Altercado con un taxista gore. Él quiere llegar a las manos. Yo salgo pitando. Por el camino salto una valla. Un niño que va con su padre va y dice: “Ostras, ¿has visto cómo ha saltado ese señor esa valla?”. Me sorprendo a mí mismo diciéndome “¿valla? ¿Qué valla?”. El taxista era a) un descerebrado, un b) zafio, d) un mala-sombra, e) un mal educado, f) un camorrero. Y así hasta z). La violencia inaudita desatada por aquel pollo podría haber puesto fin a este blog durante un tiempo más o menos prolongado. A lo largo de los minutos previos a mi estampida, en fin y por otra parte, el taxista seguramente bordeó o entró de pleno en el campo semántico de algún delito. Pero, ¿el señor a-z era un terrorista?
Evidentemente, y a pesar del terror inspirado en aquí el menda, no. No obstante, hoy, tres días después de la ilegalización de otro partido –o de la marca blanca de un partido ilegalizado, o lo que sea-, me leo en un diario los actos calificados como terroristas sucedidos este fin de semana. Se cita la quema de un repetidor, y las alocuciones “cócteles molotov”. “quema de contenedores”, pero también las expresiones “altercados”, “pintadas” o “lanzamiento de pintura sobre fachadas”. La exposición de tres actos terroristas más en la lista facilitada hubiera supuesto la aparición en el listado de mi taxista. El pack “terrorismo” utilizado para describir este fin de semana es, pues, muy amplio. Describe acciones de violencia variada, pero también de tensión en mayor o menor grado. Describe también diversos grados de acciones negativas, coercitivas y enojosas, pero no comparables entre sí. Es, pues, un pack de significado progresivamente nebuloso, sensible de prolongar la descripción del terrorismo hasta acciones más borrosas. Es un pack sensible de prolongar la definición del terrorismo hasta un punto de vista sobre las acciones observadas. Me inclino a creer que, por lo menos este fin de semana, no es útil para describir lo que ha pasado. O, al menos, no todo.
¿Para qué es útil?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
a) que su taxista sólo llegará a la categoría de terrorista si en vez de agredirle a usted o a mí, agrede a un banco, a un partido o al estado, es decir, al poder.
b) que la definición de terrorismo no depende del "tamaño" de la acción, sinó del de la víctima.
c) que el niño que ve vallas y hombres que las saltan es mucho más feliz que el que ve contenedores en llamas.
que su taxista sólo llegará a la categoría de terrorista si en vez de agredirle a usted o a mí, agrede a un banco, a un partido o al estado, es decir, al poder.
b) que la definición de terrorismo no depende del "tamaño" de la acción, sinó del de la víctima.
c) que el niño que ve vallas y hombres que las saltan es mucho más feliz que el que ve contenedores en llamas.
el punto b) del anterior comentario es la clave. ¿Cual es el "tamaño" real de la victima cuando bajo la palabra "terrorista" se agrupan fenómenos que no lo son? Recuerdo que hace tres años, eran terrorista, aparte de los de siempre, PNV, ERC, el Tripartit y, por extensión ZP.
Y Julio Médem.(Hola. Soy el anterior Anónimo. Disculpen)
d)que la definición de víctima depende del tamaño de tu deseo.
Publicar un comentario