jueves, enero 04, 2007

NOSOTROS, LAS MUJERES

Prosigue la búsqueda de ecuatorianos en la zona-0. Con lo que, a su vez, prosigue la dramatización de la cosa ETA. Es una dramatización que recuerda a las dramatizaciones post-atentado de la última legislatura Aznar. Pero menos. El canon de la dramatización post-atentado, el do de pecho del no-nacionalismo, precisa que los fiambres sean nacionales por un tubo, que no ecuatorianos. En el último post-atentado de la era Aznar, de hecho, se nacionalizó a todas las víctimas no-españolas, para que así pudieran morir por el país favorito de la divina providencia, etc.

Bueno. Este blog, desde 2007, sólo habla de lo que aquí el menda ve. Dramatización post-atentado. ¿Qué he visto? He visto cierto retorno al pasado. Y en ese retorno, cierta dramatización de la espera. La espera del cadáver. La espera del cadáver, a su vez, es un género muy trabajado en el cine y en la literatura. Es la espera de las mujeres de los mineros cuando la mina se hunde. Es la espera de las mujeres de los pescadores, cuando el barco se va al garete. Es, por tanto, la espera de mujeres de otra época. Las personas encargadas de organizar y potenciar la espera de cadáveres en este post-atentado, por tanto, nos tratan como mujeres de otra época.

Her Doktor Goebbels, gran renovador del género publicitario, definió a esas mujeres de otra época. “Cuando veo a la masa, la trato como una mujer”.

El recuerdo del pasado, y el indicio de futuro de este post-atentado es que volveremos a ser tratados como Goebbels, un hombre cada vez más de esta época, trataba a las mujeres de otra época.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me fascina el ejercicio de sincretismo que nos propone hoy, Martinez. La masa que espera noticias de los desaparecidos a orillas de un televisor encendido, como antiguas mujeres de pescadores ante un mar turbulento e imprevisible. Todo se transforma, nada desaparece. La masa espectadora necesita llorar. El televisor, mostrar la turbulenlencia e imprevisibilidad. Desde Homero, las pasiones siempre han sido las mismas. Y manyana por la noche, los Reyes Magos. Otra pasion revisitada.

Anónimo dijo...

Un pa de quilo de pagès i tallat, si us plau.

Anónimo dijo...

Este tipo de pasiones no son homéricas, universales y atemporales. Penélope, si uno se fija, no esperaba a Ulises. Son pasiones de masas. Si son de masas, son del siglo XX. Concretamente, de su primera mitad. Hay para preocuparse.