martes, abril 05, 2005

LO CATÓLICO Y LO CATÓDICO

Prosiguen los campeonatos mundiales de puenting JP-II. La novedad del día es que, los medios proclives a ello, hoy han finalizado la interrupción informativa y el vaciado de mixed emotions iniciado el sábado, de manera que han empezado a informar con juego de piernas. Un polvazo, por cierto y en ese sentido, es la entrevista a Jaruzelski que aparece en La Vanguardia. Bueno. Si uno lo piensa son más de 48 horas de interrupción informativa. Aún así, han sido como mínimo 48 horas menos de cuelgue que cuando la muerte papal del 11-14M. De lo que se deduce que la dinámica mundial de la instantaneización, del puenting, de la emoción –que les dibujaba ayer-, pesa menos en nuestra cultura –pesa 24 horas menos-, que la dinámica de supeditación de la cultura al poder. Cuando un Papa va y se muere, vamos, se obstruye menos la realidad que cuando un Presi de Gobi coge el teléfono y practica la televenta a un director de diario españiolr, jarl.

-LO CATÓLICO EN UN MUNDO APOSTÓLICO. REGLAS DEL JUEGO. El polvo de esta semana en su pantalla amiga es, no obstante, el que les proponía ayer. ¿Nuestra cultura sigue siendo católica? Ni idea. Sobre ese interrogante, en todo caso, fabricaré los dibujos que seguirán en los próximos días. El punto de partido lógico, las reglas del juego, es lo que aquí sigue. En los 40’s, Américo Castro publicó en el exilio España en su Historia. Cristianos, moros y judíos. Un libro que planteaba una hipótesis muy buena, tanto para apostar por ella como para invalidarla. Hipótesis-muy-buena: la literatura castellana, desde su génesis hasta los siglos de oro, está mediatizada por las tensiones intelectuales de los tres monoteísmos hispanos. Esa tensión sigue con fuerza incluso después de que a los moros se les diera para el pelo y de que los judíos fueran expulsados. Es más, Castro apuesta por un substrato hebreo llamativo, por una cosmovisión netamente judía, por la presencia de herramientas judías, en los principales autores españoles. Si Castro detecta judaísmo ambiental varios siglos después de que se enviara al garete a los judíos,¿es posible detectar cosmovisiones, dinámicas o, al menos, tics católicos –subsector catolicismo de la Contrarreforma; el más gore, el nuestro- en la Cultura española actual –la Cultura de la Transi-?

-NO ES CATÓLICO TODO LO QUE RELUCE. La sociedad española, hace cuatro días, era absolutamente católica. El catolicismo lo impregnaba todo. El catolicismo era un componente fundamental de la cultura de masas, de la realidad cotidiana, de los límites de lo posible. ¿En treinta y picos años la sociedad española y sus productos han pasado a ser absolutamente laicos? Para contestar a eso, pasaré olímpicamente de analizar manifestaciones religiosas. Incluso pasaré de analizar productos culturales que se emiten desde un catolicismo –progresista o reaccionario-, consciente. Los objetos a mirar serán los productos culturales, las manifestaciones culturales y las dinámicas culturales. Y, fundamentalmente, las que explícitamente se alinean a tomar por saco del catolicismo. La cosa puede ser divertida.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenas:

La respuesta a la pregunta es un sí rotundo. El catolicismo consiste fundamentalmente en dos cosas: una mala y otra peor. La mala es que cree lo que no ve, y la peor es que no cree lo que ve.

Creer lo que no se ve sirve para hablar con Dios, pero también para interpretar que todo parece indicar que ha sido eta.

No creer lo que se ve sirve para poner en duda la utilidad del preservativo como medio de prevención del SIDA, pero también para poner en duda la autoría de, pongamos, Al Qaeda.

Ahondando, la distinción entre el Bien y el Mal está sólidamente incrustada en la cultura española. Por lo demás, hay que estar de acuerdo con la enmienda de Sánchez Ferlosio a Dostoievsky -"Si Dios ha muerto, todo está permitido"-, cuando apuntaba que era precisamente la existencia de Dios la que lo permitía todo.

Por ello es, en rigor, falso decir que la derecha española mintió en el apagón informativo de Marzo, del mismo modo que es igualmente incierto que Felipe González mintiera al decir que no sabía nada de nada y que la lectura de la prensa era para él una continua fuente de noticias. Felipe, como Ansar y como Wojtyla, no podían mentir de ningún modo porque defendían la Verdad.

Un cordial saludo, y hasta otra,

Popota

Anónimo dijo...

Quin maldecap que em fan els teòlegs de pacotilla!

Gachas dijo...

Al oir las declaraciones de una chavalita española que no sé qué hacía en Plaza San Pedro en vez de estar estudiando su COU me di cuenta de lo obvio: esos feligresísimos estaban ávidos de "momento histórico". La tinéiyer y su grupo de amigos dijeron algo como "somos conscientes de que estamos viviendo un momento histórico y de la suerte que tenemos de poder estar aquí (en Roma)". Es sólo eso, avidez de momento histórico porque probablemente esos nenes de COU desatiendan bastante las indicaciones de JP II en sus vidas cotidianas.