La prensa española vuelve a dar la razón a la internacional. En esta ocasión con solo 24 horas de retraso. La tregua ha muerto, etc.
El Gobi, en todo caso, ha endurecido su discurso sobre ETA. Es decir, lo ha dramatizado. Esta mañana a primera hora, por lo tanto, sólo existe un discurso ante ETA. El discurso dramático. Lo dramático, como su nombre indica, es también lo teatral. Lo que me remite a una conversación que tuve hace poco con Rabel Niubó, Secretari de Vicepresidencia en el Tripartit0.2.
Hablábamos de diferencias entre el Tripartito.1 y el Tripartit02. “El Tripartit está muy imbuido de la filosofía Montilla. Casi no hay filtraciones. Por dos razones. Por autocontrol y por miedo. Miedo a estropearlo todo”. ¿Las izquierdas pierden algo de su trade-mark cuando son una balsa de aceite?, le dije. “La gran diferencia entre izquierdas y derechas es que la izquierda discute sobre ideología continuamente. La derecha, sobre intereses”. ¿La estabilidad de Tripartit0.2 consiste en sólo discutir de intereses? “Consiste en querer demostrar su utilidad, en querer demostrar que el Tripartit0.1 fue un accidente”. Concepto accidente: “el RUIDO ahogó sus logros. Pero se hizo mucho. Ahora mismo, el Tripartit0.2 vive de rentas de lo que hizo el 0.1”. Hablamos del concepto RUIDO, que defino como la presión reiterativa e ideológica de lo que se ha llamado Brunete Mediática. ¿Determina ese cacharro los límites de la política española y catalana? ¿La Brunete Mediática fija lo que es RUIDO, lo que es crisis? “Implica el comportamiento del gobierno, sí, que intenta no enojar a los señores de los ruidos”.
El ruido, el drama, los fija, vamos, la ultraderecha española. El discurso dramático actual, se supone, también. Esa es, tal vez, la gran originalidad actual de la cultura española. Los límites de la realidad están fijados por la ultraderecha. La ultraderecha fija lo que es lo normal y lo que es lo imposible. Socorro.
miércoles, enero 03, 2007
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2 comentarios:
El PSOE lleva toda la legislatura gobernando con la mirada clavada en el retrovisor, observando asustado e incredulo a las barbaridades que salen del PP y su celebre entorno mediático.
Por lo que recuerdo esa no fue la actitud de los gobiernos de Gonzalez en los 80, que actuaba sin preocuparse tanto por lo que se cocía en el lado oscuro.
No tengo claro además el impacto que esa cacería del zorro tiene en la opinión pública. Es verdad que las encuestas dan una situación muy igualada, pero no se, no se.
Y ahora le pillo con un velado recuerdo (o semi cita, vaya) de la poesía de Jaime Gil. Decididamente, Martínez, me cae usted bien.
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