lunes, abril 18, 2005

¿EN QUÉ SE PARECE EUSKADI A MÓNACO Y, AMBOS DOS CONCEPTOS, A PAMELA ANDERSON?

Mónaco es un lugar canijo, con poca población, en el que hay pocos votantes -¿hay, by the way, votantes en Mónaco?-. Pero se muere el rey de Mónaco y las teles se paralizan. Sucede lo mismo con Euskadi, ese filón para las cámaras nativas. Y sucede lo mismo, pero al revés, con otros lugares del mundo. Sudán, que aporta al mundo, cada año, una cantidad de cadáveres que, en otras circunstancias de presión y temperatura, paralizarían el mundo, no existe para el mundo ni como selección de fútbol. Euskadi y Mónaco sufren, disfrutan, o lo que sea, una sobredimensión.

-LA SOBREDIMENSIÓN. Una sobredimensión es –hummm, denme un segundo que lo piense; ya está- un componente no natural que, aplicado a un objeto, hace que el objeto sea percibido en su todo por ese componente. Pamela Anderson es el canon planetario de la sobredimensión. Se sobredimensionó una parte, de manera que todo el mundo, cuando la mira, ve esa parte, y no esa fea verruga de dos palmos que debe tener, sin duda, en la punta de la nariz. Mónaco está sobredimensionado a través de su monarquía. Miras Mónaco y sólo ves el rey, o como se llame, de turno, vestido de portero de discoteca, sufriendo porque hasta el gato se tira a Estefanía. Y mientras le miras las domingas a Mónaco no ves su verruga, un paraíso fiscal y una poética de la economía que no sólo dibujan Mónaco, sino el Planeta Tierra. Cabe deducir que cuando echas un vistazo a Euskadi, como sucede con la compañera Pamela, o con Mónaco, ves algo que oculta la esencia del todo, pero capaz de copar cámaras durante horas. ¿Qué ves? ¿Qué oculta eso? ¿Cuáles son las tetas de Euskadi? ¿Quién realizó esa operación estética? ¿La verruga es vasca? ¿Alguien ha visto la verruga?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una mujer cuenta al psiquiatra que se ha operado los párpados y, de pasada, para aprovechar la anestesia, se ha operado también los pechos. El psiquiatra la felicita por sus párpados tersos. Le dice que lo que ha hecho es una señal inequívoca de que está saliendo de la depresión.