubiera tenido por qué ser así. Un esfuerzo notorio e inicial de la CT consistió en apartar la cultura de cualquier polémica política. También de cualquier beligerancia ante la monarquía, una institución que hasta aquel momento había sido beligerante contra la cultura. Es decir, contra toda una tradición cultural agredida desde la Guerra Civil. Beligerancia, verbigracias: Alfonso XIII, al inicio de la guerra, consiguió de Mussolini los aviones italianos que practicaron los primeros bombardeos civiles indiscriminados, es decir, genocidas, de la historia, únicamente tras los bombardeos etc de Japón sobre Manchuria. Su hijo juró los Principios Fundamentales del Movimiento. El hijo de su hijo, que ocupó balcones junto a Franco cuando en Europa se producían manifestaciones contra las últimas ejecuciones españolas, pues idem. Aplazar, desactivar cosas así, suponen un esfuerzo notorio. La actitud del PCE, principal responsable de que el esfuerzo notorio no fuera tan notorio, sólo se puede entender, a su vez, con un esfuerzo notorio. Explicar las razones por las que la izquierda española decidió en aquel momento también desactivar –entre otras desactivaciones- la cultura, es el gran qué de la Transi. Quizás es el verdadero precio de la Transi. Uno de los precios de la Transi es, al menos, que esta mañana a primera hora usted y yo hemos abierto la prensa, y la prensa, no obstante, ha decidido estar cerrada. Es decir, consagrar muchas páginas a una poética de la realidad extraña. Humm. En ocasiones como esta me viene a la cabeza el adagio que va y dice: “el periodismo es aquello que se quiere ocultar, mientras que aquello que no se quiere ocultar es la publicidad”. Fin adagio. Veneciano. Vamos, que seguir por estos derroteros son ganas de querer fijar domicilio en Venecia. Como muy cerca.

¿La Monarquía es CT? Humm. Lo era. Se lo explico mañana.

lunes, mayo 09, 2005

ÉRAMOS POCOS

Este finde ha sucedido algo histórico. Un Presi de Gobi español fue a Mauthausen a decir lo que los Presis de Gobi dicen cuando van a un campo de exterminio. La novedad de toda esta novedad consistió en que nunca jamás un Presi de Gobi español había a Mauthausen. La anterior participación de un Gobi español en algún acto relacionado con Mauthausen fue, simplemente, fundacional. Serrano Suñer, Ministro de Asuntos Exteriores durante el Franquismo Umpluggued y, si nos atenemos a sus uniformes, gran renovador del vestuario del portero de discoteca planetario, viajó a Alemania en 1940 y defendió ante el Gobi Alemán, que tenía detenidos a varios miles de combatientes republicanos, que fuera de España no había ningún español. Los no españoles, consecuentemente, pasaron a ser ningún-español, por el procedimiento del exterminio. Se convirtieron en una prueba de que la guerra en España había sido una guerra de exterminio. Una guerra contra no españoles. Contra antiespañoles. No se luchaba tanto por el poder, sino por exterminar otras posibilidades de poder. Por exterminar otras tradiciones, en fin. En ocasiones –véase Mauthausen como prueba de compra-, físicamente.Y se consiguió. Doscientos años de tradición fueron exterminados. Posteriormente a esa guerra, España fue española por un tubo. En parte lo es esta mañana a primera hora. Es importante que un Presi de Gobi español vaya a esos sitios y diga los lugares comunes que se dicen en esos sitios. Porque todo ello es, de por sí, un lugar no común, un hecho único en la historia. Es importante que la parroquia vea por la tele –que es, me parece, donde ocurren las cosas- a un Presi de Gobi en Mauthausen. La pena es que no se vió. Por el procedimiento de MP, o Muerte Papal.

-EN FORMA CON LA MP. Ayer fue y se murió otro Papa. En forma de todo lo contrario, de embarazo. Un embarazo, en una monarquía, igual son unas primarias en una república. Yo qué sé. En todo caso, los medios de comunicación aplicaron el porcedimiento MP para interumpir la realidad y comunicar la realidad paralela, en forma de españoles no exterminados riendo la gracia a tiempo real. No hubo pitote, ni otra posibilidad de acceso a la noticia, porque esas dos aciones habían sido exterminadas hace chorrocientos años. La realidad paralela, como sucede siempre que hay MP, lo deboró todo. Justamente ayer, cuando en Mauthausen pasó algo –poco, pura calderilla, pero algo-, que ilustraba otras realidades. Su Alteza el Gameto sin duda ayer, antes de nacer, ofreció su primer servicio a España.

domingo, mayo 08, 2005

MARTÍNEZ, EMPLEADO DEL MES DE LA CT

Hola. Lo que sigue es una narración, argumentada con textos, en la que se explica el momento de esta semana en el que me convertí en un emisor chachi de CT, conscientemente, con un par, y sin enmendarme. Esta historia tiene dos actos. Espero, glups, que no tenga tercero, como los dramas –drama: la CT sabe vudú; aquel que se rebota con ella puede acabar zombie, un muerto viviente, como en las pelis de vudú-. Y empieza, como su nombre indica, por el acto primero.

-ACTO PRIMERO. Piticlín Piticlín. Me llaman del Excmo. Ayuntamiento de mi ciudad. Están preparando un catálogo de una expo de fotografía, consagrada a uno de los mejores fotógrafos de prensa que conozco, con el que me une un denso hilo de amistad. El precio, me dicen, es simbólico. Y aquí, meditemos en la relación del encargo con la CT. El encargo presupone un texto no conflictivo, relacionado, de alguna manera, con el arte, esa cosa no conflictiva. No se me paga, pues se supone que el mezclarme con una institución –no conflictiva, como su nombre indica- es un honor. Y que no hay ningún intelectual –conflictivo- que no quiera trabajar para una institución. Después de las Empresas, las Instituciones –el Estado, esa cosa, al parecer, no conflictiva-, son los fabricantes de canon en un país sin posibilidad de crítica, es decir, de conflicto. Con lo que yo debería de estar la mar de contento. El texto del pollo-que-debería-de-estar-la-mar-de-contento (o pollo CT) me sale modalidad pollo-la-mar-de-mosca (o pollo no CT), me sale, snif, conflictivo. Lo cual no es una valentía. Supongo que es más fácil no hacerte el CT ante el Estado que ante las empresas, que son a) últimamente las grandes vertebradotas de la CT y b), son, además, las que te pagan el grueso de tus ingresos. Bueno. Les transcribo el texto. Nota, he sustituido el nombre del fotógrafo por el de Pepito de los Palotes, pues no sé si quiere o no ser conflictivo. Ahí va.




PEPITO DE LOS PALOTES (VERSIÓN NO VENAL, ES DECIR, NO CT)

Me piden que haga una introducción simbólica a la fotografía de Pepito de los Palotes. No tengo ni idea de lo que significa una introducción simbólica. Para orientarme, se me comunica que se me pagará simbólicamente. De lo que deduzco que en la vida hay cosas simbólicas y cosas reales. No sé. El Forum fue una cosa real. Si bien nadie sabe para lo que sirvió –como ocurre comúnmente con los símbolos-, costó un huevo –que es lo que sucede, por lo visto, con lo real-. Para fabricar el Forum se suspendieron varias actuaciones de Asistencia Social. De lo que se deduce que esas actuaciones, contrariamente a las que se realizaban en el Forum con señores pintados de colores, eran simbólicas. Pese a ello el Forum tuvo beneficios –simbólicos; es decir, que no los tuvo-. Pero se aguantó. Lo contrario que ocurrió con el túnel del Carmel, que se hundió porque no era real. Era el símbolo de un túnel. Al no ser propiamente un túnel, sino un túnel simbólico, no hizo falta ponerle los 20 centímetros de grosor de cemento que lo hubieran convertido en un túnel de los de verdad. Los túneles de verdad discurren sobre barrios reales. Los túneles simbólicos discurren, por tanto, sobre barrios simbólicos. Si se hunde un barrio simbólico no pasa nada, porque sus habitantes son símbolos.
La vida es un lío entre lo real y lo simbólico. Vas por las calles de Barcelona y ves, supongo, gente real y gente simbólica. La gente simbólica se identifica porque tiene heridas simbólicas –no valen un duro, vamos- en su alma. Cuando se ríen, van al curro, no tienen curro, hacen cola o juegan con chuchos simbólicos, son perceptibles esas heridas que provoca la violencia extrema de lo real sobre lo simbólico. Pepito de los Palotes tiene el poder de captar todo eso, toda esa fragilidad, en los cuerpos de las personas simbólicas que fotografía. Sus fotografías duelen porque no son simbólicas. Y hablan de la brutalidad de lo real.


-ACTO SEGUNDO. Piticlin. Piticlin. Que el texto no puede salir. El funcionario que habla conmigo es una persona muy bien educada. Incluso, simpática. Posiblemente, pensamos lo mismo del texto. El diálogo que establecemos es un dibujo chachi y resultón de lo CT. Dibujo. Ahí va. “Yo no puedo decirte lo que tienes que hacer” –cierto; en la CT nadie te dice lo que tienes que hacer; lo debes decir tu; y no puedes equivocarte, pues la lías, total para un final que tu y la CT conocéis-, “el texto no es una introducción a un catálogo” –lo que implica que las introducciones a un catálogo son un género, que la mía se va a tomar por XXXX del género y que, por deducción, el género consiste en no plantear conflictos; como, en general, el arte, las paellas y todo lo que sea CT-, “que me estás complicado la vida” –cierto-, “que tendré que enviar el texto arriba” –una característica de la CT es que los que toman decisiones no tienen nombre; son ELLOS, son ARRIBA, o algo por el estilo; yo, en ocasiones, creo que no existen, que por lo general somos NOSOTROS, que no nos acabamos el margen de lo posible, si bien, últimamente, lo veo más estrecho de lo habitual-, “que me lo piense” –si hay algún error, es mío, que no sé el funcionamiento de la CT, se supone-, “que jamás se me censurará” –cierto; la CT no censura; practica lo que ustedes están viendo; ¿cómo se llama?; carece de nombre, y lo digo sin ironía; ¿censura negociada? ¿negociación de ideas?; ¿cómo se desarticulan las cosas sin nombre?-, “que no le haga esto a mi amigo, el fotógrafo” –el culpable de lo que pase seré yo, nunca la CT-. La conversación, en fin, me recuerda a otra que tuve con un funcionario –aquel era socialista; este, supongo, es votante de otra izquierda-, el día que fui a decirle que me declaraba insumiso a la PSS. Y, tras una discusión parecida, me dijo, que compartía conmigo mi opción y me opinión, pero que me denunciaría. En aquellos años, la broma eran dos años en chirona. Y el sanbenito de ser un freakie. Como ahora con este otro funcionario que, por cierto, parece ser una persona cultivada, sensible a mi texto y, como yo, víctima del destino, que como en la Grécia Clásica, le obliga a arrancarme los ojos. Acordamos, finalmente, que estoy al servicio del fotógrafo, no de la Insitución. Y que haré lo que me pida el fotógrafo. EL fotógrafo me llama a las pocas horas y me dice que, jarl, por la gloria de mi madre, haga un texto introductoria a una expo, ese genero de la CT que todos, en verdad conocemos. Lo hago. Ahí va. Puro arte.



PEPITO DE LOS PALOTES (VERSIÓN CT QUE TIRA DE ESPALDAS)

-LAS CICATRICES. El primer trabajo que hice con Pepito de los Palotes fue en un sitio plagado de personas con unas cicatrices terribles. La gente avanzaba medio desnuda, de manera que, antes de ver sus cuerpos, veías sus enormes cicatrices. En ocasiones no llegabas a ver ningún cuerpo. Sólo una cicatriz descomunal. Yo no entiendo un pijo de fotografía. Pero sabía que el trabajo de Pepito de los palotes se parecía al mío en que no habíamos ido allí a fotografiar cicatrices ni a hablar de cicatrices. Cada uno tiene su táctica para eso. La mía, supongo, consiste en ser invisible. La de Pepito de los Palotes consistía en todo lo contrario. Era una persona fotografiable más. Su cámara no era algo que tirara para atrás. Era un objeto para crear pitote, alrededor de cual se proclamaba la juerga. No obstante, era él quién hacia las fotos, sin que nadie se percatara de esa gravedad. El resultado, en aquel trabajo resultó notorio. Las cicatrices aparecieron fotografiadas. Es decir, no aparecían en ninguna fotografía. Pero todo el mundo, en aquel reportaje –y en todos los reportajes de Pepito de los Palotes, tal y como pude comprobar en posteriores colaboraciones-, mostraba –mostrar es lo contrario de exhibir-, algo más importante que sus cicatrices. Su fragilidad. Pepito de los Palotes, de hecho, es un imán de la fragilidad de los demás. En los descansos de aquel reportaje, por cierto, Pepito de los Palotes y yo nos explicamos nuestras cicatrices. Esta mañana a primera hora él y yo lo sabemos todo de nuestras cicatrices. Bastaría una palabra de él o mía para rompernos, para abrir una cicatriz vieja. Vaya, me estoy poniendo blandengue.

-EL OKUPA DE FRAGILIDADES. La capacidad para ver las cicatrices importantes y la fragilidad, y la capacidad para retratar todo eso, son trazos que no disponibles para todas las personas. Supongo que esa capacidad es una arruga del cerebro. Quizás una cicatriz. La cicatriz del cerebro de Pepito de los Palotes le obliga a trabajar en familia. Para trabajar, simula familias, se incorpora al grupo a fotografiar como un miembro de la familia más. Y retrata grupos familiares. Si se fijan, sus fotos, corales, repletas de personas sonriendo a cámara, son fotos de familia. En los que, estrictamente, hay muy pocas familias. Generalmente, son extraños, personas que apenas se conocen, o personas que han coincidido en una foto de Pepito de los Palotes. Pero que ejercen de familia. Como sucede, comúnmente, en las familias. Cuando uno mira una foto de familia uno sabe quién es el pollo con suerte, el que siempre le irá mal la vida, el que ya está muerto. Pepito de los palotes, en ocasiones, se deja invitar por familias a pasar las vacaciones y saca fotos. Son fotos tan familiares como aquellas otras fotos de Pepito de los Palotes en las que no hay familia por ningún lado. Su originalidad es que permiten verle el plumero a Pepito de los Palotes, su forma de trabajar. Ser uno más en un grupo repleto de fragilidades. Ser, exactamente, el encargado de documentar la fragilidad. Con precisión no alemana.

-LOS USUARIOS DE LA MERCÉ COMO FAMILIA. Una fiesta, ahora que lo pienso, es algo que está a huevo para ser fotografiado por Pepito de los Palotes. Una fiesta gansa, descomunal, como la Mercé, es un grupo familiar falso. Personas que coinciden en un punto, que se ríen con la boca llena de dientes, que acaban de enamorarse o de repartirse las peras, que están a punto de vivir o de morirse, que la vida les va bien o mal. Son ciudadanos de una ciudad que en ocasiones se construye y en ocasiones se hunde. Son usuarios, en fin, de esa fragilidad que retrata Pepito. Pepito, el de los Palotes.


-EPÍLOGO. La CT, es decir la C por aquí abajo, es una C que se va al garete cuando hay conflicto. No sabe verbalizar los conflictos, al no poder utilizar, tan siquiera, palabras conflictivas, como censura o este-texto-no-puede-aparecer. La CT, al elidir el conflicto, es una C que elide información. La CT es lo contrario que la información. Sólo desaparecerá con información. La CT no puede solucionar ese conflicto interior suyo, consistente en elidir la información, como no pudo solucionar, ahora que lo pienso, el conflicto de reestablecer la información elidida durante el 11-14-M. La CT al no poder plantear conflictos, no puede plantearse a sí misma. Sólo puede colapsarse. Y, como todas las cosas que sólo pueden morir por colapso, morirá matando. Glups. Lo muertos de la CT, elididos, tardarán mucho tiempo en conocerse. Un último dato formal: el preciosismo es tal vez la gran tendencia que permite intensificar la CT, como podrán colegir de la lectura del texto 2, en absoluto conflictivo y preciosista al máximo.

sábado, mayo 07, 2005

CAMBIO DE VELOCIDAD. ALEHOP

Hola. Soy yo, si bien a) un lector ayer me invitaba a que me pusiera las pilas y que empezara a experimentar en la diferenciación entre CT / Cultura de la Transi / Cultura de la Transición y esa cosa tan parecida denominada, a saco, Cultura de Masas, mientras que otra escuela de lectores b), me invitaba a percibir el fenómeno CT como mirada. Respecto a a) debo decir que creo que dio en el clavo. Y que sería muy bueno que el siguiente objetivo no sólo fuera ese, sino, a la par, empezar a establecer cual es el canon de la CT, cual es el canon anti-CT, y si lo anti-CT pasará a la historia, si lo anti CT es sinónimo de calidad, de canon alternativo, de futuro posible. O de anti, a secas. Respecto a b) debo decir que los usuarios de b) dieron en el clavo. Lo CT es una mirada. Es decir, es algo que ha adquirido el carácter íntimo de la mirada, de manera que la Cultura –lo C-, actualmente, para varias generaciones de profesionales y de usuarios de la C, es CT. Es más, lo que no es CT es algo opuesto a C. Lo que no sea CT no pasa el filtro de C. De manera que no hace falta mirarlo. Las miradas no miradas no son, propiamente mirada. Ayer, verbigracia, ví a una de las mujeres más bellas que he visto en mi vida. Era ciega. No producía miradas, de manera que mi mirada hacia a ella, estadísticamente, no fue propiamente una mirada. Fue un vistazo.

-UN APENDICE. El hecho de que la CT lo sea todo –es decir, una mirada; cuando uno se pasa horas mirando a alguien en un bar, comúnmente no tiene nada más que ofrecerle a ese alguien que esa mirada; las miradas, por lo general, son simulacros de situaciones que jamás se producirán; la CT es, si uno lo mira así, una mirada como la copa de un pino-, es algo absolutamente natural en una cultura que nació y vive como cultura estata. Y como algo, también, vinculado a las empresas. En España, los grandes negocios –privatización de Telefónica, o de lo que sea, el AVE, la realificación de la Ciudad Deportiva-, precisan la participación del Estado. Es posible dilucidar que la industria Cultural se relaciona de alguna manera con el Estado. Aunque sólo sea para contradecirle. Fin de este inciso que intentaba matizar el carácter yuyo de algo que se convierte en mirada, esas cosas terribles cuando sólo hay una. Bulgakov, por ejemplo, snif, no se enfrentó a un sistema económico o político. Fue, simplemente, cruelmente, algo que no encajaba en un paisaje cuando el echabas una mirada.

-OTRO CASI-PRÓLOGO. Pero tiempo al tiempo. Estas líneas no son un ensayo lineal. Son un ensayo en línea. Es decir, escrito a tomar por XXXX de la línea recta. Como sucede con todos los itinerarios que no son rectos, no se pretende tanto hacer un recorrido rápido y certero, como otro amplio. Tan amplio que recorra toda la CT, aunque sólo sea en plan turista, para sacar una foto de la novia sentada en una plaza de una región remota de la CT, y decir “yo estuve allí”. Porque, esta mañana a primera hora, la CT es grandiosa. Es más, lo es todo. Abarca todo lo que puedas ver. No hay un solo rincón de la cultura que no sea CT. Por eso cuesta tanto no sólo acotar, si no ver la CT en bolas. Y, si no, ahí va la prueba del algodón.

-PRUEBA DEL ALGODÓN. El otro día, buscando una cosa rara Google me llevó al blog de Arcadi Espada, un señor que se ha alejado notoriamente de la CT –creo; ya hablaremos; Arcadi, un emisor en las antípodas de el emisor que les emite, es uno de los nuestros-. Bueno. Más concretamente llegué a una región del blog en la que los lectores comentaban el Caso Echevarría en el mismo momento en el que aún no se llamaba Caso Echevarría. El caso Echevarría ha sido, lo miren por donde lo miren, la mayor polémica cultural en los últimos veintipico años. Las polémicas culturales sirven para disentir sobre el concepto de cultura. Me sorprendió que los usuarios del blog y, en ese momento, de la polémica, optaran por lo siguiente. Lo siguiente: no disentir del modelo cultural. La mayoría de los lectores no veían ninguna polémica en el caso que aún no era caso. Identificaban una forma de fabricar y vertebrar cultura –la CT, si bien nadie la denominaba así; supongo que, de haberla denominado de alguna manera, la hubiera denominado C; es decir, la única cultura posible, el único modelo C no aberrante, la normalidad C-. E identificaban a Echevarría como un profesional de C un tanto lento de reflejos, que no se había adecuado al funcionamiento de C. Por lo que no veían en el caso ningún caso, salvo un defecto de profesionalidad. La patología del caso era, pues, personal. No C. Y de un pollo que no sabía las reglas del juego, que se había dado de morros contra las reglas del juego. Es decir, contra la C. Como sucedía en otras épocas, en las que cuando a alguien lo fusilaban o lo censuraban era porque se lo había buscado, porque no había sabido ver el funcionamiento de las cosas, el muy tonto del culo. Lo cual implica comenzar a pensar que el juego es tan barroco, tan constante, tan cotidiano, tan gigantesco, tan ramificado en las percepciones íntimas, que nadie lo vé. Lo que, por cierto, es algo muy común en las cosas enormes y monstruosas aunque cotidianas. Como –salvando el bestialismo de la compración- una cámara de gas en los tiempos de las cámaras de etc., cuando nadie las veía. Cuando eran pura mirada. En ocasiones, incluso cuando te metían en una. La CT, se desprende, es un objeto tan usual, tan líquido, tan extendido que las únicas rarezas que se perciben cuando uno la mira son sus raros. Es decir, las personas que no encajan en ella. Glups.

-CARAS Y CRUCES DE LA CT. Por otra parte, la CT es algo tan usual, tan líquido, tan etc., que todos somos, en algún grado, en algún momento, emisores de ella. La C, esta mañana primera hora es CT. Y punto. Si eres profesional de la C, lo eres de la CT. Les ofreceré, verbigracia, dos ejemplos. Ejemplo a): Pere Gimferrer. Gimferrer es el (único) hombre que, en pleno Franquismo Pop, se comporta como si no hubiera habido una guerra civil genocida. Emite una literatura por la que jamás, ni un solo día, ha acaecido el Franquismo, como si el siglo XX hubiera sido pura continuidad pacífica desde los glory days. Posteriormente, se cambió de lengua. Hoy escribe en catalán, una lengua con menos registros que el castellano, desde la que elabora dos obras absolutamente originales y abandonadas a su propio tiempo y velocidad –los Dietaris, y L’Agent Provocador –no se las pierdan; están traducidas en castellano-, unas rarezas absolutas en su / nuestra época, en las que se percibe, el canguelo que da la literatura cuando te la encuentras de morros. A su vez, como editor, descubre, apuesta y promueve lo que, para bien y para mal, es el grueso del canon de la CT. Es el descubridor y editor o gestor –o como se llame- de Mendoza, Llamazares, el primer Muñoz Molina o/y ese bicho raro que descubrí el año pasado, gracias a Gimferrer, que se encuentra fuera de la CT y que se llama Isaac Rosa –no se pierdan su El vano ayer-. Bueno. Entre todo eso también ha sido el jurado de los premios más chorras que han modulado la CT y su dinámica de mercado. Yo lo he visto en algún premio de esos. Habla del libro premiado, con un par, como si fueran verdad los adjetivos que utiliza. Su do de pecho CT es un prólogo a la ¿obra poética? De Antonio Gala. Uno se lo lee y puede llegar a creer que Antonio Gala es un poeta carajo-de-la-vela-size. ¿Por qué lo hace? Él sabrá. Lo sabremos, en todo caso, cuando sea fiambre y se publiquen sus memorias, en las que yo confío mucho. Confío en él y en lo que ha escrito sobre el género de las memorias españolas –ha demostrado que está por hacer, que no existe-, y en unas memorias que, deliberadamente, se publiquen tras la muerte del autor. Es decir, cuando un usuario de la CT no necesite la amistad, esa piedra angular de la CT, una lectura de la C que no admite la confrontación de ningún tipo.

-EJEMPLO B).
El ejemplo b) es hasta el gato. O, ya puestos, yo mismo. Esta misma semana. Mañana se lo explico. Lo he bordado.