jueves, octubre 06, 2005

EL NACIONALISMO ERA ÉL

Estimado pollo:
1-Tu texto parte de varios apriorismos erróneos. El más arriesgado es, sin duda, presuponer que mi tarjeta Visa está en condiciones de ser exhibida en Can Boter o, en general, en otro local comercial de la UE. Por otra parte apuestas por recursos de gato pardo. Gato pardo que pretende, lo dicho, que le invite a friskies en Can Boter, cuando todos los niños y niñas saben que es Echevarria, y no otro, quién interpretará paganini el viernes. La principal gatopardada, empero, es el clásico de intentar “liarme la picha” –entrecomillado suyo- sin responderme nada a cambio. Mi texto, consecuentemente, será un intento de liarme la picha a la cabeza. Y de volverte a preguntar lo preguntado esperando una respuesta. Este intercambio de opiniones, en fin, es lo que su nombre indica, y no una entrega de Kung-Fú o de Jorge Bucay, en el que los personajes aprenden de sus propias preguntas, lloran mucho y no comen en Can Boter como para una boda.
2-OK con tu pack canon. Y más aún con la construcción: “habrá que admitir que la España oficial viene a ser la España real, si es que alguna hay. Con lo que acabamos de establecer la definición más exacta a la que hemos llegado hasta el momento de la CT”. Grande. Compro. Espero, snif, que lo compre alguien más.
3-Difiero de la idea de que la Transi consiste en la “transubstanciación de la izquierda española en socialdemocracia, es decir, en CT”. La socialdemocracia es una región de la izquierda que, por cierto, en 1981 la liaba en Suecia y estaba nacionalizando la banca en Francia. La izquierda local sufre en la Transi otra transformación paralela a la ue citas, en la que perdió otro componente. EL que le impide ser no-CT. No creo, por otra parte, que los nacionalismos y la izquierda hayan establecido en la transi una “alianza”, como tú la denominas. Simplemente, por cultura democrática, son más proclives a dialogar entre sí. Lo cual dibuja otro drama: la ausencia estadística de cultura democrática en la derecha española.
3-CC.NN. Vuelves a demostrar que eres un hombre de buen gusto al responder con mis palabras a mis preguntas. Si bien, en el trance, no las respondes. Te las vuelvo a formular de forma minimalista. La culturas nacionalistas, como las denominas, no son diferentes a la CT. Son una parte de ellas. O un paralelo. Es más -tachán-tachán- es preciso señalar que la CT es también CC.NN. Es decir, es una cultura nacionalista. A saber: a) nació para cohesionar a través de la reafirmación, b) se caracteriza por elidir la duda, la no reafirmación, c) está fundamentada en un mito nacional –la Transi-, d) tiene una particular relación con la historia, f) es castiza e inexportable –es decir, satisface sólo a una tribu-, g) carece de crítica, por lo que uno de sus resortes para crear canon es el éxito nacional. Ampliación punto g): cuando un producto o/y autor obtienen éxito en el extranjero, ese éxito es comunicado en los medios como éxito nacional. Ejemplo: Vila-Matas, pasó de vender 4.000 ejemplares a 10.000 tras aparecer en la portada del suplemento del tercer diario francés, y tras comunicarse en nuestros medios esa aparición como triunfo nacional.
4-Los puntos de vista ante los nacionalismos que, snif, tanto tu como otro lector consideran alejados del -llamémosle así, como lo llamas- "republicanismo de izquierdas", no van más lejos de los expuestos por Azaña cuando habló del tema, en 1932. Reconozco, en todo caso, que mi visión de los nacionalismos periféricos no es la esperada en un señor que no viste con traje regional, pero argumento en mi defensa que la CT se ha especializado en denunciar los nacionalismos sin oler el suyo propio. Un no-nacionalismo –esa cosa necesaria como el agua y que, por aquí abajo, no acaba de existir-, consiste también en observar los nacionalismos peninsulares desde lógicas no-CT.Y, por otra parte, no, no acepto que los nacionalismos sean la única beligerancia posible en la CT. Simplemente, lo describo. Y te pongo un ejemplo en mi descripción: la polémica del caso Echevarría -me refiero a la anterior a este otro caso que nos ocupa, consistente en Echevarría escaqueándose de un cenorrio en Can Boter-, era una polémica no nacionalista. Atxaga participó en ella explicando que la cosa se resumía en una agresión nacionalista a su persona y obra. Es decir, transformó /percibió una problemática no nacionalista, en un roce nacionalista. Es decir, CT. Describir no es aceptar, en fin. Te puedo describir, que este año las chicas llevan medias raras, sin que eso signifique que yo las lleve.
5-Me gustan los artículos de Pep porque emiten la idea de que el no-nacionalismo, que está por hacer –lo cual a) manda huevos, b) explica el carácter nacionalista de la CT-, es un punto de vista perplejo cuando se emite desde la no-CT. Cuando se emite desde la CT… Bueno, recordemos que la Capilla Sextina del no-nacionalismo CT integra ciudadanos del mundo como Jon Jauristi, Aznar, Jiménez Los Santos o Manolo el del Bombo. EL punto de vista absolutamente mayoritario empleado en los medios para aludir al Estatut no es, desde luego no-CT. Es nacionalismo -ultra, muchas veces- CT.
6-Echevarría, a ver si se entera. En beneficio de la agilidad en las gestiones opte por la ventanilla Pep cuando quiera hablar del Estatut. Cuando quiera hablar de lo nuestro y de cómo pagarme la cena que me debe, ventanilla Martínez. Haga, en todo caso lo caso lo que quiera, pero sin liarnos la picha. Tengo una edad en la que, en fin, ya está lo suficientemente liada. Bueno. Pregunta de hoy de la ventanilla Martínez: ¿La CT es una CCNN, esa cosa que aún no ha acabado, por otra parte, de describir?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estrategia Martínez: hacer dibujos sofísticos con terminología cuyo significado acuña a cada nuevo párrafo (de ser posible siglas, que no siquiera palabras), para acabar la entrega emplazando a Echevarría a dar su definición.